CAPÍTULO XVII
Cierta noche, mientras todos dormían, Hadassa tuvo un sueño extraño, al menos para ella.
Comienzo del sueño:
Ella estaba caminando por los pasillos de un palacio, pensó que era el palacio Topkapi y estaba en lo cierto. De pronto, escuchó el llanto de un bebé, así que siguió el sonido hasta que llegó a una habitación y en medio de esta había una luz que iluminaba una cuna en forma de trono, se acercó a ella y vio que había un bebé que estaba llorando, conmovida, cargó al pequeño para arrullarlo.
-tranquilo pequeño, no llores- dice Hadassa mientras mecia al bebé en sus brazos y nota que funciona -eso es bebé- busca algo para sentarse y ve una silla grande y se sienta en ella, la cual era nada mas y nada menos que el trono del Sultán, pero ella no lo reconoció
-Hadassa- dice una voz retumbante
-¿Quién me habla?- ve que se abrian las puertas de la habitación y que un hombre con capucha, al cual no se le podía ver el rostro -¿Quién eres?-
-tú ya sientes quién soy yo ¿Verdad?-
-sí-
-tú hace dos meses tuviste intimidad con el Sultán del Imperio Otomano-
-es verdad-
-pues eso ocasionó que en tu interior se encuentre creciendo un niño, el que estás cargando en estos momentos- señala al bebé que Hadassa cargaba -ese niño, a diferencia de sus 2 hermanos mayores, logrará vivir su infancia y llegará a la edad adulta, porque él está destinado a ser el Sultán del Imperio-
-¿Cómo?- se le queda viendo al bebé que estaba cargando, no podía creer que ese pequeño era su hijo, no podía creer que en su vientre se estaba formando un futuro Sultán Otomano
-cree en mis palabras Hadassa, vas a engendrar a un Sultán que será uno de los más queridos por el pueblo- se da la vuelta para salir de la habitación
Ella aún se encontraba en shock cuando todo le comenzó a dar vueltas y a volverse negro.
Fin del sueño.
Hadassa se despertó agitada y de inmediato se sentó en su cama. Se quedó pensando en el sueño un rato con sus manos en el vientre. De pronto, su hermano Bayaceto entra con la intención de despertarla.
-ah, ya estás despierta- dice Bayaceto, pero de inmediato nota que su hermana está un poco rara -¿Estás bien? ¿Te pasa algo?-
-creo que estoy embarazada- comenta Hadassa aún con la mirada perdida
-¿Cómo? ¿Embarazada?-
-sí Bayaceto- se voltea para ver a su hermano directo a los ojos -creo que llevo en mi vientre a un miembro de la dinastía otomana-
-¿Estás segura de eso?-
-Mohamed ha sido el único hombre con el que he estado-
-entiendo- se pasa la mano por la cara -pero tenemos que ir con Bahar para confirmarlo-
Bahar era una señora curandera y una Ifrit que viva ocultando su especie, era una vieja conocida de Selim Efendi, padre de Hadassa y Bayaceto. Así que ambos hermanos no lo dudaron más y fueron a donde ella.
-¿Usted es Bahar?- pregunta Hadassa cuando entra a la casa de Bahar junto con su hermano
-así es señorita- responde Bahar -¿Qué es lo que usted y su esposo buscan?-
-disculpe señora Bahar- dice Bayaceto -pero ella y yo no somos esposos, somos hermanos, no sé si usted recuerda a nuestro padre, Selim Efendi-
-sí, lo recuerdo, él era un gran amigo mío ¿Son sus hijos Hadassa y Bayaceto?-
-sí señora-
-ahora los recuerdo, yo ayudé a su madre cuando ella los dió a luz ¿Qué es lo que buscan?-
-creo que estoy embarazada- dice Hadassa -y se nos ocurrió que usted nos puede ayudar a confirmarlo-
-claro que sí- señala una cama que estaba detrás de una cortina -ve y acuéstate allí-
-está bien- hace todo lo que Bahar le dijo
Bahar entonces fue hacia donde Hadassa, pero no le permitió a su hermano pasar de donde él estaba. Minutos después, Bahar y Hadassa van hacia Bayaceto.
