Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

One

Las luces destellante del Time Square se podían ver desde la ventana del que suponía era su camerino en esta oportunidad.

Estaba en el máximo auge de su carrera, había sacado un álbum que había sido todo un éxito y su popularidad estaba por las nubes, algo que jamás lo cambió, seguia siendo ese chico humilde que vivió toda su infancia y parte de su adolescencia en el campo.
Uno que solo iría a la ciudad para acompañar a su mejor amigo en ese entonces a una audición.

No se esperó que en ese momento surgiera la propuesta de que podría audicionar de igual forma.

Esa tarde luego de pedirle que participara, llamaron a sus padres,necesitaban verificar que tenía su autorización para hacer lo que tenía pensado, era un chico menor de edad en ese entonces, un pequeño chico humilde que no esperó que pusieran sus ojos en el, como un posible prospecto de Idol.

Entró en la empresa, fue fácil, tenía un talento y un carisma que sería difícil de ignorar para cualquier persona.

Comenzó de inmediato con su preparación y debutó tiempo después como solista.

En ese entonces era un joven alegre y juguetón, pero con el pasar del tiempo y producto de las críticas, su personalidad se apagó considerablemente, es como si hubiese desactivado el interruptor que lo mantenía en la cumbre de la felicidad a diario.

Se sentía en modo automático durante un largo tiempo, la música fue lo único que lo mantuvo cuerdo y albergaba aunque fuese una mínima parte de su escencia, esa que habían obligado a ocultar con cada palabra de odio o de rechazo que le dedicaban.

Todo cambio cuando conocío al que al día de hoy era su esposo, Bangchan ,un cantante al igual que el, ambos coincidieron en un par de eventos y poco a poco los sentimientos tomaron lugar entre ellos.

Trajo la luz que faltaba a su vida, al menos su cegado corazón lo vió de esa manera durante los cuatro años que se mantuvo preso de ese amor.

Fue feliz, una hermosa mentira que lo mantuvo sonriendo mientras duró.

Dejó el teléfono sobre la mesa y sus lágrimas comenzaron a caer descontroladamente por sus mejillas nublando por completo la vista y haciendo imposible su labor por contenerlas, aún sabiendo que a su alrededor todos lo veían con preocupación y totalmente sorprendidos por la inesperada crisis.

-Taehyung, ¿Que sucede cariño?
Su manager Jackson se encontraba inclinado a su costado, tratando de obtener alguna respuesta, una que no le era posible dar debido al llanto.

"¡Dios! Era la maldita navidad, cosas buenas pasan en esta fecha, no lloras por un corazón roto minutos antes de presentarte frente a millones de personas" pensaba.

-Cariño, debes decirme que pasa...¿Necesitas que cancele la presentación?

La sola mención de defraudar a la gente que lo había acompañado por años hizo que su llanto se calmara solo un poco, lo suficiente para darle una respuesta a su amigo, uno que sabía estaba tan preocupado por el que sería capaz de mandar al carajo lo que fuese por verlo bien.

-No lo canceles -dijo con voz quebradiza.

-Tae, No te ves nada bien bebé, no se que ha pasado, pero necesitas levantarte si quieres salir allí fuera, sea lo que sea no vale la pena cariño, no si te destruye.

Sus ojos brillantes se encontraron con los de Jackson, el tenía razón, debía levantarse y continuar con esto, nada de lo que hiciera cambiaría el curso de las cosas, no cuando aquellos documentos ya se encontraban en su bandeja de entrada.

-Me pidió el divorcio - hablo bajito.

El semblante de Jackson cambio de inmediato mostrándose totalmente furioso contra el infeliz que había Sido capaz de arruinar un momento que Taehyung espero durante años, molesto de que no lo hiciera de frente y que eligiera esa noche precisamente para hacer su petición.

-Es un infeliz, no merece ninguna de las lágrimas que estás llorando, es un maldito envidioso que jamás soportó que su fama no fuese al mismo paso que la tuya.

Se acercó hacia el y tomo sus manos con cariño, como siempre lo hacía para reconfortarlo cuando algo pasaba, cuando alguna discusión con su esposo terminaba dejando a Taehyung completamente destrozado, lo cual era una situación frecuente.

