CAPÍTULO XXIX
Después de un tiempo de no haber recibido más información sobre sus hermanos, Yusuf pensó que habían descubierto que su tío Süleyman era un espía suyo, pero lo descartó de inmediato creyendo que el no informarle nada era una estrategia para no levantar sospechas.
Yusuf estaba en su carpa a punto de tener intimidad con una de sus tantas concubinas cuando alguien entra abruptamente.
-¿Ahora que quieres?- pregunta Yusuf enojado y alejándose de la chica con la que estaba -¿No ves que estoy ocupado?-
-perdóneme su alteza- dice el hombre que había entrado
-habla ya que no tengo todo el día-
-sus hermanos están aquí en el campamento acompañados de algunos soldados del rey Amin V, traen a uno de los que colaboró con su tío el príncipe Süleyman para matarlos y están hablando con su madre la señora Gülşah-
Yusuf entonces se vuelve a poner la ropa que se había quitado y sale de su carpa.
-así que ustedes son los otros hijos de mi difunto marido- dice Gülşah viendo a los 2 hermanos
-mi padre no era tu marido- dice Hadassa algo molesta -él se había divorciado de tí hace siglos-
-pero eso no quita el hecho de que fuí su primera esposa, la legítima, la madre de su primogénito y no como su madre, una sucia humana judía-
-no hables así de mi madre y ya debes saber que ella se convirtió al Islam Chiíta para casarse con mi padre-
-claro que lo sé, nos lo contó Süleyman. Por cierto ¿Dónde está él?-
-el prin...- dice el último de los hombres que colaboró con el príncipe Süleyman para matar a los 2 hermanos, pero no logra terminar porque Bayaceto lo amenaza con su espada
-no vamos a dar noticias de él hasta que Yusuf venga- dice Bayaceto
-miren lo que tenemos aquí- dice Yusuf apareciendo -mis queridos "hermanitos" vinieron a visitarme-
-puede que compartemos la misma sangre, pero NO somos familia-
-como sea ¿A qué han venido?-
Bayaceto agarra al hombre que vino con él y lo obliga a arrodillarse. Es entonces que lo toma del pelo y le corta la cabeza con su espada y unos demonios se llevan el alma del hombre.
-para decirte que...- dice Hadassa tratando de que no mirar a su lado izquierdo -lo mismo que acaba de pasar, le pasó a mi tío Süleyman por ser un traidor hace una semana-
-así que tú lo mataste- dice Yusuf
-sí-
-bien, un obstáculo menos para mi camino al trono de los Ifrits-
-no te pases de listo Yusuf- dice Bayaceto -eso nunca va a ocurrir, nunca serás rey de los Ifrits-
-por supuesto que lo seré y lo primero que haré será eliminar a los otros demás pretendientes al trono- dirige su vista a Hadassa -y tu bastardo será el primero en morir y también tú serás la última en hacerlo, para que puedas apreciar como hago una masacre y esclavizo a los humanos-
-maldi...- dice Hadassa tratando de acercarse a Yusuf para matarlo, pero Bayaceto la detiene
-cálmate hermana, solo quiere provocarte- dice Bayaceto en español
-lo sé, lo sé, pero no voy a permitir que le haga algo a mi hijo-
-¿Sólo vinieron a eso? ¿A decapitar a un hombre frente mío y a decirme que mataron al príncipe Süleyman?- pregunta Yusuf
-porque si es así, váyanse de aquí- dice Gülşah
-espere- dice Hadassa mientras sacaba su daga y la lanzaba al pie de Gülşah, haciendo que esta cayera al piso retorciéndose de dolor
-también te advertimos que nunca- dice Bayaceto -escucha NUNCA vas a ganar esta guerra Yusuf-
-así que vete haciendo la idea de tu derrota- con sus poderes, recupera su daga y la vuelve a guardar para después irse
Mientras veía como Hadassa y Bayaceto se iban, Yusuf ordena que se llevaran a su madre para curarla y también que siguieran a sus hermanos, pero estos se percataron a tiempo y junto con los soldados que los habían acompañado, acaban con los hombres del príncipe Yusuf.