-es verdad, Hadassa está embarazada, tiene 2 meses- dice Bahar -¿Saben quién es el padre?-
-creo que no nos vas a creer- comenta Bayaceto
-el Sultán Mohamed Umar "El Grande" es el padre de mi hijo- dice Hadassa
-¿Enserio?- pregunta Bahar sorprendida
-sí, él y yo nos hemos un romance a escondidas los últimos 2 años y hace dos meses tuvimos intimidad-
-¿Te puedo dar un consejo?-
-claro-
-tienes que ser cuidadosa, no solo para que el bebé nazca sano, sino también para que nadie se entere, salvo por algunas personas, sobre el embarazo-
-lo sé señora Bahar-
Ambos hermanos regresaron a su hogar una vez confirmaron sus dudas.
-estoy embarazada- dice Hadassa acariciando su vientre aún plano y con una sonrisa en su rostro
-eso parece- dice Bayaceto
-voy a tener un hijo con Mohamed, fruto del amor que ambos nos tenemos-
-pero ¿Y si corre el mismo destino que el Şehzade Murad y el Şehzade Ibrahim?-
-eso no será así, lo presiento, mi hijo va a llegar a ser el Sultán del Imperio Otomano-
-que Alá así lo quiera-
-amén-
-pero ¿Cómo se lo dirás a Mohamed?-
-no lo sé hermano, hace tiempo me había dicho que no quería tener mas hijos por el temor de que le ocurriera los mismo que a sus dos primeros hijos-
-espero que se lo tome bien-
-yo también Bayaceto, yo también-
El Sultán Mohamed Umar se encontraba reunido con los paşhas de su consejo para planear una nueva invasión a Rodas.
-hay que aprender de los errores que pudimos haber cometido cuando tratamos de conquistar Rodas la primera vez- menciona Mohamed
-tiene razón su majestad, hay que hallar una forma de vencer las defensas de esa isla griega- dice Alí Shakir Paşha
-ya sabemos como actuan sus habitantes, podríamos aprovechar eso para buscar un punto débil en sus defensas- comenta Murad Paşha
-es un buen punto Murad Paşha- dice el Sultán -pero no nos podemos confiar, existe la posibilidad de que hayan reforzado sus defensas-
-pero aún así podemos encontrales una falla- dice Lüfti Bey
-¿Cómo podríamos hacer eso? Necesitariamos los planos de las fortalezas o a alguien que las conozca tan bien como la palma de su mano-
-esperaba que digera eso- se sale de su lugar y va a la puerta de la sala del consejo para tocarla, esta de inmediato se abre y un hombre entra -él es Constantino majestad, solía vivir en Rodas, de echo era uno de los que defendieron la isla cuando tratamos de conquistarla-
-¿Enserio?-
-sí su majestad- dice Constantino, aunque en un turco-otomano algo pobre, porque a penas si sabia hablar el idioma -cuando todo eso terminó, algunos compañeros y yo fuimos a recibir una paga por eso, pero recibimos una miseria-
-¿Entonces están rencorosos por eso?-
-sí, yo vine con ellos y estamos dispuestos a ayudar a conquistar la isla y también a convertirnos al Islam-
-perfecto- dirige su vista a su primo -Lüfti Bey-
-¿Sí majestad?- dice Lüfti Bey
-quiero que consigas a los mejores maestros para que les enseñen nuestro idioma y también dile al Shayj al-islam Orhan Efendi que se prepare para convertir a Constantino y a sus compañeros en musulmanes-
-como ordene majestad-
-en un mes partiremos a Rodas- se dirige a Constantino -y esta vez, tus compañeros y tú tendrán la recompensa que se merecen e incluso, recibirán más-
-eso esperamos majestad- dice Constantino
-¿Enserio van a volver a tratar de conquistar la isla de Rodas?- le pregunta Selma a su esposo cuando este regresa de la reunión del consejo y le cuenta todo
-así es, partiremos en un mes- responde Lüfti -nos van a ayudar algunos hombres que solían defenderla, saben tanto las fortalezas como las debilidades de las defensas de la isla-
-¿Y tienes que ir? ¿No podrías quedarte?-
-su majestad también me había dicho que me quedara aquí en la capital como protector del Imperio, porque había alguien que me esperaba- acaricia el ya notable vientre de Selma -pero yo quiero formar parte de esta hazaña y me sentiría inútil si no fuera así, ya se lo había dicho a su majestad-
-bueno, si eso es lo que quieres-
-pero te prometo que voy a ser cuidadoso y evitar que me hieran de gravedad, quiero ver a nuestro bebé cuando tú lo traigas al mundo y verlo crecer y convertirse en alguien importante para el Imperio Otomano-
-¿Lo prometes?-
-claro, no quiero dejarlos antes de tiempo- le besa la frente
Mohamed fue a sus aposentos una vez terminada la reunión de su consejo, y quiso contarle todo a Hadassa y a Bayaceto y a aprovechar verla, ya que no lo hacía desde hace un mes. Asi que, como algunas veces que iba a visitar a su amada, le ordenaba a los guardias que cuidaban sus aposentos que no dejaran entrar a nadie, se puso el anillo mágico y apareció enfrente de la casa de Hadassa y Bayaceto.