-Se que todo lo que me dices es cierto, pero no puedo evitar que duela -sostuvo su pecho con una de sus manos-Las razones por las que me lo pidió son las que me están matando Jackson -sus lágrimas volvían a caer por sus mejillas-Dijo que me vuelvo viejo, que las posibilidades de que le dé un hijo se escapan de nuestras manos y que estaba interesado en otra persona.

-Será muy hijo d- -no pudo terminar de decir sus palabras porque Taehyung puso sus manos sobre sus labios.

-No estamos solos -rio sutilmente- las maldiciones para cuando nos emborrachemos más tarde -le dijo mientras secaba sus mejillas- No me importa que tenga a alguien más... Lo que realmente me duele es que el sabe cuántas han sido mis ansias de quedar embarazado, pero siempre usamos preservativo y tampoco es como si lo hiciéramos muy a menudo, entonces la responsabilidad no fue solo mía.
Que me culpe y diga que me vuelvo viejo para ser padre, me hace sentir coraje, mis lágrimas, mi corazón roto se debe a eso, no a que el quisiera acabar con el matrimonio, por qué eso es algo que veía venir hace mucho.

-Lamento mucho todo esto Tae y no quiero ser un amigo insensible, pero si aún quieres salir ahí debes hacerlo ahora, estás a diez minutos de la presentación, si decides cancelarlo, lo arreglaré todo y nos iremos de aquí.

El peliazul se puso de pie de inmediato y seco sus lágrimas, limpiando cada pequeño rastro de ellas que pudiese quedar en su rostro.
Una sonrisa algo planeaba se posó en sus labios y un suspiro abandonó su cuerpo.

-Felix -llamó- Por favor arregla mi maquillaje y perdón por estropear tu trabajo -dijo avergonzado.

El rubio solo sonrió, el también era otro de sus amigos de años, su maquillista personal y prácticamente su familia.
Estaba claro que no se molestaría y que lo ayudaría en todo lo necesario.

-Ven aquí bonito, vamos a demostrarle a ese bastardo que no logrará verte destruido - hablaba mientras pasaba sus dedos por el cabello de Taehyung casi como una caricia, mientras el cerraba los ojos y disfrutaba los mimos de su amigo.

-Tienes razón Felix, no le daré en el gusto, ni siquiera podrá darse cuenta de mis emociones, rápido tengo un show que realizar.

Cinco minutos después se encontraba a punto de subir las escalas que lo llevarían hacia el escenario, teniendo a cada uno de sus lados a sus amigos, quienes sostenían sus manos, dando apoyo y contención, asegurándole que estaría ahí cuando el volviera, no lo dejarían solo.

Unos pasos mas allá, un curioso chico los observaba.
Uno que había estado pendiente del cantante durante todo momento y que apretaba sus puños de rabia desde que lo vio llorar tan destruido.

Es que para Jungkook, Taehyung era la persona más perfecta que había visto, el ser más amable y más hermoso que sus ojos pudieran contemplar.

El motivo para ser al día de hoy un bailarín, siempre quiso estar cerca del chico al que admiraba y que con el pasar del tiempo comenzó a enamorarse.
Ese amor inalcanzable que aunque sabía que era de esa forma, lo mantendría guardado en su corazón por siempre.

Era más bien un secreto a voces, ya que muchos lo habían sorprendido observando embobado al cantante o sonriendo inconcientemente cuando este tenia esas actitudes tan propias de el, que a Jungkook solo podían causarle ternura.

Aún recordaba cuando lo vio por primera vez.

Podía jurar que fue amor a primera vista.

Se propuso convertirse en un gran bailarín y ser parte del equipo en el que estaba ahora, todo con el fin de estar un poco más cerca del cantante, que aunque no supiera de su existencia, con verlo dia a día era suficiente para el.

Terminó de prepararse, acomodó sus ropas y peinó su cabello, para luego comenzar sus ejercicios de elongación pensando si tal vez por un milagro de navidad, tal vez esta noche tendria la valentia por primera vez, de acercarse a Taehyung e intentar una conversación.

