CAPÍTULO XII
Han pasado casi 4 años desde la muerte del Şehzade Murad, todos en el palacio estuvieron de luto casi un año, pues veian que la dinastía Otomana estaba por desaparecer.
Aunque no todo fue tristeza, pues la sultana Handan tuvo un nuevo hijo con su esposo Burak Paşha, llamado Korkut, pero un año después del nacimiento del Sultanzade, notaron que este se encorvaba mucho cuando empezó a caminar, los médicos le dijeron a los padres del pequeño que a él le estaba creciendo una joroba. Muchos lo tomaron como una nueva desgracia para la familia.
Mohamed no habia vuelto a llamar a sus aposentos a Iris o a otra mujer, pues se estaba enfocando en los asuntos del estado (tal vez tratando de calmar el dolor que le provocó la muerte de su hijo). También se estaba preparando para conquistar las ciudades sagradas de Medina y La Meca, conquistar el Sultanato Mameluco de Egipto y obtener el título de Califa del Islam, deponiendo a Al-Mutawákkil III, el actual.
La madre sultana Fatma estaba preocupada por el futuro de la dinastía, así que fue al Harén para escoger ella misma una muchacha para su hijo.
-¡Atención! ¡La sultana madre Fatma está aquí!- dijo un eunuco anunciando a la madre del Sultán
-tu Hatun- dijo Fatma señalando a una muchacha -da un paso al frente- ve que ella lo hace y luego se dirige a la Kalfa -quiero que preparen a esa chica, esta noche irá con mi león-
-como quiera sultana- dice Amina Kalfa
Iris (quien volvió a dormir en el Harén desde que el príncipe Murad murió) se enojó mucho, pero logró ocultar bien su enojo. Entonces planeo poner algo en su comida y bebida para que no quedara embarazada, pero no sabía que la muchacha se había dado cuenta y al momento de la comida, intercambió la suya con la de otra chica (la cual no tenía nada fuera de lo común)
-mi querida madre- dice Mohamed besando la mano de su madre y la lleva a su frente -¿A que has venido?-
-como bien sabes, ya han pasado 4 años desde la muerte de tu hijo- dice Fatma
-lo sé madre, una de mis mayores penas-
-muy cierto hijo mío, así que pensé en que ya es tiempo de que vuelvas a estár con las mujeres de tu harén. Hoy fui allí y escogí personalmente a una muchacha para que estés con ella esta noche. Alá mediante quedará en cinta y dará a luz a un nuevo príncipe-
-que así sea madre-
-¿Estás diciéndome que aceptas dormir con la muchacha que mencioné?-
-por supuesto, además, pensaba tener un nuevo hijo antes de partir al campo de batalla a conquistar las ciudades sagradas del Islam y el Sultanato Mameluco de Egipto-
-me alegra tanto hijo-
Luego de la comida, Amina Kalfa llamó a la chica para prepararla para su noche con el Sultán. La muchacha estaba con los nervios de punta mientras la arreglaban.
Mientras caminaba por el camino dorado, le preguntó a la Kalfa que debía hacer una vez estuviera en los aposentos del Sultán.
-muy sencillo muchacha- comenzó a decir Amina -cuando estés dentro de los aposentos de su majestad, lo verás acostado boca arriba en su cama y con la manta hasta su cintura. Lo que harás después de eso será meterte entre las sábanas y trepar por su cuerpo hasta tenerlo cara a cara-
-¿Y luego?-
-¿Qué clase de pregunta es esa? Lo que sigue es muy obvio, ambos tendrán intimidad-
Cuando Amina terminó de hablar, ya estaban en la entrada de los aposentos de Mohamed, así que se despidió de la chica para después irse. Luego, la muchacha encontró a los aposentos e hizo todo tal y como se lo habían dicho, pasando así la noche con el Sultán.
Pasaron unos dos meses desde que Mohamed había estado con la concubina y esperaba a que le dieran la noticia de que ella estaba embarazada y ese día por fin había llegado.
-estoy tan feliz- dijo Mohamed cuando la muchacha le dio la noticia de su embarazo -después de haber perdido a un hijo, Alá va a bendecirme con otro-
-su majestad ¿Puedo decirle algo?- pregunta la chica
-claro, dime-
-si nuestro hijo es un varón, quiero que se llame Ibrahim y si es una niña, que tenga el nombre de la sultana madre-
-así va a ser entonces-
La noticia del embarazo de la concubina se extendió por todo el palacio, no se hablaba de otra cosa. La gran mayoría de las muchachas del Harén se alegraban por la chica, pero la que no estaba tan contenta era Iris, pues se dio cuenta de que no había funcionado lo que fuera lo que le había echado a su comida para dejarla estéril.
-Iris Hatun, veo que no se alegró con la noticia de mi embarazo- le dijo la chica a Iris
-claro que no- dijo Iris molesta -yo debi ser la que estuviera embarazada, no tú. Yo fui la madre del primogénito y heredero del Sultán-
-exacto, fuiste, fuiste la madre del difunto príncipe Murad, pero ahora yo seré la madre del futuro Sultán del Imperio Otomano-
-claro que no, tu bastardo nunca llegará al trono-
-¿Cómo te atreves a llamar a mi hijo así?- le da a Iris una cachetada tan fuerte que la tira al piso
-maldita- se levanta del piso y agarra a la chica de los cabellos, pero justo en ese instante un Ağa anuncia a una sultana y a sus hijos.
-¡Atención! ¡La sultana Handan y los Sultanzades Osmán y Korkut!- dice el Ağa y todas las concubinas se forman para hacerle una reverencia a la hermana del Sultán
-¿Qué ha pasado?- pregunta Handan
-nada sultana, solo un pequeño mal entendido que la señorita Iris y yo tuvimos- responde la chica que estaba embarazada del Sultán
-está bien- dijo Handan no muy convencida y luego se dirige a Amina Kalfa -Amina Kalfa ¿Mi madre está en sus aposentos?-
-sí mi sultana- responde Amina
-perfecto. Por cierto ¿Qué fue lo que realmente pasó?-
-la señorita Iris se puso a pelear con la muchacha que estaba a su lado, esta última es la que está embarazada del Sultán-
-bien-
-mami ¿Por qué las muchachas estaban peleando?- le pregunta Osmán a su madre
-no lo sé Osmán, pero no le debes prestar atención a esas cosas de gente mayor-
-¡Abuela! ¡Abuela!- dijeron Osmán y Korkut corriendo hacia la sultana Fatma
-Osmán, Korkut, mis queridos nietos- dijo Fatma abrazando a los pequeños y luego ve a su hija -Handan- extiende su mano
-madre- dice Handan y le besa la mano
-me enteré que una de las concubinas de mi hermano está embarazada-
-así es hija-
-¿Vamos a tener un nuevo primo?- pregunta el pequeño Osmán
-¿Primo?- pregunta Korkut
-así es pequeños, su tío el Sultán Mohamed Umar va a tener un hijo-
-¿Y vamos a jugar con él cuando nazca?- volvió a preguntar Osmán
-podrán jugar con él cuando sea mas grande-
-siiiiii-
La sultana madre les hizo una ceña a dos de sus criadas para que se llevaran a los Sultanzades, pues queria hablar con su hija a solas.
-Handan- le dice Fatma a su hija una vez se llevaron a los niños -ven siéntate que quiero preguntarte algo- le señala un cojín que habia a su lado
-¿De que quieres hablar madre?- dice Handan sentadose en el cojín
-¿Cómo ha estado la salud de Korkut?-
-está bien, es un niño muy saludable a pesar de su condición-
-me alegra oir eso-
-lo único que me preocupa es que muchas veces no le gusta salir de nuestro palacio, de hecho, en un principio no quería venir, solo lo logré convencer diciéndole que te veríamos a tí y a mi hermano-
-parece ser conciente de su condición a pesar de tener solo dos años-
-lo mismo pensamos Burak y yo, es como si le diera vergüenza-
-sí-
-madre, quiero comentarte de algo que noté hoy en el Harén-
-¿Y ahora que pasó esta vez?-
-que dos muchachas estaban peleando, una era esa tal Iris y la otra era la que llevaba en su vientre al hijo de mi hermano-
-¿No pasó a mayores?-
-por fortuna no madre, al parecer llegué antes de que se pusiera peor-
-gracias a Alá-
-me parece que Iris está resentida de que otra mujer le de un hijo a su majestad-
-pero esa muchacha debe de entender que el Sultán debe de tener más hijos y con mayor razón ahora que no está el pequeño príncipe Murad-
-que Alá lo tenga en su gloria-
-amén-
-también sospecho de que Iris tenía algo que ver en que ninguna mujer del Harén quedara embarazada en los últimos 4 años hasta hoy-
-¿Sabes que? También pensaba eso, pero al menos esa muchacha que le dará un hijo a tu hermano descubrió su plan y logró evitarlo-
-al menos-
Los meses pasaron y cada vez se hacía mas cercano el día en el que nacería el nuevo hijo de Mohamed.
