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Capitulo 32; Cinco meses mas tarde

-----Cinco meses mas tarde -----

-Ahora si eres tu –Amber sonrió mirando a su prima –Preciosa

-Gracias –Caliope se acerco a mirarse de nuevo al espejo, no era un vestido caro y excesivamente elegante.  Pero era el que ella quería, sobrio, natural, hermoso.  Y ella se sentía hermosa con el, hermosa para el hombre que amaba.

-Creo que es hora de entregarte a tu futuro esposo –Tom la observo sonriente desde la puerta –El cura cada vez esta de peor humor por la situación

Los tres rieron y se dirigieron a la playa.  Una boda en la playa, pero no una boda como otra, esa era única.  Apenas había invitados, algo intimo, solo la familia  No era necesario desplegar adornos, sillas   Al salir por la parte trasera de la casa, ella tomada del brazo de su tío camino por la arena, descalzos.  A los lados del camino unos pequeños ramilletes de flores indicaban el lugar al que tenían que dirigirse. 

Al fijar la vista al frente una sonrisa se dibujo en el rostro de Caliope, allí estaban todos, esperándola de pie, frente a la orilla.   En la orilla, en el agua, el arco de flores rojas y bajo el su futuro esposo que la miraba ilusionado.  El cura la miraba con el ceño fruncido, visiblemente molesto al tener que celebrar una boda en el agua ¡En la orilla del mar, con los pies descalzos y el agua bañándolos!  Pero eso era lo que ellos querían, casarse en el mismo lugar en el que se dijeron lo que sentían, en el mismo agua en el que unieron sus corazones y hoy unirían sus vidas.

Tom sostuvo la mano de ella y se la entrego a Damian que la llevo a sus labios para depositar un suave beso.   Ambos se perdieron en los ojos del otro hasta que el cura carraspeo, con una sonrisa Damian le guiño un ojo y la guió hasta su lado

-Bien, comencemos –el padre movió un pie nervioso y observo con el ceño fruncido como la túnica se pegaba a sus piernas, levanto la vista y suspiro –Estamos aquí reunidos, ante Dios y vuestros familiares y amigos para unir vuestras vidas y vuestras almas en una sola.  Para que a partir de hoy seáis uno, una familia, un mismo corazón y enfrentéis las adversidades que se os pongan por delante –señalo con la mano a Damian y asintió –Tus votos hijo

-Yo Damian Loxeltif te entrego hoy y aquí, frente a todos, mi corazón, mi vida, mi alma y todo mi ser.  A ti Caliope Durtzed, la mujer que tomo por esposa, a la que amo y que estoy dispuesto a hacer feliz por el resto de nuestras vidas –Damian tomo las jarras que el cura le entrego y las deposito sobre las manos de ella –Yo me entrego a ti y te tomo como esposa, por los restos de nuestros días

-Yo Caliope Durtzed acepto pasar el resto de mi vida a tu lado, pongo mi corazón en tus manos y acepto la felicidad que el futuro nos traiga, porque solo felicidad recibiré a tu lado  -Caliope dejo caer las jarras en las manos de el –Yo me entrego a ti y te tomo como esposa por los restos de nuestros días

-¿Estáis aquí por propia voluntad y sin coacción alguna para uniros ante Dios y compartir una vida juntos? –El cura volvió a tomar las Jarras y las dejo sobre una bandeja que Alejandro sostenía a un lado.

-Si lo estamos –Los dos asintieron felices, se miraron el uno al otro sonriendo.  El cura siguió hablando, Damian hecho un vistazo tras el y sonrió, acerco su rostro al de  Caliope y le hablo en voz baja –No creo que pudiera escapar de aquí, tus vigilantes no me quitan el ojo de encima

Caliope aguanto una carcajada y miro de reojo tras ella, allí en primera fila, su tío, Sebastián, Esteban, Dennis, Néstor y Ángel, permanecían con la vista fija en ellos

-Los anillos –El cura señalo a la pequeña Alina que se acerco con una bandejita y se paro en medio de los novios

-Trae preciosa –Damian tomo el aniño y guiño un ojo a la niña, coloco la alianza en el dedo de su prometida –Con este anillo yo te desposo

-Dame un beso princesa –Caliope se agacho y dio un beso a su hija, tomo el anillo y lo coloco en el dedo de Damian –Con este anillo yo te desposo

-Y aquí ante todos, por el poder que se me otorga yo os declaro marido y mujer –El cura asintió mirando a Damian –Puedes besar a la novia

-No lo dude –Damian sonrió y tomando a Caliope de la cintura la acerco y la beso lenta y delicadamente.  Todos aplaudieron mirándoles felices.  El cura levanto su túnica molesto y se dispuso a salir del agua, pero Damian no se lo permitió –Padre ¿Recuerda lo que hablamos?

