
○Un cumpleaños inolvidable. Pt1°•○●
La luz del sol iluminó sus ojitos y se llevó las manos al rostro para restregarlos perezosamente, sonrió porque ese día era su cumpleaños y era el primero de muchos que iba a pasar al lado de su esposo.
A su lado ya no estaba Suga Hyung pero no le importaba el avance que habían tenido en su relación era bastante ya, dormían abrazados y despertaban así.
Se levantó y con su pijama de conejitos, la tierna colita se le veía adorable.
Bajó hasta la cocina en busca de Suga pero no estaba ahí, seguramente estaría en el estudio haciendo su música, adoraba que su esposo hiciera eso, ya había escuchado varias de las melodías que había compuesto solo en el mes que llevaban viviendo ahí.
No se quejaba pero es que jamás pensó que su Luna de Miel iba a durar tanto y aún así todavía no había tenido su noche de bodas, pero tampoco se quejaba de ello porque pasaba tardes entre los brazos de Suga Hyung recibiendo sus caricias y sus besos apasionados que tanto le gustaban y cuando la situación se tornaba más intensa solo se alejaban ambos bastante apenados.
Caminó hasta el estudio y efectivamente ahí estaba Suga Hyung tocando una linda melodía en el piano. Sus ojos cerrados mientras movía su cuerpo al compás de la música eran una cosa tan hermosa que Jimin no podía dejar de suspirar.
Hoseok no le había dicho nunca que sabia tocar así el piano. Amaba descurbir cosas nuevas de él.
Se acercó y se sentó a su lado en el banquillo observado como deslizaba sus manos por aquellas teclas y tocaba con dulzura y ligereza.
Al acabar sonrió de lado porque sabía que Jimin estaba ahí a su lado, su aroma de vainilla le había perfumado las fosas nasales.
—Buenos días Suga Hyung. —Saludó recostando su cabeza en el hombro del contrario.
—Hola bonito Buenos días. —Saludó. No quería levantarse esa mañana porque estaba tan cómodo entre los brazos del castaño pero tenía que acabar esa melodía. Los créditos de sus composiciones eran los que le daban de comer.
Cuando perdió todo por culpa de aquella traidora sus padres le dijeron que podían darle su herencia de una vez para que reiniciara su vida pero él se negó, quería empezar de cero para que todo valiera la pena. Así que poco a poco gracias a sus canciones ganaba bastante bien por los derechos de autor. Podía llevar una vida cómoda si el quería.
—¿Qué haces levantado tan temprano bonito?
—Te extrañaba Hyung.
Yoongi soltó una risita, estaba acostumbrándose a cercanía con Jimin.
—También yo...
Acarició su espalda lenta y dulcemente y luego bajó la mano y la pasó por su trasero y apretó la colita esponjosa de conejo.
Jimin se puso rojito y escondió su cabeza en el cuello de Yoongi quien volvió a sonreír, tanta timidez lo mataba de ternura.
—Estas rojito bonito. —Murmuró levantado su rostro con dos de sus dedos.
Jimin sonreía pero tenia los ojos cerrados por la vergüenza.
—Suga Hyung es muy travieso. —Dijo bajito.
Yoongi se mordió el labio y levantó a Jimin para luego sentarlo sobre el piano le separó las piernas y se acomodó bien ahí abrazando su cintura.
—¿Y no te gusta?
Jimin asintió tímido, le gustaban mucho las cosas que Hyung le hacía así como apretar su colita o acariciarlo por la espalda debajo de su camisa de dormir justo como ahora.
—M-me gusta mucho. —Admitió nervioso.
Yoongi se acercó a su cuello y comenzó a repartir besos por toda la curva provocando que Jimin se removiera nervioso y muy apenado mientras suspiraba, la sensación que los besos de Hyung le provocaban eran muy placenteras para él.
Yoongi en cambio disfrutaba de ello, del sonrojo del pequeño Jimin, de sus suspiros cuando lo besaba y de cómo su cuerpo se estremecía a su tacto, si eso le provocaba solo con sus caricias...
¿Estaba listo para correr más riesgos con el castañito adorable? Yoongi lo deseaba, y sabía que Jimin también deseaba ser consumido y poseído por él, ya pasaba un mes y días y sabía que Jimin esperaba aún su ansiada noche.
¿Qué más daba? Él lo deseaba, su cuerpo lo pedía a gritos, cada poro de su piel destilaba deseo y pasión y esa pasión era tan inevitable cuando estaban solos en la misma habitación.
Sus labios comenzaron a bajar despacio sobre el cuello y el pecho del menor, y sus manos acariciaban ahora las piernas desnudas, cubiertas a penas por el corto short de dormir color rosita de conejitos.
Jimin yacia recostado al piano con su cabeza hacia atrás, era tan candente verlo así.
Sus manos apretaban la piel tersa con deseo mientras arrancaba suspiros y jadeos del menor.
—Ahhh Suga Hyung...
El miembro de Yoongi saltaba ente sus pantalones de dormir escuchando como era llamado por aquel ser tan endemoniadamente angelical.
Deseo y pecado, eso provocaba Jimin en Yoongi y seguramente en cualquiera que lo tuviese de esa manera en que lo tenía el, dominado por la Pasión sobre ese piano, para Yoongi era como tocar la mejor melodía de su vida.
—Mmm H-hyung Suga Hyung... —Suspiraba.
—¿Mmmm? Pequeño...tan bonito.
Las manos de Yoongi se atrevieron a pasearse sobre el miembro despierto de Jimin debajo de su short y apretaron despacio haciéndolo jadear. Yoongi quería, deseaba saborear lo que Jimin celosamente guardaba ahí... es que era tan tímido y lindo y eso lo volvía loco.
Metió sus dedos por el elástico y Jimin abrió sus ojos más rojo que antes y avergonzado totalmente.
Pero eso no detuvo al mayor de lo que queria hacer, lento bajo un poco la prenda y acarició sobre la ropa interior de Jimin y después acercó la boca y sopló ahí, el aliento caliente de Yoongi le hizo a Jimin jadear.
—¿H-hyung Q-qué hace?
—Shhh ¿No quieres pequeño? No haré nada si no lo permites bonito.
Jimin mordió su labio, si quería pero la vergüenza lo mataba.
—S-si quiero Hyung pero m-me da pena.
Yoongi levantó el rostro y volvió a besarlo con cariño y delicadeza sin dejar de acariciar el miembro de Jimin.
—No debes avergonzarte mi bonito eres muy hermoso, eres perfecto...
Jimin sonrió, las cosas que Hyung decía de él lo hacían sentir bastante confianza.
—Gracias Suga Hyung.
—¿Entonces puedo pequeño?
Jimin asintió dejándose hacer por Yoongi quien volvió a jugar con la orilla de la prenda interior y libero el rosado miembro de Jimin, se relamio los labios. En realidad esa era la primera vez que se comía una polla, generalmente era a él a quien se la comían pero Jimin era como un dulce pastelito que lo llamaba e invitaba a comérselo completo.
El rosado pene del menor era de gran tamaño, lo delineo con sus dedos observando la reacción de su pequeño quien seguía con su cabeza hacia atrás y los ojos cerrados y mordía sus labios, entonces se lo llevó a la boca sin previo aviso haciendo que Jimin jadease fuerte.
El sabor dulce y salado mezclado con aroma de jabón de baño invadió sus glándulas salivales, comenzó a succionar de arriba hacia abajo toda la longitud del miembro de su bonito escuchando como su boca hacia ruidos eroticos al chupar repetidamente.
—¡Mmmm aaah Hyung!
Yoongi levantó la vista y casi murió de ternura al ver a Jimin con sus dos manos tapando su rostro.
El menor mordía su labio con fuerza pero su cuerpo lo traicionaba y le hacía sacar sonidos raros de su boca que lo hacían sentir vergüenza, jamás había sentido tantas cosas juntas. Era como flotar en él aire y ser sacudido muchas veces.
—¡Hyung!
No podía retener las palabras que salían jadeantes de su boca, y para él eran vergonzosas pero para Yoongi eran la gloria, escuchar al castaño delirar con sus acciones era digno de ver y oir siempre.
Jimin apretó los labios cuando sintió otra vez aquel jalón como en la playa cuando restregaban sus cuerpos.
Abrió los ojos y la boca y jadeo duro al liberar su orgasmo junto al chorro de semen que Yoongi recibió en su boca.
Dos cosas había hecho Yoongi por primera vez, chuparsela a otro y tragar semen. Pero no le importaba, estaba feliz le había gustado la sensación.
—Feliz cumpleaños bonito. —Susurró en su oído.
Jimin sonrió agitado aún con sus mejillas rojas y se acercó a besar a Yoongi.
—No lo olvido Suga Hyung. —Dijo emocionado.
Yoongi negó, tuvo que recurrir a medios extremos para averiguar todo sobre Jimin ya que Hoseok no contestó nunca sus llamadas. Así que un detective privado había hecho todo, había viajado al pueblo y recopiló información sin levantar una sola sospecha.
—Tú cumpleaños es un día especial pequeño y en la noche haremos algo especial... ponte bonito más bonito que siempre.
Jimin asintió emocionado.
—Ahora vamos ¿Queres desayunar? —Preguntó Yoongi tomándolo entre sus brazos y cargandolo Jimin enredo sus piernas en su espalda y se aferró a su cuello.
—Si Suga Hyung tengo hambre ¿y tú?
—Yo...ya tome leche. —Sonrió ladino mirando de reojo a Jimin.
—¿Y estaba rica? —Preguntó tan inocente sin entender la referencia.
Yoongi soltó una carcajada divertido y más cuando por fin Jimin comprendió.
—¡Suga Hyung! —Gritó más avergonzado aún. Sus mejillas quemaban.
—Si Minnie estaba muy rica tanto que quiero repetir... si me dejas.
Jimin rió bajito sin sacar su cabeza de su escondite. Su Hyung lo avergonzaba mucho lo hacía poner nervioso, como si fuera la primera vez que lo conocía en realidad.
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Ahhhh Jimin sentado en el piano de Yoongi me da mil años de vida 💛.
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