Tae, como todo un profesional se alistó para su presentación, el público vociferaba su nombre y nadie, ninguno de sus fans se imaginaba el dolor que sentía en ese momento, aún al sonreír, aún al disfrutar, por dentro su corazón había sido roto en mil pedazos.

Al momento de cantar Rainy days, un nudo se formó en su garganta, para él solo era una canción más y ahora, su significado pesaba en los hombros del cantante tanto que, en varias estrofas debió silenciar su voz o quebraría en llanto, aún así logro cumplir con el show a la perfección, haciendo un esfuerzo enorme por esconder el dolor que sentía.

Se despidió, lanzó besos al aire, lloró y muchos pensaron que era por el fin del show, pero solo él y los que sabían de aquella llamada asimilaron y dieron razón a esas lágrimas.

Jungkook estuvo pendiente de el en todo momento, atento en caso de que ocurriese algún problema o que la situación se volviese insostenible para el mayor, a quien ahora mismo admiraba más que nunca por la fortaleza que habia presentado a pesar de las adversidades.

Había sido una noche larga, uno a uno abandonaron el escenario y se dirigieron hacia los camarines, dónde celebraban con aplausos que la presentación habia Sido un éxito.

Taehyung se encontraba frente al espejo, limpiando su rostro mientras observaba con una sonrisa a todos quienes estuvieron junto a el en ese momento tan importante, en uno de sus mayores anhelos, uno que estuvo empañado por lo ocurrido anteriormente, pero que aún así había sido simplemente perfecto.

- ¿Que te parece ir a celebrar? -preguntó Jackson al verlo ido en sus pensamientos-

- ¿Crees que sea buena idea?

- Claro que sí, estamos en Nueva York, hermano, es noche buena y estoy seguro que más de uno de los chicos querrá acompañarnos.

- Entonces vamos, está noche, yo invito -sonrió al ver su reflejo, sabía que nada mejoraría mañana, pero nadie le quitaría la felicidad de su perfecto show y que era víspera navideña, su época favorita de todo el año.

Tomó su chaqueta y se acercó hacia el grupo de los bailarines y maquillista para hacer la invitación, una que fue bien recibida y aceptada por ellos.

Y así fue como todos llegaron a un bar bastante discreto, un lugar tranquilo, dónde sabían que tal vez no serían reconocidos y podrían tener una noche tranquila mientras celebraban.

Comenzaron a beber, Félix, Jackson y algunos bailarines conocidos para Tae por el tiempo que habían trabajado juntos y otros no tanto, ya que habían ingresos nuevos y el tiempo no había estado a su favor, más su tormentoso matrimonio, no le habian dado lugar como hubiese querido, para conocer a su equipo de trabajo.

Jungkook, unos pasos mas allá, daba una respiración profunda y se acercaba a paso firme dónde se encontraba el cantante.

- Puedo acompañarte -dijo apuntando el taburete del costado - No quiero molestar, solo hacerte compañía mientras me lo permitas - sonrió cálidamente.

Taehyung lo observó atento, cautivado por la hermosura del chico que hasta ahora reparaba de su existencia.

¿Cómo era posible no haberlo notado?

Asintió hacia el y extendió su mano en forma de presentación, un gesto bastante absurdo por qué a juzgar por la mirada del muchacho, estaba claro que sabía perfectamente todo de él.

Una corriente se extendió por su piel al hacer contacto, haciéndole sentir una extraña sensación a la que decidió no prestar demaciado interés.

-Gracias por querer acompañarme -Dijo con sus mejillas sonrojadas, algo avergonzado por el muchacho de aura imponente que tenia en frente- ¿Eres uno de mis bailarines verdad?

- Me llamo Jungkook -Dijo sonriendo nuevamente hacia el y dejando al mayor algo embobado con su sonrisa- yo, no quería sonar entrometido, pero, lamento lo que sucedió.

- ¿Lo que sucedió? -sintió como la bebida quería devolverse por su estómago, acaso él sabía lo sucedido?

