Han pasado varios días desde que Logan comenzó a vivir conmigo y las cosas no han sido exactamente fáciles. Evitar al híbrido o mantenerlo a raya es difícil y agotador, sobre todo luego de ese beso que ambos compartimos; y sí, digo ambos. Es cierto que le pedí que no volviese a besarme como la última vez, sin embargo, aunque quisiese, no puedo culparle del todo, yo también le besé, le sostuve contra mi cuerpo y, de no haber sentido sus colmillos rozando mis labios, no sé hasta qué punto hubiese llegado.

Fue ingenuo pensar que el aroma de Logan no me haría efecto, sin embargo, he olido muchos omegas cuando estos aún caminaban por la tierra y ninguno ha causado lo reacción de este. Siempre alcé orgulloso la cabeza de poder resistir a un omega…hasta ese beso. Luego de ello nuestro trato ha sido aún más estricto, siempre que veo que uno de los dos puede ceder al otro me aparto en ese mismo instante y me marcho de la habitación; tampoco ha sido sencillo alejar al mocoso de mi mente, Logan intenta romper una y otra vez la barrera que yo puse en mi cabeza para mantener los recuerdos del pasado lejos de mis pensamientos. Es agotador estar cerca de él.

Por otro lado, el ambiente en el pueblo también ha estado candente y no exactamente del estilo que le gustaría a Tobías; los problemas han aumentado desde que Dereck se entregó a los híbridos a cambio del antídoto para Michael, no hemos sabido nada de él en casi tres semanas desde que al rubio le han dado el acta médica. Ryan no permitió que Michael se moviese de su apartamento en busca del cambiaforma pantera, incluso muchos de los sobrenaturales del pueblo hicieron estancia en la casa para vigilarlos; menos yo claro, yo estaba cuidando a mi propio mocoso pedante. Sin embargo, el lobo consiguió convencer al alfa y ahora un grupo selecto de sobrenaturales se encuentra en Los Ángeles en una misión bajo el mando de Tobías.

Según lo que conversé con mi jefe no hubo noticias del cambiaformas, o eso pensé yo hasta que hace exactamente una hora pude sentir su voz en el viento. Pude sentir sus palabras de aviso y advertencia, aunque también nos mostró una luz de esperanza. Salí de casa lo más rápido que pude directo hasta el taller de mecánica de Ryan y una vez ahí le comuniqué las palabras de Dereck. Por lo visto los híbridos pensaban atacar el pueblo el próximo fin de semana y tomarnos desprevenidos con la guardia baja; también nos informó parte de la cura del veneno, según descubrió el antídoto lleva sangre híbrida.

—Yo...yo daré mi sangre.

La voz de Logan a mi lado salió bastante temblorosa, he estado tan concentrado en la conversación sobre Dereck que no hice énfasis antes, pero hoy el pequeño híbrido se ve bastante cabizbajo y con sus mejillas rojas; antes de darme cuenta estoy llevando mi mano a su frente para tomarle la temperatura; como mi piel suele ser fría no estoy muy seguro, pero casi puedo jurar que su temperatura está un poco más alta que de costumbre, aunque tampoco parece tener una fiebre.

—Vayamos al hospital entonces, quiero que te examinen también. —Maldigo para mis adentros lo protectora que se ha escuchado mi voz en este momento, incluso Logan levanta sus enormes ojos rojos y dorados hacia mí y yo aparto mi mano de su frente.

Por suerte Ryan no hace ningún comentario sobre esto último, solo asiente y nos dirigimos al hospital. El tiempo es crucial para nosotros, por lo que en cuanto llegamos y llevan a Logan hacia el laboratorio para tomar las muestras de sangre Ryan y yo nos encaminamos al despacho del director para hacerle una video llamada a Tobías y al resto.

No le he dicho a ninguno de los médicos que Logan es Omega, eso sigue siendo un secreto entre nosotros y el único que lo conoce es Tobías y, como está la situación de que no sabemos si tenemos infiltrados, prefiero que se mantenga de esa manera.

Al llamar al grupo de rescate de Los Ángeles les cuento con pelos y señales todo lo que me hizo saber el cambiaformas, Tobías no se muestra en lo más mínimo asombrado de la llamada de Dereck, quizás él tuvo algo que ver en ello; por otra parte, Michael no puede lucir más anonadado. Tobías también nos cuenta a Ryan y a mí como fue su encuentro con Dereck y la base hibrida, ahora es más entendible porque Michael se encuentra tan sorprendido. Cuando menciono que Logan está ayudando con el antídoto una mueca involuntaria se escapa de mi rostro al recordar como actué protector de manera inintencionada, sin embargo, a su vez siento una inquietud en mi interior por saber cómo continúa el estado del mocoso.

Cuando el equipo de Tobías comienza a preparar el ataque a la base híbrida en conjunto con las ordenes de Ryan aprovecho para abandonar en ese momento la habitación y dirigirme al salón donde están haciéndole las pruebas médicas a Logan, cuando estoy a pocos metros del lugar el doctor al mando del laboratorio donde procesan los exámenes viene a mí.

—Estamos analizando aun la sangre del muchacho y comparándola con algunas muestras que manteníamos de cuando Michael fue infectado.

Asiento lentamente con la cabeza.

—¿Cómo se encuentra Logan?

—Su temperatura no deja de subir, pero no sabemos el motivo. Mi consejo es que permanezca bajo observación médica a la espera de algún síntoma.

Considero la propuesta por varios segundos y rápidamente niego con la cabeza.

—A partir de aquí yo me encargo, el chico descansara en casa doctor.