-se están tardando mucho- dice Mihrimah caminando de un lado al otro, estaba preocupada por sus hijos -¿Será que Yusuf les hizo algo?-
-tranquila Mihrimah- dice el rey Amin V
-perdóneme majestad, pero no voy a estár tranquila hasta que mis hijos regresen sanos y salvos-
Unos minutos después de que Mihrimah haya hablado, Hadassa y Bayaceto llegaron junto con los soldados que los habían acompañado.
-hijos míos- dice Mihrimah yendo a abrazar a sus hijos -¿Qué paso?- pregunta cuando los ve cubiertos de sangre
-cuando estabamos de salida de ese campamento, Yusuf se atrevió a mandar a algunos de sus hombres para seguirnos, pero acabamos con ellos- dice Hadassa -tal vez querían saber la nueva ubicación de nuestro campamento-
-pero no queríamos que lo supiera-
-bueno, al menos están bien- dice Mihrimah -aunque me preocupé mucho por ustedes-
-eso lo sabemos de antemano madre y lo sentimos, pero es algo que pasa casi todos los días los últimos 18 años, nos exponemos al peligro de quedarnos en el mundo espiritual para siempre-
-Hadassa, Bayaceto, necesito hablar con ustedes a solas- dice el rey Amin V
-claro majestad- dijeron Hadassa y Bayaceto al unísono para después seguir a su abuelo
-necesito confesarles algo que he estado haciendo los últimos 18 años, pero no le digan nada a nadie, ni siquiera a su madre-
-le prometo que yo no diré nada majestad- dice Bayaceto
-yo tampoco hablaré- dice Hadassa
-bien, saben que estos últimos años han recibido una educación sobre los Ifrits y que poderes pueden usar-
-claro majestad, hemos aprendido mucho, sobre todo lo de las 3 etnias de los Ifrits-
-sí, pero esa educación es para un futuro rey-
-¿Qué?- preguntaron los dos hermanos sorprendidos
-así es. También les quiero decir que un descendiente de uno de ustedes será mi sucesor, tuve una visión en la que pasaba eso-
-¿Y de quién será ese descendiente?- pregunta Bayaceto
-eso es mejor que lo sepan a su tiempo-
En uno de los jardines del palacio Topkapi, Mohamed estaba hablando con el Kan de Crimea Silahtar Giray.
-sabe Sultán Mohamed- dice Silahtar Giray -he pensado que mi hijo Husein se quede aquí en el Imperio Otomano un tiempo más y que así gane experiencia para su futuro rol como Kan de Crimea, tal vez, formando parte de su consejo o siendo gobernador de alguna provincia-
-me parece muy buena idea Silahtar Giray- dice Mohamed -he visto en el muchacho potencial para ser el Kan de Crimea algún día y estaría más que honrado de fomentarlo-
-gracias su majestad. También quiero hablar con usted sobre otro asunto-
-¿Cuál?-
-arreglar un matrimonio entre nuestros hijos-
-pero yo no tengo ninguna hija mujer para que sea esposa de tu hijo Husein-
-no me refiero a Husein, sino a que mi hija Azhar sea la esposa de tu hijo el Şehzade Aziz-
-no lo sé, tendríamos que hablar del asunto con ambos muchachos-
-no hay que hablar nada con ellos, se van a casar y punto-
-no Silahtar Giray, no voy a forzar a Aziz a casarse con alguien a quien no ama y tú no deberías forzar a tu hija a ese matrimonio-
-pero sería beneficioso tanto para el Kanato de Crimea como para el Imperio Otomano-
-aunque lo fuera, no voy a forzar nada-
-pero el matrimonio de tu hermana la sultana Handan con Burak Paşha también fue arreglado y se enamoró de él después de un tiempo-