- Sí, es que, siempre estoy pendiente de ti, pero no pienses que soy algo así como un acosador -rió- y la verdad, escuché lo que pasó, ¿sabes?, la llamada que recibiste.

- ¡Oh!... Eso -Bebio de su copa apresurado, sintió vergüenza

- Solo quiero que sepas que, por una parte me alegra lo que pasó -Tae volvió a poner atención en él, ¿Se alegraba por su desgracia?- es que, ese idiota no te merece, eres mucho para el, no vale ninguna de tus lágrimas.

Taehyung sonrió ante aquello, lo encontró sincero y desde ese momento no dejó de hablar con el chico, le hacía sentir cálido, cómodo, como nunca se había sentido.

La noche paso veloz, los demás dejaron de existir para aquellos dos que tenían su atención solo en ellos, platicando y conociéndose un poco, sorprendidos por lo bien que ambos habían encajado y por la forma tan natural en que se había dado cada tema que había tenido lugar en ese encuentro.

Un tanto mareado se dejó cargar por el bailarín, entre balbuceos le pidió que no lo llevará al lugar donde se estaba quedando, habían muchas cosas allí que podrían recordarle la causa de su llanto aquella noche.

Fueron a un hotel donde se quedaría mientras pensaba en que hacer, Kook llevaba a Tae a cuestas en su espalda, y el cantante no dejaba de respirar su exquisito aroma en su cuello, sintiendo como sus manos lo sostenían con fuerza, mirando el contorno de su perfil y esos labios delgados que ansiaba probar.

Llegaron hasta la puerta de la habitación, Jeon decidió dejarlo en la cama, quitarle los zapatos y salir de ahí, pero el whisky en sus sistemas no opinaba igual.

Con el sumo cuidado acomodo a Tae en la cama, se quedo viéndolo fijamente, despejó su rostro de los mechones locos y lentamente se acercó a él para juntar sus labios. Tae, se dejó llevar, su mano subió por el brazo fortalecido que sostenía el cuerpo de Jk hasta llegar a su nuca, dónde afirmó los movimientos impidiéndole separarse.

Cuando ya no había aire en sus pulmones se distanciaron un poco, solo un poco, las respiraciones se alinearon y mezclaron a la perfección, desinhibidos, siguieron con los besos está vez más fogosos, haciendo que jadeos se colaran e hicieran eco en aquella habitación.

-¿Deberia detenerme?-preguntó sobre sus labios-

Aún sin abrir sus ojos, Taehyung negaba efusivamente y afianzaba su agarre en los hombros del pelinegro, para evitar que se alejara ni siquiera un centímetro de su cuerpo.

Jungkook sonrió enternecido por la bonita imagen que tenia bajo su cuerpo, una que siempre creyó imposible, una que solo había sido presenciada en sus sueños más locos y que ahora era real y quería sostenerlo tan apegado a el, que no tuviese ninguna posibilidad de apartarse.

-No lo hagas... No te detengas.
Déjame sentir más de esto, quiero sentirme deseado aunque sea solo por esta noche -habló casi suplicante-

El bailarín atacó sus labios de forma lenta, en un beso profundo y necesitado mientras sus manos hacían un recorrido hasta la cintura del cantante dónde acaricio la piel expuesta sintiendo la tibieza de aquella y deleitándose con la suavidad que poseía.

Se puso de pie y comenzó a soltar uno a uno los botones de su camisa, mientras Taehyung lo observaba atento, casi embobado por la imagen del guapo chico que tenía en frente.

Su torso descubierto era un deleite para el mayor, quien se levantó de us lugar, poniedose sobre sus rodillas en la cama para quedar más cerca de aquella piel que estaba llamando a ser tocada.

Su mano se deslizó lentamente desde el cuello de Jungkook hasta su abdomen.
Observó al bailarín quien tenía sus ojos fijos en el y sonreía ladino por la atención que estaba recibiendo.

Los labios de Taehyung fueron hacia el torso, recorriendo con ellos cada detalle, cada músculo que se tensaba ante su toque mientras escuchaba los jadeos del contrario, los cuales lo animaban a seguir más allá, a darle todo el placer posible a ese chico que estaba frente a el observándolo con deseo, uno que hace mucho había dejado de ver en un encuentro sexual.

