Capítulo ⁰¹
Mirándose al espejo, consciente de su apariencia, Kim Jimin se encontraba ultimando toques en su maquillaje de esta noche.
Iría con su amigo Taehyung al Tramonto Rosso, un club nocturno en la zona rosa de la ciudad. Sus ojos delineados, sus labios con bálsamo brillante dándole un aspecto apetecible, su camisa rosa palo con una chaqueta negra con dorado encima, y su pantalón negro rasgado en las rodillas y los muslos, esos zapatos negros informales. Se veía atractivo, claro que no necesariamente esperaba conseguir alguien con quien pasar la noche. No era mucho estilo ese tipo de relaciones más si las hubo experimentado en el pasado. Iría por unos tragos, bailar y a cuidar de que su amigo no se fuese con el hombre incorrecto.
Taehyung pasó a buscarlo en su auto cerca de las 9 de la noche, y cuando llegaron al club eran las 9:15. Entraron y tomaron asiento en una estación algo alejado del pandemónium central, algo más íntimo para charlar un momento mientras bebía.
— Deberías estar feliz, ya casi eres un abogado titulado.
—La felicidad por recibir mi título fue brutalmente opacada por la sustentación de la tesis. El Doctor Kwang es el peor juez que me pudo tocar.
— Lo lograrás, pero debes liberar tensión.
Sí, claro, la tensión de no saber cómo presentarte ante un abogado que muchas veces quiso meter a tus padres en la cárcel. Por fortuna, nadie sabía de quiénes era hijo, el apellido de su padre servía como buen camuflaje, pero eso no disminuía sus nervios aún así su sustentación fuese en poco más de un mes.
— Así qué, para dejar ir el estrés, ve a bailar.
— Estoy sólo - recalcó el obvio hecho de que nadie le había invitado hablar, ni lo quería tampoco.
— No finjas, te gusta más bailar sólo que con un compañero.
Así fue como Taehyung lo empujó hasta el centro de la pista, ambos bailando juntos siguiendo el ritmo de la música, dejando que el calor del momento es apoderara de ellos. Sus ojos cerrados mientras que la tonada acariciaba su cuerpo, y cuando los abrió no se encontró con Taehyung, sino con un alto hombre, atractivo, de rasgos marcados y cuerpo bien formado, mirándolo con una lujuriosa expresión.
— ¿Puedo acompañarte?
"Incordio", pensó refiriéndose a su amigo que en determinado momento lo abandonó.
Estuvo tentado a negarse, quiso decirle que no necesitaba a un compañero de baile, pero su sensatez salió a flote y se dijo: "¿Qué clase de persona no cuerda rechazaría a este hombre?". Y quizás siguiendo el calor de los pocos tragos que bebió, accedió a bailar con el alto. Ese era otro erótico detalle, sus estaturas eran muy diferentes, el rostro de Jimin llegaba apenas hasta el pecho del otro, su coronilla rozaba con esfuerzo las clavículas ajenas.
— Dime tu nombre — casi le exigió en tono potente, comprensible pues la música era ensordecedora, pero Jimin le entendió.
— Jimin.
— Soy Yoongi.
El baile los llevó a pegar sus cuerpos más de lo esperado, se frotaron de forma impudica hasta que la muchedumbre fue demasiado como para incluso respirar. El alto, Yoongi, lo tomó de la mano y lo sacó de la pista, llevándolo entre la gente hasta la parte trasera del local dónde a un ambiente más tranquilo entre sillones y luces se vivía.
—¿Quieres un trago?
El joven aceptó, y se permitió tomar un licor de color ámbar, extraño igual que su sabor fuerte que le quemó la garganta. Había olvidado que los licores fuertes no le iban nada bien, ni se mezclaban correctamente con su pobre juicio.
— Así qué, Jimin, ¿tienes apellido? — bromeó invitándolo a sentarse junto a el en uno de los sofás pegados a la pared.
— Kim— respondió simple añadiendo una sonrisa.
— Min.
Jimin tomó otro sorbo del trago, aunque su cuerpo rogaba porque parará, Yoongi lo notó e inmediatamente se soltó en risas.
— No eres muy buen bebedor.
— Ni un poco, si bebo otra copa entonces estaré más ebrio que una cuba en pocos minutos.
— Puedo cuidarte — ofreció el antro con una sonrisa amable.
—¿Me puedo fiar de ti?
— Posiblemente, aunque no sé qué pasaría si te embriagas y yo igual.
Esa insinuación..., Iba por un camino sinuoso, rodeado de erotismo y sensualidad.
—¿Puedo saber porque quisiste bailar conmigo?
— Mmm, porque eras el chico más interesante, y porque te veías muy bien bailando, aún así creí que querrías hacerlo solo y rechazarías mi oferta.
Su apreciación era curiosamente acertada, o al menos lo fue por unos segundos.
— Lo pensé, pero... Supongo que podía dejar de vailar solo y hacerlo contigo.
— No fue tan malo después de todo, ¿O si?
— En absoluto, creo que fue una buena decisión.
