
|CAPÍTULO 09|
La suela de mis pies estaba un poco morada por el castigo que me había dado Christopher pero no me dolía tanto porque colocó en ellos una crema especial.
—Quiero cien de tu tiempo —susurra desde el sillón negro con una voz áspera que hace estremecerme—. Eres mía, Jane
—¿Estás bromeando?
No se porqué pero me gustaba la idea de retarlo y ver lo que era capaz de hacerme.
Su cuerpo se tensó y su cuerpo se frunció, acentuando las pequeñas arrugas de su semblante. Se levantó inmediatamente y camino lentamente hacia mí con una mirada fría que me hacía sentir escalofríos por todo el cuerpo.
Tomo mi cuello bruscamente, acercándome a su pecho, podía sentir su erección tocar mi vientre. Ahogue un gemido.
—Yo nunca bromeó, Jane —dijo sonaba como una amenaza apuntándome con su dedo índice—. Es mejor que dejes de provocarme, si no quieres terminar con el trasero adolorido de los azotes que te daré. Así que deja de hacerlo, si no quieres poder sentarte en una maldita silla con la espalda recta.
No sé qué prefiero, si recibir azotes o que me folle tan fuerte.
—No me importa.
Bufa. Arquea una de sus cejas castañas pobladas. Sus ojos se oscurecen.
—¿Estás retandome?
—En este momento lo estoy haciendo.
—No sabes lo que estás diciendo.
Suelta una pequeña risa y se da la vuelta divertido por lo que acabo de decir.
Christopher trae en la mano una cuerda como de cinco metros de largo. Está sin camisa y lleva puesto unos pantalones negros. Su cabello está desordenado y rebelde. Está al descubierto mostrando sus anchos y músculos hombros. En su cuello colgaba una cara y finamente cadena de oro. Su cintura delgada y el abdomen perfectamente marcado. La tinta de los tatuajes resaltaban por todo su cuerpo, haciéndolo aún más atractivo.
Pasa la cuerda por detrás de mi cabeza, hace un nudo bajo la nuez, hace otro nudo bajo mi pecho y otro bajo mi estómago. Pasa la cuerda entre mis piernas las sube por mi espalda y lo pasa por el lazo del cuello en la nuca, pasa la cuerda en medio de mi sexo y luego continúa del nudo del estómago se separan en dos y recorre mi espalda hacia atrás, pasa los dos extremos de la cuerda bajo mis axilas y después a través del lazo en mi pecho, cruza la cuerda tres veces por delante. La cuerda se queda enrollada sobre mis pechos, los pasa por encima y por debajo de ellos. Haciendo que se destaquen. Pasa las cuerdas debajo de mi pecho hacia mi espalda y tira de ellas. Los pasa entre la cuerda de la espalda y lo separa, las lleva a la parte delantera, los pasa a través del lazo del estómago y las separa de nuevo. Tira de las cuerdas hacia la parte de atrás, rodea mis muslos dos veces y hace un nudo.
—¿Te gusta que te azoten?
—Sí, Amo.
—¿Tienes idea de lo que es esto?—me cuestionó mientras me pasaba un objeto largo marrón de cuero.
Trago saliva.
Es una fusta.
—Sí, Amo.
—Con está fusta te voy a azotar y follar ese lindo coño.
Su sonrisa es cruel.
Asentí.
Ingiere la fusta en mi boca. Hasta el fondo tocando mi garganta. Me atraganto. Comienza acariciar mi lengua con la fusta, trazando círculos. Lo saca y los pasa por el bermellón. Baja lentamente la fusta y recorre mi pecho. Indeciso.
Me da el primer azote en el pecho. Gimo.
—¿Más fuerte?
—Sí, Amo, por favor.
El segundo fue más fuerte que el anterior.
Ahora estoy tumbada sobre la cama.
Empezó acariciar mi coño con la fusta. Comencé a derretirme, podía sentir lo chorreante que esta, yo estaba muy caliente y excitada. Necesitaba correrme. Me azota el coño. Grito. Vuelve a azotarme fuertemente. Las cuerdas se tensan cuando intento arquearme o hacer cualquier movimiento. Jadeó y siento el cuerpo tenso.
