-Profesor Han, ¿Puedo hacerle una pregunta?- Jisung asintió feliz, estaban descansando después de una larga práctica y MinHo había vuelto a acompañarlo.

El castaño se encontraba sentado en una de las esquinas de la sala, porque ésta estaba repleta de niños.

-¿El es la persona de la que nos hablaba siempre?- El pelinegro se ruborizó un poco, MinHo sólo rió y observó como Jisung se ponia nervioso.

-¿Por qué lo dices?

-Porque no han dejado de mirarse en todo el tiempo y él parece mirarlo con mucho amor.- La niña que había hecho la pregunta, apuntó a MinHo y él desvió su mirada a otro lugar intentando esconder el sonrojo que se habia apoderado de su rostro.

 -Si, es él.

-Ow ¿Y son novios? ¿Se casarán?

-Ya, ya Por quétantas preguntas? Eres una niña muy curiosa.-Jisung trató de continuar la leccion como si nada hubiera pasado, porque era obvio que a los dos les daba algo de vergüenza aún.

Pero, no contaba con que los niños siguieran molestando a ambos, incluso se habían dado cuenta de los collares que nunca dejaban sus cuellos.

-Ow, mira. -La niña más pequeña, Irene, le dijo a su amiga como si fuera un secreto-. Tienen cositas de pareja, y Son pingüinos.

Ambas rieron y Jisung las miró con desaprobación, sin embargo, la sonrisa no dejaba su rostro.

-Eso significa que estarán juntos ¡por siempre!

Jisung definitivamente le diría a MinHo que la próxima vez lo esperara afuera.