El doctor no parece estar contento con mi decisión, sin embargo, todos saben que yo soy el guardián reconocido de Logan en este lugar; no pueden tocar al mocoso sin mi permiso, aunque tampoco es que le dé mucho tiempo a quejarse dado que cuando el médico vuelve a hablar para intentar disuadirme ya yo me he alejado varios pasos en dirección a la habitación donde tienen a Logan. Cierro la puerta detrás de mi luego de entrar y mis ojos viajan directamente hacia la camilla donde Logan se halla sentado apretando un pequeño algodón en la zona de su brazo donde le han sacado sangre.

Los ojos carmesíes con pintas doradas se alzan hacia mí y, para mi sorpresa, el dorado es mucho más abundante en este momento que otras veces. Sus mejillas están incluso más rojas que cuando le deje en esta habitación y su mirada, tan cristalina…

Puedo sentir el sonido de su corazón bombeando más rápido de lo normal y cuando me voy a acercar a él sus palabras me detienen sorprendido a medio camino.

—Marcos, te has puesto perfume hoy, tu olor se siente más fuerte que otras veces.

¡Mierda! ¿Cómo no me di cuenta de lo que está sucediendo hasta este momento? El sonrojo, la temperatura abundante, el olfato intenso, sus ojos cristalinos y sus mejillas rojas…todo…
Vuelvo a caminar hacia Logan esta vez con pasos más acelerados. Al llegar a su lado tomo sus mejillas entre mis manos para alzar su rostro hasta el mío.

—Logan, —Mi voz se escucha nerviosa y no es para menos, esto no debería estar pasando ahora—. ¿Cuál es la fecha de tu celo?

Los ojos del chico se abren de par en par; no obstante, hay demasiado deseo en ellos como para emitir preocupación.

—No lo sé. —Su respuesta parece sincera—. Fui creado por genética casi, no tengo fecha exacta. Pero ahora que lo dices, me siento como la última vez. —Su sonrisa se vuelve una carcajada—. ¿De verdad hueles bien? Muérdeme.

Cierro los ojos para soltar un suspiro de frustración y controlar mis propios colmillos; esa petición…ese olor agudizándose…Y justo cuando pensé que los problemas no pueden incrementar.

—¡¿Cómo es posible que no te dieses cuenta con la de alfas que hay aquí?!

A pesar de mis gruñidos de enojo que escapan de mis labios Logan solo sonríe, siento que me agito más en el momento exacto en que el mocoso suelta el algodón que tenía en sus manos y envuelve sus brazos alrededor de mi cuello. Los Omega tienen instinto de actuar solo por impulso en su tiempo de celo, no hay normalidad en sus actos, solo hacen lo que desean hacer guiados por la lujuria.

—La otra vez que tuve el celo estaba solo, no sé cómo reacciona mi cuerpo ante un alfa. —Pasa con suavidad su dedo índice por mi mejilla—. La verdad es que pensé que era otro intento inconsciente por llamar tu atención, después de todo me has estado ignorando desde…—No es necesario que lo diga, se desde cuándo, luego del momento de desenfreno en su habitación solo me he acercado lo necesario—. Vuelve a besarme Marcos.

Es una petición y debo rezarles a todas las fuerzas superiores para no cumplir ese deseo; su aroma es tan…exquisito.

—Debo sacarte de aquí rápido.

No es bueno que algún alfa de los alrededores pudiese olerlo, crearía bastante caos; él único alfa con el que no habría problemas sería Ryan dado que tiene pareja; sin embargo, y según lo que conozco de los seres del pueblo, el resto de alfas están solos. El olor de Logan sería como una droga lujuriosa para ellos, incluso yo que tengo más años de antigüedad que cualquiera en este sitio me está afectando.

Cargo a Logan entre mis brazos y me aseguro de sacar al híbrido del hospital por las escaleras de emergencia, es poco probable que alguien nos vea por este sitio. Ya luego le explicaré a Ryan el motivo de nuestra partida.

¡Mierda, mierda y mierda! Tendré que encerrar a Logan en su habitación todo el periodo de celo, puede tardar incluso días en superar esta condición y es un peligro andante para él y para todos.

—¿Me sigues rechazando porque era humano?

Pregunta una vez que llegamos a casa y puedo ver el puchero en su rostro. ¡Dios! Ya bastante malo es su aroma como para también ver esa cara de cachorrito y desear quitarles la expresión a besos; no debí perder la compostura cuando en el hotel nos contó a Dereck y a mí que era humano, ahora no deja de preguntar sobre ello. Mis colmillos pican sobre mis labios desde hace un rato, necesito recurrir a m autocontrol, nunca he caído por un Omega, no debo iniciar ahora.

—¡No! —Mi voz sale carrasposa del deseo.

—Entonces bésame, no tienes que morderme, solo besarme.

La suplica de sus labios me está matando; una parte de mi cerebro dice que tenerle arreglaría el asunto mucho más rápido, pero sé que eso sería complicar la situación.

—Solo ve a tu cuarto.

Le regaño y, por primera vez en el día de hoy, puedo ver una chispa de claridad y lógica en la mirada del mocoso.

—La última vez tardo días, quizás semanas y es doloroso. —Por el sufrimiento en sus palabras sé que dice la verdad—. No voy a pasar por ello, y si tu no quieres ayudarme buscaré a otro que haga el trabajo.

Pasa por mi lado furioso directo a la entrada de la casa, siento la puerta abrirse y, antes de darme cuenta, estoy sosteniendo a Logan contra la entrada, con su espalda pegada a la puerta y mis manos agarrando las suyas sobre su cabeza. Mis colmillos pinchan por completo sobre mis labios, o más bien sobre los de Logan, porque antes de pensar con lógica le estoy besando.