-Si –El hombres asintió a regañadientes

-Alejandro, Ángel venid –Damian les señalo mientras Caliope cogía entre sus brazos a la pequeña Alina.   Ellos se acercaron, el cogio a Alejandro con un brazo y paso el otro por los hombros de Ángel.  Caliope tomo a Ángel de la mano

-Aquí ante todos yo os proclamo padre y madre, hijos e hija –El cura negaba con la cabeza incapaz de creer que realmente estuviera haciendo eso –Familia

Y todos estallaron en aplausos mientras padre, madre e hijos se abrazaban todos, unidos como una familia.  

Tras la ceremonia todos se encaminaron a la terraza trasera de la casa donde todo estaba dispuesto para tomar algo.  Caliope y Damian dieron las gracias a todos por acudir y por supuesto bailaron. 

-Caliope –Medea se acerco a ella cuando se retiro al interior de la casa en busca de un poco de agua -¿Podemos hablar un momento?

-Claro –Ella asintió –Vamos al salón

-Gracias  -Medea la siguió, una vez dentro de la sala la miro incomoda –Se que me equivoque, demasiado.  No merezco que me trates así, que seas tan bondadosa como para olvidar lo que he hecho pero espero que el tiempo nos regale algo de cariño, porque somos familia  -metió la mano en su bolso y saco un pequeño paquete rojo, se lo tendió a ella –Perteneció a tu padre

-Gracias –Caliope tomo la caja y la abrió para encontrarse con un pequeño colgante, una clave de sol

-Néstor tiene una –Medea sonrió –Nunca quise comprender porque el escondía otra en su habitación, estoy segura que era para ti

Medea salio de la sala dejándola sola, ella acaricio el colgante mientras una lagrima asomaba a sus ojos 

-Caliope –Sebastián entro y se quedo parado frente a ella –Tengo algo que darte

-Dime –Ella limpio las lagrimas y lo miro a la cara, frunció el ceño -¿Ocurre algo?

-Lo sabré en cuanto sepas la verdad –Sebastián suspiro –Te mentí

-¿Qué quieres decir? –Caliope lo observo sorprendida

-En la cláusula decía que solo podrías abandonar la casa cuando te casaras, pero la cláusula en si solo tenia una validez de dos años –Sebastián la observo nervioso –Fue petición de tu abuelo

-¿Qué? No lo entiendo –Caliope se apoyo en el respaldo del sofá -¿Estas diciendo que si no me casaba, en dos años podía abandonar la casa?

-Si –Sebastián suspiro –Fue petición de tu abuelo

-¿Por qué? –No entendía nada -¿Por qué obligarme a vivir allí durante dos años?

-Para que tu y Damian os conocierais, para que convivierais juntos.  Para que el día de hoy llegara  -Sebastián se acerco a ella y apoyo una mano en su hombro –Cuando eras pequeña y tu abuelo quiso traerte con el, lo único que quería era que conocieras a Damian.  El creía en un futuro para vosotros, juntos

-No puede ser –Caliope llevo una mano a su cabeza, estaba demasiado confundida

-Llego la hora de que tengas esto –Sebastián coloco un sobre en su mano –Léelo –giro sobre sus talones y salio de la habitación dejándola sola

Caliope observo el sobre cerrado en sus manos, lo abrió despacio y saco de el una carta

Caliope Durtzed, aunque si todo ha salido como esperaba, ahora serás Caliope Loxeltif, esposa de Damian.

Se que cuando estés leyendo estas palabras tendrás muchas cosas que reprocharme, mucho rencor acumulado en mi contra y por supuesto mucha rabia por la cláusula del testamento.  

Supongo que tu estancia en la casa no habrá sido fácil, por supuesto mi querida hermana habrá tenido que ver.  Nunca fue una mujer fácil, pero se que tu tendrás coraje para llevarla.

 

Hoy es el día de tu boda, el día que expresamente pedí que te fuera entregada esta carta.  Tengo demasiadas cosas que contarte y no dispongo de tiempo para hacerlo.

Siempre agradecí a Dios tu nacimiento, mi única nieta, una Durtzed y aunque tu madre y yo no compartiéramos ideas, era una gran mujer y se que mi hijo la amo con todo su corazón, como a ti .

Eres mi nieta, aunque se que te negaste a ello y huiste de mi, de Grecia, de tu destino.  Fue cuando me comunicaron que te habías marchado cuando comprendí que no tenias intención de formar parte de mi vida y te entiendo.  No soy un hombre fácil Caliope, no es sencillo comprenderme pero espero que algún día entiendas que no fue mi intención hacerte daño, que solo he querido y quiero lo mejor para ti.  Y que algo en lo mas profundo de mi alma me dice que junto a mi sobrino serás feliz.  Siempre soñé con veros unidos. 

 

Es mi deseo, que hoy, el día mas feliz de tu vida, sepas que has sido muy importante para mi, que agradezco a tu madre la educación que te ha dado y que deseo desde lo mas profundo de mi alma que algún día puedas perdonarme.

Solo me queda desearte una cosa; Felicidad

Que seas una mujer dichosa y tengas una vida plena y llena de alegría

 

                                                                                                              Dámaso Durtzed

                                                                                                                Tu abuelo

 

 

-Mi abuelo –Caliope sostuvo la carta en su mano, fijo la vista en su otra mano, donde sostenía el colgante.  Y comprendió, en ese instante, que ellos eran su familia.  Que quizás jamás les había tenido a su lado, nunca había podido disfrutar de su compañía pero siempre habian tenido un rinconcito en su corazón.  Porque ellos siempre habian pensado en ella.   Ahora no sentía vació, porque estaba rodeada de gente que la quería y sabia que aquellos que a los que había necesitado, de una forma u otra siempre habian estado a su lado

-Ya estas casado –Néstor golpeo la espalda de Damian  -Y eres padre de tres niños

-Familia numerosa –Dennis rió mirando a Damian -¿No te asusta?

-No –el sonrió –Soy feliz

-Una felicidad que se ha hecho de rogar –Amber le guiño un ojo –Menos mal que el caballero de brillante armadura llego montando su corcel blanco para rescatar a la dulce princesa y vivir felices y comer perdices

-Que bueno –Esteban comenzó a reír –Un cuento

-¿Vas a seguir burlándote de mi? –Damian frunció el ceño observando a Amber

-Pues a mi me gusto –Ángel sonrió y después miro a Néstor –Y sobre todo la zancadilla

-¿Dónde esta mi esposa? –Damian se dirigió a Sebastián que salía de la casa, saboreo la palabra en sus labios.  Esposa

-Esta dentro –Sebastián sonrió –Necesita unos minutos

-¿Ocurre algo? –Tom frunció el ceño

-¿Escucháis? –Alejandro hablaba con una sonrisa, señalo la casa –Es dentro

-¿Caliope? –Sebastián se quedo pensativo

Todos permanecían en silencio escuchando la melodía que se oía en el interior.   Poco a poco entraron a la casa y se dirigieron al salón, allí se encontraba un piano en el que Caliope estaba sentada, tocando.   Acariciaba las teclas espacio, sintiendo la música, mientras las lagrimas caían por sus mejillas.   Era la canción de su padre, la que el había escrito para ella.  

Y hoy tenia valor para tocarla, porque sabia, sentía que su corazón estaba lleno, que no había vació, abrió los ojos y miro a su familia.  Su familia, observándola.

Felicidad, eso era lo que tendría a partir de ahora, su abuelo se lo había deseado

Un sueño, eso era ella para su padre y eso era su vida ahora, un sueño cumplido

                                                            *******

-Alina no estaba muy conforme –Caliope cepillo su cabello frente al espejo –quería quedarse

-Entiendo que nuestros hijos quieran estar con nosotros, pero esta noche eres solo mía y no pienso compartirte con nadie –Damian la abrazo desde atrás y deslizo la bata dejándola caer al suelo, beso su hombro despacio –Toda mía

-Pues siento decirte que eso no es posible –Caliope sonrió mirándose en el espejo, se giro hacia el y deposito un beso en sus labios, después camino hacia la cama y se tumbo en ella –tendrás que compartirme

-¿Y puede saberse con quien tengo que compartir a mi esposa? –Damian se tumbo en la cama junto a ella, manteniendo la cabeza apoyada en su brazo y mirándola

-Con nuestro hijo –Caliope le miro a los ojos

-Pero si Néstor y Amber se los han llevado –El frunció el ceño –Además mañana les llevaran al parque de atracciones para que tengamos todo el día para nosotros

-No estoy hablando de Ángel, ni Alejandro, ni Alina –Caliope negó con la cabeza al ver la confusión en el rostro de el, le tomo la mano y la poso en su vientre –Nuestro hijo

-Nuestro hijo –Damian miraba la mano sobre el vientre de su esposa -¿Nuestro hijo? –se incorporo en la cama -¡Nuestro hijo! –y se lanzo sobre ella aprisionando sus labios en un fuerte beso

 Y AQUI EL HERMOSO FINAL DE LA PASION QUE UNIO A CALIOPE Y DAMIAN;;;; PERO NO SOY MALA Y  MAÑANA OS SUBIRE EL EPILOGO; ALGO TAN HERMOSO COMO ESTA HISTORIA   ESPERO QUE OS GUSTE COMO TERMINA LA HISTORIA; OS DEJO UNA FOTO DE CALIOPE CON SU VESTIDO DE NOVIA, ALGO SENCILLO, COMO LA BODA; COMO ELLA   TAMBIEN OS SUBO LA CANCION QUE EL PADRE COMPUSO PARA ELLA Y LA MISMA QUE TOCO EL DIA DE SU PROPIA BODA   PARA LOS QUE NO PODAIS OIRLA BUSCAD EN YOUTUBE;; Dream-Yiruma (piano)

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