—Dí por favor.
—Por... Por favor Chris —gemí.
Me azota nuevamente con fuerza el coño. Jadeo intentandome arquearme.
—Por... Por favor, Amo—corregí.
—Así debes dirigirte a mí.
Recorre la fusta mi coño. Indeciso. Me azota con más fuerza. Grito. Sin previo aviso la ingiere en mi... coño. Gimo.
—¡Ohh, por favor!
—¿Qué quieres, conejita?
Me penetra bruscamente. Tiro la cabeza hacia atrás gimiendo su nombre.
Recorre muy despacio mi sexo. Traza círculos en mi sexo, expandiéndome, empujándome. Gimo. Introduce la fusta y lo saca, una y otra vez. Sus embestidas son fuertes. Grito mientras lo saca y lo vuelve a meter. Comienza a frota mi clítoris con la punta de la fusta y en cuestión de segundos hacer que yo me derritiera en gemidos al sentir el tacto y la estimulación de la fusta adentro de mí.
—¡Ohh cielos!
Gira la fusta acariciando las paredes de mi coño. Gimo. Comienza a traza círculos en mi sexo.
—Joder, sabes... Oh mierda —me quejo de dolor al sentir como la cuerda se tensa bajo mi sexo—. Sabes perfectamente como torturarme —digo entre jadeos.
Golpea con fuerza mi clítoris. Grito. De nuevo está frotando suavemente mi clítoris y lo pasa lentamente acariciando las paredes de mi coño. Jadeo.
Estoy por colapsarme, puedo sentir en lo más profundo y oscuro de mí, que ya estoy al borde del orgasmo.
—¿Te gusta, así nena?—dice al trazar círculos en mi coño, expandiéndome y empujándome.
—Mmm, sí.
Saca la fusta lentamente y sin previo aviso la vuelve a meter con rudeza la fusta en mi húmedo coño, penetrándome.
A dentro... A fuera... A dentro.... A fuera y de nuevo a dentro.
—¡Follame!
Cada parte de mi piel está goteando de ganas por él y que me llene de su espeso jugo blanco.
—¿Dime cuánto deseas tener mi polla dentro de ti?
—Lo suficiente, lo anheló, Amo.
—Dí algo mejor. Convenceme.
—Quiero tenerlo dentro de mí y que me penetré bruscamente —espeté—. Quiero que me hagas sangrar el coño, quiero que mi sangre sea un lubricante para tu polla. Deseo que me hagas ahogarme con ella y hacerme sentir que me asfixió al tenerla en el fondo de mi garganta.
—Arrodíllate.
Lo hice.
Tenía su polla delante de mí y en cuestión de segundos ya estaba mamandosela.
—Oh Jeannie —gimió—. Sigue así.
Jugueteaba con su pene, degustando su sabor y textura. Mordisqueaba de vez en cuando y lo chupaba desde el glande hasta por sus testículos, los cuales masajeaba y pellizcaba, al igual que su trasero.
—No pares, nena —me agarra del cabello con más fuerza. Empujándome y haciéndome succionar con más fuerza su miembro.
Recorría su pene de arriba a bajo, hacia movimientos largos y cortos.
—¿Te gusta, papi?—inquirí con la mirada fija y con su pene fuera de mi boca.
Asintió y sonrió al escuchar que lo llame así.
Le gusta y su forma de sonreír me lo decía.
Ya estaba por llegar al orgasmo, lo sentía cada vez que gemía y gritaba al sentir como aumentaba mi velocidad y se movía dentro de mí, recorriendo las paredes de mi boca.
Recorría cada centímetro de él y el orgasmo está acercándose.
Aumente mi ritmo y el gemía mi nombre. Lo torturaba de vez en cuando, mordiendo su miembro y succionando fuertemente, hasta que por fin llegó al orgasmo, se corrió en mi boca, deguste su sabor y luego saco su polla de mi boca para guiarla a mi cara, vaciando cada gota de su esperma en mí.
Estaba caliente y espeso.
—Ohh que bien lo hiciste, cariño.
¿Cariño?
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AVANCES
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Los últimos dos diálogos son inversos, pronto habrán actualizaciones <3
Gracias aristxr por el Crackship 💌
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