CAPÍTULO XXVII
Selma estaba triste, ya eran 10 años desde que había dado a luz a su hija la sultana Nurgül Esther, y desde ese momento, no había vuelto a quedar embarazada, muy a pesar de que ella y Lüfti han intentado tener más hijos.
Lüfti veía como su esposa estaba acostada en la cama llorando a mares debido a la frustración.
-Selma- dice Lüfti acercandose a Selma y tratando de consolarla -no estes triste-
-ya llevamos 10 años intentando tener más hijos y nada- dice Selma aún llorando -creo que me quedé estéril-
-no digas eso Selma, ya fuimos con la medica y ella descartó esa posibilidad-
-entonces ¿Por qué no volví a quedar embarazada?- dice mientras veia a su esposo a los ojos
-tal vez, si lo volvemos a intentar-
-¿Para qué? Ya lo intentamos muchas veces y nada-
-Selma- se acuesta con ella y la abraza -mi amada esposa-
-no estoy cumpliendo con mi deber conyugal de darle hijos a mi esposo-
-no llores, no me gusta verte así- se pone encima de Selma sin dejar caer todo su peso sobre ella -intentemoslo una vez, solo una vez más y si no quedas embarazada, ya desistimos ¿Está bien?- le limpia las lágrimas a su esposa
-está bien-
Esa noche, ambos cónyuges hicieron el amor. Selma se quedó dormida en el pecho desnudo de Lüfti luego de haberse entregado a él en cuerpo y alma, como siempre lo hacía, mientras tanto, su esposo le acariciaba la espalda descubierta mientras pensaba en algo: muy a pesar de que no volvieran a tener hijos, él la seguiría amando como lo hacía desde que están juntos. Además de que seguiría amando a su hija Nurgül y que la cuidaría (tanto a ella como a Selma) como si fuera su tesoro más valioso.
-bien paşhas, ya sería todo por la reunión de hoy- dice Mohamed dando por terminada la reunión de su consejo y mientras se ponia de pie
-gracias su majestad- dijeron los hombres que formaban el consejo mientras hacian una reverencia
-Lüfti Bey-
-su majestad- dice Lüfti
-necesito hablar contigo a solas, así que ven conmigo-
-sí su majestad-
-bien- camina hacia sus aposentos siendo seguido por su primo -Lüfti, quisiera saber como está mi hermana Selma- dice cuando está en sus aposentos con Lüfti
-está triste porque no ha vuelto a quedar embarazada desde que mi hija Nurgül nació y me dijo que siente que no está cumpliendo con su deber conyugal-
-y tú ¿Cómo te sientes al respecto?-
-yo también estoy triste por no haber tenido más hijos, pero me entristece más saber que mi querida Selma sufre por eso-
-tal vez sea por el hecho de que son parientes cercanos-
-eso también lo he pensado. Majestad, anoche hicimos un último intento para que ella quede embarazada después de 10 años-
-Alá va a ser misericordioso con ustedes y los bendecirá con un hijo que les llenará la vida de alegría, como lo ha hecho mi sobrina Nurgül-
-amén majestad, amén-
-Murad Paşha también está pasando con Gevherhan lo mismo que tú con Selma-
-es verdad, la señorita Gevherhan no a vuelto a quedar embarazada desde que Sherezade nació-
-pero al parecer, Gevherhan lo está tomando mejor, Murad Paşha me a contado que ella ya está resignada-
-Burak Paşha y la sultana Handan tampoco han tenido más hijos desde que Hanzade nació-
-pero eso fue por decisión suya, ya no quieren tener más hijos y hay que respetar su decisión-
-¿Y usted?-
-también fue por decisión mía, ya tengo 3 Şehzades y creo que con ellos basta- escucha que tocan su puerta -adelante-
-su majestad- dice uno de los guardias que cuidaban la entrada de los aposentos del Sultán mientras entraba y hacia una reverencia -su alteza- le hace una reverencia a Lüfti y vuelve a dirigirse a Mohamed -mi sultán, el arquitecto en jefe Halit Efendi quiere verlo-
-hazlo pasar-
-su majestad, su alteza- dice Halit Efendi entrando y haciendo una reverencia
-los voy a dejar solos- dice Lüfti Bey retirandose
-majestad-
-¿A pasado algún inconveniente con la construcción de mi mezquita?- pregunta Mohamed
-temo decirle que así fue-
-¿Pero que pasó?-
-una de las paredes que estaba en construcción se derrumbó y con ello, gran parte de lo que ya prácticamente estaba terminando-
-tienes resolver ese problema a como de lugar-
-lo haré, pero va a retrazar la finalización de la construcción de la mezquita por lo menos unos 15 años-
-¿15 años?-
-sí, porque el material que se usó en la pared que se derrumbó ya no se puede volver a usar y traer material nuevo va a tardar mucho y además de que el costo será mayor-
-con tal de que sigan con la construcción de la mezquita estaré satisfecho-
-gracias a Alá, el Imperio Otomano es muy rico y podremos cubrir los nuevos gastos que se nos presentaron-
-sí-
-majestad ¿Cuál será el nombre de su mezquita? ¿Le pondrá el suyo?-
-no le pondré mi nombre a la mezquita por el momento, cuando esta esté terminada, te diré el nombre, y no me importa esperar años para eso-
-está bien majestad-
-si no tienes nada más que decirme, te puedes retirar-
-gracias majestad- hace una reverencia y se va
Mohamed ya tenía un nombre para la mezquita que había mandado a construir hace 5 años, le pondría el nombre su amada mujer, pero no lo iba a revelar a nadie que no supiera su secreto y también tomó la decisión de que revocaría la ley del Sultán Kasim "El Severo" cuando Hadassa y Bayaceto regresaran.
