Capítulo 27: Preparativos
Capítulo 27: Preparativos
Esa misma tarde me reuní con Winter, Genevieve, Landon y Nora en mi casa. Mientras ponía en el centro de la mesa unos sandwiches, Winter preparaba las bebidas de todos: cuatro cafés y un zumo de naranja.
Una vez nos hubimos sentado todos alrededor de la mesa del comedor, Winter sacó un gran portafolio, el que estaba a rebosar de papeles por cierto. Se había colocado las gafas de pasta rosadas y, así, parecía toda una empresaria.
—De entrada, muchas gracias por poder venir a esta pequeña asamblea —nos dijo a todos y esbozó una sonrisa de agradecimiento.
Todos sabíamos lo importante que era aquel desfile para ella. Sería un pequeño paso para ella y un gran salto en su carrera como diseñadora de moda. Aquella pasarela de moda iba a ser diferente, pues nosotros seríamos los modelos, personas totalmente normales. Quizás por eso yo estaba tan nerviosa, porque no quería cagarla y que su carrera se fuera a la mierda por mi culpa.
—¿Sabes ya la fecha? —le preguntó Landon.
La otra rubia se ajustó las gafas sobre el puente de la nariz y asintió con la cabeza.
—Sí, ya hay una fecha fijada. El gran desfile de Winter Bryant será el dieciocho de mayo. Tengo exactamente tres semanas para dejarlo todo listo y a punto. Así que necesitaré vuestra ayuda.
Ostras, ¿tan pronto ya?
—Claro, cuenta con nosotros —habló Landon por todas nosotras.
—Ya he cosido vuestro vestuario. Solo queda darle los últimos retoques. Ya sabéis, los detalles de última hora. —Mi amiga sonrió con nerviosismo—. Se me ha ocurrido hacer una pequeña recepción después de la pasarela. El problema es que no tengo local.
—De eso no te preocupes, Winter. Te presto mi tienda —propuso Nora. Ella tenía una boutique de moda en la ciudad—. Ya sé que no es un local tan grande ni lujoso, pero creo que será perfecto.
Winter la miró con el agradecimiento reflejado en su rostro. No sé en qué momento había tensado la mandíbula.
—Pequeña, dice. ¡Es perfecta! Podríamos pedirle a Mary que haga sus famosas galletas y encargar un tentempié para los invitados. —Le echó una ojeada a su portafolio e hizo un tic con un bolígrafo en uno de los apartados al mismo tiempo que asentía con la cabeza para sí misma —. Ahora viene el siguiente paso: los invitados. Tengo una lista. Obviamente, estáis todos invitados.
Mordisqueó el tapón con los dientes. Era un gesto que denotaba nervios y frustración. Recuerdo que hacía eso cuando estábamos en la escuela y apenas quedaban unos minutos para realizar un examen.
—Puedo decirle a Emily y a Derek que vengan. ¿Scarlett White no te dijo que quería asistir? Podría ponerme en contacto con ella si quieres —propuse recordando nuestra salida al karaoke.
Ella me señaló.
—¡Eres un genio, Elli! ¿Cómo no he pensado en ellos? ¿En dónde tengo la cabeza últimamente? —se preguntó a sí misma.
Ahora fue Genevieve la que habló:
—Yo he pensado que podríamos invitar también a Abigail y a todos los amigos de Elli de FosterWords. Ya sabes lo majos que son y la buena mano que nos podrían echar.
—Eso es.
—El resto pueden ser familiares y amigos de amigos. Ya sabes que el boca a boca hace maravillas —le recordé al mismo tiempo que le guiñaba un ojo.
—¡Tienes razón! Ay, chicos, estoy tan emocionada con esto. Ojalá todo salga bien —confesó.
Me levanté, rodeé la mesa y le di un gran abrazo por la espalda.
—No debes preocuparte por eso, amiga. Todo va ir sobre ruedas, ya lo verás. —Le di un beso en la mejilla.
Landon se unió al abrazo.
—El bichillo tiene razón. Todo irá bien. Además, eres una de las mejores diseñadoras que conozco. —Le guiñó un ojo.
—Y tienes un buen gusto para la moda. Si todo va bien, tendré que encargarte varias prendas para mi boutique —añadió Nora—. Tengo la sensación que esto es el despegue de tu carrera como modista.
Los ojos de Winter estaban brillantes de la emoción.
—Oh, ¿en serio lo creéis?
—¡Por supuesto! —coreamos al unísono.
Alcé mi vaso aún lleno de zumo y lo llevé al centro.
—Propongo un brindis. —En ese momento todos llevaron sus tazas humeantes al centro también—. Por Winter, una de las mujeres con más talento de este país.
—¡Por Winter!
Chocamos cristal contra porcelana y, tras beber de nuestras bebidas, continuamos planeando al dedillos los detalles del desfile.
. . .
Por la noche, antes de acostarme llamé a Derek por teléfono.
—Bella flor.
Sonreí al escuchar su voz tan masculina y ese apodo tan cariñoso que me había puesto.
—Hombretón, ¿qué tal la reunión con ese asqueroso? —le pregunté.
No le había visto en todo el día. Al parecer, la reunión se extendió bastante, tanto que cuando yo me fui de la empresa aún seguía reunido, según me dijo él. Ojalá Derek me contase sobre qué habían estado hablando durante tanto tiempo. Dicen que la curiosidad mata al gato, pero yo soy de las que opina que sí, el gato está muerto, pero al menos el animal peludo murió sabiendo. Lo sé, otra tontería más de Elliana Jones.
Escuché cómo bufaba. Oh, oh.
—Es un plasta, Elli. No sé cómo pudiste salir con él.
Me senté en mi cama y llevé mis pies a mi pecho al mismo tiempo que me apoyaba en la pared.
—La verdad es que ni yo lo entiendo. A día de hoy pienso que las hormonas me cegaron. Ya sabes, fue casi mi primera relación seria.
—El tío ha insistido en que debemos unirnos, pero, ¿sabes?, me he negado. Su editorial de pacotilla no tiene cabida en FosterWords. Encima se cree un gran empresario. Ni siquiera ha sido capaz de regatearme. Todo ha tenido que hacerlo su secretaria, ¿cómo se llamaba? Bah, ni me acuerdo.
Sonreí, aliviada. Era una buena noticia.
—Habéis tardado un montón.
Escuché cómo de su garganta brotaba una gran carcajada.
—Todo ha sido culpa de su secretaria. Ha estado muy pesada diciéndome los puntos buenos de su sello y los beneficios que tendría FosterWords con ellos. Me ha sido imposible hacer un parón. He tenido suerte de haberme escapado a la hora de almorzar. Te juro que ambos parecían unos vampiros con sed de poder. Madre mía, qué gente.
Reí. Me encantaba Derek. Era tan él.
—Por suerte ahora estás ya en casa, libre de obligaciones —le recordé.
—Uy, sí. Y no olvides que estoy hablando con el amor de mi vida.
Incluso en la distancia Derek tenía el poder de ponerme roja.
—Hombretón, tengo que pedirte un favor muy grande.
Él carraspeó.
—No tendrá que ver con tú y yo practicando sexo telefónico, ¿verdad? —bromeó con picardía. Juraría que su rostro tan bello tendría una sonrisa ladina.
Reí de nuevo.
—¡Qué bobo eres! —le dije—. Ahora, pongámonos serios. ¿Recuerdas que te he contado acerca del desfile de Winter?
—Claro, ¿cómo olvidarlo? ¿Tengo que recordarte la escenita del coche, bella flor? Porque no quiero que se repita. Eres una mujer fuerte y...
Si alguna vez alguien me hubiese dicho que yo, Elliana Jones, una mujer promedio, tendría la oportunidad de conocer a un hombre tan bueno como él, me habría reído en su cara. Aún esa situación me parecía irreal. ¿Cómo es que aquella historia de amor existía?
—Derek —lo corté—, para. No es por eso. Es que... —Me mordí el labio inferior con nerviosismo—... es que tengo que pedirte algo. Entiendo que no quieras hacerlo. Que sepas que no estás obligado, eh.
Una risita se escuchó desde el otro lado de la línea.
—Dispara, Elli.
Tomé una gran bocanada de aire.
—Necesito que asistas al desfile de Winter, por favor. Quiero que estés ahí para apoyarme por si la lío. Ya sabes lo torpe que soy.
Escuché un suspiro.
—Escúchame, Elli. Todos en la vida hemos sido patosos. Además, no creo que estropees nada. Más bien diría que con tu belleza eclipsarás al resto de modelos.
Puse los ojos en blanco a pesar de que no podía verme. "Claro, eclipsarles dice", pensé para mí misma. En todo caso los demás me eclipsarían a mí. Solo esperaba no hacer mucho el ridículo ni ponerme muy roja mientras caminara por la pasarela.
—¿Vendrás? —pregunté con voz melosa—. Por favor. Te necesito ahí.
Él soltó una risita.
—Solo porque me lo pides así, bella flor.
—¡Bien! —festejé al mismo tiempo que sonreía. Que Derek estuviese allí sería muy importante para mí, puesto que era una parte fundamental de mi vida. Le quería mucho y deseaba que me viera en un momento tan importante—. Cambiando un poco de tema, ¿me podrías pasar el número de teléfono de Scarlett? Mi amiga quiere invitarla al desfile, al igual que a Emily.
—Claro, este es. —Mientras Derek me dictaba el número de Scarlett, yo lo iba anotando en un cuaderno que tenía a mano.
—Muchas gracias. Voy a llamarla ahora. Para Winter sería muy importante contar con su presencia, puesto que la idolatra. Es su ejemplo a seguir.
—En ese caso, cuenta con ella.
Sonreí. Ojalá fuera todo tan fácil.
—Tengo que dejarte, hombretón. Ya sabes, debo continuar con la labor.
—¿Tan pronto me cambias por una mujer? Ay, bella flor. ¡Qué mala eres!
Reí con ganas. Qué bobo era a veces.
Un intercambio de palabras más tarde terminé la llamada. Con la ansiedad reflejada en mi pulso ya de por sí tembloroso, marqué el número de Scarlett y, cuando me respondió, le conté con lujo de detalle todo lo relacionado con el desfile. Ella se mostró tan entusiasmada como Winter e incluso me dijo que se sentía halagada de haber sido invitada. Era todo un encanto de mujer. No me extrañaba que Derek la quisiera tanto. Era un sol, un diamante en bruto.
Antes de colgar quedamos en que nos veríamos esa misma semana para ponerla al día con los detalles. Sí, también se había ofrecido ayudar. A pesar de su seguramente apretada agenda, se había ofrecido a echarnos una mano. Según ella, le encantaba todo lo relacionado con los jóvenes talentos aún sin descubrir.
Tras las dos llamadas, revisé la hora y me quedé alucinando al comprobar que había estado hablando durante horas sin ser yo apenas consciente de ello. Y es que cuando uno estaba cómodo, el tiempo parecía detenerse. Una hora se volvía un instante.
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Nota de autora:
¡Feliz lunes, mis enredadas y enredados!
¿Qué tal os ha ido la semana? ¿Se os ha hecho tan corta como a mí?
Ya sé que ha sido cortito el capítulo, pero prometo que el siguiente os va a gustar. Tengo que deciros que nos quedan dos capítulos para acabar la novela. Eso sí, va a haber tercera entrega, aunque aún no tengo un título. ¿Se os ocurre alguno? Yo había pensado en Sueños Enredados o Amor Enredado. ¿Qué os parecen? Acepto sugerencias.
Repasemos:
1. Poniendo a punto los preparativos del desfile.
2. Winter en modo serio.
3. ¡Qué nervios! Dentro de poco tendremos el privilegio de asistir a un desfile.
4. Conversación telefónica Derelli.
Quiero dedicar este capítulo a Smoke_Bone por todos esos comentarios tan buenos que me regala. Muchas gracias por leer esta historia cada semana.
Esto ha sido todo. ¡Nos vemos la semana que viene! Os quiero. Hasta el lunes. Un beso.
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