Mientras tanto en el interior de esa casa, ambos hermanos estaban conversando.
-¿Ya pensaste como le dirás a Mohamed que esperas un hijo suyo?- pregunta Bayaceto
-se lo voy a decir directamente, le diré sin rodeos- responde Hadassa
-está bien-
En ese momento, Mohamed toca la puerta y como siempre, Bayaceto le abre.
-Bayaceto- dice Mohamed en forma de saludo
-Mohamed, pasa- dice Bayaceto dandole espacio al Sultán para que este pudiera entrar
-mi Hadassa-
-Mohamed- dice Hadassa llendo a darle un abrazo a su amado -este mes que no te he visto te estuve extrañando-
-yo también he sentido eso y cuando por fin te logro ver, es una gran alegría para mí ¿Aún tienes el poema que te escribí?-
-sí y lo leo cada noche antes de dormir-
-que bien. Bueno, les tengo que decir algo-
-¿Qué cosa?- pregunta Bayaceto
-en un mes voy a ir a conquistar la isla de Rodas-
-¿Estás seguro? La última vez que lo intentaste fue un total fracaso y que por cierto, contraiste una enfermedad que casi te mata-
-soy consciente de eso, pero esta vez será diferente, se tendrán precauciones con respecto a las enfermedades que se podrían contraer. También, tenemos una nueva estrategia que nos dará la victoria-
-está bien- se dirige a su hermana y le habla en español -Hadassa, tienes que decirle sobre tu embarazo-
-lo sé hermano, se lo diré, pero a solas por favor- dice Hadassa
-está bien- se retira, dejando a Hadassa y Mohamed solos
-¿Qué fue lo que te dijo?- pregunta Mohamed, porque él no entendía español
-Mohamed- dice Hadassa mientras tomaba las manos del Sultán y las ponía en su vientre
-Hadassa ¿Acaso...-
-sí, estoy embarazada, llevo en mi vientre un hijo tuyo-
-¿Estás segura?-
-sí, ayer lo confirmé con una curandera que era amiga de mi padre. Sé que una vez me dijiste que no querías tener mas hijos por temor a que les pasara lo mismo que al pequeño Murad y al pequeño Ibrahim, pe...- no pudo terminar de hablar porque Mohamed la cayó con un apasionado beso -¿Mohamed?- dice algo confundida después del beso
-lo que te había dicho en esa ocasión era verdad, pero no te la dije completa, no quiero tener más hijos mientras no sean contigo-
-¿Enserio?-
-sí y me pone muy feliz saber que estés esperando un hijo mío- se pone de rodillas para besar el por ahora plano vientre de Hadassa y luego se pone de pie nuevamente -ahora tengo una nueva razón para volver con vida de la invasión de Rodas-
-¿Cuánto vas a tardar en volver?-
-podrían ser meses, no lo sé con certeza, pero creo poder regresar antes de que des a luz, incluso antes de que mi hermana Selma de a luz o al menos eso pienso-
-Alá mediante eso se hará realidad-
-amén-
El mes que había dicho Mohamed para ir a Rodas pasó y el Sultán junto con su ejército partieron a la isla griega.
No mas llegaron, se encontraron con un pequeño grupo de soldados griegos que los atacaron por sorpresa, lanzandoles flechas a los barcos otomanos, pero de igual forma, los griegos fueron derrotados, aunque desgraciadamente, hubo una baja otomana, el líder de la flota Ishak Paşha, varias de las flechas lograron alcanzarlo y una de ellas atravesó su corazón, matándolo al instante.