Hadassa y Bayaceto salen de la carpa del rey Amin V después de una reunión del consejo y cada uno se fue a la parte del campamento de su género.
Hadassa estaba acompañada de Bergüzar cuando escuchan a Elif recitando algo con burla hacia las otras mujeres del ejército, pero ella era la única que se reía.
-vamos ¿Por qué no se ríen conmigo? Esto es ridículo- dice Elif mientras sostenía un pedazo de papel, de pronto, ve que las mujeres del ejército hacen una reverencia con la mano extendida en el pecho -aunque me alaga que me hagan reverencia-
-no te están haciendo reverencia Elif- dice Hadassa, haciendo que Elif se volteara
-¿De qué te estabas burlando?- pregunta Bergüzar, pero no oye respuesta por parte de Elif -¡responde ya!-
-señora Bergüzar- dice una de las mujeres -Elif estaba recitando con burla un poema que encontró cuando hurgaba en la carpa de la princesa Hadassa mientras ella estaba en el consejo-
-e...eso es mentira- dice Elif algo nerviosa
-claro que es verdad, tu misma nos lo dijiste antes de recitar ese poema-
Hadassa se acercó a Elif para quitarle el papel y al leerlo, se dio cuenta que era el poema que Mohamed le había dado. Entonces, por el enojo, le dío una cachetada a Elif tan fuerte, que esta última cae al suelo.
-maldita- pensó Elif, no podía creer que ella, siendo una Ifrit pura, hubiera sido derribada por alguien que solo lo era la mitad
-no voy a permitir que vuelvas a burlarte de mí Elif- dice Hadassa
-su alteza- dice otra mujer
-¿Qué pasa?-
-yo creo que Elif se burla de usted porque es mucho mejor que ella en muchos aspectos y siente envidia-
-si tú no hubieras llegado- dice Elif poniendose de pie -yo sería la mejor de la división femenina del ejército después de la señora Bergüzar-
-¡Elif! ¡Ya basta con tu insolencia!- dice Bergüzar ya cansada de la actitud de Elif -¿Acaso se te olvida de quién te estás burlando? Es de la princesa Hadassa, hija del difunto príncipe Selim y única descendiente mujer del rey Amin V. Así que más te vale respetarla ¿Entendiste?-
-sí señora Bergüzar- dice a regañadientes
-está bien- ve que Hadassa se empieza a retirar -oye, ¿A donde vas?-
-iré a guardar mi poema en otra parte y ordenaré que pongan más vigilancia en mi carpa para que esto no vuelva a ocurrir- dice Hadassa
Una vez Hadassa estuvo en su carpa y guardó su poema en otra parte, comenzó a gritar fuerte y a golpear el piso, haciendo que casi todo el campamento la escuchara; esto alertó a muchos, pero sobre todo a su hermano Bayaceto.
-Hadassa ¿Qué pasó?- pregunta Bayaceto entrando a la carpa y ve a Hadassa de rodillas en el suelo
-Elif, eso me pasó- dice Hadassa enojada
-¿Qué hizo esta vez?-
-intentó burlarse de mí otra vez- dice mientras se ponía de pie -sé que ya lo intentó hacer varias veces y lo toleraba, pero esta vez se pasó-
-¿Por qué lo dices?-
-ella, mientras tú y yo estabamos en el consejo, entró aquí y robó el poema que Mohamed me dio el día que concebimos a Aziz y se burló de eso. Por suerte, nadie le siguió el juego-
-saben lo que les conviene-
-¿Quién más me escuchó?-
-bueno...- se aparta para que Hadassa viera que muchos soldados estaban fuera
-su alteza ¿Está bien?- dice un soldado cuando Hadassa sale de la carpa
-sí- dice Hadassa -pero quiero que cada vez que esté en el consejo, refuercen la vigilancia a mi carpa, porque alguien entró sin ser visto y me robó algo-
-claro su alteza-
Selma estaba confundida, tenía los mismos síntomas de embarazo que tuvo cuando concibio a su hija Nurgül, pero no quería darse ilusiones ni tampoco darselas a su esposo o a su hija.
-Selma, has estado rara últimamente, dime ¿Qué te pasa?- pregunta Lüfti, quién estaba cenando con ella y su hija Nurgül
-sí mamá ¿Qué ocurre?- pregunta Nurgül
-Nurgül, ve a tus aposentos- dice Selma
-pero mamá...-
-dije que te fueras a tus aposentos, esto es un asunto entre tu padre y yo-
-está bien- se pone de pie y le da una reverencia a su madre y a su padre para después retirarse
-¿Qué es eso tan importante que me quieres decir y que nuestra hija no debe enterarse?- pregunta Lüfti
-creo que estoy embarazada- dice Selma
-¿Enserio?-
-no lo sé, no estoy segura, y no quiero darte ilusiones o a tí o a Nurgül-
-está bien, mañana por la mañana lo vamos a confirmarlo con la doctora-
Lo que no sabian ni Lüfti ni Selma, era que su hija Nurgül no había ido a sus aposentos, sino que se quedó escuchando la conversación de sus padres detrás de la puerta de la habitación, así que ella misma fue a la enfermería a buscar a la doctora.
-sultana- dice la doctora haciendo una reverencia
-doctora, quiero que vaya a revisar a mi madre- dice Nurgül
-¿Le pasa algo a la sultana Selma?-
-sí, ella cree que está embarazada, pero no está segura-
-si así son las cosas, lo haré ahora mismo sultana- toma lo necesario y sigue a Nurgül hasta donde estaban sus padres -sultana, su alteza- hace una reverencia hacia Lüfti y Selma
-¿Qué hace aquí?- pregunta Selma
-la sultana Nurgül me dijo que usted podría estar embarazada y que la revisara-
-Nurgül ¿Acaso...?- dice Lüfti
-si padre, los escuché hablar de eso- admite Nurgül
-la voy a dejar a solas con mi mujer para que la revise, mientras tanto, estaré afuera hablando con mi hija- se para y sale de la habitación con Nurgül -Nurgül-
-lo sé, estuvo mal de mi parte escuchar a escondidas su conversación-
-pudiste haber esperado hasta mañana-
-no quise esperar-
-pero aún así debiste irte a tus aposentos cuando tu madre te lo dijo-
-perdón-
-su alteza- dice la medica saliendo de la habitación -felicidades, la sultana Selma por fin está embarazada-
-¿Cuántos meses tiene?- pregunta Lüfti ya con una sonrisa en sus labios
-yo diría que unos 2 meses-
Lüfti hace unos cálculos en su mente y recordó que precisamente hacia 2 meses que tuvo intimidad con Selma.
Sin ocultar su alegría, Lüfti entra a la habitación y ve a Selma parada viendolo a los ojos.
-por fin, después de 10 años- dice Selma con lágrimas de alegría
-sí- dice Lüfti se acerca a ella para abrazarla -por fin tendremos otro hijo- se aparta un poco para besarla en los labios
Al día siguiente, la noticia del embarazo de Selma llegó a oídos de Mohamed y este se encontraba feliz por su hermana y por su primo.
Los meses pasaron y pasaron hasta que llegó el día en el que Selma daría a luz a su segundo hijo, el cual, resultó ser un varón, pero inmediatamente después, la sultana volvió a sentir dolores de parto, teniendo otro varón. Dejaron entrar a Lüfti luego de un rato y este se asombra por el hecho de que su esposa tuvo dos hijos.
