♧ 9 ♧
— Taehyung... ¡Ta-...! —
Quise correr detrás de él, pero sentí como alguien me agarró firmemente del brazo y me llevó hacia atrás, impidiendo que avance.
— ¿Qué haces aquí? — preguntó mi hermano poniéndose en frente mío
— Hermano... —
— Vete a tu alcoba, deja de portarte de este modo, piensa en nuestros padres —
— Sólo quiero tomar air-... — no pude terminar al sentir una cachetada
— No mientas, deja de mentir maldita sea — se acercó a la puerta para cerrarla — dame la llave —
— No sé de qué hablas — escondí la llave
— Dámelo, si no le diré a padre lo que ibas a hacer —
— No iba a hacer nada malo —
— ¿Seguro?, porque lo niegas, ibas a buscar a ese inmundo esclavo y volver a... deja de ser una zorra — me agarró del cabello — todos aquí hemos pagado el precio por tu culpa, así que deja de hostigarme, solo quédate en tu alcoba — jaló más fuerte — sube —
— Herma-... —
— Sube, vuelve a tu alcoba, obedece — me empujó
Tuve que hacerlo, en esta casa no tenía a nadie de mi lado, a nadie quien me defendiera, si me iba sé que me encontrarán y el castigo será doloroso.
Al día siguiente al despertar Miyeon me ayudó a vestirme, me arregló y tuve que bajar por llamado de mi madre, comí en silencio, no tenía ganas de comer pero aún así lo hice, solo debía de hacerlo, no era difícil.
— ¿Y dónde están los regalos? — preguntó mi madre
— Arriba, los bajaré después de comer —
— Si estás lleno no es necesario que lo acabes, puedes dejarlo —
— Entiendo... — me puse de pie, viendo como mi hermano me miraba fijamente
Subí por los regalos pero no bajé de inmediato para dárselos, me quedé un rato arriba, pensando en si mi vida realmente valía lo suficiente. Esto era tan estresante, podía sentir en mi cabeza dolor, el pensar en estar aquí me estaba sofocando, tener que estar todos los días en silencio y encerrado, era horrible mi vida.
Dinero, honor, lujos. Esas eran las tres cosas que me dijeron mis padres que traiga. Si bien no vine por mucho tiempo eso no fue motivo para que mis padres no dejaran de recibir regalos, cada mes o fecha importante se les enviaba ropa y accesorios del año, también recibían dinero, mucho dinero.
Bajé luego de sentir un golpe en mi puerta, con ayuda de Miyeon y algunos sirvientes bajé las cajas, viendo a mi madre esperar con mucha emoción la suya.
— Hermano, para tí un hermoso vestido — dije haciendo que la sirvienta le de la caja que le señalé — para mi padre un terno y un reloj de lujo, el reloj es de un modelo en edición limitada, solo existen dos en el mundo — volví a señalar otra caja para él — para madre collares y anillos del famoso diseñador de joyería en la ciudad, te traje toda la colección que está próxima a salir —
— Mi pequeño, te preocupas tanto por nosotros — mi mamá sonrío al ver uno de los collares
— Padre, me gustaría salir un rato —
— ¿Salir? —
— Sí, me gustaría pasear por el prado, tomar aire — dije viendo como miró el reloj y luego a mí
— Supongo que puedes salir, pero solo un rato, no quiero que te lastimes — me miró fijamente, entendí lo que quiso decir
— Entiendo — asentí y reverencié — si me permiten, iré a pasear —
— Claro, ve con tu sirvienta — dijo mi madre — que te sostenga una sombrilla —
— Sí... —
Quería salir solo, pero sabía que no podría, al menos Miyeon no me detendrá de andar por donde quiera.
Caminé por todo el centro de la finca, sin éxito de encontrarlo, pero no me rendiría, estaba seguro de que él estaba aquí.
— Miyeon... —
— Diga, joven Jungkook —
— Quiero tomar un poco de limonada — volteé a verla
— ¿A-ahora? —
— Sí, ve y ordena que me preparen limonada — le arrebaté la sombrilla — no te preocupes, yo te espero aquí —
— Bien, volveré pronto — se fue corriendo
No me quedé quieto, fui a buscarlo con más libertad, esperando encontrarlo por ahí.
— Maldición... — pronto Miyeon vendría y no lo he encontrado aún
— Trae todo, no quiero nada en ese lugar ya que pronto será destruido — escuché la voz de mi padre
— Sí, señor —
Me detuve al escuchar la voz de Taehyung, caminé con prisa a esa dirección para estar seguro de que era él, confirmando que sí, era él.