-¡Padre! No ¡Padreeeee!- gritaba de dolor Murad Paşha al ver el cuerpo sin vida de su padre tirado en la arena de la playa
-Murad, tu padre murió sirviendo al Imperio Otomano- dijo Mohamed tratando de consolar a su amigo -siempre será recordado como un hombre valiente, al igual que su hijo-
-enterremoslo en alguna parte mas adentro, lejos de las olas del mar- sugiere Burak Paşha -marcaremos su tumba y cuando logremos conquistar esta isla, recogeremos sus restos y ya en Estambul le daremos un funeral digno-
-es buena idea majestad- dice Lüfti Bey
-sí, es buena- admite Murad Paşha
-majestad- dice Yahya Ağa llamado la atención del Sultán
-¿Qué pasa Yahya Ağa?- preguntó Mohamed
-hay algo en el cinto de Ishak Paşha- señala el cuerpo del difunto Paşha y Mohamed nota algo fuera de lo normal en él
El Sultán se inclina y toma del cinto lo que parecía ser una carta, la abre y vé que hay algo escrito en griego y como no entendía bien ese idioma, se la pasó a Murad Paşha para que la tradujera, este la leyó en su mente rápidamente para luego leerla en voz alta ya traducida.
"Antes de ser Ishak Paşha, mi nombre era Theo, nací en la isla griega de Rodas y profesaba la fe del cristianismo ortodoxo antes de seguir la fe de Alá.
Fuí el único hijo de un importante mercader de la isla y de su amada esposa.
Tenía solo 10 años cuando llegué a Estambul, durante el reinado del Sultán Kasim "El Severo". Mi padre, mi madre y yo estábamos navegando por el mar cuando un barco Otomano nos abordó y varios hombres me secuestraron junto con los bienes que teniamos, y mataron a mis padres en el proceso.
Tardé varios años en poder acostumbrarme a mi nueva vida y aunque pude sentar cabeza casandome con una mujer a la que amé mucho y haber tenido un hijo con ella, nunca olvidé mi lugar de origen, el cual siempre va a tener un lugar en mi corazón y mi alma. Es por eso que, si llegase a morir hayá en Rodas, quisiera ser enterrado allí mismo, para reencontrarme con mis orígenes."
Luego de haber leído la carta, Murad Paşha contuvo las ganas de llorar, al igual que todos los presentes. Ya calmados, decidieron cumplir la última voluntad del difunto Paşha, pero no lo iban a enterrar allí mismo en la playa, caminaron tierra adentro y cavaron una tumba para sepultar allí al líder de la Flota Otomana.
Después del pequeño funeral, el Sultán y el resto de sus hombres se enfocaron en seguir con la conquista de Rodas.
Ya llevaban un mes asediando la fortaleza principal de Rodas, pero aún no habían logrado que cayera, apesar de tener de su lado a varios exsoldados griegos, pero aún así, no se rendirían tan fácil.
Luego de otro mes, lograron romper las defensas de la fortaleza y los soldados de ambos bandos comenzaron a luchar entre los escombros de una de las paredes. Luego de vencer la primera división, los otomanos se adentraron mas y se enfrentaron a la segunda división del ejército griego y una vez más, estos fueron derrotados.
Ya todo había terminado, Rodas por fin estaba bajo control Otomano, lo que en un pasado fue un completo fracaso, ahora era una gran victoria para el Sultán Mohamed Umar "El Grande", la cual iba a ser recordada por siempre.
La bandera del Imperio fue izada en la fortaleza por el propio Sultán y le había dedicado esta victoria a su amada Hadassa y al hijo que estaba esperando, aunque claro, sin decirlo en voz alta.
Estaban dispuestos a recoger el campamento que habían hecho para volver a los barcos y regresar a la capital, pero dos soldados griegos que aún seguían en contra de los otomanos, lanzaron una flecha cada uno en dirección al Sultán, pero estas nunca llegaron a su objetivo, una alcanzó a Burak Paşha y otra a Lüfti Bey, quienes se habían puesto en medio, salvando la vida a Mohamed.
Los arqueros que dispararon fueron rápidamente capturados y ejecutados.
Este contratiempo retrazó el regreso de los otomanos a Estambul por un mes más.
-Efendi- dijo Mohamed llamado al médico que había viajado con ellos -quiero que tú y tus asistentes les salven la vida a ambos, uno todavía tiene hijos pequeños y el otro aún no conoce a su primogénito-
-haremos lo mejor que podamos su majestad- dice el médico
-recuerda que si no sobreviven, la vas a pagar muy caro-
-sí su majestad- se retira
-¿Qué dijo el médico majestad?- pregunta Alí Shakir Paşha algo preocupado sobre todo por su hijo Lüfti Bey
-que hará lo mejor que pueda-
Afortunadamente, ambos lograron sobrevivir y al recuperarse del todo un mes después de su ataque, recibieron las felicitaciones del Sultán.
