Parte / 81 Mis quince años
Mis quince años.
Pasaron los meses y se acercaba mi cumpleaños mis quince años. Mi mamá me dijo hija
yo creo que a ti no te vamos hacer nada pues no hay dinero, chin yo sentí mucho coraje, y le dije
- Como que no me van a hacer nada le dije a mi mamá si yo desde que me acuerdo nunca a habido dinero y siempre les hiciste fiesta a mis hermanas y nada más conmigo no hay dinero.
-No te pongas así pero aquí es diferente allá en el pueblo tenia quien me prestara dinero o quien me fiara pero aquí no conozco a nadie
- ¿Como cuanto vas a gastar?
Pues según a la gente que quieras invitar.
- En primer lugar yo no quiero que vengan los parientes porque nada más vienen a criticar, nada más quiero invitar a mis amigas y a unos amigos, son poquitos, quiero mi misa sin damas ni nada de eso, solo yo y mis padrinos.
Le dije bueno no te voy a dar dinero en estos dos meses que faltan y con eso compramos lo que se ocupa, me dijo
- Pero como no me vas a dar dinero, si yo ese dinero yo ya lo tengo comprometido, y me di valor y le dije
- Bueno pues que te de mi papá el es el que te tiene que dar no yo, además no nada más soy yo que te den mis hermanos.
-No me hables así o te voy a dar unas cachetadas.
-¿Y por qué si no te estoy haciendo nada, y no vayas a mandar a Santos, a pedir dinero, porque no le voy a pedir prestado a la señora
Se enojó mucho, pero me dijo
- Está bien
Al ratito me dijo
- Oyes hija fíjate que en la colonia Morelos donde vivíamos hay una señora que vende ropa de segunda mano hay veras si vamos para ver si tiene un vestido de quinceañera y lo llevamos a la tintorería y queda como nuevo, porque uno nuevo va a costar muy caro y no va a ajustar el dinero.
- Bueno pues si vamos a ver si tiene uno bonito.
Y fuimos y cual va siendo la sorpresa que había unos hermosísimo al menos a mí así me pareció me lo medí y me quedo como si me hubieran tomado medidas se lo apartamos a la señora porque en ese momento no traíamos dinero.
Cuando nos regresamos en el camión mi mamá ya venía muy entusiasmada, me dijo
-Mira hija hacemos mole dulce y unos frijoles bien chinitos eso no sale tan caro, y los servimos en tostadas, a las tostadas de frijoles les regamos queso seco de Cotija y vas a ver que hasta van a pedir más hacemos una ollota de de agua de Jamaica y que tu padre traiga unos cartoncitos de cerveza, porque mi papá había conseguido trabajo de repartidor, nos bajamos del camión me dijo
-De una vez vamos al templo para ver cuánto cuesta la misa y apartarla.
-Me dio mucho gusto de ver lo entusiasmada que ella estaba con lo de mi fiesta.
Le platique a mi amiga Martha
-Fíjate que me van a festejar mis quince años
-A si, que suave ¿y quienes va a ser tu madrina
-No, pues todavía no se.
- Y si soy yo.
-¿ Deberás quieres ser mi madrina?
-Claro que si.
-¿Pero el padrino quién?
- Pues que sea mi hermano
- Crees que quiera ser mi padrino.
- Yo creo que si vente vamos a decirle aquí esta.
-Al pobre muchacho no le quedo de otra más que decir que sí.
A su mamá le dio mucho gusto, me pregunto
-¿Cuanto cuesta la misa?
- Treinta pesos.
Abrió su monedero y me los dio
- Ten hija porque a los padrinos les toca pagar la misa y no te preocupes por el pastel yo te lo voy a hacer.
- híjole pues me dio mucho gusto porque en mis cuentas no estaba contemplado un pastel.
La misa iba a ser a las seis de la tarde de un sábado no era el mero día de mi cumpleaños porque tocaba entre semana pero lo que yo quería era fiesta el día no interesaba. Resulta que de buenas a primeras toda la familia estaba entusiasmada con mis quince años y también los vecinos todos pusieron su granito de arena para la fiesta.
Cuando me pagaron lo primero que hicimos mi mamá y yo fue ir por el vestido lo llevamos a la tintorería y resulta que yo lo había visto amarillito y cuando fuimos por el a la tintorería el vestido estaba relumbrante de blanco más bien parecía de novia que de quinceañera lo bueno es que no era largo me llegaba a el tobillo, cuando llevamos el vestido a la casa lo colgamos en un clavo para que no se arrugara en el ropero y me dijo mi mamá
- Vamos a San Juan de dios a comprarte tu tocado y tu ramo
- Pero una vecina que vivía al otro lado de la casa le dijo a mi mamá
- No doña concha no le compre tocado yo le voy a prestar una sevillana española blanca para que se vea más bonita, el vestido está muy bonito y un tocadito lo va a desmerecer.
-Fuimos a su casa que era al otro lado y me enseño la sevillana me la puso y nos dijo
-Mire doña Concha parece virgencita también le voy a prestar este collar de perlas los aretes
- Yo soñada se veía que era de perlas originales.
-Bueno pues muchas gracias ya nos ahorro un gastito mas
-Nos dijo
-Por el ramo no se apure yo se lo regalo
ha de haber pensado estas van a comprar un ramo bien chafa y la sevillana tan fina.
Poco a poco toda la familia y amigos se entusiasmaron con mis quince años
Mi hermana chuy les dijo a sus patrones los muchachones
-Mi hermanita la más chica de las tres va a cumplir quince años y que están invitados.
- El más guapetón le dijo
¿y ya tiene chambelán?
-No, como estamos muy pobres, nada más va a llevar a sus padrinos
-No, eso no esta bien, una quinceañera sin chambelán no es quinceañera, pregúntale que si quiere que yo sea su chambelán
-No, no necesito preguntarle si va a querer.
Ya tenia padrinos y chambelán, me dijo mi mamá
- Doña Margarita tiene un aparato de sonido vamos a preguntarle cuanto cobra la hora
Fuimos y quedamos que el baile iba a empezar a las ocho y se terminaba a las once de la noche porque nada más alcanzábamos a pagar tres horas, la mujer no quería
-No concha no me costea el aparato de sonido lo alquilo lo mínimo cuatro horas.
-Hay Margarita, no te hagas del rogar, quince años nada más se cumplen una vez.
- Bueno esta bien, nada más porque somos paisanas
También la mujer era de Etzatlán.
Poco a poco se iba armando la fiesta le dije a mi patrona
-Señora, la invito a mi fiesta de quince años.
-Te agradezco la invitación pero ya sabes que Guillermo esta enfermo y lo tengo que cuidar
Así se llamaba el viejito su esposo
-Yo ya sabia que no iba a ir pero la invitación fue con la intención de que me diera un regalito ja, ja, ja, cuando cumplí mis quince años fue un día normal porque fue entre semana.
-Señora el jueves que salga me da permiso de ya no regresar hasta el lunes porque le voy a ayudar a mi mamá con lo de fiesta.
no le hizo mucha gracia pero accedió, así es de que el jueves, que salí la doña me dio un abrazo y un regalito y aparte doscientos pesos, con los dos meses y los doscientos pesos se juntaron ochocientos pesos, yo le di a mi mamá quinientos pesos y me guarde trescientos, el viernes nos fuimos temprano a San Juan de Dios para comprar todo lo que necesitábamos para el mole, le dije.
-¿Por qué no compras mole doña María, para que no te canses tanto'
-Qué mole doña María ni que nada, yo lo voy hacer, sabe más bueno el que yo hago
-Bueno pues como tu quieras
-Compramos la carne de puerco, pierna, los chiles de diferentes clases, chocolate jitomates, limones, unas cebollotas, que para a hacer rodajas con limón y mejorana para el mole, las tostadas unas muy grandes, un montón de especies, como todo era más barato en ese tiempo si alcanzo con los quinientos pesos y hasta sobro un poquillo.
Llegamos a la casa, comimos y me dijo mi mamá vamos aventajando, puso a cocer la carne, con cebolla, ajo y sal mientras me puso a limpiar los chiles a quitarles las semillas, ella los doro en manteca y los puso a remojar, cuando la carne estuvo cocida, les dijo a los chiquillos
-Lavense las manos paraque me ayuden a deshebrar la carne.
