La noche paso como si hubiese transcurrido una eternidad. No logré conciliar el sueño debido a la conversación del día anterior con Michael y Tobías. Pensar que algunos de los seres con los que crecí o que conozco desde que tengo memoria me traicionasen me vuelve loco. Incluso el confort que me proporciona Tobías estando a mi lado, junto a muchas horas de pasión, no lograba hacerme olvidar del todo o por mucho tiempo nuestro problema.

Me encuentro tomando un baño caliente para relajar los tensos músculos de mis hombros cuando la puerta de la ducha se desliza a mi lado.

— ¿Necesitas ayuda con eso? —habla mi chico en el sensual tono que le caracteriza.

—Nada me encantaría más.

Sonrío y le jalo del brazo provocando que su cuerpo quede pegado al mío con los chorros de agua mojándonos a ambos. Sostengo su cara entre mis manos sin poder evitar darle un beso, el deseo de saborear sus labios comienza a volverme loco. Cuando mi excitación comenzó a latir entre nuestras piernas, Tobías se separó lo suficiente como para poder hablar entre jadeos.

—Créeme que me apetecería mucho olvidarme de todo y pasar el resto del día encerrado en una habitación a tu lado. —Pasa su dedo pulgar por mis labios de manera provocativa—, Pero ya quedamos con Nolan y sabes que al consejo no se le hace esperar.

Necesito respirar profundamente reiteradas veces para no mandarlo todo a la mierda y saltar sobre Tobías. Por primera vez en mi vida me estoy planteando llegar tarde o, en el peor de los casos, saltarme la cita con uno de los ancianos. Sin embargo, haciendo uso de todo mi autocontrol, logro que mi cuerpo sea controlado por la cabeza superior y no por la inferior. Aun así, esto no terminará tan rápido.

Sin ningún tipo de pudor lo coloco de espaldas a la pared de la ducha y, a la par que entrelazo nuestros dedos, inmovilizo sus manos a cada lado de su pálido rostro para luego susurrar contra sus labios.

—Cuando salgamos de esta, vas a pasar mucho tiempo sobre mi cama sin poder recordar si quiera la luz del sol. —Vuelvo a besarle sin darle ni tiempo a responder mi lujuriosa propuesta.

Retomamos nuestro baño intentando no caer en los salvajes impulsos que nos reclaman. Una vez que ambos terminamos de ducharnos, vuelvo a adquirir la seriedad que tenía inicialmente.

—Creo que deberíamos llevar a alguien de confianza a la reunión —sugiero—. Por lo menos de esa manera podremos contar con nuestros camaradas más leales para discutir sobre este asunto.

Tobías tras pensarlo unos minutos asiente con un leve movimiento de cabeza.

—Llamaré a mi rastreador Marcos, ya le conoces, era el que se encontraba en la última reunión conmigo, fue el que me entregó la información actual.

Pensar en ese vampiro hace que una ola de celos se me apodere de mí al recordar su cercanía con Tobías cuando yo ni siquiera era capaz de tocarlo en ese tiempo. No obstante, entiendo que él no significa una amenaza y mientras más personas de confianza a nuestro lado mejor. Tobías debe adivinar parte de mis pensamientos debido a mi cara malhumorada y mis bajos gruñidos, eso sin mencionar su telepatía; parece divertirse con mis celos.

—Marcos, para mí, es lo mismo que Michael para ti —aclara y solo me queda resignarme, aunque debo admitir que sus palabras me relajaron.

—De acuerdo, yo también haré unas llamadas. Dile que nos reuniremos en una hora en la morgue del edificio de policía.

Dicho esto, Tobías se dirige a la sala para llamar a Marcos e impartirle las coordenadas, en cuanto a mí, me encaminé a la habitación.

Realizo primero una breve llamada al líder de los cambiaformas para pedirle el número de Dereck su segundo al mando. Mentí diciendo que era para saber sobre el chico del hospital; del líder cambiaformas no estoy seguro de si deba confiar, pero algo me dice que puedo contar completamente en Dereck. Cuando logro contactarlo, sin darle muchos detalles, quedamos en que se reuniría con todos los demás en el lugar y la hora señalada, tampoco confío en tener este tipo de charlas por teléfono, así que mejor se lo cuento cuando nos veamos.

Intento llamar reiteradas veces a Zack, pero no contesta el teléfono por lo que deje un mensaje de voz diciéndole que se reuniese conmigo lo más pronto posible. Zack dirigía algunos de los grupos de investigación, por lo que me debe varias explicaciones, además, él también necesita enterarse de las nuevas noticias.

Ya era hora de ir camino al lugar de reunión, allí nos encontraríamos con Michael y Nolan que se citaron más temprano y el resto iría llegando, máximo en una hora.

Tobías y yo decidimos ir en mi camioneta juntos para ahorrar tiempo. En el camino íbamos repasando todo lo que sabíamos hasta ahora cuando mi móvil comienza a sonar. Era Zack, como estaba conduciendo activo e manos libres.

—Ryan, acabo de escuchar tu mensaje ¿Qué sucede?

— ¿Dónde estabas que no respondías el móvil? — exijo saber.

—Lo siento hermano, me encontraba con la viuda de una de las víctimas, no lo está pasando bien desde...bueno ya sabes.

