Una tonada, dos tonadas, tres tonadas y volvió a colgar. Era la quinta vez que intentaba comunicarse al número de celular de su primo esa mañana y éste no contestaba era como si se lo hubiera tragado un agujero profundo en el cual no recibía ni siquiera señal telefónica.

¡Claro seguro estaba en su Luna de miel! Bufó un poco molesto, de hecho mucho muy molesto pues ya no quería pasar un día más en esa situación. ¿El motivo? Jimin.

La verdad era que sentía una culpa enorme y su corazón se rompía cada vez que enfoca sus grises y gatunos ojos en el pequeño Jimin.

Y ciertamente la imagen de él en la mañana al no encontrarlo a su lado y entrar con sus ojitos rojos al estudio de grabación no se le iba a olvidar jamás.

-Hyung... -Los ojos rojos del menor le indicaron que había estado llorando. -¿P-por qué no te quedas descansando un poco más? ¿En verdad tienes mucho trabajo? ¿No puedes estar un rato más conmigo? Tan solo a mi lado si no quieres acercarte más a mi, o si mi presencia te molesta o incomoda yo no hablaré ni diré nada ni pediré abrazos o mimos, tan solo quédate un rato más conmigo ¡Por favor Hoseok Hyung es q-que n-no quiero estar más solo, la casa es tan grande y me siento muy solo. -Sus lágrimas lo traicionaron de nuevo y comenzó a llorar.

Yoongi se sintió tan miserable, al ver y escuchar eso. Dios, le había dolido el corazón que creyó muerto al escuchar al pequeño Jimin llorar de esa manera. Y es que ciertamente Jimin tenía razón eran dos semanas y el pobre debía sentirse sólo en esa gran casa y con la mediocre compañía de Yoongi quien cada noche buscaba excusas estúpidas para no tocarlo como había prometido, cosa que realmente día a día iba resultado más difícil porque en primera Jimin solía ser tan dulce y cariñoso con él y en segunda porque él no era ciego, el castaño de ojos azules era tan hermoso y no iba a negarlo.

Ya no soportaba más esta situación, cada noche dejaba que el menor lo abrazara por la espalda al dormir porque si lo hacía de frente seguro iba a querer besar esos labios que se veian tan suaves y que solamente había probado el día de la boda; y cada mañana se levantaba hasta estar seguro de que Jimin se haya dado cuenta que amaneció en la cama a su lado pero después de eso se iba a encerrar al estudio a tratar de componer, y especificaba "tratar" porque hacia días que no podía hacerlo, que se le había esfumado la creatividad que sentía que la pasión por la música se le había muerto, ya no había inspiración estaba bloqueado.

No podía más definitivamente, no, y más al ver al castaño tan solitario, esa no era la vida que seguramente Hoseok le había prometido.

Después de calmarlo momento en el cual tuvo que abrazarlo, sí, se estaba volviendo adicto a esos abrazos tan cálidos de Jimin, se fue a encerrar de nuevo al estudio y no volvió a verlo.

Su estómago ya pedía por comida así que salió de su estudio el cual se había convertido en una especie de cueva y fue en busca de Jimin de seguro estaba en la cocina preparando sus exquisitas comidas a las cuales ya estaba acostumbrado.

Entro a la estancia y cruzó el umbral de la cocina y se sorprendió al no encontrarlo ahí. Arrugó la frente caminando por toda la casa en su búsqueda, ¿Dónde estaría?

Se preocupó, se asustó al recordar el estado en que Jimin se encontraba en la mañana, ¿Cómo fue tan irresponsable y dejarlo sólo? No se iba a perdonar jamás si algo le pasaba a Jimin.

Pasó justo por donde estaba la piscina que quedaba hacía el ala este, frente al mar y suspiró tranquilo al verlo sentado a la orilla mojando sus pies, así que aliviado se acercó a él por la espalda y se pudo percatar que su cuerpo sufría una especie espasmos ¡Estaba llorando nuevamente!

Tragó saliva y se agachó a su altura.

-¿Jimin pequeño por que lloras?

El castaño soltó un respingo al saberse acompañado por su esposo y rápidamente trató en vano de ocultar sus lágrimas.

-¡H-hyung! y-yo n-no estoy llorando.

Yoongi apretó sus labios en una línea recta, se sacó los zapatos, los calcetines y se dobló el pantalón y se sentó a su lado metiendo los pies en el agua.

-Ay pequeño no trates de mentirme ¿Por que lloras?

-E-es que Hoseok Hyung... Yo... ¿Tú te arrepientes de casarte conmigo verdad? Y-yo no soy lo que tú esperabas ¿cierto? Lo siento Hyung lo siento mucho.

Yoongi estaba destruido, ¿Cómo pudieron hacerle eso a Jimin? ¿Cómo pudieron destruir la vida de Jimin así?

-Jimin no es verdad no digas eso Dios no hables así. -Su voz temblaba. -Tú eres lindo muy lindo y eres lo que cualquier persona querría en su vida, la verdad soy yo quien no te merece pequeño, perdóname.

Eso lo decía con el corazón, de verdad estaba tan dolido como Jimin, y verlo así le rompía más.

Estiró la mano y apartó las lágrimas que le recorrían las mejillas.

-Soy yo quien tiene miedo de lastimarte pequeño... eres tan lindo y frágil tan tierno y dulce y no te merezco, nadie merece a un ser tan angelical como tú Jimin.

-Es que Hyung... siento que te doy asco, ¿es eso verdad? No te gusto.

Pero ¿Qué estupidez era esa?

-Jimin por Dios no es verdad, eres muy hermoso no me das asco al contrario m-me...t-tú me gustas.

Suspiró apartando la mirada, era verdad era tan estúpido decir o fingir lo contrario. Jimin le gustó desde la primera vez que lo vio caminando hacia él con el traje blanco sonriendo tan dulcemente el día de la boda.

Hoseok le hablaba tanto de él, de lo lindo que era o así lo recordaba pero la imagen mental que se hizo de Jimin no se parecía en lo mínimo, no le hacía justicia porque el Jimin que se imaginó era lindo si, pero él real era una belleza. Le había gustado desde el primer momento y él que no creía en el amor a primera vista es más, él que ya no creía en el amor flaqueó, pero respetaba a su primo mucho.

-No es cierto Hyung... yo no te gusto no le gusto a nadie soy feo y entiendo por que no te quieres acercar a mi.

¡Basta! No podía escuchar más eso, había prometido cosas pero... Pero ahora que Hoseok se fuera al carajo, ¡A la mierda el código de ética!

Acercó lentamente su rostro al de Jimin quien tenía los labios ligeramente abiertos y lo besó, el beso más dulce que jamás había dado y el que jamás Jimin había recibido y eso que venían de la única persona que había besado en su vida.

Los labios de Jimin temblaron, no podía creer que lo estaba besando su esposo. Cerró los ojos y trató de seguirle el beso, no era un experto besando pero había leído que lo mejor era dejarse llevar y eso hacia, la lengua de su Hyung jugaba con la suya y él hacia lo mismo, una mano de Yoongi lo tomó de la mejilla y la otra de la nuca para profundizar el beso.

¡Dios! Que labios tan suaves y dulces perfumados y esponjosos, no opino evitar soltar un suspiro al sentir los labios de Jimin. Era como besar las estrellas.

En un momento Jimin se separó abruptamente pues sintió que iba a morirse, no podía respirar.

-¿Estas bien Jimin? -Preguntó asustado.

Jimin tenía sus mejillas rojas, se veía adorable.

-E-es sólo que me olvide de respirar. -Se llevó una mano al rostro para tapar su vergüenza.

Yoongi sonrió de lado, se veía adorable.

-Nunca digas que eres feo pequeño eres muy lindo solo que yo jamas he estado con alguien como tú... -Eso era verdad. -No se que hacer, no se nada. Si me das tiempo puedo aprender como tratarte ¿si?

Jimin asintió sonriendo tímidamente.

-Está bien Hyung.

Yoongi estaba más tranquilo, volvió a besarlo ahora fue un beso más corto y después se metió con todo y ropa a la piscina y jaló a Jimin para que se metiera.

-¡Hyung yo no se nadar! -Gritó avergonzado.

-No importa yo te sostengo, te enseñaré a nadar.

-¿No vas a soltarme?

-No Minie, jamás voy a soltarte. -Sonrió dulcemente.

Jimin se dejó llevar en el agua por su esposo, se sentía mucho mejor. Su corazón ya no le dolía, ese beso fue tan tierno que se le había grabado en el pecho. Era como haber recibido una dosis de penicilina justo en el corazón. Y por primera vez en muchos días la risa de Jimin invadió el enorme espacio en la casa, era como una melodía proveniente del cielo. Yoongi amo esa sonrisa y deseaba que jamás se apagara.

Lo intentó pero fracasó miserablemente, intentó no enamorarse pero ahora justo ahora estaba despertando sentimientos hacia Jimin.