capitulo 15 (corregido)
Gaby
El frío de la habitación hiela mi sangre, mis piernas comienzan a temblar, el miedo me asecha. No debí haber vuelto aquí, pero aquí estoy. La puerta detrás de mí se cierra de golpe.
—¿Querías algo, hermanita? —verán, invité a mis dos mejores amigos a pasarse el fin de semana.
—¿Qué tiene que ver eso con nosotros?
—A ver, Izar, lo que quiero decir es que, por favor, nada de casas extrañas, ¿lo entiendes o te lo explico con manzanitas?
—Si estás de mal humor, es tu problema. Es mi casa y si me da la gana, hago una fiesta.
—Uyyy, muy macho tú para lo que te da la gana. Pues te recuerdo que esta también es mi casa a partir de ahora.
—En eso tienes razón, hermanita, pero eso no quiere decir que puedes venir a darnos órdenes.
—No he ordenado nada, Dayron. He pedido un favor, son ustedes los que se creen los reyes del mundo.
—Cállate ya, Gabriela, deja el drama, por favor.
—¡Vete a la mierda, Izar!
Dayron
Gabriela sale de la habitación hecha una furia; la habíamos hecho enfadar.
—¿Ven lo que hicieron ustedes dos?
—Habías tardado mucho en defenderla, Noah.
—No la defiendo, Dayron, pero es cierto que no paramos de atacar. Se suponía que nos haríamos amigos.
—Tienes razón, perdón. Ella me saca lo peor de mi existencia.
—Descuida, ahora, ¿qué?
—Hagamos la mejor fiesta en honor a nuestra hermana y sus amigos.
—Tienes razón, perdón. Ella me saca lo peor de mi existencia.
—Descuida, ahora, ¿qué?
—Hagamos la mejor fiesta en honor a nuestra hermana y sus amigos.
—Siento que esto va a terminar mal —murmura Noah. Lo extraño, yo también lo sentía.
Tú:Gaby
El frío de la habitación hiela mi sangre, mis piernas comienzan a temblar, el miedo me asecha, no debí haber vuelto aquí, pero aquí estoy la puerta, detrás de mí se cierra de golpe
–¿Querías algo hermanita?
– verán, invite a mis dos mejores amigos a pasarse el fin de semana
– ¿Qué tiene que ver eso con nosotros?
– a ver Izar, lo que quiero decir es por favor nada de casas extrañas, lo entiendes o te lo explico con manzanitas
– si estás de mal humor es tu problema, es mi casa y si me da la gana hago una fiesta
– uyyy muy macho tú para lo que te da la gana, pues te recuerdo que está también es mi casa a partir de ahora
– en eso tienes razón hermanita, pero eso no quiere decir que puedes venir a darnos órdenes
– no he ordenado nada Dayron, he pedido un favor son ustedes los que se creen los reyes del mundo
– cállate ya Gabriela, deja el drama por favor
– vete a la mierda Izar
Dayron Gabriela sale de la habitación hecha una furia, la habíamos hecho enfadar
– ¿ven lo que hicieron ustedes dos?
–habías tardado mucho en defenderla Noah
– no la defiendo Dayron, pero es cierto que no paramos de atacar, se suponía que nos haríamos amigos
. – tienes razón, perdón, ella me saca lo peor de mi existencia
– descuida, ahora ¿Qué?
.
– hagamos la mejor fiesta en honor a nuestra hermana y sus amigos
– siento que esto va a terminar mal - murmura Noah, lo extraño, yo también lo sentía
Gabriela Me estaba arrepintiendo de no haberle dicho a mi madre que se quedará, pero eso sería egoísta, de mi parte ella tenía derecho a disfrutar, yo solo quería romper cosas, llegó al gran jardín y me dirijo hacia el gran columpio, necesitaba relajarme y ese lugar me daba paz
– Gabyyyyyyy - un grito me hizo mirar detrás de mí era Noah
– ¿Qué pasa Noah?
– vine a disculparme por mis hermanos - si eso hacia siempre era él quien se disculpaba
– no tienes que hacerlo
– quiero hacerlo, además vine a decirte que tus amigos serán bien recibidos aquí, para arreglar lo de hace rato mis hermanos decidieron hacer una fiesta en tu honor y el de tus amigos
– no es necesario Noah, no soy muy fan de las fiestas, además no creo que mis amigos se sientan cómodos
Mentira, mentira, mis amigos estarían encantados, aman la fiesta más que a nada
– llámalos
–¿Qué?
– llámalos, quiero hablar con ellos yo mismo
– estás loco, además no puedo llamarlos a los dos a la misma vez
– si puedes es más usa mi teléfono, vamos Gaby por favor confía en mí somos amigos Noah me da su teléfono y yo llamo a América, sabía que iban a estar juntos, eso era una ventaja cuando los necesitaba
– habla Luka le advierto que soy policía, así que si eres un pervertido te encontraré
Mentira, siempre utilizaba eso cuando a mí o a Mer nos llamaban números que no conocíamos
– calma fiera, soy yo
– oh, Gaby ¿Por qué no estás llamando de tu móvil? ¿Estás bien?
– si Mer, es el móvil de Noah, él quiere decirles algo
Ambos no respondieron, sabía que estaban procesando todo lo que había dicho, Noah me arrebato el teléfono delicadamente
– hola soy Noah Black, el hermano de Gaby
– hermanastro - corregí
– si sabemos quién eres ¿Qué quieren decirnos
– ¿Luka verdad?
– el mismo
– verán, esta noche habrá una fiesta en honor a ustedes y a Gabriela, pero ella me dijo que ustedes no iban a sentirse cómodos
– Gabriela ¿Cómo te atreves a mentir así?
– perdón América no te enfades, sabes que no me gustan las fiestas
– lo sé bonita, pero a esta tienes que ir por nosotros
– pero nada, ya eres mayor de edad, disfruta de la vida que no es eterna
– está bien
– perfecto, en unas horas estamos ahí, te amamos Gaby un placer Noah - dice Luka y cuelgan
– son amigables - dice mi hermanito mientras guarda su móvil
– no lo niego, pero tengo que advertirte, esos dos de fiesta son peligrosos
– linda todo bajo control, por cierto quiero decirte algo
– ¿Qué?
– lo del otro día fue increíble
– sí, lo repetimos
– cuando quieras ahora debo ir a preparar una fiesta
- Noah hace algo que no espere, me da un beso en la frente
– por cierto tráete un bañador - se va
Espera que dijo bañador, eso es igual a piscina y yo Gabriela montes no sabía nadar lo que traería como resultado el peor de los espectáculos esto terminaría mal tenía que decir que no iré a esa fiesta por nada del mundo
Puedes corregirlo
IA:Claro, aquí tienes el texto corregido:
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Gaby
El frío de la habitación hiela mi sangre, mis piernas comienzan a temblar, el miedo me asecha. No debí haber vuelto aquí, pero aquí estoy. La puerta detrás de mí se cierra de golpe.
—¿Querías algo, hermanita? —verán, invité a mis dos mejores amigos a pasarse el fin de semana.
—¿Qué tiene que ver eso con nosotros?
—A ver, Izar, lo que quiero decir es que, por favor, nada de casas extrañas, ¿lo entiendes o te lo explico con manzanitas?
—Si estás de mal humor, es tu problema. Es mi casa y si me da la gana, hago una fiesta.
—Uyyy, muy macho tú para lo que te da la gana. Pues te recuerdo que esta también es mi casa a partir de ahora.
—En eso tienes razón, hermanita, pero eso no quiere decir que puedes venir a darnos órdenes.
—No he ordenado nada, Dayron. He pedido un favor, son ustedes los que se creen los reyes del mundo.
—Cállate ya, Gabriela, deja el drama, por favor.
—¡Vete a la mierda, Izar!
Dayron. Gabriela sale de la habitación hecha una furia; la habíamos hecho enfadar.