-fue mi padre quien arregló ese matrimonio y yo me propuse que no continuaría con muchas cosas de las que mi padre había hecho y forzar matrimonios es una de ellas-
-a todo esto ¿Qué otro argumento tiene al respecto?-
-pues he notado que Azhar mira a otro de mis hijos, a Hassan, de una forma particular, como si estuviera enamorada de él y al parecer, mi hijo la mira de la misma manera-
-pero Hassan no va a ser Sultán-
-pero de igual manera, la descendencia de Osmán Gazi se mezclaría con la de Gengis Kan ¿O eso no es lo que quieres a final de cuentas?-
-sí, pero...-
-pero nada Silahtar Giray, cuando amerite, hablaremos con ellos sobre esto-
-está bien su majestad y perdóneme si lo he ofendido en algo-
Lo que nadie sabía o casi nadie sabía era que Hassan y Azhar ya tenían un romance desde hacia algunos años, cuando la Khatun había ido por primera vez a Estambul con su familia para celebrar el Eid al-Fitr y desde entonces, se habían comunicado por medio de cartas y con ayuda de unos sirvientes a los que se les pagaba para que no los delataran.
-mi amor, me hubiera gustado que se quedaran más tiempo en Estambul- le dice Hassan a Azhar
-a mí también me hubiera gustado- dice Azhar -pero mi familia y yo debemos volver a Crimea mañana, ya estuvimos aquí una semana desde la ceremonia de la espada de tu hermano y tuya. Pero oye...- le toma el rostro -podremos seguir comunicando por cartas como lo hemos hecho desde que teníamos 12 años-
-no sé por cuanto tiempo podré guardar este secreto- toma las manos de Azhar para apartarlas de su cara
-yo tampoco, pero hay que seguir adelante con esto-
-perdón por interrumpir este momento- dice una voz masculina detrás de Hassan y era nada y nada menos que Husein Giray
-Husein Giray- dice Hassan algo nervioso -no es lo que parece, déjeme explicarle-
-no tienes porque asustarte, yo ya sabia desde hace un año que había algo entre mi hermana y tú-
-¿Cómo?-
-déjame explicarlo-
Comienzo de la historia:
Azhar estaba en sus aposentos en su palacio de Crimea escribiendole una carta a su amor el Şehzade Hassan cuando de repente, alguien toca a su puerta, así que de inmediato oculta su carta y luego, da su autorización para que entrasen.
-Azhar, hermana- dice Husein entrando a los aposentos
-hermano, eras tú- dice Azhar y suelta todo el aire que no sabía que estaba reteniendo
-¿Pasa algo?-
-nada, nada-
-Azhar, te conozco y sé que estás mintiendo-
-para nada Husein- se mueve un poco para ocultar la carta que le estaba escribiendo a Hassan
-¿Qué me estás ocultando?- se acerca a su hermana
-ya te he dicho que nada-
-mentirosa- dice mientras apartaba a su hermana del escritorio y tomaba la carta que ella estaba escribiendo -¿Desde cuando le estás escribiendo este tipo de cartas al príncipe Hassan?-
-desde hace 2 años ya-
-¿2 años?-
-sí-
-por Alá- dice sentándose en un divan -esto podría traerles problemas a los 2 y lo sabes-
-pero aún así decidimos tomar ese riesgo. Pero hermano- dice mientras se arrodillaba frente a Husein -por favor, te lo pido, no le digas nada de esto a nuestro padre ni al Sultán Mohamed Umar-
-está bien, no le diré nada de esto a nadie-
-¿Enserio? Gracias hermano-
Fin de la historia.