También se estaba preparando todo para la campaña militar del Sultán para conquistar las ciudades sagradas y el Sultanato Mameluco de Egipto, pero Mohamed no quería irse hasta que su hijo naciera.
A la muchacha que llevaba al hijo de su majestad fue trasladada a unos aposentos privados (los mismos en los que Iris estaba cuando el Şehzade Murad aún vivía) y la Valide Sultan ordenó que los mismos estuvieran vigilados la gran mayoría del tiempo.
Alí Shakir Paşha estaba supervisando los preparativos para que el Sultán se fuera de campaña.
-paşha, ya todo está listo para ir a la guerra- le dijo un hombre al gran visir
-perfecto- dice Alí Shakir y va hacia los aposentos de su sobrino el Sultán.
-adelante- ordena Mohamed cuando escucha que tocan la puerta
-su majestad- dice Alí Shakir Paşha entrando -ya acabamos con los preparativos para ir a la guerra. Podremos salir mañana en la mañana-
-me alegra eso, pero prefiero esperar un tiempo más para ir-
-¿Por qué?-
-como bien sabes, una de mis concubinas está embarazada y quisiera esperar hasta que mi hijo nazca para poder partir-
-entiendo, pero ¿Qué haremos durante todo ese tiempo?-
-que se refuerce a un más las tropas para conseguir una victoria mas contundente y rápida-
-como ordene majestad- se retira
Pasaron otros dos meses, los últimos que hacían falta para que el nuevo príncipe llegara al mundo y justo la muchacha que iba a ser su madre estaba en trabajo de parto.
Todas las personas del palacio estaban a la expectativa de que sería, la gran mayoría deseaban que fuera un varón, pero había alguien que quería que fuese una niña o que naciera muerto, y ese alguien era obviamente Iris.
-felicidades Hatun, es un niño- dijo la partera entregándole al pequeño a la muchacha
-gracias a Alá- dijo la chica
-iré a decirle a su majestad- sale del cuarto -majestad-
-¿Cómo está?- pregunta Mohamed
-está bien su majestad, es un varón saludable-
-gracias- entra a la habitación
-su majestad- dice la muchacha mientras le enseñaba al niño
-mi hijo- dijo mientras lo tomaba en sus brazos -¿Dónde está mi madre? Quiero que esté presente cuando nombre a mi príncipe-
-debe de estar por llegar majestad- dice la partera
-eso espero-
-hijo- dice Fatma entrando a la habitación -vine tan pronto como me avisaron del nacimiento de mi nuevo nieto-
-me alegra que hayas venido madre, estaba por comenzar con el nombramiento de mi hijo-
-adelante entonces-
-bien- se inclina un poco hacia su hijo para susurrarle -Alá es el más grande y misericordioso, Alá es el más grande y misericordioso, Alá es el más grande y misericordioso. Tu nombre es Ibrahim, tu nombre es Ibrahim, tu nombre es Ibrahim- le besa la frente y se lo devuelve a su madre para luego extender su manos -Alá bendice a este niño, que sea bueno con sus padres y hazlo un fiel creyente del Islam-
-amén- dijeron todos
Una semana después del nacimiento del Şehzade Ibrahim, el Sultán Mohamed Umar se fue de campaña para conquistar las ciudades sagradas del Islam y el Sultanato Mameluco de Egipto. Antes de salir del palacio, fue despedido por sus seres queridos.
-hijo mío, mi león- dice Fatma -que Alá te bendiga y te proteja para que regreses sano y salvo y con la victoria-
-que así sea madre- dice Mohamed mientras le besa la mano a su progenitora, luego se dirige a su hermana Handan -Handan- extiende su mano para que la bese y ella lo hace
-Alá mediante conseguirá una gran victoria para el Imperio-
-Amén Handan-
De ahí siguieron sus sobrinos Osmán y Korkut, su otra hermana Selma y la muchacha madre del príncipe Ibrahim. Iris no estuvo en la despedida del Sultán, ya que, según el protocolo, solo podrían hacerlo sus parientes mujeres y aquellas quienes tuvieran un hijo de él.
Ya habia pasado unos cuantos meses desde que Mohamed se fue a la guerra y le había ido muy bien, consiguió conquistar La Meca y Medina en poco tiempo y anexionar el territorio al Imperio Otomano. Su próximo objetivo sería el Sultanato Mameluco de Egipto.
-paşhas, beys- comenzó a decir Mohamed -hemos conquistado exitosamente los Santos Lugares. Vamos entonces a proceder a la conquista de Egipto ¿Alguno tiene una idea de una estrategia para esta?-
-en mi opinión, deberíamos seguir con la misma que usamos en La Meca y Medina- sugiere Lüfti Bey, un joven que era hijo del gran visir Alí Shakir Paşha y por lo tanto, primo del Sultán.