Jungkook era libertad, sabía a todo aquello que había olvidado, lo hacía sentirse el mismo, ese Taehyung deshinibido que había sido encerrado en una jaula por el que creyó era el hombre que lo amaba realmente.

Justo ahí, frente al bailarín, podía jurar que el que fue su esposo, no era más que un horrible recuerdo que quedaba eclipsado con la sola presencia de Jungkook.

El pelinegro sostuvo el dobladillo de la remera que llevada Taehyung y la saco con rapidez, quería ver más el también quería sentir esa piel que anheló por tanto tiempo, la cercanía con el chico del que ha estado enamorado durante años.

Volvieron a besarse mientras terminaban de desvestirse uno al otro quedando completamente desnudos, contempladose unos minutos antes de que todo el control que habían mantenido acabara por esfumarse.

Jungkook lo sostuvo desde su trasero levantandolo y haciendo que este rodeara su cintura con sus piernas para luego ser llevado hacia la encimera, dónde sus piernas quedaron abiertas con el hermoso chico entre ellas.

El cantante se apoyó sobre sus codos y observó cada movimiento del contrario quien sonriendo mientras lo observaba directo a los ojos, llevo sus labios hasta los muslos del cantante y comenzó a repartir besos en la zona, acercándose cada vez más hasta su intimidad, tentando la de forma peligrosa.

En el momento que Taehyung cerro sus ojos, Jungkook se sintió con la libertad de devorarlo como había querido por tanto tiempo.

La intimidad fue recibida por la tibia cavidad del bailarín, quien lamía y chupaba con rapidez, escuchando los gemidos y su nombre salir de aquellos labios del chico que estaba perdido en el placer.

Su mano comenzó a jugar con la entrada del mayor, preparándola para lo que venia, sintiendo como eran apresados por ella y como la humedad se iba haciendo presente cada vez más, haciendo la intromisión más exquisita que podía imaginar.

Los sintió tensarse y se levantó del lugar, quería hacerlo correr, pero quería que fuese mientras el lo tomaba, fuerte y profundo.
Que jamás pudiese olvidar ese encuentro y que fuese tan perfecto que tal vez, solo tal vez, jamás quisiera irse.

Lo tomo en sus brazos y lo llevo hacia la cama dónde lo dejo con delicadeza mientras se volvía a internar entre sus piernas, está vez, presionando la intimidad mínimamente, sin entrar aún en el.

-Iré por un preservativo-dijo jadeante-

No pudo moverse ni un centímetro de ahí ya que fue sostenido por Taehyung, quien lo observaba con ojos brillantes, complentamente encendidos de placer.

-Dejame sentirte - Suplicó - Jamás lo hice sin protección, estoy limpio -aclaró nervioso -

El pelinegro sonrió ante sus palabras, el tampoco tenia nada que temer, ni siquiera tenia algo que presumir de sus relaciones pasadas, ya que estás eran inexistentes.
Esta era la primera vez que estaba teniendo intimidad con alguien, pero había soñado tantas veces con esta situación que se sentía casi un experto, uno que estaba dispuesto a enloquecer de placer a su chico, porque aunque Taehyung no lo supiera, el sería su chico su novio, no descansaría hasta conseguirlo.

Volvió a tomar su posición y atrapado los labios del cantante en un beso, mientras ingresaba en el de forma lenta, sin querer lastimarlo, sintiendo como su intimidad era recibida y apresada en el interior.

Las uñas de Taehyung se clavaron mínimamente en sus hombros, mientras un gemido abandonaba sus labios , un sonido que se había convertido en su favorito y del cual queria escuchar más.

Ingresó por completo, haciendo que ambos gimieran y que sus piernas temblaran por la sensación tan perfecta que se hacía presente.

-Hazlo -demandó- puedes tomar de mi lo que quieras, pero no dejes de follarme -suplicó-

Las embestidas se volvieron rápidas y profundas, ambos disfrutaban del encuentro, estaban entregándose con pasión y lujuria, una que parecía haber estado contenida hasta ahora y que por fin podía ser liberada completamente.

