Mi mal humor avanza a medida que el tiempo transcurre y cada nuevo movimiento parece un callejón sin salida.

—¡Dijiste que podíamos encontrarlos! —rujo al rubio a mi lado y, a modo de respuesta, Michael solo pone los ojos en blanco.

—Dije que teníamos pistas para encontrarlos, además, ¡qué me criticas si aún no has sido capaz de sentir a Logan!

—Quizás si me dijeras como voy a sentirlo fuera más fácil.

Silencio, silencio es la única respuesta que recibo al sarcasmo. Ha sido así estos últimos días desde que Michael me dijo que yo tenía una pista muy importante para encontrar a Logan; supuestamente debo poder sentirlo más allá de una forma física, debo poder sentir algo de mí en él, pero no lo logro; no sé si es por la distancia o por algo más, el tema es que es complicado al no saber lo que busco.

Los ánimos en general no han sido muy buenos dado que Michael tampoco ha podido rastrear la localización exacta de Dylan. Resulta que luego de la situación de Dereck todos los cambiaformas se habían colocado un pequeño rastreador en caso de que fueran secuestrados o en caso de que alguno desapareciera. Esto hubiese sido la solución a nuestros problemas de no ser porque el rastreador no marca el lugar exacto en que se encuentra su portador, tan solo la zona llegando a alcanzar hasta diez kilómetros a la redonda. Nos acerca bastante, pero aun debemos investigar en todos los alrededores.

Siguiendo esta pista llegamos a unos bosques muy cercanos al pueblo, la verdad es que debo admitir que me sorprende la presencia de Reyes en un lugar tan próximo a nosotros. Es cierto de que cabe la posibilidad de que aquí solo se encuentre Dylan y Reyes le esté utilizando de distracción para llevarse lejos a Logan, pero prefiero no pensar en ello. Mientras quede un halo de esperanza de que pueda encontrar a mi Omega de ojos rojos y dorados, seguiré esa pista hasta el final.

—Estamos en los límites del rastreador, el cambiaformas no debe estar lejos. —informa Michael sin mucha emoción, aun no le agrada del todo Dylan, sé que solo hace esto por recuperar a Logan y por Dereck, el cual sí parece haber perdonado que su hermano le abandonara—. Intenta sentir algo.

—Yo iré dirigiendo un pequeño grupo de lobos por los alrededores a ver su también podemos encontrar algún rastro. —La fuerte voz de Ryan suena desde nuestras espaldas.

Había venido junto conmigo y con Michael, además de un pequeño grupo de lobos y cambiaformas que nos estaban protegiendo las espaldas. Tobías también quiso venir, pero con la ausencia de Dylan, Ryan dijo que al menos uno de los líderes principales debía permanecer en el pueblo para dar orden o en caso que volviesen a atacar. Dereck también se había quedado para organizar a los cambiaformas y cubrirle las espaldas al vampiro.

El viento sopla alrededor de mi rostro y es como si pudiese escuchar pequeñas palabras en ellos: estamos cerca, lo presiento. Sin embargo, la duda continúa latente en mi interior.

—Reyes no es idiota, ¿cómo es que en estos días no se ha dado cuenta del rastreador?

Ninguno de mis amigos responde, pero todos pensamos en lo mismo. Quizás Reyes si descubrió el rastreador y solo lo ha dejado encendido para guiarnos por donde él desea, quizás vayamos directo a una trampa o emboscada, aun así, esto es mejor que nada; una trampa significaría tenerlos cerca y, aunque no hubiese tal situación sé que recuperar a Logan no será un juego de niños.

EL grupo dirigido por Ryan comienza a emprender la marcha mientras que Michael y yo nos quedamos en el campamento improvisado que creamos, intento encontrar alguna presencia, lo que sea; sin embargo, el silencio es la única respuesta que recibo de cada uno de los intentos. Doy un fuerte golpe en una de las mesas debido a la frustración y esta cae al suelo hecha pedazos bajo mi tacto, un trueno ruge a lo lejos y sé que es debido a mi enojo. El viento sopla con más fuerza y es entonces cuando lo siento; es un rastro tan leve que tal parece salido de mi imaginación.

—Lo tengo.

Michael mira con rapidez en mi dirección, sus ojos abiertos de par en par y una pequeña sonrisa comenzando a curvar sus labios.

—¡Por fin! —EL alivio es perceptible es su voz, quiero reír también, pero temo que al mínimo intento de hacer alguna otra acción el fino rastro se desaparezca de mi mente— ¿Es Logan?

Intento concentrarme más y, sin embargo, lo que debió ser una respuesta sencilla no lo es. Es un inicio pensé que se trataba solo de Logan, pero la verdad ahora que lo siento un poco más no estoy todo seguro. Hay un pequeño olor a Logan en el rastro, no obstante, este ser tiene algo muy propio, aunque también puedo sentir algo mío en él. Es cálido y acogedor y, por pocos instantes, puedo sentir que el ser está esperando por mí. Mi piel se eriza y mis manos tiemblan ante la idea que se forma en el fondo de mi mente; es imposible, simplemente no puede ocurrir, nunca he visto que ocurra.

