Capítulo 14
Maddox
Han pasado algunos días desde la discusión y puedo sentir como pierdo la cabeza poco a poco. Me levanto atormentado luego de mis pesadillas y siempre puedo sentir la imagen de Daniel siguiéndome; solo que, últimamente, sus ojos azules celestes sean vuelto más intensos, como relámpagos azules en medio de la noche. Sus facciones se vuelven más adorables y su cabello de una tonalidad oscura azabache. La imagen de Daniel, luego de cada pesadilla, da paso a la visión atormentada de Christian.
Aun puedo escuchar las palabras que me dijo como si le tuviera de frente, todo el enojo que llevaban, el autodesprecio. Me encantaría saber que le está llevando a ese punto, solo hay un problema...
No he vuelto a cruzarme con el antiguo Dios desde esa noche.
Christian me ha estado evitando, encerrado en su habitación hasta altas horas de la noche, solo sale en escasos momentos y procura no estar en la misma estancia que yo. En los pocos casos que le he escuchado cerca, desaparece cuando me acerco a él y esto lentamente está destrozando mi cabeza.
Debería intentar que no me afecte, sabía en lo que me metía cuando acepte esto. Pero, simplemente, no puedo evitarlo. Ni siquiera presto atención cuando Reyes me está dando el informa de los asesinos que estoy cazando. Solo alzo la mirada cuando siento como el híbrido bufa y deja caer la carpeta de archivos sobre la mesa con un único tirón.
Está recostado sobre la madera del mueble, sus brazos cruzados y una ceja alzada en mi dirección.
—¿Me contarás ya que te sucede o voy a tener que adivinarlo?
Parece un poco preocupado. Sin embargo, niego con la cabeza.
—No sucede nada, son cosas mías.
El chico me observa en silencio unos segundos, como si analizara tanto mi actitud como mi postura. Por lo que imito su posición e intento mantener una seguridad que no poseo en estos instantes.
—¿Problemas en el paraíso?
Gruño por su pregunta, pero es evidente que Reyes no se siente para nada intimidado por mí. Aunque no es para menos siento un poderoso sobrenatural psicópata.
—No he podido evitar notar que Christian parece especialmente alejado en estos días. La última vez que hablé con él parecía confundido.
—¿Te preocupa? —Se encoge de hombros.
—Solo no puedo evitar verme reflejado en su situación, es duro cuando una sola persona debe cargar un peso así para que los demás sean felices y, aunque sea un Dios, es evidente que se rompe.
Solo suspiro y paso mis dedos por todo mi rostro.
—No sé que hacer, la parte lógica de mi cabeza dice que no es mi situación; les hizo daño a tantos, pero...
—Quieres cuidarlo. —Termina la frase por mí y solo soy capaz de asentir.
Aun puedo recordar la noche en la que se cortó el pelo, mostrando una expresión tan vulnerable y tan roto. O cuando Samson y Declan vinieron de visita, Christian solo parecía querer salir corriendo ese día sin ser capaz de mirarlos. Dice que no quiere sentir su corazón, que es un villano; no obstante, es capaz de entrar a mi habitación cuando me siente gritando víctima de una pesadilla y para que pueda volver a dormir me calma con la poca energía que le queda, aunque sé que eso le dejaría sumamente agotado. Christian dice que no quiere sentir, pero la verdad es que se siente roto. Sin embargo, ¿no lo estamos todos en cierta medida?
Él dice que vive en la oscuridad; que la oscuridad es mala, fría y distante, un agujero de perdición. Por otro lado, es en la oscuridad cuando apreciamos la belleza de la luna, las estrellas o luciérnagas. Es en la oscuridad donde la humanidad se ha refugiado por años para escribir, soñar o amar algo. ¿Es en verdad la oscuridad tan mala o es Christian quien se niega a ver su propia perfección?
¿Quiero ayudarlo a darse cuenta de eso? Sin duda alguna...
¿Por qué? Porque simplemente no soporto verlo así, porque al llegar aquí vi que la idea que tenía de él no era la correcta y porque quiero conocer y descubrir esto paso a paso. No soy capaz de dejarlo de lado.
Reyes saca su teléfono y parece buscar algo en él, cuando lo encuentra presiona sus dedos sobre la pantalla y luego me lo pasa.
