Jungkook aventó el libro aún envuelto en ese papel café en la cama, su habitación había vuelto a la normalidad de nuevo. Se sentía realmente exasperado. Unos suaves toques a su puerta lo hicieron girar su cabeza, era Jimin.
-¿Qué pasa? - Jungkook trató de ser amable con su hermano. Pero era tanta esa confusión que sus palabras salieron molestas.
-¿Puedo pasar? -
Jungkook no habló, solo asintió.
Jimin entró caminando con ese andar tan característicos de ellos, suave y como si fuesen expertos modelos. Su cabello rubio se movía con suavidad con cada paso. Jungkook se sentó en la orilla de la cama, fastidiado y confundido, sentimientos que no había sentido hace muchos años ahora los estaba experimentado. Jimin se sentó a un lado de él.
-¿Qué es lo que pasa Kookie? Las puertas de la entrada fueron azotadas tan fuerte que nosotros escuchamos el estruendo como explosiones -
-No es nada, solo me sentía algo molesto - Jungkook frunció el entrecejo.
Jimin sonrió de lado y atrajo a su hermano pequeño a él en un abrazo dulce, acaricio sus cabellos con suavidad como lo hacía hace muchos años, cuando Jungkook era un pequeño niño vampiro.
-Si hay algo molestandote puedes acudir a nosotros siempre, somos tu familia y siempre estaremos para cuidarte y cuidarnos, lo sabes ¿verdad? - la voz de Jimin era baja y suave como mil campanillas, era como si con cada palabra cantara una dulce canción de cuna.
-Lo sé, pero tal vez no puedan ayudarme ahora -
-Puedes intentar hablarlo conmigo - animó.
Jungkook cerró los ojos por el contacto de la mano de Jimin en su cabello, imágenes de cuando era pequeño llegaron a su mente, esa vez cuando Jungkook tenía miedo de "dormir" como todos lo hacían, y Jimin siempre le cantaba una canción mientras acariciaba su cabello. Siempre funcionaba, hasta que él creció.
-Hoy percibí un olor tan fuerte que mi garganta empezó a doler, era tan dulce y delicioso. Yo me dirigí a la fuente de ese olor, dispuesto a beber hasta la última gota de esa sangre, pero cuando llegué a la fuente y estuve a nada de hacerlo, al final no lo hice. ¿Qué me pasó? -
La voz de Jungkook sonaba dolida y molesta, confundido por ese hecho. Jimin guardo silencio mientras su mano seguía acariciando el cabello de Jungkook, su vista se fijo en la nada, meditando lo recién dicho. Para él también era algo extraño, si uno de ellos se sentía atraído por un olor así, era completamente seguro que beberían de esa fuente. Pero Jungkook no lo había hecho y ahora estaba molesto por eso.
Jimin suspiró, no quería recordar esos viejos tiempos, donde uno de sus hermanos ya había sufrido algo así, pero no podía decir nada, no sí 'él' no quería hablar de eso.
-No tengo mucho que decir, pero te recomendaría que no te acercaras más a ese olor, podría causarte problemas, perder el control entre humanos -
-No lo haré, el dolor que sentí al estar cerca... Fue como si me quemara por dentro -
-Jungkookie, no digas eso, sabes que tan importante eres para nosotros, eres nuestro hermano pequeño, y nosotros haríamos cualquier cosa por ti -
-Lo sé, lamento preocuparte hermano, se que Yoongi se molestaría conmigo si te hago preocupar - Jimin sonrió.
-Deja a ese gruñón en mis manos, sabes que a pesar de su carácter, se preocupa por nosotros -
Jungkook asintió.
-Gracias -
-De nada, por ahora me tengo que ir, tengo un poco de hambre y Yoongi y yo saldremos - Jimin sonrió de manera dulce, cerrando un poco sus ojos, como si hablara del clima y no de asesinar humanos para alimentarse.
-Está bien, gracias por escucharme -
-De nada, para eso estamos nosotros -
Jimin soltó a Jungkook y se levantó de la cama, caminando hacia la puerta, Jungkook se dejó caer en su cama mirando el techo blanco con un candelabro colgando ahí, como si fueran estrellas brillando. Jimin no pudo evitar mirarlo con preocupación desde la puerta, él más que nadie deseaba que no se volviera a repetir 'eso' de nuevo.
Jimin salió de la habitación caminando hacia la suya, donde su amado ya lo esperaba. Yoongi estaba mirando hacia la ventana, mirando a los árboles que estaban por ahí, algunos pequeños animales que andaban corriendo libres y las aves volando por el cielo. Jimin abrazo por detrás a Yoongi.
-¿Dónde estabas? -
-Fui a ver a Jungkook -
-¿Después de todo si fue él? -
-Sí, él se encontraba algo molesto -
-Ese niño, debería de controlarse un poco más - Yoongi se giró para mirar a su amante.
-Jungkook sigue siendo joven, comprendelo, además, no es fácil para él todo esto -
-Si él nos necesita o tiene problemas, bien puede buscarme o a Namjoon, incluso a Seokjin, nosotros somos los mayores, no digo que ustedes no puedan hacer algo -
-Lo sé cariño, pero lo que ahora lo molesta... No es fácil - Jimin bajo un poco su voz.
-¿Qué es lo que le pasa? -
Y el rubio guardo silencio, soltó a su pareja y se encaminó hacia el sofá de piel negro, no sabía como tocar de nuevo ese tema, se suponía que ya había quedado atrás todo eso, pues lo que había pasado había sido hace casi un siglo.
-Jimin, dime que es lo que pasa - Yoongi camino hacia su amado.
-Yoongi, Jungkook puede estar pasando por lo mismo que 'él' ¿que podemos hacer? -
Y Yoongi lo entendió, no pudo evitar ir hasta Jimin para consolarlo un poco, pues lo que ellos, todos los hermanos vivieron, no querían volver a pasarlo.
-Hablaré con él, tal vez sea un tema que no quiera tocar de nuevo, pero es preferible hacerlo ahora que estamos a tiempo, volveré en un rato -
Jimin asintió, vio salir a Yoongi de su habitación, dirigiéndose hacia la búsqueda de la persona que se vio involucrado en todo ese problema. Él deseaba con todo su ser que el más pequeño de la familia no pasara por lo mismo, jamás se perdonaría si Jungkook salía lastimado por algo que bien pudo evitar.
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