— Padre, no pensé que estarías aquí — me acerqué a ambos
No podía demostrar mis ganas de verlo, así que con mucho esfuerzo miré a mi padre, aunque de reojo pude verlo, mi corazón parecía querer salirse de mi pecho cuando nuestras miradas se chocaron.
— Entonces me retiro señor, tendré todo listo dentro de treinta y cinco días —
— Quiero todo terminado lo antes posible — se fue sin siquiera mirarme por última vez — ve adentro, no te quiero acá — dijo mi padre alejándome de él
— ¿Quién era ese hombre? —
— No te incumbe eso, sal de aquí —
— Solo tengo curiosidad — sonreí, sabía que aquí no podía golpearme
— Es Taehyung, uno de los candidatos para capataz —
— Capataz... —
— Ahora que ya sabes vete de aquí —
— Sí, entiendo — reverencié y salí de ahí, no sin antes agarrar un látigo que vi colgado
— ¡Joven Jungkook! — escuché la voz de Miyeon a lo lejos
Corrí, soltando la sombrilla en el camino, intentado alcanzar a Taehyung.
— ¡Detente! — exclamé al sentir que cada vez estaba más lejos — ¡Espérame! — vi como entró a un establo — ¡OYE! — corrí con fuerza, logrando entrar después de él — te dije que me esperes... — intenté regular mi respiración
Él me ignoró por completo y levantó un cubo de heno, poniéndolo sobre su hombro.
— Oye... — me puse en medio de la entrada — detente ahí — lo apunté con el látigo
Me miró fijamente durante unos segundos, para luego reírse, no entendía qué le sucedía, pero me molestó.
— ¡Ahh! — me hice a un lado cuando el pasó sin importarle que yo estuviera ahí — ¡Oye! — volteé pero ya no estaba, me había dejado — maldito — agarré mi vestido con fuerza para poder salir
— ¡Joven Jungkook por fin lo encuentro! — vi a Miyeon correr hacia mí, pude ver a Taehyung a lo lejos — su limonada está lista... su vestido está sucio —
— Ya no quiero tomar limonada, me quiero bañar — pasé por su lado
No entendía que le pasaba, pensé que estaría feliz de verme, pensé que podíamos hablar, o no sé. Lo busqué aún sabiendo que me estaba arriesgando a que mis padres se enteren, pero no le importó, me ignoró como si no valiera nada.
— Retírate — dije cuando soltó el nudo de ni vestido
— Entiendo, joven Jungkook —
Me metí a mi bañera y me senté un rato, viendo mi reflejo en el agua.
— Taehyung... — me eché sobre un extremo de la bañera y cerré mis ojos
Había cambiado tanto, hoy que lo vi de cerca pude darme cuenta de lo mucho que a cambiado, su espalda es más ancha, sus brazos tienen más músculo, sus piernas también se ven así y su rostro se ve más afilado.
— A-ahg — gemí cuando ingresé un dedo a mi ano
Me sentía caliente, cuando pasó por mi lado sentí su olor, lo que hizo que mi estómago se revolviera con tanta fuerza, ese olor tan tosco y bruto que tiene, me hacía sentir perdido.
— Mhg — llevé mi mano desocupada a mi pezón derecho y empecé a jalarlo — Taehyung... — susurré mientras empujaba mi dedo con fuerza — más — metí dos dedos, queriendo sentir más que eso — hu-humm —
Quería, deseaba que me domine, quería sentirme lleno de placer, quería de nuevo estar entre sus brazos. Oh, ¿Cómo es que pude aguantar diez años así?, antes no había sentido esto, no como ahora, que creo que moriré de solo pensar en eso.
— Ta-tae... ¡Ahh! — me corrí, sintiendo como todo mi cuerpo se adormecio
Salí de la bañera y me cubrí con una toalla, sintiendo tan solo unos segundos después como tocaron mi puerta.
— Joven Jungkook, su madre lo llama para almorzar — escuché la voz de Miyeon
— Dile que no iré —
— Entiendo, se lo informaré —
Me cambié, no había urgencia en salir así que me tomé mi tiempo, tanto tiempo que al darme cuenta ya era de noche.
— El baño lo he dejado limpio joven Jungkook, me estoy llevando su ropa y la toalla, ¿Desea que le traiga algo? —
— No gracias, eso es todo — contesté sin dejar de leer mi libro
— Bien, cualquier cosa que necesite pídalo, estaré cerca para atenderlo —
Cuando la oscuridad cubrío todo salí hacia el balcón, viendo el grupo de ayer pasar, pero no vi a Taehyung. Quería verlo y no me quedaría con las ganas, salí de mi alcoba con solo una manta, esta vez con la llave en mi posesión. Bajé con cuidado cada escalón, sintiendo mi corazón latir con fuerza, debía de ser cuidadoso.