Pero los tuvimos que quitar porque se la empezaron a comer
-A que muchachos canijos, no se esten tragando la carne, larguense por allá
La deshebramos mi mamá y yo salió una cazuelota, se la llevamos a doña Mary la rica de la cuadra para que no la guardara en el refrigerador para que no se echará a perder, nos acostamos, el sábado nos levantamos bien temprano para desocupar la pieza más grande, quitamos todos los muebles y los metimos al otro cuarto.
En eso estábamos cuando empezaron a llegar parientes, mis abuelos y mi tío Cándido fueron los primeros, le dije a mi mamá
- No te dije que no quería parientes
- Hay como eres egoísta como no los iba a invitar y no pongas tu carota si no, aquí se acaba todo.
Con esas palabras quería decir que no me hacia fiesta y pues no me quedo más remedio que sonreír, empezaron a ayudar yo me metí a bañar, entre mi abuela y mi mamá empezaron a hacer el mole, comimos frijoles con queso cebolla jitomate,chile verde y cilantro, porque el mole era para la noche, le dije a mi mamá
-Voy al salón de belleza para que me peinen.
-Esta bien hija mientras nosotros acabamos de hacer la comida.
Me hicieron un chongo que era lo que se usaba en esa época, me veía muy bonita y me dije a mi misma híjole que bonita y cuando me ponga mi vestido guau,.
Ya llegue y cual va siendo la sorpresa que la casa ya estaba llena de parientes, hay mi mamá, pero ya estaba listo el mole, la sopa de arroz, los frijoles bien fritos, el queso rayado, la cebolla deshidratada en limón con mejorana, la ollota de agua de Jamaica, todo listo
-Ándale hija vamos a ayudarte a vestir porque pronto se hace tarde
Eran como las cuatro de la tarde, llego la vecina doña Mary la rica de la cuadra y la dueña de la sevillana, con su equipo de pinturas y la sevillana y el collar y unos aretes que hacían juego.
Quede lista con mi vestido blanco obviamente con la ropa interior nuevecita mis medias y mis zapatos blancos de tacón me dijeron.
- Camina para que practiques
- No pues, se me torcían los pies nunca me había puesto zapatos de tacón; la doña me pinto levemente como requería una quinceañera, me puso la sevillana con un alfiler con una perla para que no se me cayera, llego mi amiga Martha con su mamá y su hermano muy guapos con el pastel, llego mi hermana chuy con los muchachones, y con una bolsota llena de botanas y muchos refrescos ya en una hilera.
Las botanas eran de lujo, queso manchego en cuadritos, salchichas, queso de puerco en cuadritos, cacahuates, etc. llego la hora de irnos al templo y ya me iba a subir al carro de los muchachones cuando mi mamá sale con que no hija vete a pie para que luzcas tu vestido el templo está aquí a la vuelta, y la hija bien obediente se fue caminando con todo el montón de gente atrás de mí y la gente salía de sus casas para verme y decían es Rosa la hija de doña Concha, y yo sonriendole a toda la gente.
Llegue al templo y el padre salió a recibirme y entramos el padre adelante y un acólito echando incienso enseguida yo con el chambelán, mis padrinos y mi mamá y mi papá y
Llegamos ya estaban los reclinatorios el mío adelante y atrasito el del chambelán no los pusieron juntos porque si no iba a parecer boda y no quinceañera, los reclinatorios de los padrinos y los de mis papás.
Empezó la misa y yo soñada y cada que el padre decía mi nombre que barbaridad se siente mucha emoción, de repente me empezaron a tomar fotos y yo dije a caray si nosotros no contratamos ningún fotógrafo y muy disimuladamente voltee para ver quien era, y era Simón un muy buen amigo de mi hermana Chuy el estaba enamorado de ella pero ella nada mas lo veía como amigo.
Ya que termino la misa salimos del templo y ahora si me fui en coche a la casa, yo no sé cómo le hicieron los invitados para llegar antes que yo, porque cuando llegue a la casa ya estaban haciendo valla por el pasillo, y cuando entre a la casa me aplaudieron y el aparato de sonido se arrancó con las mañanitas ya entre a la pieza principal ya estaba todo acomodado todo alrededor sillas y la gente sentada la que alcanzo silla y los demás parados.