-aunque es una buena idea- dice Alí Shakir Paşha -hay que modificarla un poco, los mamelucos son guerreros formidables y mostrarán resistencia-
-soy consciente de la fuerza de los mamelucos Paşha- dice Mohamed -y estoy de acuerdo contigo, aunque la estrategia que usamos para conquistar Medina y La Meca fue efectiva, nada nos va a garantizar que también funcione en Egipto, así que hay que cambiarla un poco-
Tal y como lo supusieron, los mamelucos egipcios se resistieron a ser conquistados, pero al final fueron sometidos y Mohamed logró su objetivo de anexar Egipto al Imperio Otomano y volverse Califa del Islam al hacer que Al-Mutawákkil III le sediece el título.
El Sultán estaba por regresar con sus hombres a Estambul cuando le llegó la noticia de que el Şhah Alí Ahmad del Imperio Safávida también quería el título de Califa y que le había declarado la guerra, así que Mohamed no tuvo más opción que retrasar su regreso para enfrentarse al monarca chiíta.
En el palacio de Topkapi había gente corriendo de un lado al otro tratando de organizar todo para la bienvenida del Sultán, pues este estaba en camino hacia la capital después de haber derrotado al Şhah Alí Ahmad.
En el camino de la entrada de Estambul hacia el palacio Topkapi, la gente de la ciudad comenzó a decir <<¡Larga vida al Sultán Mohamed Umar "El Grande"!>> y a Mohamed le agradó el epíteto que la gente le había puesto.
De vuelta en el palacio, ya todo estaba listo para la bienvenida del Sultán. La muchacha madre del príncipe Ibrahim estaba corriendo hacia donde ella iba a estar para recibir a Mohamed, pero en las prisas, de tropezó y cayó al suelo. Hay que decir que estaba cargando al pequeño Şehzade y cuando ella cayó, lo hizo sobre su bebé.
-¡Nooooo! ¡Ibrahim!- dijo la muchacha y corrió rápido a la enfermería -doctora, por favor-
-¿Qué pasa Hatun?- pregunta la doctora
-mi hijo se golpeó por accidente-
-¡Atención! ¡Su majestad el Sultán Mohamed Umar "El Grande"!- dijo un guardia anunciando al Sultán
-mi querido león- dice Fatma dándole un abrazo a su hijo
-madre querida- dice Mohamed besandole la mano a su progenitora, se dirigió a su hermana Handan y justo en ese momento alguien entró derrepente
-su majestad, acaba de ocurrir una desgracia- dijo una chica que venía de la enfermería
-¿Qué pasó?-
-volvimos a perder a un Şehzade-
Mohamed entendió de inmediato, su hijo Ibrahim había muerto, ahora había perdido a dos pequeños.
La noticia la muerte del Şehzade se extendió rápidamente por el palacio y todos allí se lametaron por la nueva tragedia que opacó la celebración del triunfo del Sultán en la guerra.
Yahya Ağa, al enterarse, también se lamentó y fue a contárselo a sus sobrinos. Y hablando de ellos, ambos seguían con su vida normal y austera en su pequeña finca y sin cambiar en nada, bueno, Hadassa sí cambió un poco, pues ella ya tenía 15 años y era toda una señorita con una extraordinaria belleza que encantaría a cualquier hombre.
-sobrinos- dijo Yahya entrando a la cabaña cuando Bayaceto le abrió la puerta
-tío Yahya ¿Qué haces aquí?- pregunta la joven Hadassa
-sí ¿Pasó algo en Topkapi?- preguntó Bayaceto
-sí, pasó algo y muy malo- responde Yahya
-¿Qué?-
-el hijo del Sultán murió-
-¿Hablas enserio?- pregunta Hadassa
-me temo que sí Hadassa-
-Mohamed debe estar devastado por su muerte en este momento, ya había perdido al pequeño Murad y ahora al pequeño Ibrahim-
-¿Y de qué murió?- pregunta Bayaceto
-por lo que alcancé a escuchar, la madre del niño lo había dejado caer y el golpe mató al príncipe- responde Yahya
-es una pena ¿Y qué hicieron con la muchacha?-
-me imagino que si no es ejecutada, la expulsarán del palacio-
Hadassa se apartó hacia un rincón y sintió una pequeña opresión en el pecho, como si pudiera sentir el dolor de Mohamed y ya había tenido esa sensación 4 años atrás cuándo murió el Şehzade Murad.
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