Jungkook sostuvo el trasero del Taehyung con firmeza, mientras ingresaba en el una y otra vez sin detenerse, escuchando como su nombre era dicho entre gemidos, mientras sus cuerpos eran uno solo, tan malditamente perfecto, como si hubiesen sido hechos para encajar a la perfección, como si fuese el lugar donde ambos pertenecian.

Unas embestidas más y llegaron al orgasmo entre gemidos y respiraciones agitadas.

Taehyung sentía como su cuerpo era llenado por la escencia del menor, una perfecta sensación que estaba seguro lo convertía el encuentro más perfecto que podría haber imaginado.

Cayeron sobre la cama exaustos, con sonrisas cómplices, totalmente agotados.

-Eres perfecto

-Eres un exagerado Jungkook -rió- son los delirios pos orgasmo -hablo jadeante.

El pelinegro atrajo el cuerpo contrario hacia el, dejándolo entre sus brazos mientras repartía caricias en su cabello y sonreía por el recuerdo de lo que habia pasado hace unos segundos.

-Completamente perfecto Taehyung - dijo sobre sus cabellos-

El castaño solo sonrió antes las palabras y continuo disfrutando de los mimos, hasta caer rendido por completo durmiendo plácidamente por primera vez, entre los brazos del bailarín.

El pelinegro abrió sus ojos lentamente, mientras con su mano buscaba sin éxito al hermoso chico con el que estuvo la noche anterior.

Al no encontrarlo se sentó en la cama con rapidez, lamentándose de haber hecho algo mal para que el cantante no encontrara otra opción que huir de su lado.

Se levantó del lugar y cubrió su cuerpo con una bata antes de comenzar a caminar hacia la sala, con la esperanza de encontrar aun allí al mayor y su sonrisa se ensanchó al comprobar aquello.

Estaba frente al gran ventanal observando la ciudad mientras sostenía un vaso de agua etre sus manos.

Podía ver sus mejillas algo sonrojadas y aunque inconciente una pequeña sonrisa tirar de sus labios.

Se acercó en silencio y abrazó al contrario por la espalda, sosteniendolo de la cintura mientras sus labios daban un delicado beso en la piel expuesta de su cuello.

-Me asusté -reconoció- Pensé que te habías ido - Dijo en un susurro-

Taehyung suspiro ante las palabras y acarició con dedos temblorosos las manos del bailarín que estaban perfectamente ubicadas sobre su asdomen.

-Quise huir - dijo- me sentía...aún me siento avergonzado... Yo jamás había hecho esto - el sonrojo de hizo más intenso-

-¿Fugarte de tu celebración con un hermoso chico?

Sonrió abiertamente por primera vez, el pelinegro sin esfuerzo lo hacia sentir demasiado cómodo, como nunca antes se había sentido.

-Haber dejado que mis impulsos me controlaran.

-Tus impulsos me encantan, podrías dejar que ellos sean libres más a menudo, yo no tendria problema en encargarme de ellos- dijo girando el cuerpo contrario para quedar frente a frente-

-¿Serías capaz de hacer que se calmen?

-Yo podría hacer que solo se descontrolen si me tienen cerca, que solo enloquescan por mi - respondió coqueto-

Sin pensarlo más, está vez el cantante fue quien tomó los labios de Jungkook en un beso, saboreando pausadamente y deleitándose por la forma tan perfecta en que el menor lo sostenía y le respondía a aquel arrebato.

Se separaron unos segundo después dejando sus frentes juntas y calmando las respiraciones.

Para Taehyung era algo nuevo sentirse así, su esposo jamás lo había besado con tanta pasión, ni lo habia hecho sentir tan vivo, como lo hizo este chico en tan solo una noche.

-Vamos por el desayuno bonito -hablo dulce- es navidad, hoy no tenemos una presentación hasta más tarde y los ensayos aún nos dejan libres un par de horas, y si te soy sincero te quiero solo para mí la mayor parte del tiempo.

El mayor solo asíntio a las palabras, era inevitable no querer pasar más tiempo con el bailarín, quería disfrutar de cada momento antes de volver a la realidad, una que tal vez no les permitiría volver a repetir esto.

Salieron del lugar tomados de la mano, ambos con cubrebocas, tratando de pasar inadvertidos para cualquier persona que pudiera reconocerlos.

Caminaron por las calles de la ciudad, estas estaban cubiertas de una fina capa de nieve que solo hacia que el momento se volviera más perfecto de lo que ya era.

Ambos se detuvieron frente a un callejón, que dejaba ver un pequeño letrero neon indicando una cafetería.

Caminaron hacia el lugar y quedaron maravillados de la simplesa y lo hogareño que se veía a primera vista, era todo lo que querían, un lugar en calma para poder disfrutar de la compañía del otro.

Entraron y se dirigieron frente al mesón dónde estaba la caja, una que era atendida por una mujer mayor que los recibió con sonrisas mientras les entregaba el menú.

-Bienvenidos a la cafetería "Blue" soy Audrey la propietaria y estaré encantada de atenderlos.

La sonrisa en el rostro de la fémina no desaparecía ni por un segundo, en realidad se veía tan feliz, una felicidad sincera que inevitablemente los contagiaba.

-Muchas gracias -contestó alegre Taehyung mientras comenzaba a ver sus opciones -

-No necesitan los cubrebocas aquí -dijo tranquila- me encargaré de darles una mesa donde puedan estar tranquilos -su voz era dulce-

Ambos se observaronncon lo ojos completamente abiertos "¿Sería posible que ella los reconociera?"
Se habían asegurado de cubrir sus rasgos completamente, pero siempre podía haber alguien que descubriera de quién se trataba.

-¿Tu..?

-Eres Kim Taehyung y el es tu bailarín Jeon Jungkook -respondio simple-

-Eso no es posible...

-Los sigo hace mucho, tu -dijo apuntando a Tae -eres mi cantante favorito, gracias por tu música... Y tú -esta vez apunto a Jungkook - eres el bailarín más grandioso que he visto... Soy fan de ambos -suspiró- pero eso no quiere decir que soy de esas acosadoras locas, solo quería que lo supieran para que estén tranquilos aquí en mi cafetería, me encargaré de que nadie los moleste - habló suavemente -

El cantante fue el primero en retirar su cubrebocas, por alguna razón se sentía a gusto y la mujer le inspiraba confianza.

Audrey camino hacia la entrada y puso el letrero "closer" antes de bajar las persianas y dejar solo una abierta, la que daba una perfecta vista a una laguna que estaba al costado del local

La mesa se encontraba al fondo y era la única que tenía la hermosa vista y que no tenía un acceso peatonal, por lo mismo a lo volvia algo por completo privado y que les garantizaba la seguridad de no ser descubiertos.

Tomaron su lugar e hicieron sus pedidos, los cuales fueron entregados rápidamente, para luego darles el espacio de estar solos y disfrutar su estadía en la cafetería.

-¿Deberia darle un regalo por el bonito gesto que está teniendo con nosotros? Ella ni siquiera a estado aquí, pidiendo autógrafo o tomando alguna foto, solo respeta nuestro espacio, quisiera tener más fans como ella -habló en un suspiro-

-Estoy de acuerdo, pero primero toma tu desayuno y déjame contemplarte más tiempo antes de que volvamos a la realidad.

Sonrieron cómplices, se sentía tan correcto estar allí, juntos.

Para Taehyung todo era perfecto, cada cosa que hacía el bailarín se sentía única, lo quería para el.
Lastima que pronto tendrian que separarse.

Estuvieron más de una hora allí hablando y conociendose más, rieron y coquetearon sin descanso, como si fuesen dos adolecentes compartiendo una primera cita.

Una vez terminaron salieron de allí, no sin antes dejar algunos presentes para la propietaria, quien había Sido un ángel con ellos y estarían muy agradecidos por siempre.

La hermosa portada es obra y arte de LeiaMoon5 ❤️❤️

🌸 ErLith_ 🌸

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro