✞⇴Cinco (temp. 2)
Jungkook mira la puerta delante de él, tiene miedo, claro que sí. Lo habían dejado ahí mismo solo, él mismo lo había pedido. Quería encontrar el valor de donde sea, pues después de abrir esa puerta, todo cambiaria.
Respiró hondo, puso su mano en el pomo y abrió con cuidado la puerta. El rechinido de esta siendo abierta le puso los pelos de punta. Miró con cuidado dentro de la habitación, buscando a la chica de la que habían estado hablando sus hermanos, de la cual decían que podría ser la misma chica a la que había perdido hace dos años.
Y sí que había una, se encontraba de espaldas, mirando fuera de la ventana, su cabello se encontraba suelto y cayendo con gracia por sus hombros hasta la mitad de la espalda. El viento mecía con gentileza esa melena. La chica estaba vistiendo un precioso vestido color blanco que llegaba hasta el piso, parecía un ángel.
La chica se dio la vuelta tan lentamente, que a Jungkook se le hizo realmente eterno el momento. Jungkook sintió como sus fuerzas se escapaban de su cuerpo al ver el rostro de esa chica. Ojos castaños y llenos de melancolía, una nariz respingada, pestañas como plumeros que acariciaban sus pómulos cuando parpadeaba. Sus labios, eran como un par de fresas. Era ella, era su chica, su amada.
─ ¿Jungkook? ─ escuchó su voz, Jungkook sintió escalofríos.
No contestó, solo dio un par de pasos dentro de la habitación, viendo como la chica ahora le daba la espalda a la ventana.
─ ¿Eres tú? ─ en verdad parecía otra, era como ver un precioso angel.
─Soy yo ─ murmuró Jungkook. ─ Soy yo ─ repitió.
Ella pareció salir de ese trance en el que estaba, sus ojos se llenaron de lágrimas y corrió hacia Jungkook, lanzándose a sus brazos.
─Oh Jungkook ─ gimoteo en el cuello del chico. ─ Tenia tanto miedo ─
─Todo estará bien, tranquila ─ acaricio su espalda con mucho cuidado, temiendo que fuera un simple espejismo.
─ ¿Qué es lo que está pasando? ─ preguntó ella. ─ No me quieren dejar regresar a casa ─ sollozo. ─ Algo malo está pasándome ─ dijo ella separándose de Jungkook después de unos segundos.
Jungkook la miro mejor, ahora podía estar completamente seguro de que era ella, que ella había cambiado. Había dejado de ser humana para ser vampiro, pero ¿Cómo? Al parecer aun tenía esa humanidad de la cual Jungkook se había enamorado, aun seguía teniendo ese brillo en sus ojos que siempre lo cautivaban. ¿Qué era lo que estaba pasando?
─Contestare todas tus preguntas, pero primero quiero que me digas todo lo que recuerdes ─ pidió Jungkook.
Ella asintió, tomo las manos de Jungkook y lo llevo hasta una cama, donde ambos se sentaron.
─No recuerdo grandes cosas, pero haré un esfuerzo por hacer memoria. ─ ella se removió un poco en la cama. ─ Después de que salí de tu casa, me dirigía a la mía, estaba por cruzar una calle, pero un auto impacto conmigo, después de eso solo sentí un vacío. En ese vacío vi a una mujer, era tan hermosa, su cabello era castaño claro, largo y rizado, sus ojos verdes como esmeraldas, ella parecía estar triste al verme. ─ conto ella. Lamio sus labios para poder seguir. ─ Parecía como si yo estuviese en un sueño, uno donde sufrí de dolor, esa misma mujer me cuidó en ese sueño, susurraba palabras que ahora no recuerdo, pero tengo la sensación de que eran palabras de aliento, me hace sentir nostálgica al recordarla. Después de ese dolor, solo era como estar durmiendo, cuando abrí los ojos todo estaba oscuro y pensé que seguía durmiendo, pero al querer extender los brazos, solo me encontré con algo duro. ─ Jungkook palideció aún más al entender eso.
