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Capitulo 4; Lagrimas y soledad

Caliope se admiro en el espejo y sonrió, le gustaba su aspecto, se veía hermosa, elegante. Pero toda su tranquilidad se fue al garete cuando recordó donde iba, una fiesta, con la gente de la alta sociedad de Grecia.  Gente a la que ella no conocía y que seguramente ahora la halagarían por tener una fortuna cuando en el pasado la criticaron por ser una hija ilegitima.

-Caliope –Leda asomo la cabeza por la puerta y se quedo mirándola sonriente –Esta preciosa

-Gracias –Ella suspiro y cogio su bolso –Es la hora

-¿Quiere llevarse alguno de los autos? –Leda le pregunto sin borrar su sonrisa

-No te preocupes, tengo auto –Caliope sonrió y camino hacia la puerta de su habitación

Al parar el auto frente a la entrada del hotel el aparcacoches se acerco a ella y le abrió la puerta, sonrió al hombre y bajo de su auto dejándole la llave.  Mientras su coche desaparecía Caliope centro su vista en el hotel, era precioso  Las grandes cristaleras relucían ante la luz de las farolas, una gran puerta de cristal y filos dorados se encontraba guardada por dos hombres vestidos con su uniforme que abrían para permitir el paso a los invitados.

-Caliope –Sebastián la esperaba sonriente junto a la puerta, se acerco y tomándole la mano se la beso educadamente –Estas preciosa

-Gracias Sebastián –Ella sonrió y después se tomo a su brazo tal y como el se lo ofreció.  Mientras caminaban hacia la puerta ceñía mas su brazo sobre el de el.

-Tranquila –El la miro de reojo –Recuerda tu lugar, ahora eres una Durtzed y ellos te ven como tal

¿Una Durtzed? Caliope Durtzed, jamás pensó que algún día la llamarían así  Pero su abuelo había estipulado que aceptara el apellido, otra de sus exigencias.  Mientras estaba sumergida en sus pensamientos hizo el camino hacia el hotel, cuando al fin regreso al mundo real se encontraba ante una sala repleta de gente. 

-Sebastián amigo –Un hombre de mas o menos la misma edad que el abogado le apretó la mano fuertemente –Te veo bien acompañado

-Mauricio te presento a la señorita Caliope Durtzed –Al presentarla los ojos del hombre se abrieron sorprendidos –Clienta mía y buena amiga

-Señorita Durtzed –Mauricio le tomo la mano y la beso elegantemente –Es un placer conocerla

-Todo a quedado estupendo –Medea sonreía encanta con una copa de vino blanco en su mano -¿No os parece?

-Por supuesto tía –Damian asintió sonriente

-Una fiesta muy glamorosa –Néstor suspiro –así como aburrida

-Denea querida –Mauricio se paro junto a su esposa, que se hallaba al lado de Medea,  sonriente –Ven a conocer a Caliope Durtzed, es una autentica belleza griega  

-¿Cómo has dicho? –El rostro de Medea se contrajo e inmediatamente miro a su alrededor para encontrarse con una Caliope rodeada de gente sonriente que la halagaba –No es posible

-Sebastián –Damian hablo con la mandíbula tensa ¡El la había llevado! ¿Cómo se atrevía?

-Parece que después de todo podré divertirme un poco en esta fiesta –Néstor miro con malicia a su “hermanastra”

-Es humillante que esa mujer este aquí –Medea se abanicaba abatida –Como si no tuviéramos bastante con convivir con ella, ahora debemos verla en los eventos

Sin decir nada mas Damian dejo su copa sobre la bandeja de uno de los camareros y camino tranquilamente hacia el lugar en el que ella se encontraba, rodeada de gente deseosa de conocerla. 

-Cuidado con lo que haces –A apenas unos pasos de ella, Sebastián le había tomado del brazo y hablado en voz baja -¿No querrás armar un espectáculo?

-Claro que no, solo voy a ser amable con un familiar –y decidido se libro de su agarre y camino hacia el tumulto de gente  -Señores si me disculpan –con una sonrisa dirigió su mirada intensa a Caliope que inmediatamente se puso tensa –Me gustaría bailar con la preciosa nieta de mi tío

Los susurros de asentimiento y las sonrisas inundaron la sala, sin esperar reacción alguna por ella Damian alargo el brazo y la  tomo de la mano.  La guió por la sala bajo la atenta mirada del resto y se paro junto a las otras parejas que bailaban, se acerco a ella y llevo una mano a su espalda mientras con la otra sujetaba su mano.   En el instante en que puso tocar su espalda desnuda Damian se arrepintió de su decisión, podía notar el cuerpo de ella tenso.   Pero su olor a flores silvestres con un toque a vainilla y su suave piel le hacían olvidar con quien bailaba, hasta que se encontró con los ojos de Medea puestos en ellos.

-Supongo que estarás feliz de ser el centro de atención –Damian le hablo al oído, con sus labios casi rozando su oreja –De mostrarte como una Durtzed, al fin as logrado tu meta

Caliope se puso aun mas tensa si podía, trato de alejarse pero el se lo impidió, apretó su mano y cernió aun mas la mano a su espalda pegándola a su cuerpo.  La música sonaba inundando la sala mientras ellos giraban despacio.

-¿Ya estas cansada de bailar? –El hablaba amargamente -¿O quizás quieres ir a seguir presumiendo de tu nuevo apellido?

-No tengo nada de que presumir –Caliope se alejo despacio de el cuando la música paro, le miro a los ojos –Este apellido es una maldición no un orgullo

Y volviendo a poner una sonrisa en su rostro, se despidió de el con un asentimiento de cabeza y se marcho hacia donde Sebastián se encontraba.

-¿Todo bien? –El le pregunto en voz baja tomándola de la mano

-Si –Ella suspiro –Eso creo

-Señorita Durtzed –Un hombre alto de ojos marrones penetrantes se paro ante ella y tomando su mano la saludo al igual que los anteriores.  Pero en esta ocasión Caliope no dejaba de sentirse incomoda ¿Por qué no dejaba de mirarla? –Su belleza inunda esta sala de luz

-Gracias –Incomoda ella miro a Sebastián

-Señor Brestor si nos disculpa, las donaciones han comenzado –Sebastián tiro de ella alejándola de ese hombre –Mantente alejada de Toni Brestor

El resto de la fiesta para suerte de Caliope transcurrió con normalidad, todos parecían querer conocerla y compartir algunas palabras con ella.   Aun así ella sentía las miradas clavadas en su cuerpo, era ese hombre  ¿Toni Brestor? Y su forma de verla era escalofriante.

Agobiada con el calor y el tumulto de gente que la perseguía e insistían en invitarla a sus casas, Caliope decidió salir al jardin del hotel.   Algo que no hubiera hecho de saber quien la seguiría hasta allí.   Paseaba tranquilamente por el lugar cuando unos pasos la sobresaltaron, se giro y tras ella, mirándola con odio se encontraba Néstor.

-¿No es tan satisfactorio como creías el ser rica y conocida? –Se paseo alrededor de ella mirándola divertido –Por mucha ropa cara que compres y maquillaje que uses no dejas de ser una don nadie 

-Estoy orgullosa de ser una don nadie –Caliope le miro con el ceño fruncido –Pero si tan poco importante soy ¿Por qué me has seguido aquí fuera?

Néstor no respondió, con los ojos ardiendo de rabia se giro y salio del jardin a toda prisa. Caliope se llevo un mano al pecho y respiro aliviada, al mirar a sus ojos habría jurado que ese hombre era capaz de hacer cualquier cosa.  Estaba cansada, agotada de estar allí, en un lugar que no era el suyo, entre gente que la incomodaba.  Necesitaba irse a casa y así lo hizo.  Mientras esperaba que el aparcacoches trajera su auto mando un mensaje de texto a Sebastián diciéndole que se marchaba.  Gracias al GPS no se perdió de camino a la mansión, al fin podría dormir un poco y olvidar esta locura de noche.  O eso pensaba antes de ver un coche patrulla frente a la verja, paro al lado y se bajo

-¿Ocurre algo? –miro a los guardias con el ceño fruncido

-¿Es usted familiar de Néstor Durtzed? –El policía la alumbro con una linterna

-Si ¿Qué pasa? –sin saber porque respondió afirmativamente ¿lo era? Técnicamente lo era

-Le tenemos retenido en el calabozo, por daños a la propiedad –El guardia suspiro –Un familiar debe pagar una fianza y recogerle

-Ire yo –Caliope se sorprendió a si misma -¿Puedo saber que es exactamente que ha hecho?

-Se coló en el cementerio y comenzó a golpear las tumbas de Néstor Durtzed y su padre Dámaso Durtzed –El guardia negó con la cabeza –Aunque sea familiar y las lapidas pertenezcan a su familia son daños en un lugar publico

-Entiendo, yo me encargare –Caliope cerro la ventanilla y se encamino a la comisaría para buscarle ¿En que estaba pensando? ¿Tan enfadado estaba con su padre y su abuelo para atacar sus tumbas? No podía imaginar el dolor que el debía sentir para comportarse así  ¿Y todo por ella?

Cuando el policía le dijo a Néstor que podía marcharse porque su hermana había pagado la fianza no entendía nada  ¿Su hermana?  Entonces el rostro de Caliope se apareció en su cabeza ¿Ella había pagado la fianza?  Salio de la comisaría y se la encontró frente a la puerta, junto a su auto

-Tu coche se lo llevo la grúa, no podrás recogerlo hasta mañana –Caliope señalo su auto con la mano –Sube, yo te llevo

-¿Por qué debería aceptar? –Néstor la miro con desconfianza

-La gente es muy cotilla y si pides un taxi para que te lleve de la comisaría a la casa a estas horas de la noche mañana toda Grecia sabrá que te detuvieron –Ella subió a su auto y se encogió de hombros –Tu decides

-No te voy a dar las gracias por esto –Néstor subió al coche sin mirarla, se puso el cinturón y apretó la mandíbula –Y no vayas a pensar que te debo algo

-No quiero que me debas nada –Caliope arranco y se incorporo a la carretera

-Te devolveré el dinero –El la miro de reojo –Claro que con todo lo que no has quitado no te hará falta

-No quiero que me devuelvas nada –Caliope inspiro aire tratando de tranquilizarse –Pero si sientes que debes hacerlo, usa ese dinero como donación para la fiesta de la que esta noche te fuiste

Néstor la observo confundido ¿Donación? ¿Ella no quería el dinero? ¿Por qué le ayudaba entonces?

-No creas que te vas a ganar mi confianza con este truco –El observo como la verja de la casa se abría para que el coche entrara –No se porque lo has hecho, pero tampoco me importa

-Yo tambien odie a mi familia –Caliope paro el auto frente a la puerta y se giro para mirarle –Odie a mis padres por mentirme y dejarme sola, odie a tu padre por ser el mío, odie a tu abuelo por decirme la verdad.  Pero el odio no hace sino destruirte y después no te queda nada, recuérdalo la próxima vez que sientas ganas de mostrar tu odio.

Néstor abrió la puerta del auto y salio de el a toda prisa cerrando con un portazo, corrió hacia el interior de la casa apretando los puños.


Damian llevaba media hora en el despacho, solo, bebiendo.  Solo con sus pensamientos ¿Quién era realmente Caliope?  No podía olvidar lo que había dicho “Este apellido es una maldición no un orgullo”  Tenia dinero pero no lo desechaba, excepto esta noche  No pudo evitar sorprenderse cuando el promotor de la fiesta había dicho asombrado la gran cantidad de dinero que ella había donado para la ciudad. ¿Por qué? A veces parecía tan dulce y esta noche estaba tan hermosa, cuando la tuvo entre sus brazos bailando, no pudo imaginar como seria tenerla entre sus sabanas, desnuda.

Camino hacia la ventana y entonces vio el auto de ella parado, pero no estaba sola  ¿Néstor?  Néstor salio a toda prisa de ese coche, parecía abatido, dolido.   Todo pensamiento dulce acerca de esa mujer se desvaneció  ¿Qué estaba haciendo? ¿Qué le había dicho? No permitiría que hiciera daño a su primo, se habian criado juntos y lo quería como a un hermano.

-¿Qué demonios te crees que estas haciendo? –Damian había salido a toda prisa del despacho y sostuvo a Caliope del brazo antes de que subiera las escaleras –No quiero verte cerca de el, no quiero verte cerca de mi familia.  No permitiré que hagas mas daño. Ya tienes el dinero, la posición, el apellido Márchate de aquí antes de que sea yo quien decida librarse de tu maldita presencia.

Caliope le miro asustada y horrorizada ¿Ese hombre acababa de amenazarla? Cada una de sus palabras se había clavado en lo profundo de su alma ¿Por qué este odio?  Conteniendo las lagrimas se libro de su agarre y salio corriendo de aquel maldito lugar .

Mientras atravesaba los jardines las lagrimas caían por sus mejillas, estaba tan sola, tan desprotegida ¿Por qué a ella? Cuando al fin se quedo sin aliento se derrumbo en el suelo, dándose cuenta de donde estaba.  Había llegado a la playa, estaba sentada en la arena y el mar llegaba a ella mojando su vestido. Pero no le importaba, nada le importaba solo necesitaba llorar, desahogarse.  Sola, tan sola como estaba.

 POBRE CALIOPE, ESTA DEMASIADO ASUSTADA PARA REACCIONAR, DEMASIADO PERDIDA PARA MOSTRAR SU GENIO PERO PUEDE QUE ESO CAMBIE PRONTO   SE ACERCAN MUCHOS CAMBIOS TANTO PARA CALIOPE COMO PARA DAMIAN Y NESTOR     TODOS TENDRAN QUE ADMITIR QUE SU VIDA SERA DISTINTA DESDE AHORA, ¿PODRAN?   PUBLICO UNA FOTO DE CALIOPE CON SU VESTIDO PARA LA FIESTA, ¿GUAPA EH? ESO MISMO LE PARECIO A DAMIAN

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