—¿Ven lo que hicieron ustedes dos?
—Habías tardado mucho en defenderla, Noah.
—No la defiendo, Dayron, pero es cierto que no paramos de atacar. Se suponía que nos haríamos amigos.
—Tienes razón, perdón. Ella me saca lo peor de mi existencia.
—Descuida, ahora, ¿qué?
—Hagamos la mejor fiesta en honor a nuestra hermana y sus amigos.
—Siento que esto va a terminar mal —murmura Noah. Lo extraño, yo también lo sentía.
Gabriela
Me estaba arrepintiendo de no haberle dicho a mi madre que se quedara, pero eso sería egoísta de mi parte. Ella tenía derecho a disfrutar; yo solo quería romper cosas. Llegué al gran jardín y me dirigí hacia el gran columpio; necesitaba relajarme y ese lugar me daba paz.
—Gabyyyyyyy —un grito me hizo mirar detrás de mí. Era Noah.
—¿Qué pasa, Noah?
—Vine a disculparme por mis hermanos.
—No tienes que hacerlo.
—Quiero hacerlo. Además, vine a decirte que tus amigos serán bien recibidos aquí. Para arreglar lo de hace rato, mis hermanos decidieron hacer una fiesta en tu honor y el de tus amigos.
—No es necesario, Noah. No soy muy fan de las fiestas, además no creo que mis amigos se sientan cómodos.
Mentira, mentira, mis amigos estarían encantados; aman la fiesta más que a nada.
—Llámalos.
—¿Qué?
—Llámalos, quiero hablar con ellos yo mismo.
—Estás loco, además no puedo llamarlos a los dos a la misma vez.
—Sí puedes. Es más, usa mi teléfono. Vamos, Gaby, por favor, confía en mí, somos amigos.
Noah me da su teléfono y yo llamo a América. Sabía que iban a estar juntos; eso era una ventaja cuando los necesitaba.
—Habla Luka. Le advierto que soy policía, así que si eres un pervertido, te encontraré.
Mentira, siempre utilizaba eso cuando a mí o a Mer nos llamaban números que no conocíamos.
—Calma, fiera, soy yo.
—Oh, Gaby, ¿por qué no estás llamando de tu móvil? ¿Estás bien?
—Sí, Mer, es el móvil de Noah. Él quiere decirles algo.
Ambos no respondieron; sabía que estaban procesando todo lo que había dicho. Noah me arrebata el teléfono delicadamente.
—Hola, soy Noah Black, el hermano de Gaby.
—Hermanastro —corrijo.
—Sí, sabemos quién eres. ¿Qué quieren decirnos?
—¿Luka, verdad?
—El mismo.
—Verán, esta noche habrá una fiesta en honor a ustedes y a Gabriela, pero ella me dijo que ustedes no iban a sentirse cómodos.
—Gabriela, ¿cómo te atreves a mentir así?
—Perdón, América, no te enfades. Sabes que no me gustan las fiestas.
—Lo sé, bonita, pero a esta tienes que ir por nosotros.
—Pero nada, ya eres mayor de edad, disfruta de la vida que no es eterna.
—Está bien.
—Perfecto, en unas horas estamos ahí. Te amamos, Gaby. Un placer, Noah —dice Luka y cuelgan.
—Son amigables —dice mi hermanito mientras guarda su móvil.
—No lo niego, pero tengo que advertirte, esos dos de fiesta son peligrosos.
—Linda, todo bajo control. Por cierto, quiero decirte algo.
—¿Qué?
—Lo del otro día fue increíble.
—Sí, lo repetimos.
—Cuando quieras. Ahora debo ir a preparar una fiesta.
Noah hace algo que no esperaba; me da un beso en la frente.
—Por cierto, tráete un bañador.
Se va.
Espera, ¿qué dijo? Bañador, eso es igual a piscina y yo, Gabriela Montes, no sabía nadar, lo que traería como resultado el peor de los espectáculos. Esto terminaría mal; tenía que decir que no iría a esa fiesta por nada del mundo.
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