✞⇴Cuatro (temp. 2)
Habían pasado dos días desde que Jungkook había despertado y de que la verdad la hubiesen conocido. Ahora mismo cinco de los siete hermanos estaban frente a un enorme castillo, YoonGi los había guiado, el reino de Jenblick, una pequeña ciudad habituada en lo más profundo de Corea, donde ningún humano podía entrar, a no ser que ellos mismos los llevaran.
─No parece muy diferente a la ciudad ─ comentó Taehyung.
─Esto solo es una fachada, se podría decir que de día aquí es la noche y viceversa, es por eso por lo que no hay mucha actividad y se ve todo muy tranquilo ─ comentó YoonGi mientras se acomodaba sus lentes oscuros.
Algunos guardias miraron a los recién llegados, fue YoonGi quien habló por todos los presentes, haciendo de escudo a Jimin.
─Queremos ver a los reyes ─
─ ¿Quién osa preguntar por nuestros soberanos? ─ contestó uno de ellos, quien era tan alto como Jungkook, pero no tan fuerte.
YoonGi sonrió de lado, haciendo que sus pequeños dientes blancos se asomaran un poco, dándole un aspecto aterrador y a la vez hermoso.
─Sus nietos los buscan, y tal vez, futuros reyes ─ contestó altivo. Los guardias se irguieron nerviosos al escuchar eso. ─ Ahora, déjenos pasar ─ aun no estaban convencidos, pero algo en el aura de YoonGi les hizo retroceder y evitar retenerlos más.
Los guardias los dejaron pasar, mirándolos hasta que se perdieron de sus vistas, YoonGi estaba liderando el pequeño grupo que estaban siendo ahora mismo.
─ De una vez les digo, mocosos, no hagan nada estúpido, aunque somos más, recuerden que ellos fueron capaces de matar a nuestros padres ─ comentó con enojo YoonGi. Los demás asintieron, Jungkook estaba completamente serio, no había hablado en todo el viaje.
Un par de puertas de color café oscuro con toques dorados estaban delante de ellos, miraron con asombro todo. Jungkook no recordaba nada al ser solo un bebé, la memoria de los demás fallaba en vagos recuerdos, era por eso por lo que en verdad estaban sorprendidos.
Las puertas se abrieron de manera automática, haciendo que los chicos se sobresaltaran, fue YoonGi quien mantuvo su postura, esta vez solo frunciendo el entrecejo. Alerta ante cualquier peligro que se pudiera presentar.
─ ¡Pero que tenemos aquí! ─ se escuchó una voz ronca, masculina y llena de maldad, pues, aunque sonaba entusiasta, se podía sentir ese tono que te hace no fiarte de nadie.
Los chicos buscaron con sus ojos de donde provenía esa voz, su vista se posó donde había dos sillas, las cuales estaban hechas de oro y plata, con finos tallados. Un par de ancianos estaban sentados ahí, YoonGi supo de inmediato quienes eran, pues de su garganta salió un gruñido, eso solo alerto a sus hermanos.
─Tranquilo, mi querido YoonGi, ¿Es así como saludas a tus abuelos? ─ la voz femenina se dirigió al mayor de los hermanos presentes.
─Ustedes no son mis abuelos, ustedes son solo asesinos ─ escupió con odio YoonGi.
─Eso no está realmente confirmado, recuerda que levantar acusaciones falsas hacia tus superiores es una falta de respeto muy grave, y más si es para tus reyes ─ YoonGi soltó una carcajada sínica, llena de sarcasmo y de todo el odio que podía sentir.
─ ¿Mis reyes? ─ los retó él. ─ Ustedes no son más que escoria, que no se les olvide que solo están calentando las sillas que un día nosotros reclamaremos ─
Con eso los viejos ancianos callaron ante sus palabras, cuánta razón había en ellas y eso, ellos mismos lo sabían. Fue el hombre quien habló de nuevo, después de que la mujer se sentara de nuevo en la silla y mirara de manera furica hacia los chicos.