─Estabas encerrada en el ataúd ─ dijo en voz baja. Ella bajo la mirada y asintio.
─Pedí ayuda, grité con todas mis fuerzas, pero me sentía cansada, estaba entrando en desesperación, estaba sufriendo de claustrofobia, jamás había sentido tal cosa. ─ ella miro a Jungkook de nuevo. ─ Pero hubo un lapso donde creo que dormí de nuevo, no sé cuánto tiempo estuve dormida, pero cuando volví a despertar, me encontraba en una habitación, intenté escapar, pero no podía, nadie me decía nada, solo unas mujeres vinieron a dejarme una copa cada noche de algo rojo... era sangre ─ dijo ella con repugnancia al recordar esos días. ─ Pasaron los días y ellas siempre venían a dejarme una copa a diario, temía lo peor, tenía miedo de mí, aun lo tengo, tengo sospechas, pero... Jungkook, ¿Qué es lo que soy ahora? ─
Jungkook la abrazó, tratando de confortarla. Se sentía mal, pues bien pudo esperar unos días más antes de enterrarla para verificar que ella seguía viva, se le había olvidado por completo que ella había bebido su sangre. Un terrible error que ahora les estaba costando muy caro.
─Todo estará bien ─ dijo. ─ Tú sigues siendo tú. Nada ha cambiado en ti ─
─ ¿Cómo estas tan seguro? ─ pregunto ella, sin poderse creer nada.
─Porque mi corazón jamás me engañaría, al verte, empezó a latir como siempre lo hizo, sigues siendo esa persona que se metió en mi corazón, en mi mente, que me hizo enfrentar a las personas que jamás pensé que me enfrentaría, y todo por nuestro amor ─ sonrió Jungkook de lado, para poder darle tranquilidad. ─ De lo cual no me arrepiento ─
─ ¿Qué es lo que soy? ─ volvió a preguntar.
Jungkook apretó sus labios, antes de contestar. La miró fijamente.
─Eres como yo ─ dijo. ─ Eres una vampira ahora ─
Y aunque ella ya lo sospechaba, no lo hacia menos doloroso. Pegó su frente al pecho fornido de Jungkook mientras soltaba sollozos. Le dolía, claro que sí, pues había sido cambiada en un momento donde parecía que todo estaba bien, pero en el fondo de su corazón sentía alivio, pues podía seguir viendo a Jungkook después de todo.
─ ¿Ahora todo cambiará? ─ sus brillantes ojos miraron a Jungkook.
─Algunas cosas, pero todo lo demás podrá ser como antes ─
─Las personas que conocía de niña, desaparecerán mientras yo seguiré aquí... ─ murmuró con dolor. ─ Sera tan doloroso ─
─Podríamos irnos a un lugar donde nadie nos conozca, empezar desde cero, no todo tiene porque cambiar ─ Jungkook intento hacerle ver las cosas buenas. ─ lo siento, es mi culpa todo esto ─ ella negó.
─Fue también mi culpa, yo estuve de curiosa, es por eso por lo que ahora tengo esta condición ─ se señaló. ─ Pero está bien, aunque todo esto fue un shock para mí, en el fondo me encuentro bien, pues así pudo estar más tiempo contigo, puedo estar a tu lado sin temor a que nos separemos ─ sonrió de lado ella. ─ Ahora somos eternos ─
Jungkook asintió. Su mirada llena de amabilidad y de nostalgia se posaron en los de la chica.
─Siempre estaremos juntos ─ afirmó, tomándola por la cintura mientras la acercaba hacia él. ─ Siempre ─ pego sus labios a los de la chica.
La había extrañado tanto, aunque los dos años que habían pasado, él se lo paso dormido, su corazón parecía pedirla a gritos, haciendo que su cerebro recreara un futuro en un precioso sueño. Sus labios encajaban a la perfección, parecía como si el tiempo no hubiera pasado entre ellos, sus cuerpos reaccionaban ante la necesidad del otro.
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