-y voy a seguir cumpliendo mi palabra- dice Husein
-en verdad te lo agradezco- dice Hassan
-no hay de que, lo hago por mi hermana-
-adelante- dice Mohamed cuando tocan la puerta de sus aposentos
-su majestad- dice uno de los que cuidaban la entrada de sus aposentos mientras hacia una reverencia -el príncipe Aziz desea verlo-
-hazlo pasar-
-su majestad- dice Aziz entrando a los aposentos del Sultán y haciendo una reverencia
-Aziz- dice mientras le extiende la mano a su hijo para que la besara y Aziz así lo hace -que bueno verte hijo ¿Qué necesitas?-
-solo queria hablar con usted sobre algo-
-¿Qué cosa?-
-me intriga como fue que conociste a mi madre-
-bueno, fue hace muchos años, yo aún era un príncipe y tu madre aún era una niña-
-¿Cuantos años tenían en ese entonces?-
-yo tenía 15 años y tu madre tenía 5 años, fue el día en el que sus padres fueron arrestados por mi tío Alí Shakir Paşha y ejecutados por orden de mi padre el Sultán Daud Khan. Yo había entrado a la casa y la ví escondida, pero no le dije nada a mi tío-
-si le hubieras dicho ¿Qué crees que hubiera pasado?-
-creo que también hubiera sido ejecutada, su hermano Bayaceto hubiera tratado de buscar venganza y tú no hubieras nacido ¿Sabes? Semanas antes de conocerla en persona, tuve sueños con ella, en los cuales sabíamos nuestros nombres y veíamos como seríamos dentro de unos años-
-si ambos soñaban con el otro incluso antes de conocerse, entonces estaban destinados a estár juntos y solo es cuestión de tiempo para que lo estén definitivamente-
-ese es mi mayor deseo Aziz, espero que mi Hadassa ya esté aquí cuando la mezquita que mandé a construir ya esté terminada-
-y a la mezquita le pondrás tu nombre me imagino-
-no Aziz, tendrá el de tu madre, pero por obvias razones, no les he dicho todavía a los constructores-
-padre, deberías eliminar esa ley de mi bisabuelo el Sultán Kasim "El Severo"-
-lo he pensado mucho, pero siento como si algo me detuviera cuando estoy a punto de hacerlo-
-como si esperaras el momento justo-
-exactamente-
Rüstem ya no podía callarse, debía confersarle lo que sentía a Hadassa y esta vez, se iba a asegurar de que nada interrumpiera.
-Hadassa- dice Rüstem llamando la atención de su prima quien estaba supervisando el entrenamiento de algunas mujeres del ejército
-Rüstem ¿Pasa algo?- pregunta Hadassa
-necesito hablar contigo a solas-
-espera- hace una seña para indicarles a las mujeres que supervisaba que podían descansar y luego, se va con Rüstem a la carpa de ella -ahora que estamos solos ¿Qué debes decirme?-
-Hadassa, yo- se acerca a ella y acuna su rostro en sus manos -me gustas, creo que me enamoré de tí-
-Rüstem- dice mientras se alejaba de su primo y le daba la espalda -¿Desde cuando sientes eso?-
-desde hace unos 17 años, Bayaceto y tú ya llevaban un año aquí-
-¿Y esperaste hasta ahora para confesarlo?- se volvea para ver a Rüstem
-quise callarlo, pensando que pronto lo olvidaría, pero no fue así. También quise decirtelo el día que descubrimos la traición de mi padre, pero por obvias razones, no puede hacerlo-
-sabes que no puedo estar contigo por muchas razones ¿Verdad?-
-lo sé, así como sé que Mohamed es una de ellas-
-así es-
-bien, solo quería confesar esto que te dije y espero que después, mis sentimientos hacia tí ya sean solo de amistad y no románticos-
-lo mismo espero yo, porque no pienso traicionar a Mohamed ni ahora ni nunca-
-también te pido disculpas si te llegué a ofender-
-no tienes porque disculparte Rüstem, no me has ofendido, solo fuiste honesto conmigo-
-gracias Hadassa- dice para después salir de la carpa
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