-le pedimos tanto a Alá que nos diera otro hijo y nos bendijo con dos- dice Lüfti cargando a uno de los niños
-alabado sea Alá- dice Selma cargando al otro niño
De pronto, entran a la habitación Nurgül y Esther Hatun para ver a los nuevos integrantes de la familia.
-madre, mira- dice Lüfti mostrandole el bebé
-fue una gran sorpresa cuando me enteré de que Selma tuvo 2 bebes- comenta Esther Hatun -por suerte, mandé a hacer 2 prendedores para la buena suerte- toma un prendedor y lo ponía en la manta del bebé que Lüfti cargaba para luego ponerle el otro prendedor en la manta del otro bebé -que Alá bendiga a mis nietos y que les otorge una larga vida-
-amén madre-
-¡Atención! ¡Su majestad el Sultán Mohamed Umar "El Grande"!- dice un guardia anunciando al Sultán
-mi querida hermana- dice Mohamed -que Alá les otorgue larga vida y salud a mis sobrinos-
-amén su majestad- dice Selma
-ahora podemos comenzar con la ceremonia de nombramiento- carga al bebé que tenía Lüfti -soy testigo de que no hay otro dios mas que Alá y que Mahoma es su profeta, soy testigo de que no hay otro Dios mas que Alá y que Mahoma es su profeta, soy testigo de que no hay otro Dios mas que Alá y que Mahoma es su profeta. Tu nombre es Alí, tu nombre es Alí, tu nombre es Alí- le devuelve el bebé a Lüfti y ve que Selma le dá el otro niño a Esther Hatun para que esta se lo entregase -soy testigo de que no hay otro dios mas que Alá y que Mahoma es su profeta, soy testigo de que no hay otro Dios mas que Alá y que Mahoma es su profeta, soy testigo de que no hay otro Dios mas que Alá y que Mahoma es su profeta. Tu nombre es Shakir, tu nombre es Shakir, tu nombre es Shakir- le regresa el bebé a Esther Hatun -Alá, bendice a estos niños, que sean buenos con sus padres, que sean fieles creyentes del Islam y que sean escudo y espada del Imperio-
-amén- dijeron todos los presentes
-guardias- ve que uno entra -que se lancen 14 cañonazos, 7 por cada uno de mis sobrinos que acababan de nacer, el Şehzade Alí y el Şehzade Shakir y que sus padres son el Şehzade Lüfti Bey y la sultana Selma- ve que el guardia hace una reverencia para después irse
Todo parecía ser felicidad en el año siguiente del nacimiento de los nuevos príncipes hasta que ocurrió una tragedia, al menos para Esther Hatun.
Mohamed estaba reunido con su consejo cuando alguien, diciendo ser un enviado del Principado de Moscú, llega.
-Sultán Mohamed Umar- dice el enviado moscovita en un turco otomano algo forzado -he venido a contar algo que pasó en mi tierra-
-¿Qué cosa? Habla ya- dice Mohamed
-el gran príncipe de Moscú, Basilio III, mellizo de la gran duquesa Ekaterina Rúrikovich, conocida aquí como Esther Hatun, ha fallecido-
-Вы уверены в том, что говорите? (¿Estás seguro de lo que dices?)- pregunta Lüfti Bey en ruso
-Я говорю правду, принц, твой дядя скончался (estoy diciendo la verdad príncipe, su tío falleció)-
-bueno- dice Mohamed -Lüfti bey, ve con el enviado a contrarle esta noticia a tu madre-
-como ordene majestad- dice Lüfti haciendo una reverencia y retirandose con el enviado moscovita
Volvieron a pasar los años, 2 exactamente. Una pareja que no había tenido más hijos en mucho tiempo, le daba la bienvenida a un nuevo miembro de la familia y la pareja eran Murad Paşha y Gevherhan Hatun. Ambos tuvieron a otra niña
-hubo complicaciones en el parto Paşha- dice la partera entregándole a la bebé a Murad -por eso está desmayada, pero despertará. Aunque creo que no podrá tener más hijos-
-eso ya no importa- dice Murad viendo a su nueva hija -esta niña es un milagro de Alá por haber llegado a nuestras vidas después de un lapso de 8 años de no haber tenido otros hijos-
-dejenme entrar, quiero ver a mi madre- dice una Sherezade de 8 años, logrando que la dejaran entrar -padre ¿Es mi nuevo hermano?-
-sí, pero es una niña-
Ya entrada la tarde, Mohamed llega y nombró a la nueva hija de su gran amigo, la niña se llamaría Turhan.
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