-es grato verlos totalmente recuperados- dice Mohamed viendo a sus dos cuñados que estaban frente a él mientras estaba sentado en su trono
-gracias su majestad- dijeron Burak y Lüfti al unísono
-ambos arriesgaron sus vidas para salvar la mía y merecen una recompensa- mira a Burak Paşha -Burak Paşha, quedas ascendido a segundo gran visir, ademas de que de ahora en más ocuparás el lugar del difunto Ishak Paşha como el líder de la flota Otomana-
-gracias su majestad- dice Burak Paşha inclinándose para besar tres veces el caftan de Mohamed, luego se pone de pie nuevamente
-y tu Lüfti Bey, esto lo discutí con tu padre y él estuvo de acuerdo. Desde hoy, tienes derecho al trono de Osmán, y tendrás el título de Şehzade-
-su majestad, no lo esperaba, pero me honra- dice Lüfti Bey y hace lo mismo que hizo Burak Paşha
-bien, mañana en la mañana regresamos a Estambul-
Mientras tanto en Topkapi, Selma Sultan estaba algo angustiada por su marido y su hermano. Estaba acompañada de su hermana Handan Sultan, la Valide Fatma Sultan y de Esther Hatun.
-¿Le habrá pasado algo a Lüfti? Desde hace un mes que no me envía una carta- se pregunta Selma mientras acariaba su vientre
-yo también estoy preocupada por mi hijo, tampoco he recibido una carta de él este último mes- dice Esther Hatun -tampoco por parte de mi esposo, temo que le haya pasado algo-
-no deben de estár angustiadas, ellos deben de estár bien- dice la sultana madre tratando de calmarlas
-pero sultana ¿Usted no se angustia por su hijo el Sultán?-
-como bien dices, su majestad es mi hijo, y como toda madre, se preocupa por su bienestar, pero siempre le rezo a Alá para que lo proteja y lo regrese a salvo-
-amén sultana- dice Selma, pero de inmediato siente los dolores del parto -¡Por Alá!-
-¿Qué pasa?‐
-tal parece que mi hijo ya quiere nacer-
-tranquila Selma, solo respira-
-iré por la partera- dice Handan parandose
-yo la acompaño sultana- dice Esther Hatun siguiendo a Handan
Mientras tanto, Fatma ayudó a su hijastra a que se acostara en su cama.
-¿Por qué mi hijo tiene que nacer justo cuando su padre está fuera de la capital?- dice Selma quejándose
-ya era tiempo a que parieras, tu hijo podía nacer en cualquier momento- dice Fatma y en eso, la partera llega junto con sus asistentes y Handan y Esther -gracias a Alá llegó a tiempo-
-¿Hace cuanto la sultana comenzó su labor de parto?- pregunta la partera mientras preparaba todo
-hace poco-
-bien- se dirige a Handan y a Esther -necesito por favor que ambas agarren las manos de la sultana Selma- ve que lo hacen y luego se dirige a Fatma -madre sultana, necesito que ponga este pañuelo húmedo en la frente de la sultana Selma-
-está bien- hace lo que la partera le indicó
-bien- se dirige a Selma mientras se ponia a los pies de la cama -sultana, necesito que abra las piernas y comience a pujar-
-está bien- dice Selma haciendo lo que la partera le indicó -¡Ahhhhhhh!-
-siga así sultana, ya puedo ver la cabeza del bebé-
-¡Ahhhhhh!- sigue pujando hasta que escucha el llanto de un bebé
-felicidades sultana, es una niña-
-damela por favor-
-está bien- le pasa a la bebé
-hija mía- le besa la frente -te amo tanto y tu padre también lo hará-
-ahora sabes como es la dicha de ser madre- dice Fatma
-se parece mucho a mi hija Hanzade- comenta Handan
-sí- admite Esther -y cuando crescan, pasaran fácilmente por gemelas ¿Cuál va a ser su nombre?-
-hay que esperar a que mi hermano regrese para que la nombre-
-espero que su majestad vuelva pronto-
Una semana después de haber emprendido su viaje de regreso, Mohamed y sus hombres llegaron a Estambul.