Esto me desconsuela, yo he perdido a mis camaradas, pero muchos perdieron a sus familiares más amados. No puedo evitar mirar de reojo a Tobías, si fuese yo el que le pierde a él me muero.

—Reúnete conmigo en la morgue lo más pronto que puedas, tenemos nuevas pistas.

—De acuerdo, llegaré en media hora.

Al finalizar la llamada vuelvo a centrar mi atención en la carretera hasta que me percato del gesto fruncido del vampiro.

— ¿Qué ocurre? —pregunto con voz suave.

—No me agrada tu hermano—contesta sin rodeo alguno y la verdad es que su afirmación no me agarra por sorpresa.

—Sé que no se llevan bien, pero te pido paciencia. Se rige mucho por las antiguas tradiciones en cuanto a las relaciones y alianzas entre razas. —Para quitarle un poco de seriedad al asunto agrego—. Si fuese por el Van Helsing en verdad existiera e iría por ahí cazando a Drácula.

—Sabes que no le gustará que estemos juntos, ¿Qué piensas hacer? —Por lo visto mi broma no le relajó.

—Es mi vida y nadie puede decirme como vivirla, ni siquiera mi familia.

Por primera vez menciono esas palabras y lo mejor es que en mi interior siento que son ciertas, me encuentro decidido. Michael tenía razón, basta de ser un cobarde, al que no le guste que se aguante.

Mi veredicto también parece calmar un poco a Tobías, pero por su gesto deduzco que aún hay algo que lo incomodaba, aunque preferí no ahondar en ello.

El resto del camino lo transcurrimos en silencio hasta llegar al edificio de policía. Fuimos hasta la morgue donde para mi sorpresa ya se encontraban todos los citados a excepción de Zack que debería de estar al llegar.

Para mi suerte Michael puso al tanto de todo a Nolan y, por alguna razón que me resultaba divertida, se negaba a acercarse al cambiaformas. Debido a ello a este último se lo explicó todo Marcos, que era el principal conocedor del motivo de nuestra reunión.

—Han hecho bien en no avisar al resto del consejo. —Se adelantó Nolan—. Si son ciertas vuestras deducciones no podemos estar seguros de si hay algún infiltrado.

—Pero han sido una muestra de poder durante décadas—inquirió Michael.

—El poder corrompe—argumentó Dereck desde una esquina apartada, esto le hizo ganarse una mala mirada del rubio.

—El joven cambiaformas tiene razón —prosiguió Nolan—. A pesar del gran dominio que presentan los ancianos, al igual que ustedes, responden a las órdenes del alfa, o sea, Ryan y hay quienes se niegan a ser subordinados.

En ese momento todos me miraron a mí.

—Lo que no entiendo es ¿Por qué han demorado tanto en volver a atacar? ¿A qué esperan?

Este nuevo enigma planteado por Marcos dejó pensando a más de uno, pero yo ya sospechaba algo.

—Esperan la oportunidad del golpe final, algo los retrasa. Debemos estar más unidos que nunca, por eso les he llamado.

Todos asintieron y Tobías acercándose a mi lado dijo.

—Cuenta con el apoyo de los vampiros. —Este gesto junto con la mirada divertida de todos, en especial la de Nolan, lograron sonrojarme. Antes de darme cuenta estaba sonriendo y apegando al vampiro a mí.

—Cuenta también conmigo y mis hombres —continuó Dereck— No puedo hablar por el resto del clan, pero los que estén bajo mi mando siempre demostrarán su lealtad al verdadero alfa y su pareja.

Esto casi logra reventar mi corazón de la emoción, todos sabían sobre mi relación y aun así la apoyaban, no podía ser más feliz. Mi sonrojo estaba en su máximo nivel hasta que una voz furiosa a mis espaldas casi gritó:

— ¿Qué quieren decir con el alfa y su pareja?

Doy media vuelta y a ciencia cierta puedo afirmar que es la primera vez en mi vida que veo a Zack tan furioso. Qué odie a los vampiros no significa que se comporte así, su enojo injustificado me desconcertaba.

—Jamás esperé eso de ti Ryan, en serio un vampiro.

Hay desdén en su voz, eso me enoja.

—Zack, escúchame, estamos aquí por nuevas noticias con respecto a los asaltos y...

—No trabajaré con tu rata voladora.

Marcos fue hacia delante en defensa de su líder, pero Tobías lo detuvo alzando la mano.

«Esto debo resolverlo yo».

—Zack, hermano. —Intento que mi voz suene suave y comprensiva debido a la relación que nos une—. Debemos estar más unidos que nunca en este momento. No hay razón para tanto odio injustificado cuando existe un enemigo mayor.

Eso pareció aumentar la cólera de Zack.

—¡Hermano! ¡hermano! — repite en un tono muy despectivo— Claro, siempre he de ser solamente el hermano que este ahí para ti y obedezca en silencio ¿no?

Luego de lo dicho, Zack da media vuelta y se marcha dejándome más confundido que antes por su comportamiento. Ya esto se siente mucho más directo que un simple odio y discriminación hacia los vampiros. Su enojo no es hacia Tobías, sino para mí. Necesitaba respuestas y doy por hecho que las obtendría.