capitulo 30 (corregido)
Gaby
Después de la pelea de la escuela Izar literal me saco de la escuela a la fuerza no habíamos hablado y hacía dos horas no lo veía , voy a mi habitación y veo una nota sobre la cama
Encuéntrame en la primera planta izar
Esto sí que era extraño izar nunca me dejaba subir a la primera planta decía que no estaba lista para lo que vería antes de subir decido darme una ducha rápida al salir me decido por un conjunto de encaje negro muy sexi que sabía que a izar le encantaría me pongo un vestido blanco veraniego y unas sandalias a juego suelto mi cabello y me aplico un poco de maquillaje sabía que me estaba arreglando demasiado pero no me importaba quería verme hermosa subo rápidamente a la primera planta encontrándome con un camino llenos de flores que llegaba al final del pasillo lo seguí y quede frente una puerta la abrí lentamente encontrándome con izar parado frente al espejo que al ver mi reflejo sonríe
- estas hermosa
- gracias, pero a ¿qué se debe todo esto?
- veras, sé que no soy un chico romántico pero despues de lo de hoy creo que te lo mereces
- no tienes q hacerlo solo fue una pelea nada más
- déjame terminar, no me importa el pasado, me importa el presente y eso es lo que estamos viviendo, solo mi importas tú y para demostrarte que no miento me voy a encargar de borrar cada mal momento que pásate cada rastro de otro hombre que allá en tu piel porque eres mía Gaby y solo yo puedo tocarte, solo yo puedo ser el que te cause los gemidos el que te haga gritar de placer
No me dio tiempo a responder porque hades me cargo como una princesa y me llevo a la cama me acostó sobre ella y comenzó a besarme sus besos eran tiernos delicados y húmedos mi piel se erizaba con cada toque de sus labios sobre ella este hombre me volvería loca lentamente me quito el vestido dejándome en ropa interior su mirada hambrienta pasa por todo mi cuerpo como si quisiera devorame
- oh nena hoy voy a hacer que te olvides de todo
En una rápida maniobra me quita el sujetador y acaricia mis pechos con sus manos para luego comenzar a besarlo muerde suavemente mi pezón para luego pasar su lengua sobre este que rápidamente se eriza y se pone duro le da la misma atención a mi otro pezón para luego ir dando besos por todo mi abdomen era una delicia sus besos se detuvieron frente a mi sexo, pero no lo toco y eso me ponía de los nervios de pronto se levantó de la cama para ir a al mueble del espejo y sacar de
Una gaveta y saca un pequeño frasco y se acerca a mí se sube sobre la cama y se acerca a mi boca abre el frasco, pero al ver mi cara añade
- tranquila no te hare daño - dice y luego deja caer unas gotas sobre mis labios
Para luego besarme un delicioso sabor a chocolate hace que me vuelva loca su lengua se abre paso dentro de mi boca y siento que voy a morir me devora me come entera me muerde el labio y yo lo disfruto, sus manos corren por mi cuerpo, mientras me susurra palabras de amor y yo lo gozo como nunca
Quiero que me arranque lo que me queda de ropa que me haga suya su mano llega a mi sexo y me toca
- estas húmeda muñeca
- es que no lo puedo evitar me pones cardiaca
Veo que se desabrocha el vaquero con la mano libre y sonrió al ver su ya dispuesto y duro pene, sin hablar me da la vuelta, me hace inclinarme y poner las manos sobre la cama me baja las bragas hasta las rodillas se introduce en mi ¡oh sí!
Con suaves y pausados movimientos, me hace suya. Mueve las caderas y me aprieta contra él y yo entregada jadeo por su delicadeza
- ¿te gusta, cariño?
Con la boca seca y casi pegada a la sabana respondo prácticamente escondida bajo la falda de tul
_- No pares, por favor ... no pares.
Me da un azotito y yo sonrió. Le encanta tenerme asi
Su pene esta tremendamente duro y lo siento hasta el fondo y grito de placer
Sin prisa, pero sin pausa, continua su particular baile en mi interior, mientras noto que acelera el ritmo y con ello aumenta mi placer. Las piernas se me doblan, pero él me sujeta. Me mantiene firme al tiempo que una y otra vez me da lo que le pido y toma lo que anhela. Y cuando me siento a punto de un increíble orgasmo, hades sale de mí rápidamente y se aparta.
Su erecto pene rápidamente hace acto de presencia y, sin decir nada, con una mueca de placer contenido, lo introduce en mi boca. Me agarra la cabeza con las manos y me la mueve en busca de su propio placer.
Enloquecida de deseo, paso los labios por su enorme erección mientras percibo sus envites y siento que con sus arremetidas me va a llegar hasta la campanilla. Estoy maniatada y no puedo tocarlo, pero lo siento temblar. Intento mirarlo. Alzo los ojos y veo que tiene la cabeza echada hacia atrás y la boca abierta por el placer, cuando un golpe de cadera seco me hace tener una arcada. Se para. Se aparta y me mira. Cuando ve que se me pasa, se vuelve a introducir en mi boca y prosigue con su castigo. Aunque esta vez, al mirarlo, veo que me observa y controla la profundidad de las arremetidas. Sometida a él, le hago una felación mientras sus dedos se enredan en mi pelo y lo oigo decir con voz ronca: -Sí... así... toda... Nena. Eso es... Su voz seca me agita, me apasiona. Lo que hacemos es salvaje. Rápido. Fuerte. Pasional. Me vuelvo loca y aprieto los labios sobre su pene esperando darle el máximo placer. Muevo la cabeza hacia atrás. Saco el pene entero de mi boca y lo vuelvo a introducir hasta el fondo. Hades jadea mientras el disfrute le hace cerrar los ojos. Noto que le tiemblan las piernas. Siento sus palpitaciones en los labios, en la lengua, e intuyo que su orgasmo es inminente. La respiración se le acelera, al tiempo que incrementa la velocidad de sus arremetidas, hasta que lo oigo soltar un bronco gruñido y entonces sale de mí, pues sabe que no me gusta el sabor del semen, y noto cómo su semilla baja por mi cuello. Lo miro con la respiración agitada y excitada por lo ocurrido. Dylan me mira también, se agacha y me besa con fuerza. Su lengua entra en mi boca y la recorre hasta que, sin decir nada, se incorpora y se va hacia el baño, dejándome sola y maniatada. Oigo la ducha e imagino lo que hace sin que yo me pueda mover de la silla.
Yo también tengo calor. Estoy sudada, manchada y me quiero duchar. Callada, espero su regreso. Él entra en la habitación con una toalla alrededor de la cintura y otra en la mano y, sin hablarme, me limpia el cuello. Se lo agradezco. Después tira la toalla, se acerca a la bolsa negra que ha traído y la vuelca sobre la cama. Veo varios juguetes sexuales y Hades dice cogiendo uno: -Esto es un plug anal de gelatina suave de nueve centímetros de longitud y dos de diámetro, y en breve estará entero dentro de tu bonito trasero. Oh... oh...
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