Jungkook sonrió hacia la chiquilla, quien miraba con atención el menú.

─Puedes pedir lo que quieras ─ indicó él.

─Los platos tienen nombres muy... Extraños ─ torció el gesto ella, tratando de descifrar lo que decía cada nombre de platillo.

─¿Entonces puedo pedir yo? ─

Ella lo miró con esperanza, asintió con energía. Pues ella la estaba pasando mal tratando de descifrar de que iba cada plato.

Jungkook le hizo un gesto al mesero para poder pedir.

─Tomaré su pedido ─ el mesero tenía una pequeña libreta y un bolígrafo en mano, listo para tomar nota.

─Para entrada quiero Terrina de Foie Gras con Higos al Vino Tinto y Gelée de Cassis, como plato fuerte quiero Pierna de Pato Confitado Acompañado de Papa Soufflé y de postre Panna cotta. ─

─¿Algúna bebida en especial? ─

─Vino tinto, Reserva privada de Cabernet ─

Ella miraba a Jungkook con sorpresa y admiración, pues la manera de hablar era fluida y sin ninguna duda.

─En un momento estará listo todo ─

Jungkook asintió, el mesero los dejó solos y Jungkook miró a la joven chica que seguía perdida en su admiración. Juntó sus manos sobre la mesa y le sonrió con calidez.

─¿Eres un joven rico? ─ ella rompió el silencio, Jungkook ladeo su cabeza ante la pregunta.

─¿Por qué lo dices? ─

─Has pedido esos platillos con tal fluidez qué, si bien estoy en lo correcto, puedo decir que estás acostumbrado a ello ─ ella fruncia sus cejas y hacia un leve puchero en sus labios.

Jungkook no pudo evitar soltar un resoplido, una risa donde sólo sacó un poco el aire.

─Mis hermanos suelen, o más bien solían hablar de esas cosas, creo que con los años mi memoria fue guardando esos términos ─ su sonrisa no desaparecía.

Pero había descubierto algo, Jungkook había captado la completa atención de ella.

─¿Tienes hermanos? ─

─Los tengo ─ Jungkook asintió.

Ella asintió, asimilando esa información, ella se sentía curiosa por el chico sentado frente a ella. Curiosa por saber un poco más que solo el gusto por la lectura que tenía, pues ¿Quien visitaría una biblioteca todos los días? Ella quería conocer un poco más.

Aunque después de eso se formó un silencio, donde ambos se miraban, ella nerviosa y él disfrutando las vistas que tenía frente a él. Una chiquilla nerviosa y que hacía gestos en sus labios, tal vez de manera inconsciente. Ese silencio se vio interrumpido por el mesero con los platillos, dejando uno a uno frente a ellos.

─Disfruten la estadía ─

Ella miró los platos frente a ellos, todo olía muy bien además de tener una buena pinta.

─Buen provecho ─ dijo ella mientras con el tenedor pinchaba un poco la carne jugosa.

Con cuidado dirigió un poco de la jugosa carne y un poco de verduras, abrió los ojos sorprendida y miró a Jungkook.

─¡Delicioso! ─

─Entonces ahora pruebalo con ésto ─ Jungkook le tendió el platillo de aceite de oliva con un trozo de pan de ajo. ─Si pones un poco de aceite de oliva en el pan de ajo, y después mastica un poco de carne... Solo pruebalo ─ le sonrió.

Ella asintió y así lo hizo, siguiendo los pasos que le había dicho Jungkook, probó y experimentó una bomba de sabores.

─¡Uhm! ─ no lo pudo evitar, ella exclamó emocionada por el gran sabor en su boca.

─Te lo dije ─ sonrió él.

─¿Quieres probar? ─ ella le ofreció un poco de pan de ajo.

─No gracias, no tengo hambre ─ le sonrió calmadamente.

─¿No esperaras que coma todo esto yo sola, o sí? ─ señaló los platos frente a ella.

Jungkook no dijo nada y solo sonrió, le tendió un tenedor con algo de verduras y le dio de comer en la boca haciendo que ella se sonrojara a más no poder mientras masticaba.

─Puedes comer todo lo que quieras, claro, hasta donde puedas ─

─No sería bueno que comiera yo sola, pensé que esto era... ─ ella se sonrojo. Jungkook la miró con detalle. ─Pensé que esto era una cita ─ hablo en apenas un susurro.

─Puede ser lo que quieras que sea, es una cita si así lo deseas ─ Jungkook la miró con intensidad, dejando las sonrisas de lado. ─Yo podría darte todo lo que desearas ─

Esas palabras desarmaron a la pobre chica, dejándola completamente anonadada. ¿Cómo podía decir eso así tan a la ligera?

─¿Por qué... Dices eso? ─

─Quiero conocerte un poco más, quiero conocer lo que te gusta y lo que no ─ y aunque eso no contestaba nada y tampoco tenía lógica en lo que había dicho ella, Jungkook dijo lo primero que pensó y sintió.

─¿Conocerme? ¿Con qué fin? ─

Jungkook no habló más, no dijo nada más pues su mirada parecía decir todo, y ella podía entenderlo o almenos hacia todo por hacerlo.

Él levantó su mano y la dirigió al rostro de ella, poniendo un mechón detrás de su oreja, un sonrojo potente apareció en las mejillas de la avergonzada chiquilla, Jungkook no pudo ver eso como algo más que tierno, adorable y fascinante.

Algo había nacido en ese momento algo realmente maravilloso y peligroso.

Sumidos en su burbuja tal y como estaban, no se dieron cuenta de la persona que los observaba desde el otro lado de la calle, siendo escondido por la oscuridad de la noche y ese abrigo negro, sus ojos brillando con tal intensidad que podría aterrorizar a la más salvaje bestia que pudiera existir.

¡Oh noche oscura! Preciosa acompañante de la luna, la cual miraba solo el destino venidero.