Lo que siguió después fue el vals primero baile con mi papá y después con el guapote del chambelán, y como ya dije ellos eran de dinerito pues llevaron su respectiva botella de champan yo creo que del más barato, porque era champan, no era sidra, y que piden copas, y pues de donde copas si con trabajo teníamos algunos vasitos de vidrio, pero como doña Mary era la rica de la cuadra que se va y trajo seis, y pues ya brindamos, mis papás el chambelán los padrinos y yo en copa y la demás gente en vaso desechable.
Y que le doy el tragoté y que casi lo vomito porque me supo a puro vinagre ja, ja, ja, pues ya el chambelán dijo un discurso y mi papá otro, y yo que ya quería que empezara el baile, y empezó, y resulto que los invitados de mi hermana salieron muy buenos anfitriones ellos se encargaron de organizar lo que fue la comida y la bebida, y entre baile y baile primero repartieron la botana claro, repartiendo a los invitados de honor que eran los padrinos, y la doña rica que presto, las copas, después a los parientes a mis invitados y por últimos a los coleros que nunca faltan en una fiesta.
Después empezaron a repartir las tostadas en platos desechables dos de mole y una de frijoles, y su respectivo vaso desechable de agua de Jamaica, yo no sé cómo le hicieron pero toda la gente alcanzo, y pedían más los invitados de honor tomamos refrescos y otros cervecita. Y así siguió el baile salieron muchos bailadores que no fueron invitados pero se invitaron solos, pero que bueno porque baile tanto y con muchos chavos.
Como a las diez de la noche ya estaba llenísima la casa yo no se de dónde salió tanta gente, unos bailábamos en la pieza principal, otros en el corredor, hasta en el pasillo.
Y la puerta de la calle llena de coleros ja, ja, ja, pero estuvo muy divertido.
Llegaron las once de la noche y pues con la pena pero ya se acabó el baile porque nada más eran tres horas. no pues se escuchó
- huuuuuuuuuu ya, tan pronto
Los invitados de mi hermana le pidieron permiso a mi papá para pagar otra dos horas, y accedió, siguió el baile hasta la una de la mañana y pues la doña del sonido se contentó pues ya le costeo su día.
Poco a poco se empezaron a ir los invitados y cuando ya casi quedaban nada más los invitados de honor y los parientes mi hermano Mando que era muy atrevido empezó a decir
- Y no vamos a comer pastel, yo quiero pastel
- ahí gritando y pues no quedó más remedio que cortarlo bendito dios que en mi época no se usaba la mordida del pastel que lo embarran a uno todo, ya me sacaron mi respectiva foto cortando el pastel y una porra a la vivo a la babo a la binboba Rosa, Rosa ra, ra, ra, pues yo soñada..
Se fueron los invitados y volvimos a la realidad empezaron a armar las camas como había invitados de fuera, para ellos fueron las camas y todos los demás a tender cobijas en el suelo para dormir ni yo me escape de dormir en el suelo no me valió que fuera la quinceañera.
Al otro día, domingo nos levantamos tarde y a comer recalentado del mole que quedo y los frijoles bien buenos. Fueron tacos porque las tostadas si se acabaron,
Ya que quedaron bien limpias las cazuelas, nos dedicamos a regresar todo lo que nos habían prestado, las sillas, un mantel, la sevillana, las copas el collar y los aretes.
Los invitados de mi hermana chuy ya se habían llevado su hilera con los envases de refrescos vacíos.
La casa quedo hecha un asco, tuvimos que lavar el piso, las cazuelas la olla del agua, y como estaba mi abuela Ramona ella nos traía en friega cuando la casa quedo bien limpia ya descansamos un rato mientras mi mamá y mi abuela hacían la comida yo me acosté un rato y me quede bien dormida pues estaba muy cansada de tanto bailar y aparte el quehacer. Me hablaron como a las tres y media para comer, comimos y otra vez lavar el montón de trastes con el montón de hermanos y la visita foránea que no se iba. Mi hermana Chuy y yo nos fuimos a la misa de siete de la noche y de ahí al jardín a dar vueltas, tuvimos que ir a misa porque antes no valía la del sábado como ahora. Cuando llegamos gracias a Dios ya se había ido la visita foránea y ya dormimos en nuestra cama, ja, ja, ja,
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