-¡Atención! ¡Su Majestad el Sultán Mohamed Umar "El Grande"!- dice un Ağa anunciando al Sultán, quien entró junto con Lüfti Bey
-hijo querido- dice Fatma dándole un abrazo a Mohamed
-hermosa madre- dice Mohamed besandole la mano a Fatma para luego llevarla a su frente
-gracias a Alá regresaste con bien-
-y también a las oraciones que de seguro hiciste-
-claro que sí hijo mio-
-Handan- extiende su mano para que su hermana la bese
-bienvenido majestad- dice Handan después de besarle la mano al Sultán
-Burak Paşha te espera en uno de los patios, también espera a mis sobrinos-
-gracias su majestad- hace una reverencia para después irse junto con sus hijos Osmán, Korkut y Hanzade al patio
-¿Y dónde está Selma?-
-está en mis aposentos-
-¿Algo le pasó a mi esposa?- pregunta Lüfti Bey algo preocupado
-sí, hace una semana dió a luz, así que felicidades Lüfti, eres el padre de una hermosa niña-
Lüfti no perdió tiempo y fue directo a los aposentos de la Valide Sultan. Al entrar, ve a su esposa durmiendo en la cama. Voltea hacia su izquierda y ve a su madre cargando a una bebé.
-madre- dice Lüfti acercándose
-hijo mio- dice Esther enseñandole a la bebé -ella es tu hija. Ven cargarla-
Entonces Lüfti Bey cargó a la bebé y se le quedó viendo embelesado. Nunca iba pensado en que hubiera una mujer igual de hermosa que su amada Selma, pero todo eso cambió cuando vió por primera vez a su hija.
-моя дочь (hija mía)- dice Lüfti en ruso, la lengua materna de su madre y que esta le había enseñado -Вы очаровали меня с этого момента, впервые увидев свое лицо. Я клянусь, что никогда, никогда не допущу, чтобы что-то плохое случилось с вами, ни с вами, ни с вашей матерью, я буду защищать вас своей жизнью, если это необходимо, потому что вы двое для меня самое главное. (me has cautivado desde este preciso momento, viendo tu rostro por primera vez. Te juro que nunca, nunca voy a permitir que algo malo te pase, ni a tí, ni a tu madre, las protegeré con mi vida si es necesario, porque ustedes dos son lo mas importante para mí.)- le besa la frente a su hija -¿Ya tiene nombre?-
-aún no, quisimos esperar a que ustedes regresaran. Gracias a Alá, eso fue rápido-
-¿Enserio nació hace una semana?-
-sí hijo-
-¿Por qué no me esperaste hija mía?- le dice Lüfti a su hija en un susurro mientras se dirige a la cama y se sienta a un lado de Selma
-¿Lüfti? ¿Eres tú?- pregunta Selma mientras se despertaba
-sí Selma, soy yo. Estuve aquí contemplando a nuestra hija, es realmente hermosa-
-damela por favor-
-claro- le entrega a la niña y se le queda viendo a las mujeres mas importantes de su vida. Levanta la vista hacia el frente y vé a su padre Alí Shakir Paşha, a la sultana Fatma, y al Sultán -majestad- se para a un lado de la cama y hace una reverencia
-les doy mis felicitaciones a ambos por su hija- dice Mohamed acercandose a la cama, seguido de su madre y su gran visir -quisiera comenzar con la ceremonia de nombramiento de mi sobrina, si me lo permites Selma-
-claro majestad- dice Selma entregándole a la bebé
-soy testigo de que no hay otro dios más que Alá y que Mahoma es su profeta. Soy testigo de que no hay otro dios mas que Alá y que Mahoma es su profeta. Soy testigo de que no hay otro dios mas que Alá y que Mahoma es su profeta. Tu nombre es Nurgül Esther, tu nombre es Nurgül Esther, tu nombre es Nurgül Esther- le devuelve la niña a su hermana -su nombre es un homenaje a sus dos abuelas-
-gracias majestad- dice Selma casi llorando de alegría, pues le emocionaba que su hija llevarse el nombre de su difunta madre
-Alí Shakir Paşha-
-¿Sí su majestad?- pregunta el gran visir
-que se lancen 7 cañonasos y que se reparta oro y dulces en todo el Harén. Todos deben saber que ha nacido mi sobrina Nurgül Esther Sultan de mi hermana Selma Sultan-
-como diga majestad- dice antes de hacer una reverencia y retirarse del lugar
-perdone mi curiosidad majestad, pero ¿Por qué dijo Nurgül Esther Sultan? ¿No debería ser Nurgül Esther Hanimsultan?- pregunta Selma
-yo le dí el título de Şehzade a tu esposo, además de darle un lugar en la linea de suceción a trono de Osmán- responde Mohamed
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