Abrir la puerta no fue difícil, salir tampoco, aunque tuve miedo de que mi hermano me atrape, esta vez apenas abrí la puerta salí, sin mirar atrás. Fui en busca de Taehyung, fui hasta donde dormían todos los esclavos, seguro él estaba ahí.
— ¿Cuál debería tomar? — había muchos pasillos, todos llenos de puertas
Eran muchos cuartos en los cuales dos o tres esclavos dormían, no podía tocar por que sí, si no me metería en problemas.
— Humm — no sabía que hacer
Estuve caminando por todos los pasillos sin atreverme a tocar alguna puerta, deteniéndome al final del último pasillo, habían cuatro cuartos con puerta roja.
— Debo de volver — dije retrocediendo, estaba por salir de ese pasillo cuando de pronto escuché el sonido del metal oxidado
Me escondí detrás de un árbol, ocultándome para que no me vean, estaba tan preocupado por eso, pero mi preocupación se fue cuando vi a Taehyung salir de ahí, siendo seguido por otro hombre que tenía el cabello largo, era un omega. Retrocedí de inmediato, queriendo irme de ahí, sintiendo mi pecho doler mientras seguía viendo esa escena.
— ¿Qué hace aquí? — escuché una voz detrás mío que me hizo detener mi paso
" Estoy perdido "
○●○●⊙●○●○
— Hace frío — me arreglé mi camisa
— Sí, ve rápido a tu cuarto — sonrío Seokjin mientras se arreglaba el cabello — no deberías venir más, es una pérdida de tiempo —
— No sabía que te molestaba mi presencia —
— No me molesta, solo que no hacemos nada... nunca me has tocado — se río — solo haces esto para que el resto crea que lo haces, pero no es cierto, si bien estás obligado a esto no entiendo por qué no lo haces, ¿No te gusto? —
— No es eso, si no que... —
— ¡Joven, no puede estar aquí! —
— ¿Qué sucede? — preguntó Seokjin pasando por mi lado — es uno de los señoritos —
No volteé, seguro no era nada, además no era mi asunto, él y yo no somos nada, quien quiera que sea, no somos nada.
— Que raro, ¿Qué habrá sucedido? —
— Me tengo que ir a dormir... — pasé por su lado
— Claro... —
○●○●⊙●○●○
— Suéltame — intenté soltarme del agarre del sirviente — suéltame, ¿Quién te crees que eres para hacerme esto? —
— El señor ordenó firmemente que sus hijos no podían estar en la zona de esclavos, y esa es zona de esclavos —
— Suéltame, por favor — rogué mientras era arrastrado a casa
— Lo lamento — susurró cuando estuvimos cerca — señor, el joven Jungkook estuvo en los pasillos de los esclavos — se alejó de mí
— ¡JUNGKOOK! — escuché la voz de mi padre que me hizo alzar la mirada
— Padre... — detrás de él pude observar a mi madre
— ¡ERES UN CUALQUIERA! — sentí un fuerte golpe en mi mejilla
— Padre... —
— Entra a la casa — me agarró fuerte del brazo
— No-no, espera... — miré arriba, notando a mi hermano en la ventana, él solo negó y se apartó de la ventana
— ¡CÁLLATE! — me empujó, haciéndome caer — estira tus manos — ordenó — te voy a castigar — un sirviente le dió un látigo
— Padre... —
— Estira tus manos — tuve que hacerlo — ¡ERES UNA PUTA! — me empezó a tirar con el látigo en las manos — ¡MALDITA PERRA! —
Dolía, mucho, sentía mis dedos arder, las lágrimas no paraban de bajar por mi rostro y la humillación lo hacia sentir aún peor.
— ¡NO TE BASTÓ LO QUE LE HICISTE A LA FAMILIA!, ¡NO TE BASTÓ ACOST-...! —
— Para, los sirvientes te están escuchando — mi madre susurró a su lado
— Ponte ve pie — se acercó y me jaló del brazo — agradece que tu madre es una buena persona, si no te golpearía los dedos hasta que estén llenos de sangre —
— Llévenlo a la alcoba — ordenó mi madre
Dos sirvientes me levantaron, sin delicadeza me llevaron a mi alcoba, y ni bien entré mi madre cerró la puerta, con llave.
— Desde ahora cada noche será así, ya no podemos confiar en tí —
Continuará...
¡Lamento tanto la espera!
Espero que les haya gustado, intentaré subir dos veces la próxima semana. Por favor, espérenlo con ansias :)
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Los amo mucho 💋
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