CAPÍTULO III
Era de mañana, en un día como cualquier otro, salvo por el hecho de que estaba nublado y muchos presentian que eso era de mal augurio, que era una señal de que algo malo estaba por pasar.
-mamá, está nublado- dice Hadassa en la ventana y señalando al cielo
-es cierto, ojalá tu padre y tu hermano vuelvan antes de que comienze a llover- dice Mihrimah viendo el cielo
Selim y Bayaceto estaban en el mercado consiguiendo unas cosas y luego fueron al bosque a cazar algo cuando notaron que el cielo comenzaba a nublarse.
-parece que lloverá- comenta Bayaceto mientras agarraba cuatro liebres que acababan de cazar
-sí, es mejor que volvamos a casa- dice Selim y se dirige a su hogar junto con su hijo
Mientras tanto en el palacio de Topkapi, el Şehzade Mohamed Umar se encontraba viendo el cielo nublado en el balcon que tenia su habitación y al igual que muchos en Estambul, pensaba que algo malo iba a pasar ese día.
-¿Va a ser cierto o solo es mi imaginación?- se dice el joven principe mientras entraba nuevamente a sus aposentos y escucha que alguien abre la puerta -adelante-
-su alteza- dijo uno de los ağas que cuidaban la entrada asiendo una reverencia -ya le han traido el desayuno-
-que pasen-
Entonces mas ağas entraron a los aposentos del principe con varios platos con comida y los pusieron en una mesa que habia para después irse. Mientras comia, Mohamed no dejaba de pensar en esa sensación extraña que habia sentido hacia un rato y que aún sentia.
De regreso en la cabaña de Selim, este y su hijo Bayaceto ya habian regresado.
-¡Papá!- dice la pequeña Hadassa abrazando a su padre por las piernas
-mi pequeña flor- dice Selim cargando a su hija
-¿No se mojaron?-
-no, vinimos justo antes de que comenzara a llover-
-que bien papá-
Entonces Mihrimah tomó las cosas que su hijo y su esposo habian traido y comienza a cocinar.
El gran visir Alí Shakir Paşa se encontraba caminando por el mercado de Estambul viendo todo a su alrededor, vigilando de que no hubiera espias en la capital como los persas que estuvieron allí.
-paşa- dijo un hombre que llamaba al gran visir
-¿Se refiere a mi Efendi?- pregunta Alí Shakir acercandose al hombre
-claro que sí paşa, necesito hablar urgente con usted-
-¿De que?-
-mejor hablemos en un lugar mas privado, lo invito a mi casa paşa-
Alí Shakir y el hombre se dirigieron a una casa que quedaba cerca del mercado. Ya adentro, el hombre le ofreció al paşa una taza de té y este le aceptó.
-¿Y bien? ¿De que me queria habal efendi?- dice Alí Shakir mientras toma un sorbo de té
-es que quiero denunciar a una pareja y a sus hijos- dice el hombre
-¿Por qué? ¿Qué hicieron para que los quieras denunciar?-
-el hombre es un Ifrit y su esposa lo sabe, pero no lo ha delatado desde que lo conoce-
-¿Y los hijos de ellos?-
-sabe que la ley que existe manda que todo Ifrit que viva en el imperio debe ser ejecutado, así como sus hijos y sus secuases y por como lo veo, esa familia infrinje la ley del Sultán Kasim-
-ya veo-
-así que debe de decirselo a su majestad para que tome cartas en el asunto-
-eso haré, como gran visir del Imperio Otomano, mi deber es hacer cumplir las leyes-
-así es paşa-
-pero necesitaré saber en donde es que viven-
El hombre le dijo al paşa la ubicasión de la cabaña de Selim, así como los nombres de todos antes de que se fuera. El efendi que le dió la información a Alí Shakir era de los pocos que sabian lo que era Selim y no le caia bien, por eso lo delató a él y a su familia.
Lo que no sabia era que, otro efendi, amigo de Selim, lo habia visto reunirse con el gran visir y supuso que era para delatar al Ifrit, así que corrió lo mas que pudo hacia su cabaña para avisarle que él y su familia corrian peligro.
-¿Estás seguro de que lo que te dijo el Efendi es verdad?- le preguntó el Sultán Daud a su hermano
-por supuesto su majestad- respondió Alí Shakir Paşa -me pareció un hombre honesto-
-entonces vé allí junto con Yahya Ağa y otros Jenizaros a capturar a esa familia-
-claro su majestad- se queda callado un momento y luego vuelve a hablar -su majestad-
-¿Sí?-
-pienso que su alteza el principe Mohamed Umar también deberia ir, seria el primer arresto que va a presenciar-
-me parece buena idea, le servirá de experiencia para cuando sea Sultán. Así que ve a avisarle-
-como ordene su majestad- hace una reverencia y se retira sin darle la espalda al sultán
El principe Mohamed Umar se encontraba en sus aposentos leyendo un libro cuando tocan su puerta.
-adelante- dice el Şehzade la corona y un ağa entra
-su alteza- dice el ağa haciendo una reverencia -el gran visir Alí Shakir Paşa necesita hablar con usted-
-¿Para que me necesita?- dice apartando la vista del libro que tenia en sus manos
-no lo sé su alteza, solo dijo que debia hablar con usted-
-que pase-
El ağa vuelve a la entrada y deja pasar al paşha para cerrar la puerta después.
-¿Qué pasa tío?- pregunta el principe
-quiero que me acompañes a un arresto que haré con el jefe de los Jenizaros- dice Alí Shakir -esto te servirá como experiencia para el momento en el que seas el sultán de este imperio-
-está bien iré. Además, no me vendria mal salir de este palacio-
Mientras el gran visir, el principe y el jefe de jenizaros iba a la cabaña de Selim, el amigo de este llegó allí antes que ellos.
-¡Selim! ¡Selim!- decia el hombre desesperado tocando la puerta
-¿Şahin Efendi? ¿Qué pasa?- dice el Ifrit dejando pasar a su amigo
-¿Dónde está tu hijo Bayaceto?-
-Está en el bosque recojiendo leña para el fuego-
-bueno, es mejor que no esté-
-¿Por qué?-
-vi que el gran visir se reunia con Osmán Efendi en su casa-
-¿Y?-
-él de seguro te delató con el paşa y van a venir a capturarlos-
-¿Qué?- dicen Mihrimah y Hadassa al mismo tiempo
-sí será mejor que se largen ya antes de que llegue-
-está bien, gracias por avisarnos Şahin- vuelve a decir Selim
-no fue nada- salió de la cabaña lo mas pronto posible
-¿Qué vamos a hacer Selim?- pregunta Mihrimah
-no lo sé Mihrimah, no lo sé- dice Selim con las manos en su cabeza y caminando de un lado a otro
-¿Nos van a separar?- pregunta Hadassa
-no claro que no- se inclina a su altura -nadie nos va a separar-
-¿Lo prometes papá?-
-te lo prometo- escucha que están tocando fuerte la puerta -no. Mihrimah, esconde a Hadassa en la bodega-
-sí Selim- dice Mihrimah cogiendo a su hija de la mano
-papá, mamá ¿Qué pasa?- dice la pequeña Hadassa mientras bajaba por las escaleras de la bodega
-solo, quedate ahí abajo sin hacer ruido hasta que te digamos ¿Si?-
-está bien-
-perfecto- cierra la puerta y pone un tapete sobre ella
-¿Listo?- pregunta Selim
-sí-
Entonces ambos se dirijen a la entrada y abren la puerta. Casi de inmediato, dos Jenizaros los agarran de los hombros con fuerza para luego ponerse detrás de ellos y amarrarles las manos.
-¿Ustedes son Selim y Mihrimah?- pregunta Alí Shakir Paşa
-sí paşa- responde Selim
-ambos están siendo arrestados por infringir la ley del Sultán Kasim "El Severo"-
De pronto, Mihrimah fijó su vista en Yahya Ağa y lo reconoció al instante: era Josías, su hermano mellizo, a quien no veia desde los 15 años cuando fue reclutado para formar parte de cuerpo Jenizaro y el ağa también la reconoció y no podia creer que estaba arrestando a su propia hermana.
-¿Tienen hijos?- volvió a preguntar Alí Shakir y al ver que no contestaban, alzó más la voz -lo volveré a preguntar ¿Tienen hijos?-
-teniamos hijos paşa- dijo Mihrimah -pero ellos partieron hace ya mucho tiempo al reino de Alá-
-bien- se dirige a su sobrino -Mohamed, ve a revisar la casa-
-sí- dice el principe entrando a la casa
Mohamed la recorrió toda y justo cuando iba a salir, sintió que lo observaban, así que se giró y vió a alguien que lo miraba y que rápidamente desapareció. Entonces el Şehzade fué a esa parte y notó que habia un tapete corrido y que debajo de este habia una puerta, así que la abrió y bajo por las escaleras. Miró todo el lugar hasta que notó algo que se movia.
-¿Quién anda allí?- preguntó Mohamed
-por favor, no me hagas daño- dice Hadassa detras de unas cajas
-sal, no te haré daño-
-¿Lo prometes?-
-sí-
Entonces la pequeña niña salió de su escondite y el principe se sorprendió de que la chiquilla que tenia al frente fuese la que habia visto en sus sueños y Hadassa también se sorprendió al verlo por ser el muchacho que soñó.
-¿Te llamas Mohamed?- pregunta Hadassa aún algo asustada
-sí ¿Y tu nombre es Hadassa?- pregunta el Şehzade
-sí-
-¿Mohamed?- dice Alí Shakir desde afuera
-no dejes que me lleven por favor-
-tranquila- dice Mohamed -ellos no van a hacerte nada- se voltea para subir las escaleras, cerrar la puerta de la bodega y acomodar el tapete -ya revisé toda la casa y no hay nadie- dice una vez afuera
-¿Estás seguro Mohamed?- pregunta Alí Shakir
-por supuesto- voltea a ver a Selim y a Mihrimah y nota que estos le estaban diciendo un "gracias" silencioso y él les responde un "de nada" de la misma manera
-entonces ya no tenemos nada que hacer aquí, vamonos-
Entonces todos se van de allí con dirección hacia la ciudad. Desde detrás de un árbol, Bayaceto estaba viendo toda esa escena y cuando vió que estaban lo suficientemente lejos, se dirigió rápidamente a su casa a buscar a su hermana.
-¡Hadassa! ¡Hadassa! ¿Dónde estás?- dice Bayaceto desesperado y con el temor de que se la hubieran llevado también
-Bayaceto- dice Hadassa saliendo de su escondite y corriendo a abrazar a su hermano
-Hadassa, mi querida hermana- dice al borde de las lágrimas
-Bayaceto, se llevaron a mamá y a papá-
-lo sé, lo vi todo-
Ya habian pasado algunas horas desde que Selim y Mihrimah habian sido arrestados. Ellos estaban en los calabozos, ella estaba en una celda normal y Selim en una especial para Ifrits que restringia sus poderes, una frente a la otra.
-¿Enserio no puedes usar tus poderes para salir?- le preguntó Mihrimah a su esposo
-enserio Mihrimah- le responde Selim -esta celda está llena de simbolos a los que los Ifrits somos debiles. Mira- se corre para atrás y de sus manos empienzan a salir unas chipas, pero muy pequeñas -sabes que normalmente las chispas son mas grandes hasta el punto de crear fuego-
-sí-
De pronto, alguien entra por la puerta del calabozo y era nada mas y nada menos que Yahya Ağa, el jefe de los Jenizaros.
-Josías- dice Mihrimah llamando a su hermano -por favor, sacanos de aquí-
-lo lamento, pero no puedo hacerlo María- dice Yahya Ağa -y ahora mi nombre es Yahya-
-y el mio Mihrimah-
-¿Qué haces aquí?- preguntó Selim
-vine a decirles la desición que su majestad tomó con respecto a ustedes- dice Yahya
-no Yahya, no me digas que...- dice Mihrimah
-exacto, el a decretado que ambos sean ejecutados. En menos de dos horas van a ser decapitados-
-¡Nooooo!- comienza a lloran
-Mihrimah- se acerca a ella -vele el lado positivo, podrán ver a sus hijos denuevo-
-mentí-
-¿De qué hablas?-
-mentí con respecto a mis hijos, ellos están vivos, uno tiene 25 años y la otra apenas tiene 5. Pero prometeme algo-
-¿Qué?-
-no permitas que algo malo les pase, no vayas a decir que son hijos de un Ifrit-
-pero estaria infrinjiendo la ley al no delatarlos-
-por favor Yahya, prometelo, ellos serán lo unico de Selim y mio que quedaran cuando muramos-
-está bien, tienes mi palabra-
-Yahya Ağa ¿Ya les contó la decisión de su majestad?- dice un guardia entrando
-así es y ya no tengo nada que hacer aquí- le dá una ultima mirada a su hermana y se va junto con el guardia
-¿Estás segura que cumplirá su promesa de no tocar a nuestros hijos?- pregunta Selim -el es un Jenizaro que le es leal al sultán-
-yo conozco a mi hermano- responde Mihrimah -sé que es capas de cumplir una promesa-
Ya era de tarde y Mihrimah y Selim se encontraban el en patio de coronación en posición para que les cortaran la cabeza. El Sultán Daud hizo una seña indicandoles a los verdugos que bajaran sus espadas a los cuellos de los condenados y así lo hicieron, las cabezas de la pareja rodaron por el piso y su sangre se derramó.
-¿Han visto?- dice el Sultán Daud dirgiendose a todos los que estaban presentes (algunos del cuerpo de Jenizaros y algunas personas del pueblo) -este será el castigo para todos aquellos que incumplan la ley de mi padre. Espero que hayan aprendido algo de esto y que hagan los que tengan que hacer para evitar el mismo destino que ellos-
Después de unos minutos, las personas comenzaron a irse a sus hogares, y entre la multitud estaban Bayaceto y Hadassa, esta ultima habia convencido a su hermano para que la llevara a ver a sus padres una vez mas antes de que los matasen, pero cuando presenció su ejecución, se arrepintió de eso y la imagen de sus progenitores decapitados se le quedaria grabada en su memoria para siempre.
La pequeña niña habia llorado todo el camino a su casa en los brazos de su hermano hasta que se quedó dormida cuando llegaron. Bayaceto recostó a Hadassa en su cama y la arropó para luego sentarse. Estaba triste por la muerte de sus padres, pero mas por su hermana porque ella iba pasar el resto de su infancia sin su presencia. Recordó que pronto le iban a enseñar a hablar y escribir hebreo y que se prepararian para ir a la ciudad sagrada de La Meca, entonces se propuso a hacer todo eso.
-te prometo querida hermana- comenzó a decir Bayaceto viendo a la pequeña dormir -que te voy a cuidar y a educar como se debe. Utilizaré todas mis fuerzas y mi atención para hacerlo, esa será mi unica prioridad-
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