En Octubre son las fiestas del patrón del pueblo el señor de la misericordia, le hacen su novenario, son fiestas muy bonitas como en todos los pueblos,  también en cada templo de las ciudades.

 Llegaba la feria al pueblo, con varios juegos mecánicos, volantines, de diferentes, avioncitos, cochecitos, banquitas, el carrusel de caballitos de sube y baja, la ola, y lo más espectacular la rueda de la fortuna, ahora ya hay muchísimos juegos más pero en mi tiempo esos eran los que había.

Llegaba una carpa donde actuaban los enanitos, no eran enanitos en sí, si no unos artistas que vestían sus manos con los trajecitos de los artistas que iban a interpretar, ponían una cortina negra, como cuando se presentan los títeres o marionetas, maniobraban sus manos se les veían una cabezota y los cuerpecitos, afuera de la carpa se oía la música y la actuación, se oían los zapateados, los aplausos, las carcajadas de las personas pues siempre hacían una obra de teatro, yo ni siquiera me los imaginaba.

 Siempre quería entrar, pero nunca tenía dinero para el boleto, si nos daban algo pero no lo gastábamos en golosinas había tantos vendedores de tantas cosas. 

Se ponía una tienda de puros dulces típicos guayabate, ate de diferentes frutas, cajeta, alfajor, colaciones, garapiñados, gomitas de colores, queso de tuna, ciruelas pasas, pasitas, almendras, nueces, cacahuates, infinidad de cosas, los vendedores de aguas frescas de diferentes sabores y colores, vendían pan, los churros, comida, definitivamente no sabíamos que comprar, mi hermana Luz y yo siempre dábamos un recorrido por todos los puestos de vendimias, y escogíamos muy bien lo que queríamos por lo regular cosas que no comíamos seguido nos decíamos.

 -Tu compras esto y yo esto tú me das de lo tuyo y yo te doy de lo mío

 Así lo hacíamos, ya para lo demás ya no teníamos, pero mi hermana era muy ingeniosa y me dijo

-Quieres que vayamos a los títeres.

 _Con qué dinero.

 -Quieres ir o no quieres ir.

 -Si, si quiero ir.

 -Vente pues.

-Llegamos a la entrada de la carpa ya estaba la fila de personas para entrar en eso vimos a una pareja con varios niños, y mi hermana que se forma atrás de ellos y yo también y el señor que recogía los boletos estaba muy embolado con tanta gente que le recoge los boletos al señor y se metieron y mi hermana que le agarra la mano al último niño y yo agarrada de la mano de ella pasamos como parte de la familia, yo con un susto imaginando que cualquier rato nos sacaran pero eso no paso, entramos y mi hermana soltó al niño y fuimos a buscar lugar y nos sentamos, esperando el acontecimiento.

En eso que apagaron las luces  y prendieron las del escenario tocaron música de suspenso y enseguida que salen los artistas no pues mi hermana y yo muertas del miedo porque creíamos que eran de verdad, los cuerpecitos y las cabezotas de las personas mayores empezó la actuación y si nos divertimos muchísimo el miedo se esfumo como por arte de magia aplaudimos a rabiar, nunca más volvimos a intentar meternos sin pagar, pues ya habíamos sabido de lo que se trataba la carpa de los enanitos y nos dejo un buen sabor de boca jajaj.

Eran nueve días de fiesta, llegaba un carrusel muy grande con caballitos que subían y bajaban, banquitas, había unos payasos que actuaban las canciones, y se vestían de acuerdo a lo que contaba la canción, por ejemplo la canción de Rosita Elvirez, un payaso se vestía de mujer otros dos eran los enamorados, uno la sacaba a bailar y ella lo desairaba  el le decía

- Rosita no me desaires la gente lo va a notar.

 -Pues que digan lo que quieran contigo no he de bailar, contigo no he de bailar.

 Se ponía a bailar con el otro enamorado, el despreciado sacaba una pistola y le daba de balazos a la muchacha y la mataba, se moría al muchacho lo metían a la cárcel y a la muchacha la llevaban a enterrar, y los payasos actuaban toda la canción era como una teatro de comedia gratis, y mientras los niños se paseaba los papás se divertían con los payasos, antiguamente los volantines no eran de motor como en estos tiempos los manejaban manualmente había un señor que le daba vueltas y los niños que no tenían dinero para subirse al volantin ayudaban a dar vuelta y corrían y corrían alrededor, y cuando ya agarraba vuelo se subía, mi hermana Luz y yo llegamos al volantin sin dinero y me dice

-Vente vamos a ayudarle al señor a darle vueltas al volantin para subirnos, y empezamos a correr alrededor del volantin y mi hermana me dijo

-Ahorita nos subimos cuando yo diga ya, - dijo ya

 Nos subimos y nos sentamos primero en el piso del volantin después nos paramos y nos subimos a un caballito no sin antes fijarnos que el señor que cobraba ya se había bajado cuando nos bajamos muy felices por nuestra hazaña yo sentía el vestido más largo y que me fijo traía el vestido bien descosido de la cintura yo creo que me lo pise cuando andaba corriendo alrededor del volantin y le dije a mi hermana.

-Mira como me quedo el vestido

 -No te apures ahorita que lleguemos a la casa te lo quitas y lo pones hasta el fondo de la ropa sucia.

No se cuanto tiempo paso, de repente oí un  grito que me extremecio, era mi mamá.

 Rosaaaaaaaaaa.

 Cuando fui con ella la vi con el vestido en la mano

-¿Y esto que significa?

 y yo con una cara de inocente- pos yo no se cuando yo me lo quite estaba bien.

- A quién le quieres ver la cara de pen...vas a ver ahorita te voy a dar unos azotes, chirota ya te he dicho que no andes jugando juegos de hombre y pues yo dije

 alcánzame si puedes y a correr, jajaja.