─ ¿Qué es lo que los trae por aquí? Después de tantos años, los dábamos cómo desaparecidos ─
─Eso es algo que tú muy bien sabes, pero no voy a gastar saliva para explicarlo, mis hermanos saben todo, que ustedes mataron a sus propios hijos para quedarse con el trono de nuevo, y que también nos quieren matar a nosotros ─ YoonGi sonrió triunfal cuando vio ese sentimiento de frustración en el anciano. ─ Nuestra estadía aquí es por otro asunto, nos hemos enterado de que tienes a una chica aquí en el castillo, venimos por ella ─
─Eso es algo que me temo, será imposible ─ contesto el anciano.
─ ¿Por qué? Ella no les pertenece, ella vendrá conmigo ─ habló Jungkook, haciendo que los dos ancianos se fijaran por primera vez en él.
Ambos se miraron primero y después al menor de los vampiros, abrieron los ojos a más no poder, al entender de quien era él.
─Jungkook ─ murmuró el anciano. ─ El menor de los siete hermanos ─
Parecía que estaba fascinado al verlo, era como ver la piedra más brillante del mundo, o ver la luz por primera vez, o también se podría comparar con ver el mar. Jungkook sintió ansiedad al notar la codicia emanar de esos viejos cuerpos.
─ Ven aquí, pequeño ─ la anciana extendió su flaco brazo hacia él, con una sonrisa.
YoonGi puso su brazo delante de Jungkook, haciendo que diera un par de pasos hacia atrás. Hoseok hizo lo mismo con Jimin y Taehyung, ayudando a su hermano.
─Jungkook no se acercará más de lo que ya lo está haciendo, no pondrán sus flacos y momificados dedos en él ─ el ceño fruncido de YoonGi mostraba lo molesto que se encontraba.
─Jungkook, ven aquí ─ la anciana, a pesar de las advertencias de YoonGi, siguió hablando hacia Jungkook. ─ No te haremos nada malo ─ la sonrisa de la anciana había desaparecido, esta vez ella empezaba a impacientarse.
─ No, ahora, entréguenme a la chica ─
─No podemos hacer eso, no si tú no obedeces ─ el hombre se puso frente a Jungkook en segundos. ─ Si no vienes con nosotros, esa chiquilla podría sufrir... un accidente ─
Jungkook sintió como su vena de la yugular empezaba a palpitar de manera frenética. Su furia se dejó ver y sentir, sus ojos tornándose de color rojo amenazante.
─Si ustedes se atreven a tocarle un solo cabello. ─ siseo. ─ Juro que les arrancare esas cabezas de sus hombros y los hare arder en la hoguera ─ amenazó. ─ Quiero verla, quiero ver que ella está bien ─
─ Imposible ─ habló la anciana. Pero el hombre levanto su mano, haciéndola callar.
─Si te dejamos verla, ¿hablarás con nosotros de manera privada? ─
YoonGi miró a Jungkook significativamente. Jimin y Taehyung también lo miraban, tenían miedo.
─No lo hagas ─ susurró Hoseok detrás de él.
─Lo siento, es la única manera de saber si es ella y si está bien ─ murmuró hacia sus hermanos, miró a YoonGi pidiéndole disculpas por lo que diría. ─ Aceptaré, solo si esa chica es la misma y después de cerciorarme de que está en buenas condiciones ─
─Claro ─ sonrió el anciano, mostrando sus colmillos. ─ Síguenos, te llevaremos hacia donde ella se encuentra ─
Los ancianos se levantaron de las sillas y después se dirigieron fuera del gran salón lúgubre, el cual, ninguno de los hermanos se había percatado. Pues habían estado tan nervioso; y aun lo están, por lo que estaba pasando.
Jungkook pasó saliva, pero se decidió en seguir a los que ahora, sabia, eran sus abuelos. Estaba a nada de ver a esa chica y de una vez por todas, saber si era ella, la mujer que le había robado su corazón.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro