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Capitulo 11; Un gran corazón

Caliope se removió entre las sabanas suavemente, abrió los ojos y frunció el ceño. ¿Dónde estaba?  Esta no era su habitación, sin embargo le sonaba, ¿la habitación del apartamento? había estado allí con Sebastián, cuando el insistió en enseñárselo, después de todo tambien era de ella.

Salio de la cama y se miro ante el espejo que había en la puerta del armario, ¿estaba desnuda? Solo una camisa ocultaba la ropa interior que llevaba debajo ¿una camisa de quien?  Salio con cuidado de la habitación, todo olía a café recién hecho, camino por el pasillo hasta el salón.

-Al fin despiertas –La voz de Damian la sobresalto, estaba sentado a la mesa con el desayuno puesto y leyendo el periódico -¿Cómo te encuentras?

-¿Qué haces tu aquí? –Caliope le miro confundida

-La pregunta debería ser al contrario ¿no crees? –El la miro de arriba abajo, verla solo con una camisa de el puesta hacia que su cuerpo reaccionara de una manera no muy lógica –Anoche te encontré en el cementerio, tenias fiebre y te traje aquí.

-¿Fiebre? –Caliope frunció el ceño, recordaba que llovía mucho, pero no le importaba, lloraba sobre la tumba de su madre porque la necesitaba mas que nunca.  Fijo la vista en el y vio como la observaba ¡No llevaba apenas ropa!  -¿mi ropa? ¿Quién me la quito?

-Yo –el sonrió -¿ves a alguien mas por aquí?

-¿tu? –Caliope sonó alarmada ¿el la había visto desnuda? El color comenzó a inundar su rostro

-¿Todo bien? –Damian se levanto y camino hacia ella, coloco la mano en su frente y la miro a los ojos –Por lo menos la fiebre ha cesado

-yo –Caliope temblaba de pies a cabeza ¿Qué estaba pasando? ¿Era amable con ella? –Tengo que irme

-¿Por qué la prisa? –Damian coloco las mano en la pared, a ambos lados de ella acorralándola -¿no quieres desayunar?

-No, gracias –Caliope se removió inquieta contra la pared

-Pues yo si quiero desayunar, algo dulce –sonrió mientras acercaba el rostro al de ella Dulce, como sus labios 

-¿Qué haces? –le empujo hacia atrás obligándole a alejarse -¿Estas jugando conmigo?

-¿Qué? –Damian frunció el ceño ¿jugando? Ahora mismo lo único que podía pensar era en sus labios y en su cuerpo

-Me tratas mal, me insultas, me amenazas, me besas, me persigues a la discoteca y me recriminas por salir a divertirme –Caliope estaba cansada de todo esto, solo quería mantenerse lejos de esa maldita familia –No se que es lo que quieres pero si lo que yo quiero.  Quiero que me dejéis tranquila

-Esta bien, si es lo que quieres –El se alejo dejándole espacio –Siento todo lo que ocurrió anoche

-Ya claro –Caliope camino hacia la habitación, sabiendo que el la seguía, cuando llego oyó su teléfono sonar.  Busco el bolso por todo el lugar hasta que lo vio en la mesilla de noche, se acerco y cogio el teléfono ¿Ángel? ¿Ángel le estaba llamando? Algo pasaba, rápidamente contesto -¿Ángel? ¿Estas bien?

-¡Caliope! ¡Ayúdanos! –El sonaba agitado, al fondo se podía oír el llanto de los niños y ¿gritos? –¡Estan aquí! ¡Quieren llevarnos a un centro!

-¡Ángel! –La llamada se había cortado  ¿Un centro? querían llevárselos y ella tenia que hacer algo.  Se giro hacia Damian que la observaba confundido -¿Dónde esta mi ropa?

-Esta secándose –El frunció el ceño -¿Quién es Ángel?

-Un pantalón –ella miro el armario –Déjame un pantalón

-¿Eh? –El la vio acercarse al armario abrirlo y coger unos vaqueros de el, se los puso corriendo y después busco por la habitación sus zapatos.  Los tacones, era lo único que tenia pero no importaba  -¿Dónde vas?

Caliope cogio su bolso y salio corriendo de la habitación, el la siguió ¿Qué estaba pasando?  Con el teléfono en la mano, llamando a Sebastián ella corria por las calles y como si fuera tonto Damian la seguía acelerado. 

-¡Ve al cementerio! –Caliope le hablaba a Sebastián agitada -¡Corre!

Cuando al fin estaba cerca del lugar, Caliope entendió lo que estaba pasando.  Había dos coches de la policía, una furgoneta del ayuntamiento y dos coches mas.  Vio como dos policías tenían a los niños cogidos en brazos y Ángel se resistía y peleaba con otros dos.

-¡Déjenme! –Ángel golpeo a uno en el estomago mientras otro trataba de agarrarle, la gente se agolpaba alrededor observando lo que ocurría.  Alina no paraba de llorar mientras Alejandro pataleaba entre los brazos del policía

-¡Esperen! –Caliope trato de acercarse pero un policía la agarro -¡Suélteme!

-¡No puede pasar señorita! –El hombre la sostenía por la cintura

-¡No me toque! –ella ser removía entre sus brazos

-¡Suéltela! –Damian tiro de ella alejándola del guardia -¡¿Cómo se atreve a tratarla así?!

-¡No puede pasar! –El policía encaro a Damian, situación que ella aprovecho para correr hacia la puerta del cementerio donde todo estaba ocurriendo. El hombre se giro y corrió tras ella -¡Eh! ¡Señorita!

-Mierda –Damian la siguió y la alcanzo antes que el hombre, la tomo por la cintura manteniéndola frente a la puerta -¡¿Qué demonios te pasa?! ¡¿Qué haces?!

-¡Déjame! –Caliope gritaba mientras las lagrimas salían de sus ojos, estaba frente a ellos, los niños la vieron y se agitaron entre los brazos de los policías -¡Suéltenlos!

-¡Caliope! –Ángel gritaba histérico mientras se resistía a los dos guardias

-¡Suéltenle! –Caliope golpeo a Daniel para que la soltara pero no lo lograba -¡Déjenlos tranquilos!

-Señorita ¿les conoce? –Una mujer se acerco a ellos

-¡Si! ¡Si! –Caliope la miraba nerviosa -¡¿Por qué se los llevan?!

-Son menores –La mujer miro a los niños –No pueden estar aquí, iran a un centro

-¡No! –Ángel golpeo a uno de los policías en la nariz

-¡Ángel! –Caliope le miro mientras no podía para de llorar

-¿Qué pasa? –Sebastián se acerco a ellos preocupados, ¿Caliope lloraba? ¿Y que hacia Damian sosteniéndola?

-¡Haz algo Sebastián! –Ella se libro del agarre de Damian y miro a su abogado -¡Evita que se los lleven!

-¿A quien? –El frunció el ceño y miro a los niños -¿Qué es lo que esta pasando?

-Nos avisaron que habian visto a un hombre extraño en el cementerio –Un policía explico a Sebastián

-Fui yo –Damian frunció el ceño ¿Qué tenia que ver eso? –Le vi anoche

-Pues no era un hombre, sino un niño, un adolescente –La mujer señalo a Ángel que aun se resistía entre los policías –Son menores y no tienen tutor.  Alguien tiene que hacerse cargo de ellos, un centro

-¡No ire a un centro! –Ángel comenzó a pelear de nuevo con los policías y otro tuvo que acudir en su ayuda

-¡Caliope! –Alejandro se había escapado de los brazos de uno y corrió hacia ella

-¡Cogedle! –El otro policía señalo al pequeño

-¡No se atreva a tocarle! –Caliope abrazo al pequeño

-¡Tenemos que llevárnoslo señora! –El policía acerco las manos a ella con intención de quitarle al niño pero Damian le agarro de la muñeca -¡Alguien tiene que hacerse cargo de ellos!

-¡Yo lo haré! ¡Yo me hago responsable de ellos! –Cuando Caliope dijo eso todos se quedaron en silencio

-¿Cómo dice? –La mujer la miro negando con la cabeza –No puede, son muchos tramites  Hay que arreglar muchas cosas y

-He dicho que yo me quedo con ellos, les daré una casa de acogida mientras buscan una solución.   No se los llevaran a un centro –Ella apretó a Alejandro entre sus brazos

-¿Estas segura de lo que estas haciendo? –Sebastián la observo de reojo

-No es tan sencillo –La mujer miro al niño

-Soy Caliope Durtzed –Era la primera vez que ella usaba el poder de su apellido, pero por ellos lo haría –Puedo hacerme responsable de estos niños y se vendrán conmigo –señalo a Sebastián –El es mi abogado, puede resolver los temas legales con el, pero nada impedirá que se vengan conmigo –la mujer la miraba sorprendida –Ahora suéltenles de una vez

-Ya ha oído a mi representada –Sebastián sonrió –La señorita Durtzed se hará cargo

-Dejadles –La mujer miro a los policías, después volvió a mirar al abogado –Los papeles

-Yo me encargo –Sebastián asintió

-¡Caliope! –Ángel corrió hacia ella y la abrazo junto a su hermano, un policía se acerco y le entrego a la pequeña que se abrazo al cuello de ella sin querer soltarse

-Todo va a estar bien –Ella suspiro ¿estaba segura? Acababa de hacerse cargo de tres niños

-Ve con ellos a mi despacho –Sebastián la miro con cariño, después frunció el ceño -¿Qué llevas puesto?

-¿Eh? –Caliope se miro ¡La ropa de Damian! Su rostro se puso colorado –Nos vemos en tu despacho

-Voy con vosotros –Damian miro a los niños aun sorprendido ¿ella iba a ser la tutora de los niños?

Media hora mas tarde Caliope estaba sentada en el despacho de Sebastián, Amber se movía de un lado al otro nerviosa y Damian permanecía sentado mirando a las dos.  Ángel y sus hermanos estaban sentados en la sala de espera.

-Definitivamente te has vuelto loca –Amber miro a su prima -¿Tutora de los niños?

-Necesitan alguien que cuide de ellos –Caliope suspiro –Solo será mientras encontramos una solución

-Ya claro –Amber negó con la cabeza –Tu gran corazón te pierde, entiendo que quieras ayudarles ¿pero esto? No son tu familia

-¿Qué habría pasado si tu padre hubiera dicho lo mismo de mi cuando llegue a Londres? –miro a su prima con tristeza -¿Dónde estaría yo ahora sin vuestra ayuda?

-Es distinto –Amber frunció el ceño –Eres mi prima

-No lo soy y todos lo sabemos –Caliope se levanto de la silla –Aunque nos queramos como tal, no llevamos la misma sangre.  Pero eso no impidió que tu padre me aceptara en su casa, en su vida.

-Les has tomado cariño –Amber miro hacia la puerta y vio a los niños en la sala de espera –Bien, si es lo que quieres   Te apoyare

-Son buenos chicos –Caliope sonrió –Solo necesitan cariño y confianza

-Ya estoy aquí –Sebastián entro al lugar con una carpeta

-Bueno yo voy con ellos –Amber frunció el ceño -¿Quién se supone que soy? ¿La prima Amber? ¿La tía amber?

-Eres tu, Amber –Caliope le sonrió

-Bien, ahora voy a conocerles pero no te libras de explicarme porque llevas puesta ropa de hombre y porque el idiota del primo protector esta aquí contigo –Amber salio del despacho echando una ultima mirada Damian

-¿Idiota del primo protector? –Damian miro a Caliope y suspiro –Bien, supongo que me lo he ganado

-Supongo que ya conoces la situación –Sebastián hablo a Caliope mientras miraba de reojo a Damian ¿Qué era lo que estaba pasando?  -Tienes que firmar unos documentos para hacerte tutora temporal de ellos. La asistenta social ira a hacerte una visita para ver como estan. 

-¿visita? –Caliope comenzó a agobiarse -¿A dónde?

-A la casa –Sebastián entendió su preocupación –Tienen que vivir contigo y te recuerdo que tu debes estar en la casa

-¿Qué quieres decir? –Damian frunció el ceño ¿Debes estar?

-Damian este es un tema personal –Sebastián miro la puerta –Es mejor que nos dejes a solas

-Bien –De mala gana se levanto y salio del despacho

-No me gusta llevarles a  esa casa, ese ambiente no es bueno para ellos –Caliope suspiro y seguramente no tendrían un tratamiento muy bueno -¿No hay otra opción?

-No y tienen que estar inscritos en un colegio Ya me ocupo yo de eso –Sebastián le dio los papeles y ellas los firmo -¿Por qué estaba Damian contigo?

-Nos encontramos –Ella evito mirarle –Gracias por ayudarme

-No, gracias a ti por ayudar a ellos –Sebastián se levanto de su lugar y se acerco a ella mirándola con orgullo –Eres increíble Caliope y cada día me alegro mas de que tu abuelo quisiera darte su apellido.  Lo que estas haciendo es hermoso y te será recompensado.

Al salir del despacho se encontraron con Amber jugando con la pequeña Alina en el suelo y Damian hablando con Ángel y Alejandro de fútbol.  Caliope no pudo evitar sonreír, era la primera vez que veía a esos niños despreocupados y eso le gustaba.

-Bueno chicos –Sebastián se acerco a ellos –Yo soy Sebastián y podéis contar conmigo para lo que necesitéis

Alina se levanto del suelo y camino hacia Caliope, que la tomo entre sus brazos y le dio un beso en la frente

-Gracias –Ángel se acerco a Sebastián y le tendió la mano

-Todo un placer –Sebastián sonrió y estrecho su mano, tiro de el y le abrazo tomándole por sorpresa.  Aprovecho para decirle algo al oído –Tengo un favor que pedirte  Cuida de Caliope, no es tan fuerte como parece

-Lo haré –Ángel se alejo y asintió con una sonrisa

-¿Vamos a vivir contigo? –Alejandro miraba a Caliope con una sonrisa

-Si, ya veras que casa tan divertida –Amber respondió acercándose al niño, señalo a Damian y sonrió –Este tambien vivirá con vosotros, no desaproveches las oportunidades de molestarle.

-¡Amber! –Caliope negó con la cabeza mirando a su prima

-¿Nos vamos? –Caliope miro a Ángel, el asintió y se acerco a ella para abrazarla

AL FIN LOS NIÑOS TIENEN FAMILIA ¿QUE OS PARECE? GENIAL ¿NO? CALIOPE VA A ENCARGARSE DE ELLOS, AL MENOS HASTA QUE TODO SE SOLUCIONE, O ¿QUIEN SABE? QUIZAS PARA SIEMPRE   AHORA COMIENZA LA VIDA DE CALIOPE, SUS RETOS, PROBLEMAS Y ENFRENTAMIENTOS AL MISMO QUE LAS SORPRESAS   PERO EL VALOR Y EL CORAJE DE ELLA SERAN CAPACES DE AYUDARLA A ENFRENTAR TODO Y A TODOS

     OS PUBLICO UNA FOTO DE ALEJANDRO

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