«Aunque también es imposible que continuaran existiendo los Omega y ahí está Logan.» ¡Mierda! ¿Cómo no me di cuenta antes? También hay otro punto del que me doy cuenta…

—Michael. —Mi mirada viaja directo a él—. ¿Cómo sabías directamente lo que tenía que buscar si ni siquiera yo lo sabía?

El lobo a mi lado pierde su sonrisa dándose cuenta rápidamente del lío en el que se haya metido y buscando una posible explicación que darme. Sus labios se abren y se cierran en busca de las palabras adecuadas. Comienza a tartamudear cuando algo nos interrumpe, podemos sentir un fuerte olor acercándose a nosotros a toda carrera, viene acompañado de Ryan y el resto. Giro por última vez hacia Michael y le lanzo una mirada de: esto no termina aquí.

El olor que acompaña a Ryan es muy familiar a mi olfato, cuando salgo de la tienda de campamento en la que estábamos puedo divisar a la manada de lobos y cambiaformas acercándose, no están en su forma animal, sino en la humana y, entre sus brazos raen a un hombre rubio, de constitución corpulenta y muy alto; no lleva camisa puesta, pero sí unos pantalones vaqueros. Sus manos parecen llenas de magulladuras y le cuesta un poco caminar por sí solo: Es Dylan.

Michael también sale a observar a nuestros compañeros y corre hacia ellos para ayudar, sin embargo, cuando yo voy a hacer lo mismo Ryan llega a mi lado y me sostiene de la mano.

—Tenemos un problema.

No entiendo lo que quiere decir hasta que traen al líder cambiaformas hasta nosotros y puedo verlo con mis propios ojos. El cuello de Dylan, o más bien la clavícula, presenta dos perforaciones de colmillos, por las marcas rojas a su alrededor se puede notar que son muy recientes. Cuando Dylan me observa puedo cerciorarme de que sus ojos continúan azules, eso significa que no lo han transformado por lo que la marca solo puede representar un detalla: es una marca de pertenencia, una unión igual a la de las parejas.

¡Mierda!

Dylan se levanta y camina entre tambaleos hacia nosotros, Ryan tiene que sostenerle para que no caiga al suelo y entramos los cuatro juntos en la tienda.

—Dejen de mirarme como si fuese un maldito bicho raro de ojos rojos—se queja, pero luego vuelve su mirada a mí—. Sin ofender a tu pichoncito.

Intento pedir paciencia a los cielos porque sé que este momento no requiere más problemas de los que tenemos, pero este imbécil ni con el cuello perforado deja de ser un dolor en el culo.

—Tengo que llegar a Logan. —Mi mirada va directo a Michael para que se dé cuenta de mi enojo—. Y urgentemente.
Michael baja la mirada avergonzado, su actitud solo provoca que mis sospechas se fortalezcan aún más.

—Yo te llevo. —La respiración de Dylan es agitada y la verdad no puedo decir si durará mucho tiempo despierto, parece que va a desmayarse en cualquier momento—. Yo puedo encontrar a Reyes más rápido que ninguno de ustedes.

Todos nos miramos los unos a los otros y luego bajamos la vista hacia el líder cambiaformas. Ahora que le tengo más cerca puedo notar las marcas de amarres en sus muñecas y sus tobillos, sus heridas son superficiales, ninguna es profunda, pero aun así se nota agotado y exhausto; tanta seguridad en que puede encontrar a Reyes mejor que nadie nos da una idea de quien le hizo esa marca. Sin embargo, no es seguro que el lleve a nadie.

—Tú tienes que volver al pueblo, Dereck te está esperando y mis chicos te escoltarán.

—Pues yo no veo ningún problema en que Dylan vaya de regreso con los híbridos y se sacrifique por todos, muy valiente. —Esto último Michael lo añade con mucho sarcasmo ganándose una mirada de reproche de Ryan y mía, al lobo blanco no le molesta evidenciar su desagrado hacia el cambiaformas.

—Él no va. —La voz de Ryan es autoritaria.

Pero para sorpresa de todos es Dylan quien le va a la contraria al alfa.

—Tengo que ir. —No tengo claro si es molestia o suplica lo que noto en su voz, una carcajada sale de sus labios—. A ese maldito hibrido le corto el pescuezo yo.

Todos se mantienen callados por unos instantes.

—¿Y qué harás cuando lo mates? —pregunto y mi rostro no muestra emoción alguna—. ¿Desmayarte mientras los seguidores de Reyes nos matan a todos?

La tensión se apodera del ambiente.

—Él me marcó para que pudiese buscarle.

—¿Y por ello piensas llevarte vidas inocentes contigo?

Dylan suelta un fuerte suspiro y aprieta sus puños, incluso cuando la vida de su hermano estuvo en riesgo él siempre se preocupó por las vidas inocentes en su clan. Obvio que no dejará que nadie muera solo por una tonta venganza.

—Yo quiero recuperar a mi familia Dylan, lo que hagas con Reyes no me importa, pero como Logan salga herido por tu mala decisión yo te heriré a ti luego.

Mi voz se hace más fría a cada instante y el cambiaformas no aparta la mirada de mis ojos en ningún momento. No le interesa que yo vaya a por él y lo mate, solo quiere su venganza y que ninguno de los suyos sufra daño.

—No quiero que toquen a Reyes, eso me queda a mí.

—Si no es necesario, no lo haré.

—Bien—sentencia al final—. Te lo diré.