Siguieron bebiendo más, y demás hasta que sus sentidos, o al menos los de Jimin, vieron atrofiados por el alcohol. El calor subido a un nivel peligroso, donde las manos del chico se colaron por el pecho de Yoongi hasta llegar a su rostro y besarlo. Jimin era un chico apasionado cuando bebía demás. Algo que no le molestó Yoongi, le gustó verlo tan incoherente, y desfogado. El alto se encontraba igual algo ebrio, pero no tanto como su acompañante. Le gustaba, se gustaban, en el sentido más físico de la palabra. Y, quizás, una aventura por esa noche no sería tan malo.
—¿Puedo llevarte a mi departamento? — preguntó, con la intención de llevar su encuentro a algo más.
— Puedes llevarme al cielo, si quieres.
Eso fue lo más sensato que dijo Jimin, Y qué Yoongi se juraría cumplir.
Siendo que no estaba tan ebrio como para conducir, Yoongi llevo al muchacho a su departamento que, para fortuna, quedaba a 7 cuadras del club, no muy lejos, y perfecto pues el calor que sentían necesitaba ser sacado con rapidez. Al llegar, dejó el auto en el parqueadero subterráneo, cargando a Jimin como un koala pues no se fiaba de sus habilidades para caminar, subieron en el ascensor hasta el cuarto piso. Entraron.
— Mmgh...— comenzó a gemir el impúdico joven contra el oído ajeno.
—¿Muy ansiosa, princesa?
"Me gusta que me llames princesa", pensó Jimin comenzando a besar y morder el cuello ajeno.
— S-si— contestó y añadió: pero la ve-verdad es que no he sido una buena de princesita.
Inmediatamente, la ingle de Yoongi se restrego descarada contra la entrepierna del otro.
— Deberé darte una lección.
Fue tirado en la cama una vez llegaron a la recámara, sus labios estaban presos entre los del otro mientras que sus propias manos se desesperaban por quitarle la camisa a su pareja. Yoongi hacía lo mismo, esa bonita chaqueta voló por los aires junto con la camisa, entonces pudo probar los rosados pezones del pequeño, los mordisqueó y lamió con gula haciendo gemir.
— Tu reprimenda empieza ahora.
Y acto seguido las manos de Jimin estuvieron presas por esposas sujetas a la cabecera de la cama, y en su boca fue puesta una mordaza. A Yoongi le gustó la imagen, se veía dulce e inocente, moviendo sus caderas por la ansiedad. Al muchacho tampoco le disgustó sentirse así de dominado.
Yoongi se retiró la ropa, quedando gloriosamente desnudo, enseñando su esculpido abdomen, sus piernas fuertes y sus brazos tan apetitosos. entonces pudo terminar de desvestir al pequeño hasta dejarlo tan gloriosamente desnudo que su boca se hizo agua.
— Voy a joderte tan fuerte— prometió— pero debo preparar tu culo para recibirme.
Y como si le respondiera, Jimin elevó sus caderas enseñándole desvergonzadamente su intimidad, su miembro caliente y erecto, su tierna entrada deseosa por ser llenada.
La lengua de Yoongi llegó a chupar y engullir el miembro del otro, envolviéndose alrededor y recorriendo la longitud.
—¡Mmgh...mmm!
Las caderas del chico se menearon empujandose hasta la profundidad de la boca, tan húmeda que le hacía delirar. Su lengua pasó hasta su agujero, lo lamió y humedeció su alrededor, hasta poder meter su lengua ahí.
—¡Ammgh!
Su cuerpo se vio invadido por los dedos de Yoongi, estirando su estrecha cavidad hasta dejarla bastante dilatada, aunque seguramente no sería suficiente para recibir el tamaño de Yoongi.
En medio de una cama, con las manos esposadas y la boca amordazada, Jimin esperaba que el glorioso semental frente a él arremetiese contra su débil cuerpo. Con las piernas abiertas, en una singular invitación, ansiando que aquel hombre, Yoongi, que conoció en el club nocturno supliese sus deseos.
—Mngh...— gimió desesperado moviendo sus caderas contra la ingle del mayor.
—Ve con cuidado, princesa, o esto— sujeto en su mano su miembro erguido—, podría lastimarte.
—¡Mmmgh!—
Cuando el miembro de Yoongi ingresó en el caliente canal, un sonido, el de la contestadora en la habitación del mayor, llamó su atención, más no detuvo los embistes que el robusto hombre daba.
—Yoongi— era la voz de su compañero de trabajo, Jungkook— por fin tenemos la información de quién es el hijo de Park, su nombre es Kim Jimin, lleva el apellido de su padre.
Y el tremendo silencio vino acompañado de un grito proveniente de Yoongi.
—¡¿Eres él hijo de un mafioso?!
El nombrado le quitó la mordaza a Jimin quien replicó:
—¡¿Eres policía?!
Pido una disculpa si tiene alguna falta de ortografía 🥺
🔫🚨🔫🚨🔫🚨🔫🚨🔫🚨🔫
Hermosa portada y banner hecha por jeonkuluar jamás me cansaré de decir que me a encantado!!
TORI 🍡
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