—Creo que él podría ayudarte más que yo para esto. —Me entrega el teléfono celular con una pequeña sonrisa en sus labios y acto seguido sale de la habitación dejándome completamente solo.
Cuando bajo la mirada, noto que Reyes había llamado a alguien. La imagen de Declan en el contacto y su voz al responder luego del tercer tono me hacen sonreír un poco. El híbrido, a su manera, me mostraba su apoyo en esta situación. ¿Quién mejor para darme consejos que alguien que ha compartido parte de su vida con el Dios de la nada, en las buenas y las malas?
—¿Reyes? —Siento la voz de Declan interrogar con suavidad y llevo el teléfono a mi oído para escucharle y hablar mejor.
—No soy Reyes.
Un segundo de silencio.
—¿Maddox? ¿Por qué tienes el teléfono de Reyes? ¿Qué sucede? ¿Estás bien?
Sonrío, a pesar de que el rubio y yo no iniciamos nuestra relación con el mejor pie, ahora puedo estar seguro que hemos llegado al punto de ser buenos amigos. Aunque esta es la primera vez que le pediré un consejo.
—Tranquilo, solo necesito algo de ayuda y, por lo visto, Reyes pensó que sería buena idea llamarte ¿Estás solo? Si Samson anda cerca puedes irte, me gustaría que esto quedase entre tu y yo de momento.
Christian no es un secreto sucio y ya he discutido varias veces con Samson sobre mi opinión hacia el Dios. Sin embargo, estoy seguro que si se entera del objetivo de esta conversación se preocupará más de lo necesario, incluso insistiría para que me marchara de aquí; querría venir el mismo a sacarme. A veces no sé si Samson actúa como mi amigo o mi padre.
—Estoy solo, pero dime que sucede. Me estás preocupando.
—No es nada, solo... —Por donde iniciar—. Ya una vez me hablaste de ti y Christian, pero, me pregunto, ¿podrías ser más específico? —Silencio otra vez—. Siento si te sientes incómodo yo...estoy preocupado por él.
Y ahí las palabras claves. Las únicas por las que cada una de mis acciones tenían verdadero significado.
—¿Lo estás de verdad? —La sinceridad en la voz de Declan me sorprende, sé que el Dios no le hecha toda la culpa de lo sucedido a Christian y eso solo me da más valor para hablar con él.
—Sí.
Un suspiro.
—Bueno, creo que mi relación con Christian puede definirse como cómoda o correcta, estábamos juntos porque era lo que se debía hacer, porque cuando me crearon fue como lo que se dijo que era correcto. Pero cuando Castiel y, tiempo después, Samson aparecieron en mi vida me di cuenta que a veces lo correcto no es suficiente. —Su voz adquiere un tono triste al hablar—. Sin embargo, a diferencia de mí, Christian se quedó solo, no tenía a nadie. Yo lo abandoné. Cuando inició la guerra creo que solo vi el lado malo de sus acciones, pero, desde nuestro encuentro hace unos meses me di cuenta de la verdad: Christian está tan herido que no sabe como salir del propio agujero que ha creado para él; es el primero en creer los prejuicios que dicen de él. Yo quiero que vuelva a ser feliz.
Ahora soy yo quien se mantiene en silencio. Interiorizando cada una de las palabras dichas por el Dios. Cuando vuelvo a hablar, me sorprendo por el titubeo de mi propio tono de voz.
—¿Alguna vez...alguna vez se amaron de verdad?
Declan no responde rápido y en parte lo agradezco, porque eso significa que está pensando detenidamente mi pregunta y me responderá con la verdad.
—Creo que nos quisimos mucho, pero no pegábamos ni con cola; aun así, a mí me encantaba mimarlo y él, el creo que adoró tener compañía después de tanto tiempo solo. Después de todo, fue el primero de la creación. Creo que, si alguna vez se enamora, eso le ayudará a comprender la diferencia de emociones, como me pasó a mí.
Asentí, a pesar de que no podía verme.
—Declan, ¿puedo pedirte un favor?
—¿Qué necesitas?
—Algo que Samson no aprobaría ni muerto. —digo divertido, con la idea rondando por mi cabeza. Declan parece captar mi buen humor.
—¿Me prometes ayudar a Christian?
—Incluso si no lo pidieras, lo haría.
—Bien, entonces dime que necesitas.
—Solo tu aprobación y la de Castiel, tengo planes para esta noche.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro