Semana Charlastor 2022. Day 6
Day 6: NSFW /Blood
Desde la ventana de su habitación, Charlie respiro. Se suponía que con los siglos que llevaba viviendo había empezado a controlar su propia ansiedad y pensamientos, pero habiendo tantas cosas rondando por su cabeza frenéticamente, era más que imposible no dejarse engullir por ellos.
Hasta el momento ellos no habían formalizado nada. Seguían entre visitas casuales en el bar, y encuentros fortuitos mientras ella estaba trabajando, sin apartarse de esa rutina durante todos esos meses en los que se vieron en el bar. Y en un principio estuvo bien, la excitación en conjunto con la adrenalina de ser la única en que clavara sus ojos fue lo que la hizo sentir dichosa y campante, pero esa sensación poco a poco se fue desvaneciendo pasado el medio año, cuando la necesidad de verlo constantemente se hizo presente y el sentimiento por verlo fue escalando hasta convertirse en algo a lo que ella estaba acostumbrada a fallar: el amor.
Alastor era un verdadero caballero. Dentro de todo ese sanguinario infierno, era difícil hallar a un hombre que supiera tratar a una dama como se debía, con todo el respeto y decoro que se requería dentro de un cortejo. Sin embargo, aunque Charlie amaba las noches de baile o las conversaciones eternas antes de retirarse de su turno, sentía que ya no era suficiente. Su cuerpo le exigía alguna muestra de cariño que pronto escalara algo más, envolviéndolos en una bruma de caricias que hiciera olvidar quienes eran.
Claro, no podía negar lo encantador que era y lo feliz que se sentía a su lado, pero ansiaba más. Porque, aunque las conversaciones eran amenas, y los besos ansiosos, apasionantes y dulces, pero no pasaban de allí. Por supuesto, pero su orgullo y herencia como súcubo le dolían en el pecho, haciéndole pensar que no era capaz de motivarle su instinto sexual.
Y ese temor se convirtió en una telaraña de ansiedades que fueron entretejiéndose hasta volverse una maraña, en la que cada vez que esperaba por él, temía que el día anterior fue su última visita, y ella seria reemplazada por alguna puta barata que pudiera proveerle ese incentivo que no veía en Charlie.
Esa noche la princesa tenia nuevamente una presentación. Como no podía estar presa de todas sus inseguridades, pensaba que si se sumergía en la música podría al menos aplacarlas hasta su próxima reunión con Alastor esa misma noche.
La música suave del chelo junto al piano, establecieron una entrada melancólica, de suspenso. Charlie entro vistiendo un vestido negro con detalles amarillos, se paseó por el escenario hasta quedar frente al micrófono. Observo entre los espectadores la mirada rojiza que buscaba, sonriendo cuando le encontró y este alzo la copa que bebía en su honor.
Every time when I look in the mirror
All these lines on my face getting clearer
The past is gone
It went by, like dusk to dawn
Isn't that the way
Everybody's got the dues in life to pay
Los tonos altos, agudos y continuados siempre fueron sencillos para Charlie, estaba acostumbrados a ellos, así que realizarlos no fue difícil, le encantaba entonarlos. Siempre generaban una expectación interesante en quienes la escuchaban, era un tipo de placer culposo que la princesa había generado desde hacía un par de años, pero le encantaba ver esa reacción que lograba con su voz.
I know nobody knows
Where it comes and where it goes
I know it's everybody sin
You got to lose to know how to win
Half my life
Is books, written pages
Live and learn from fools and
From sages
You know it's true, oh
All these feelings come back to you
Charlie sonrió, venia la parte que más disfrutaba., la que la llenaba de energía y singular emoción cada vez que la cantaba.
Sing with me, sing for the years
Sing for the laughter, sing for the tears
Sing with me, just for today
Maybe tomorrow, the good Lord will take you away
Su tono bajo de golpe, no ajustado al momento de aquella canción, sino por otro motivo que apenas pudo disimular. Acompañando a Alastor en su mesa, se encontraba la señorita Minzy. Ella estaba muy cerca de él, riendo, el demonio por su parte le sonreía, formando lo que parecía un agradable momento entre ellos. Charlie no podía creerlo, se había quedado muda y agradecía estar en medio del interludio musical porque de su garganta no salían palabras.
¿Qué se suponía que estaba pasando? ¿Acaso ellos no estaban juntos? ¿Por qué le permitía acercarse a él de esa forma? ¿Por qué le estaba sonriendo? Charlie quería llorar de rabia y dolor. Se había esforzado tanto en adecuar esa canción (que era una de sus favoritas) a un ritmo que tanto ella como Alastor pudieran disfrutar, muy adaptado a la época de este ¿Para qué? Para qué este estuviera risas y risas con la dueña del local. Casi quiso lanzarse sobre ellos y gritarle todos los improperios que su mente se supiera, pero, no iba a darles ese gusto, oh, no. El tono alto de su canción seria su grito de guerra, el preludio de una nueva determinación que estaba por tomar.
Sing with me, sing for the year
Sing for the laughter, sing for the tear
Sing with me, just for today
Maybe tomorrow, the good Lord will take you away
Los presentes en el salón alzaron sus vítores con sus notas y la mirada sorprendida de Alastor se enfocó nuevamente sobre ella.
Canto rabia, entonando cada nota rabiosa, llena de una ira que hasta el momento había sido desconocida para ella.
Dream on
Dream on
Dream on
Dream until your dreams come true
Calló, un fuerte aplauso la atrapo por la fuerza de su tono, aun cuando la mirada de Alastor volvía a estar sobre ella de nuevo, no le quitaba el mal sabor de boca de haber visto que, por instantes, la había dejado para fijarse en otra persona. Eso no quitaba su culpa y no alejaba la rabia de Charlie.
Dream on, Dream on, Dream on
Dream until your dreams come true
Dream on, Dream on, Dream on
Dream on, Dream on, Dream on
Dream on
Su voz se alzó, manteniendo el tono todo lo que pudo, gritando como su alma lastimada. Se sentía traicionada y quizás no debería hacerlo, pero tenía tanto miedo. No quería que se limitara ni se apartara de ella, quería ser la única que el viera ¿acaso eso era algo malo? No quería ser simplemente utilizada como algo pasajero a lo que podía limitar ciertas interacciones y nada consecuente al amor. No quería pensar que ya no le importaba. Que su mirada ya no estaba más sobre ella.
Sing with me, sing for the year
Sing for the laughter, sing for the tear
Sing with me, just for today
Maybe tomorrow, the good Lord will take you away
Quería llorar.
La voz de Charlie bajo hasta finalmente callar su canto, la música la acompaño en tono lastimero hasta que termino, recibiendo un mar de aplausos por tan apasionada presentación. Sin embargo, ella no la había disfrutado en lo absoluto.
Salió corriendo del escenario luego de haber dado su agradecimiento por los aplausos. Esta vez no le importo si el demonio escarlata iba por ella detrás del escenario, Charlie simplemente se movió directo hacia su camerino dispuesta a retirarse, ya no tenía nada que hacer ahí por esa noche.
No quería verlo, no quería ver a nadie. Solo quería irse a casa y poder encerrarse a llorar por largo rato hasta dormir.
—Alteza Charlotte ¡Buenas noches! ¿Podemos tomar un poco de su tiempo para una entrevista luego de su maravillosa actuación? —la repentina presencia de Kattie Killjoy a lado de Tom Trench con su camarógrafo, quien casi le impacta el micrófono en la cara groseramente., fue asquerosamente chocante y fastidioso. Obstaculizando todo el pequeño pasillo con su equipo de noticias completo, los locutores principales del programa de noticias de 666News esperaban ansiosos por conseguir alguna entrevista de parte de ella.
Charlie rodo los ojos, queriéndose arrancar los cabellos. No tenía deseo alguno de dar ninguna entrevista, especialmente a aquellos dos con quienes ya había tenido ciertos roces y que siempre buscaban
—Tenemos un par de preguntar que se nos han formado luego del espectáculo, muchas de ellas han comenzado a rondar por el Bluebird ... ya sabes...
—¿Si? ¿Cómo cuáles? —pregunto, cruzándose de brazos e irguiendo su postura. Su humor no estaba del mejor, quería irse, pero su clara intervención y como habían bloqueado el pasillo deliberadamente le hicieron notar que no sería fácil liberarse de esa situación, así que mientras más rápido saliera de ella, mejor.
—Hemos escuchado ciertos rumores... —Empezó la presentadora de tv, sonriente ante la cámara, repasando sus palabras con un gesto que a Charlie le encendió todas sus alarmas—. En los últimos meses se le ha visto muy cercana al demonio de la radio, incluso sorprendiendo a todos por su relación ya que nadie había podido conquistar la atención del esquivo ciervo escarlata hasta este momento. Pero, sin duda, todo esto que nos hacen pensar ¿Qué sucedió entre ustedes? Porque la noche de hoy la señorita Minzy, dueña del Bluebir y su jefa, se pasó toda su interpretación muy cerca del demonio radio ¿Es cierto que ustedes comparten una especie de trio poli amoroso o finalmente terminaron su relación? Como su OTRA pareja o exnovia, probablemente sabes más que nosotros de ésta larga historia de "amistad" que tiene la dueña de este local con Alastor ¿Nos puede relatar un poco al respecto?
Charlie sintió como la voz se quedaba atrapada en su garganta y un tajo muy doloroso le hizo incapaz de responder, el brillo de la cámara la cegaba y el latido de su corazón acelerado le hacía imposible escuchar algo más. Ella sabía bien como eran las artimañas de la reportera, como siempre había querido doblegarla a algo patético y nunca se había dejado, pero en ese momento se sentía contra la pared ante un hecho que ya la estaba superando. Sintió su pecho contraerse y sus ojos picar, estaba molesta, triste, furiosa. Ahogada por los celos, incapaz de armar un escándalo, porque si lo hacía, se estaría dejando en evidencia, Alastor quizás la apartaría y la ganadora seria la demonio de cabellera rubia que en todo ese pequeño tiempo se había estado burlando de ella.
— ¿No piensa decir nada? —pregunto Katie, con una amplia sonrisa y achicando sus ojos muy divertida. Habían aprovechado la oportunidad ante el brusco cambio del canto de la princesa ante lo que era fácilmente notorio. Había observado la cercanía de su jefa y del demonio radio, por eso, la habían seguido, para obtener aquella gran primicia, y de paso, humillar ante las cámaras a la princesa del infierno.
Katie se sentía tan gloriosa, luego de la ultimo derechazo que le dio en su primera entrevista las rencillas entre ellas habían comenzado y había sido una patada en el culo desde la primera noche de gloria que había alcanzado muy fácilmente la dulce princesita, pero esta vez no, esta era su noche para sacarle provecho a su desgracia y no iba a escatimar en herir susceptibilidades.
El rostro de Charlie paso del estupor a la molestia, la ira y finalmente, una terrible tristeza. Comenzó a morder su labio, tratándose de armar de valor para contestar negativamente la mal intencionada serie de preguntas.
—Y-Yo —diablos. Su voz salió temblorosa, estaba a punto de llorar y Charlie no quería que eso pasara. No quería darles el gusto, no luego de sentirse como la mierda en esa presentación. Pero, ahí estaba ella, a punto de llorar frente a quienes menos quería que la vieran en ese estado, grabándola para todo el mundo justo en ese momento.
— ¿Qué mierda están haciendo aquí? —vocifero una voz entrando furiosamente por el pasillo.
La afortunada intervención de Ángel al lugar hizo que Charlie pudiera respirar tranquila, mucho más cuando este destrozo la cámara que la grababa pese a los improperios de la reportera. El actor porno los obligo a retirarse antes de que llamara a seguridad y se llevó a Charlie a otro lado, mientras dejaba al personal del staff tomándolos para sacarlos de la zona exclusiva del personal. Cuando finalmente estuvieron en el camerino de la princesa, el demonio rosa suspiro sonoramente, peinado su cabello con la mano.
—Qué bueno que venía para este mismo lugar, pequeña muñeca. Esa zorra de Katie, aun no entiende que no debe meterse...
Ángel se quedó congelado cuando se encontró con el rostro tembloroso de Charlie lleno de lágrimas, esta intentaba contener a duras penas los sollozos, pero estaba haciendo un terrible trabajo, hipando lastimosamente. Él simplemente había terminado uno de sus últimos trabajos con un cliente cuando por casualidad vio a su amiga a la distancia siendo acorralada por la molesta prensa del 666News, así que sin dudarlos se acercó a su rescate, pese a que sabía que ella era capaz de apartarlo, pero verla llorar de esa forma, significaba que algo muy duro le habían dicho o preguntado.
—O-Oye, muñeca ¿Qué paso? ¿Qué te dijo esta zorra esta vez? ¿Quieres que vaya a partirle el único y maldito ojo que tiene? —pregunto muy preocupado. Muy pocas veces la había visto así, ni siquiera había llorado de esa forma cuando ella termino con Vaggie por voluntad propia o con el rompimiento de su maldito ex novio, así que sintió demasiado alarmado.
—Ángel —lo llamo, intentado —. Lo siento, por favor ¿Puedes llevarme a casa? Ya no quiero estar aquí —sollozo, agarrando uno de los brazos de este y ocultando su rostro.
El demonio rosa estaba en una encrucijada. Aun no podía irse, su turno aun duraba unas buenas horas. ¡Pero que más daba! ¡Su mejor y más dulce amiga la necesitaba! Así que sin importarle tener que perder su sueldo de ese día, espero que se cambiara y se tomaron un taxi lo más rápido que pudieron para salir del local.
Cuando finalmente estuvieron en la residencia donde vivían, Charlie lo invito a pasar a su cuarto donde le pidió que no llamara a Vaggie, porque si no, ella haría todo un escándalo que el adolorido corazón de la princesa no podría soportar. Necesitando de alguien que la escuchara sin juzgarla ni darle comentarios que no quería escuchar, la princesa le contó todo. Lo que había estado pasando en "su relación con Alastor", sus recientes actitudes con ella, su cercanía con Minzy y finalmente, sus propios sentimientos. Ella se había enamorado de Alastor en ese tiempo que llevaban viéndose. Amando cada momento a su lado, disfrutando de las similitudes que tenían dentro de la disparidad de sus propios seres, sintiendo cada beso y cada susurro de bellas palabras que le había dedicado. Pero, todos esos momentos no servían de nada, si alguien más también podría estar recibiendo lo que ella tenía.
Ángel evaluó sus gestos y todas palabras. Si él era sincero, no había esperado eso. Creía que había sido la voz malintencionada de Katie Killjoy con nuevas pretensiones hacia la linda muñeca. Era publica su rivalidad y odio.
Sin embargo, no sabía que el chulo de fresa fuera el causante de su malestar, porque él siempre había estado cuando los ojos del demonio estaban pegados a la figura grácil de Charlie. Siempre en ella, sin importarle nada más, por eso estaba algo escéptico al respecto.
— ¿Estás segura que de verdad te está engañando o dejando por otra? —le pregunto Ángel, tan directo como podía ser. Charlie, un poco dudosa, negó en silencio.
—No lo sé, Ángel —respondió, abrazando sus rodillas en su cama con el demonio rosa sentado frente a ella—. No sé si solo es Minzy queriendo apartarlo de mi lado, mis celos o si de verdad él se está alejando de mí. Tengo tanto miedo de que mis sentimientos lo estén apartado o se haya cansado finalmente de mi—sinceró.
El pareció quedarse un momento callando, en un estado pensativo mientras dos de sus manos palmeaba suavemente su rostro hasta que finalmente, vio a Charlie.
—Entonces averigüemos si es verdad —pronuncio como si fuera lo más obvio.
— ¿Qué? —la princesa lo vio incrédula, recibiendo una sonrisa maquiavélica de parte de este. Una muy atrevida y loca idea estaba cruzando su mente.
—Sabes, muñequita. He trabajado por mucho tiempo en la industria tanto de la pornografía como del entrenamiento, he visto hombres venir y pasar, viendo sus gestos cuando algo les gusta y atrae, y puedo decirte con toda seguridad, que ese hombre te desea más de lo que está dispuesto a admitir frente a ti —expreso, moviendo su mano con severidad un poco entusiasta— ¡Se nota a leguas que lo tienes a tus pies desde que apareció por primera vez en el Bluebir en años! La misma Minzy estaba rabiosa cuando no le prestó atención solo por estar a tu lado. Además, ellos han sido amigos desde hace décadas, y jamás puso sus ojos en ella ¿Por qué hacerlo ahora cuando tiene un diamante frente a él? Yo de verdad creo que él no está saliendo con ella mientras anda contigo.
— ¿Y si el solo quería pasar el rato conmigo, sin corresponder mis sentimientos? ¿Y si con habérselo dicho, perdió su atención en mí? —volvió a preguntar cada vez más ansiosa. Si no le estaba engañando y seguía interesado en ella, pero sus profundos sentimientos por el habían hecho que se apartara. Ángel, suspiro exasperado por la falta de confianza de su amiga, pensaba que ella tenía todo para poner a quien quisiera comiendo de su mano eternamente, mas no se daba cuenta de eso. El demonio araña ya quisiera tener ese poder, pero como no lo tenía, le ayudaría a su querida amiga a usarlo.
—Escucha preciosa, ya te lo dije. El chulo de fresa esta pegadísimo de ti. No deja que ningún sinvergüenza se acerque a ti con segundas intenciones ¡Hasta le quito el trabajo a los de seguridad! Pero si sientes que la llama se está apagando ¿Por qué no avivarla nuevamente? ¿o acaso no tienes curiosidad de saber cómo reaccionar ante algo que él no había previsto? ¿De cómo eres deseada por otros cuando él no sabe apreciarte como es debido?
La voz insinuante y amiga de Ángel hicieron que Charlie recordara el sentimiento que había tenido a la mitad de su canción. Ver su cercanía a ella le lastimaba, verlo reír al lado de Minzy, era denigrante. Charlie no podía seguir tolerando eso, debía recordarle la fuerza de su presencia y obligarlo a que no aparte sus ojos de ella.
Ella Charlotte Morningstar, la princesa del infierno, la hija del primer caído y la primera súcubo, no iba a dejarse pisotear por nada ni nadie, no dejaría que alguien apartara a Alastor de su lado y eso estaba por conocerlo el demonio de la radio.
— ¿Cuál es el plan? —pregunto más confiada y expectante.
Este sonrió emocionado, había mucho que hacer para el día siguiente.
La siguiente noche, Ángel estaba cansado pero expectante. Habían pasado largas horas practicando, pero estaba sinceramente satisfecho con los resultados, se moría de ganas de ver al chulo de fresa caer redondito en la trampa de su amiga, y como si alguien lo hubiera invocado, vio como este poco a poco se adentraba al local, obviamente, buscando con la mirada a una perdida Charlie.
— ¡Hey, chulo de fresa!
El demonio escarlata sintió como lo llamaban, reconoció la alta y escuálida figura del demonio rosa acercándose a paso burlón hasta quedar frente a él. Sabía muy bien que era una estimada amistad de Charlie, ya que ella los presento en una oportunidad y en un par de ocasiones se encontraron cuando estaba dejando a la princesa en su residencia. Sin embargo, no habían interactuado más que lo necesario, por ello se la hacía extraño que le llamara.
— ¿Qué sucede, mi afeminado amigo? —pregunto, llevando sus manos detrás de la espalda, esperando ver que
—Bueno, tenía algo que entregarte de parte de nuestra querida muñeca. La sala está llena ya que tenemos un espectáculo especial y ella quería darte un asiento muy único para que disfrutaras del show —indico, dirigiéndole una mirada traviesa y divertida.
Alastor enarco una ceja. Luego de la noche anterior donde le había dejado sin haberse despedido de él, se le hacía extraño que ni siquiera le recibiera o entregara aquel pase en persona, enviando a su amigo por ella. Una pequeña molestia lo recorrió, sabiendo muy bien como disimularla. Más dejo que el demonio araña lo guiara a su lugar, esperando a que terminara la presentación para pedir una buena explicación a Charlie.
A los pocos minutos, las luces del local y el escenario se apagaron por completo. Las voces de expectación estaban en todos los presentes, esperando con ansias la nueva presentación de Charlie, dado que en el poco rato que habían estado esperando, los miembros del staff aseguraron que era algo completamente diferente a todo lo que la princesa había hecho antes. Por eso, en medio de esa silente euforia, la sensual voz de Charlie empezó a escucharse en una introducción excitante.
Entonces, vieron como el telón se abría y la luz del reflector se encendía para dejar ver el cuerpo de la cantante, hubo un silencio abrumador antes del grito devastador de toda la audiencia.
—¿Qué diablos está pasando? —Inquirió Alastor, con sus garras rompiendo el vaso de wiski en el acto y sus ojos desorbitados viendo en dirección al escenario.
Charlie llevaba un short rojo con un corsé pegado al cuerpo de color rojo y negro, fácilmente emulado el traje a rallas de Alastor. Sus largos cabellos estaban agarrados en una trenza que envolvía su cabeza hasta formar un moño decorado con un par de rosas negras. Vestía unas botas negras largas de aguja y en su cuello un moño rojo. Su maquillaje estaba perfectamente equilibrado con su vestuario sensual y que, aunque mostraba bastante de su piel, no era lo suficientemente revelador. Solo permitía ver lo justo, como un regalo hacia sus devotos pecadores que la seguían atraídos por su voz y lo irresistible de sus facciones.
El estupor del demonio escarlata no cabía de sus cabales, estaba colérico. Jamás hubiera imaginado que su querida princesa se presentara de esa forma tan escandalosa mientras tarareaba al ritmo de la suave música sin importarle la ira que en él había causado. Ella seguía paseando por el escenario, con sus ojos claramente cerrados, encerrada en su propio mundo mientras Alastor estaba furioso. Charlie siempre había sido una dama elegante, pulcra en todas sus presentaciones y bastante recadada, ella jamás había necesitado de usar ese tipo de ropas para atraer la insulsa atención de aquella cuerda de bajos pecadores. En sus salidas ella siempre vistió de diferente manera, algunas veces lindos vestidos, otras, ropas más casuales. Ni siquiera a él le había mostrado esa faceta tan arrebatada, y eso era lo que más lo irritaba en niveles enfermizos. Porque había decido hacerlo en frente de todo un grupo de seres que no merecían siquiera que ella les devolviera la mirada.
You got me looking so crazy, my baby
I'm not myself lately, I'm foolish, I don't do this
I've been playing myself, baby, I don't care
Baby, your love's got the best of me
Your love's got the best of me
Baby, your love's got the best of me
And, baby, you're making a fool of me
La voz de Charlie era cadente, suave, irresistible y demasiado sensual. Susurraba un grupo de palabras directas hacia un amante, en un claro arrebato de una locura sin precedentes. Cada letra emitida era un nuevo movimiento de caderas, paseando suavemente, con sus ojos cerrados.
You got me sprung and I don't care who sees
'Cause, baby, you got me, you got me
Oh, you got me, you got me
Alastor casi quería reír de lo ridículo de la situación. Charlie claramente estaba dedicando esa canción a alguien y estaba seguro que era a él. Si estaba tan marcado su interés en su persona ¿Por qué llegar a ello? ¿Por llegar a tal desfachatez de mostrar parte de su cuerpo? ¿A caso quería molestarlo? ¿Con que motivo en específico?
Pero su ira no termino allí, oh, solo era el preludio. Una monstruosa aura oscura con fuertes sonidos de interferencia se emitió de él notando lo otro que estaba en el escenario. Un jadeo salió de parte de todos los presentes antes de chillar como locos desquiciados ¡Jamás habían presenciado a la princesa del Bluebird realizando semejante acto! Todo el mundo estaba enloqueciendo, pero el peor de todos era Alastor que no podía concebir lo que estaba viendo. Levantándose de golpe de su asiento, iba a parar en seco todo ese circo que estaba realizando la princesa cuando. De repente, unos grilletes dorados lo ataron contra la silla, impidiendo su movimiento y, de forma inaudita, el control de sus poderes. En su vida y en su estadía en el infierno, Alastor jamás sintió semejante hilo de poder contra él. La clara herencia imperial de Charlie había relucido esa noche, las cadenas y la sombra demoniaca que sometió a la suya propia, se rio con una diversión maniaca.
Entonces, sin una salida o escape, obligado a presenciar todo ese acto en medio de toda esa oscuridad, sus ojos se encontraron.
Una mirada que duro solo unos segundos pero que en ella se dijeron miles de palabras, o al menos de parte de Alastor quien estaba completamente iracundo. Pero, Charlie no hizo menor esfuerzo en contestarle, con sus cuernos expuestos, solo le miró hasta sonreír maliciosa, dejando entrever su mirada escarlata, de su demonio interno tomando poder sobre ella y luego susurrar algo que estaba segura que solo él con sus sensibles orejas escucharía, justo antes de ajustar el micrófono de su oreja y tomar el tubo entre sus manos.
"Solo siéntate y disfrútalo, cariño"
Dio un par de vueltas en su eje, todas suaves, elegantes. Repasando los pasos, moviendo sus caderas y bajando un poco, sostenida del tubo hasta volver a subir lentamente. Allí, antes de dar otro giro, comenzó a cantar.
I look and stare so deep in your eyes
I touch on you more and more every time
When you leave I'm begging you not to go
Call your name two, three times in a row
Such a funny thing for me to try to explain
How I'm feeling and my pride is the one to blame
Yeah, I still don't understand
Just how your love could do what no one else can
Charlie se había sostenido del tubo subiendo con ayuda de sus manos y piernas mientras seguía cantando, cada vez que tomaba impulso, giraba en el tubo hasta que llego a una altura considerable, y allí, dio un giro, entornando parte de su cuerpo sobre la barra y estirando la otra en el aire en forma de media luna. El público lanzo un alarido de emoción.
Ya got me looking so crazy right now
Your love's got me looking so crazy right now
Got me looking so crazy right now
Your touch got me looking so crazy right now
Hoping you'll save me right now
Your kiss got me hoping you'll save me right now
Looking so crazy in love
Got me looking, got me looking so crazy in love
La joven princesa no cabía de su emoción, sosteniéndose de sus piernas solamente y dejando su espalda hacia abajo mientras pasaba su vista hacia el público, cantando. Estaba tan eufórica, jamás había creído que las lecciones de pole dance que tomo junto a Ángel le sirvieran para algo más que cuidar su figura y su elasticidad. Cuando inicio a trabajar en el blueBird, el demonio araña había tratado de incitarla para hacer un acto con este, pero ella se había negado muy abochornada, creyéndose incapaz de realizar aquello...hasta ahora.
Era difícil estar así, cantando y haciendo esfuerzo físico mientras contenía el poder de Alastor, aun cuando ella nunca había hecho aquello. Pero, la euforia, la determinación y el poder que sentía, hacia que todo el cansancio se fuera hacia otro lado, su himno estaba siendo entonado y tenía el control sobre el escenario. Su sonrisa triunfal no se despegaba de su rostro porque en todo el tiempo que había estado cantando, el demonio de la radio jamás despego la vista de su cuerpo. Solo viéndola únicamente a ella.
Ya got me looking so crazy right now
Your love's got me looking so crazy right now
Got me looking so crazy right now
Your touch got me looking so crazy right now
Got me hoping you'll save me right now
Your kiss got me hoping you'll save me right now
Looking so crazy in love
Got me looking, got me looking so crazy in love
No supo cuando sus cabellos se hubieron liberado de su moño, bajando desparramados sobre su espalda, pero no obstaculizando la presentación de Charlie. No, solo le dieron mayor sensualidad a su acto, causando gritos ahogados de todos los presentes que quedaron extasiados con la belleza de sus facciones y lo erótico de sus movimientos.
Justo al final de la canción, Charlie termino cayendo libremente antes de sostenerse en el momento exacto, con sus piernas estiradas y su torso agarrado al tubo. Dando una vuelta, bajo sus piernas hasta dejarlas en el suelo. Cantando lo último del coro, se levantó de un impulso desde sus caderas hacia arriba, volviendo a girar con una mano en la barra una vez erguida y sus cabellos chocando hasta finalmente detenerse. La princesa paso su mirada hacia Alastor, este tenía una expresión difícil de identificar, pero que hizo a la princesa gratificarse por ella.
Lo había logrado.
Había logrado que el demonio de la radio no dejara de mirarla, porque ella no era un demonio que podían dejar por otra: ella Charlie Morningstar, la princesa del infierno.
La multitud rompió en gritos y aplausos, todos ovacionando la presentación de la princesa demonio. Esta con su rostro rojo y sudado por el esfuerzo, realizo una reverencia agradecida por sus aplausos. Sin embargo, al levantar la mirada se encontró con la de Alastor, quien estaba a su lado sobre el escenario nada más el conjuro de contención se había acabado con su canto. Este de repente la tomó de una mano, desapareciendo en el acto mediante un humo de color rojizo. Todos los demonios se quedaron en blanco, estupefactos y confundidos.
Desde el fondo, la pequeña demonio Minzy se mordía fuertemente la uña de uno de sus dedos, sangrando, llena de ira. No había esperado aquel movimiento de la princesa Charlie, y mucho menos que Alastor se la hubiera llevado de ese modo. No le importaba lo que eso pudiera haberle hecho al espectáculo, más le importaba a que parte del local se habían retirado. Ella tenía que hacer algo.
— ¿Qué es lo que buscas con esto, Charlie? —increpo, con sus ojos convertidos en diales de radio.
Él la tenía fuertemente agarrada de las dos manos contra la pared del pasillo vació detrás del escenario. La estática retumbaba en el espacio, haciendo que fuera cada vez más insoportable. Sin embargo, la princesa seguía imperturbable, con una mueca plana en su rostro.
—Nada en específico —respondió, inmutable—. Solo estaba haciendo una de mis presentaciones.
—¡Esas jamás son tus presentaciones! —bramo, colérico. En toda su vida había perdido la compostura. Perderla ante semejante ser, hacía que se sintiera patético. Había sido humillado y de la peor forma, no solo le basto con mostrar semejante fechoría sino también usar su magia en su contra para contenerlo— ¿Acaso estas queriendo provocar mi ira, querida? Porque si es así, ya lo lograste —espeto. Charlie abrió la boca, dispuesta a contestarle cuando una chirriante voz la paro en seco.
— ¡Ali, Al!
La inconfundible voz de Minzy hicieron que los dos se callaran. La dueña del local estaba caminando fuertemente por los pasillos del backstage buscando a Alastor con su estúpida y molosa voz de cantante. De inmediato, un gesto de rabia surco la cara de Charlie, siendo notada por el demonio escarlata.
—Deberías ir Alastor, la señorita Minzy te está llamando —indico ella, desviando su rostro del demonio, soltándose de su agarre, dispuesta a retirarse.
El wendigo iba a responder negativamente su insinuación cuando un brillo de entendimiento cruzo su mente, la respuesta estuvo totalmente clara en ese momento haciendo su sonrisa se ampliará hasta quedar en una mueca casi dolorosa. Sin poder evitarlo, emitió una sonora carcajada que duro por varios minutos. No le importo que por ello Charlie lo mirara con clara indignación, el solo rio y rio hasta limpiar una lagrima de su ojo izquierdo. No podía ser eso más entretenido. Paso su vista hacia su princesa que estaba a punto de recriminarle, cuando el demonio invoco su micrófono de la nada. Sus ojos brillaron, volviendo a ser los de antes, aunque con un deje oscuro y siniestro que no se le había visto jamás.
—¡Ali, Al! —finalmente lo encontró la demonio de baja estatura, con una sonrisa campante se sujetó al brazo de Alastor, pegando escandalosamente todos sus atributos contra este—. Te he estado buscando, ya que la presentación termino, y tu distracción culmino su acto ¿Por qué no nos vamos a tomar algo tu y yo en un sitio más privado?
—Lo siento querida —la aparto bruscamente de su brazo, sin importarle haberle tumbado al suelo—. Estoy ocupado.
Un increíble portal se abrió debajo de sus pies, tragándolos en el proceso, la princesa cerro los ojos asustada, siendo la primera vez que hacían eso.
Pocos segundos después Charlie sentía como caía sobre algo acolchado. Abrió los ojos, encontrándose en otro lugar que no era el BlueBird, esta era una casa, con aspecto rustico, pero bastante elegante. Sin embargo, eso no hizo la demonio se calmara y mirara hacia todos lados buscando algo conocido.
— ¿Dónde estamos? —pregunto ella en un hilo de voz, estar sobre una cama desconocida no mejoraba las cosas, haciéndola sentir nerviosa.
—Estamos en mi casa, precisamente en mi habitación —especifico, sorprendiendo a la princesa con la ubicación en la que se encontraban. Se había quitado los zapatos y de un solo movimiento arrebato el corbatín de su cuello, lanzándolo a la mesa de noche.
Él se colocó encima de ella sostenido por los puños de sus manos mientras tenía su cuerpo muy cercano al de Charlie. Ella tenía su rostro escandalizado, completamente rojo. Alastor la miró con gesto burlón, en una clara muestra de diversión ante lo que estaba por decir.
—Me sorprende que puedas hacer ese tipo de expresión luego de todo el desastre que hiciste hace un momento —inquirio Alastor. Su vista
—N-No es lo mismo —renegó la princesa, desviando la vista de la potente mirada que estaba recibiendo del demonio escarlata.
—A mi parecen situaciones semejantes, solo que en escenarios diferentes —explico, la estática de su voz estaba baja, pero seguía muy presente. De igual modo, ella no le devolvió la mirada—. Estoy muy molesto por eso, Charlie ¿Por qué exponerte de esa forma ante tantos miserables pecadores?
Por primera vez en ese breve momento, Charlie lo encaro, sus ojos estaban revestido de un brillo furioso.
—No parecías interesado en lo que me pasaba, estuviste muy bien acompañado estos días. Así que ¿Por qué preocuparte por lo hago ahora? —expreso, su voz salía molesta y eso complació más al demonio, quien amplio su sonrisa, riendo entre dientes.
— ¿Estabas celosa de Minzy, cariño? —con cada letra que decía, el deleite paso por la lengua de Alastor. Era algo demasiado delicioso, sumamente divertido e interesante. Jamás espero poder observar aquello en su adorable Charlie.
— ¿Qué pasa si es cierto? —pregunto en respuesta, siendo clara la afirmación tacita. El demonio de la radio solo rio más — ¿Qué es lo que es tan gracioso?
—Solo no puedo creer que hayas sido tan estúpida como para creer que yo estaría interesado en Minzy, cariño —le contesto, entretenido, pero también un poco airado.
Era algo insólito, él y Minzy estatura se conocían desde que estaban vivos, jamás paso por su mente aquel pensamiento de cortejarla, ya que solo la veía como una amiga. No podía creer como Charlie se había hecho esa idea. Eso era tan gracioso que no pudo evitar burlarse, pero su risa calló de golpe cuando escucho un llanto ahogado emitirse desde debajo de él. Cuando su vista conecto con ella, noto como las mejillas de Charlie estaban llenas de lágrimas.
—C-Charlie, querida ¿Por qué estas llorando? —no pudo evitar preguntar, sentándose de golpe y viéndola consternado. Alastor nunca había sido bueno controlando a las personas que estaban llorando, nunca le había interesado. Pero, esta vez era diferente, así que ver a la dulce princesa hacerlo, además de hacerlo sentir miserable, lo pusieron sumamente incómodo.
— ¿Q-Que pasa si es estúpido haberlo pensado? ¿Es también estúpido creer que lo nuestro se estaba acabando? ¿Qué ya no te estoy interesando? —increpo, presa de las lágrimas—. Han pasado meses desde comenzamos a salir juntos, pero en ninguno de esos momentos me has dicho te amo. Comenzaste a apartarte poco a poco, no dejas que te bese en público y nuestros encuentros solo se limitan al bar ¿acaso soy solo un pasatiempo para ti?
—No, eso jamás, yo...
—Cuando yo decía que te quería parecías escapar de inmediato y además estaba esa horrible cercanía de Minzy sobre ti ¡No podía soportarlo! —chillo—. Por eso, decidí idear algo para llamar tu atención de una forma diferente. Incluso Ángel me ayudo con las practicas del pole dance toda la noche para que no sirviera nada, solo te terminaste enojando conmigo...
Las palabras retenidas por tanto tiempo terminaron explotando de golpe, una tras una, cada preocupación salió de la boca de Charlie mientras el demonio escarlata solo la escuchaba. Ella seguía llorando, su rostro estaba rosado e inflado por el llanto, la princesa detestaba verse así, pero no podía evitarlo. Había estado luchando por no llorar todo ese tiempo, que una vez hecho, no pudo pararlo.
—Quiero ser la única para ti —susurro bajando el rostro—. Han sido tantos los que han pasado de mí, que temo volver a caer en eso.
—Ya te dije que no tengo nada con Minzy, tampoco te atrevas a compararme con los otros gusanos—hablo finalmente Alastor, su tono estaba marcado de molestia, haciendo que Charlie volviera encararlo.
— ¡Esta bien, lo acepto, no eres como los otros! —exclamo, callándolo—. Pero, eso no me hace estar conforme. Quiero que me ames, que me digas cuanto lo haces y que te presentes ante mis padres para formalizar lo que tenemos. Quiero besarte cuando quiera, a abrazarte y tomarte de la mano. Quiero ser feliz a tu lado y solo a tu lado.
—Eso es muy codicioso de tu parte, querida —comento. Charlie lo acepto en silencio.
—Soy la hija del señor del infierno y la primera pecadora, y sé que es egoísta, que estamos en el averno como para querer pedir eso, pero soy demasiado codiciosa —inquirió, intentado no volver a llorar—. No puedo ser feliz si no tengo todo de la persona que amo. Si no me dices cómo te sientes por completo, me sentiré ansiosa y volveré a tener esta cara llorosa.
Charlie callo. Lo había dicho, contado a la fuerza todas sus ansiedades, sus miedos.
—Dijiste, querida, que jamás te había dicho que te amaba o que solo te estaba tomando como un mero entretenimeinto—comenzó a decir Alastor, su voz era suave, casi como un arrullo—. Pero eso no es cierto, si te lo he dicho antes.
La joven demonio alzo la vista, exaltada.
—Recuerdo haber dicho que mis sentimientos por ti son superiores a los que las palabras mundanas pueden describir —la fuerza de sus palabras y el brillo de su mirada hicieron que un temblor estremeciera su cuerpo, dejándolo incapaz de mover —. Mi atención había sido llamada de tal manera que se me hace imposible apartar mi mirada, haciéndome rogar por algo que jamás en mis dos vidas me hubiera interesado. Eso es lo que dije aquella vez ¿O lo olvidaste?
—N-No, lo recuerdo bien, pero... pero esa vez fue —Alastor se acercó a ella, acariciando su rostro.
—Fue la vez que te acompañe hasta tu casa luego de nuestra primera velada juntos —rememoro—. Desde ese momento, mis sentimientos hacia ti solo han aumentado. Creciendo exponencialmente al paso que te voy conociendo, pero, esas palabras no dejan de tener para mí el mismo significado que un te amo para ti ¿acaso no fui lo suficientemente claro?
Charlie parpadeo confundida, un tenue rubor surco sus adorables mejillas, mientras la vergüenza consumía por completo su cuerpo. Alastor disfruto de esa vista luego de toda esa noche alborotada.
—No... Lo siento —dijo, avergonzada.
—No debes hacerlo. Solo espero que la próxima vez que sientas algún tipo de ansiedad o disgusto con algo relacionado a mí, me lo digas directamente con esa fiera mirada tuya, en lugar de hacer algo que pueda atentar contra tu moral o tus principios —indico.
—Si —acepto, considerando seriamente hacerlo la siguiente vez que se sintiera así.
—Pero no acepto tus disculpas en cuanto a tu presentación.
Nuevamente, el brillo oscuro dentro de sus ojos escarlata se hizo presente en su mirada, un simple gesto que la tomo desprevenida e hizo que su cuerpo se sobresaltara, obligándola a mirarlo.
—Haz hecho algo imperdonable, Charlotte —el llamado de su nombre completo estremeció a la princesa. El filo de aquellos ojos hechos diales y el fuerte agarre sobre sus manos provocaron que el rubor la consumiera por completo, agitando su respiración ya alborotada—. Has mostrado una parte de ti que yo no había visto antes frente a todo un grupo de insulsos pecadores que no merecen nada más que las canciones que les ofreces con alevosía—lentamente, las garras del wendigo se deslizaron por la piel descubierta del muslo, escalando por la cadera hasta sujetar con su mano libre su figura hacia él—Pero, lo correspondiente a tu cuerpo, tus atenciones, ese maldito e incitante baile... solo debes entregármelo única y exclusivamente a mí.
Alastor la tomo del mentón y procedió a besarla con fuerza, con intensidad y un desenfreno que jamás espero pudiera provenir de él. Quizás había sido el tiempo que se había estado conteniendo a sí mismo, pero esto parecía estar siendo recompensado al sentir el tacto caliente de las manos de Charlie sobre su cuerpo.
La princesa estaba sorprendida, pero feliz y extasiada. Había esperado por esa situación por tanto tiempo que no pudo pensar en nada más que en Alastor y el placer que le llegó cuando, de pronto, él soltó sus labios y atacó su cuello.
La respiración cálida del demonio y las pequeñas mordidas que le dio allí le hicieron perder la cabeza con un cosquilleo que llegó hasta sus partes íntimas.
Poco a poco fue despojado de sus ropas hasta quedar ambos en las mismas posiciones. Sin importarle su propia inexperiencia, el reclamo su cuerpo entero, besando sus labios y cuello, mordiendo sus hombros, y subiendo sus labios cada cierto tiempo con jadeos entrecortados. Charlie suspiraba ante su toque, había estado añorando eso tanto tiempo y el placer que le provocaba era en esa oportunidad sin igual, recibiendo toda la atención de su amado sobre su cuerpo, caliente, quemando cada pedazo de piel que tocaba, pero provocándole una ansiedad tortuosa al no poder tocarlo de la misma forma teniendo sus manos atrapadas por él.
—Al... Al —le llamaba en sollozos jadeantes, queriendo tocarle. El demonio entendió esto, liberando sus manos. Aprovechando su liberación, la tomó de las caderas, apretándola más contra si para que pudiera sentir lo que había generado su anterior arrebato. Ella jadeo en respuesta, con encantador sonrojo, pero con su mirada oscureciéndose por el oscuro deseo de querer unir sus cuerpos.
—Es casi como estuvieras provocándome, mi amado demonio —susurro, besando lentamente su hombro descubierto, subió a su cuello y luego de ahí a su barbilla, lamiendo. Ella soltó un sonoro gemido que lo hizo sonreír—. Instándome a tomar tu cuerpo sin cordura o recato.
No había esperado esa acción de ella. De verdad, la situación lo había superado, casi llevándolo al hilo de la locura, pero verla allí, necesitada de él y con los celos cubriendo sus ojos, habían hecho que no pudiera soportarlo más. Necesitaba estar unido con ella y el mismo se Si era sincero, el demonio no podía estar más complacido por ello. De ese modo, no tendría que contener por temor a asustarla.
Poco a poco Charlie empezó a tomar parte activa del proceso, acariciando sus hombros fornidos y su pecho. Cuando sintió como este iba retirando el borde su ropa, ella intento a hacer lo mismo. Quitando su corbatín, desabotonando su camisa y acariciando su pecho. Alastor suspiro en sus labios al sentirla, complacido de los avances que ella estaba logrando al perder el miedo.
Pero entonces, ella se atrevió a realizar un movimiento que sorprendió al wendigo. Haciendo uso de una fuerza que no creía que fuera capaz, ella invirtió los roles, quedando encima de él mientras una sonrisa claramente traviesa surcaba sus labios antes de volver a besarlo. Poso ambas manos del demonio sobre sus caderas, llegando al borde de sus nalgas, causando que ambos suspiraran complacidos. Alastor no dudo en masajear esa zona, disfrutando de la suavidad, dejando claras marcas sobre la piel de su ángel que ahora contrastaban entre el rojo y el blanco. Ella jadeaba, masajeando su pecho mientras se frotaba contra el miembro endurecido. Pero, ese movimiento no era suficiente, era escaso y una profunda tortura para ambos, pasando
El demonio la observo con atención, la princesa seguía con su rostro pegado a sus caderas, próxima a su miembro que veía con anhelo hasta tomarlo tímidamente con sus manos, moviéndolas en un vaivén lento y suave. La mirada del wendigo se crispo un poco, maravillado por las nuevas atenciones que la joven estaba intentando, más en el fondo sabía que era insuficiente. Así que guiado de un oscuro deseo que había surgido su mente desde hacía meses, probo con el nuevo interés que nacía de parte del ángel.
—Lámelo —exigió con una voz grave.
La orden tomo desprevenida a la joven, quien no espero que le pidiera aquello. Pero guiada por su sensual mirada y su deseo de complacerlo, decidió intentarlo. Con timidez, empezó a lamerlo lentamente, pasando desde la base hasta la punta, suspirando por su calidez y su sabor extrañamente salado, trato de besarlo poco a poco, observando cada detalle de la expresión de su esposo que la miraba atento, con un gesto crispado y su respiración más profunda de lo común. Recordó una vez como Ángel describía a Vaggie muy claramente cómo debía realizarse una mamada a fin único de molestarla al ser ambos seres provenientes del cielo, aspecto que hizo la primera intentara matarlo con lanza y Charlie se escandalizara. No obstante, quizás esos mismos comentarios fueron los que la ayudaron a seguir en medio de algo que jamás había hecho. Abriendo más su boca, trato de engullirlo un poco, cuidando de lastimarlo con sus dientes y luchando con las arcadas que se iban formando. Al hacerlo, noto como un fuerte jadeo salió de la boca de Alastor que la sostuvo de la nuca, bastante complacido por la sensación, invitándola a seguir. Eso que Charlie se sintiera más motiva, subiendo y bajando, lamiendo en el proceso para tomar luego una respiración y seguir.
Aunque fuera extraño, a ella le empezaba a gustar de eso. Le gustaba la sensación de aquel miembro rozando su sensible boca y empezaba a encantarle ese sabor amargo que liberaba. También estaba la expresión del demonio, agitada, un poco descompuesta de su compostura. Completamente a la merced de su acto que generaba más y más gemidos de su parte. Intento subir la intensidad de su movimiento cuando fue detenida abruptamente por Alastor, ella lo miró entre asustada y molesta, no queriendo ser detenida en ese momento. Sin embargo, la expresión que recibió por parte la hizo jadear en sorpresa, con ojos desesperados y casi enloquecidos, superado por la necesidad de sus acciones.
—No puedo esperar más tiempo, Charlie... deseo tu cuerpo —susurro en cuello, mordiéndolo y causando que ella gimiera sonoramente.
—H-Hazlo—permitió, llevada por el puro deseo—... Por favor, tómame. Te necesito, Alastor —rogo ella, en un jadeo claramente desesperado.
Esto rompió con la cordura del demonio, besándola apasionadamente, mordiendo de a poco sus labios y subiéndola a su cadera donde empezó a rozar su miembro sobre su entrada justo antes de introducirse de golpe. La gloriosa sensación hizo que ambos soltaran un sonoro gemido que fue contenido por las paredes de la habitación, no ayudo nada el hecho que el cuerpo y el interior de Charlie comenzaran a temblar más profusamente por la intromisión, agarrada a los hombros de su esposo quien dejo un marcado moretón sobre su cuello.
Poco a poco, ella fue tomando su propio ritmo, extasiada y aventurada ante la sensación de esa nueva posición. Él la sostenía de sus caderas para ayudarla, apretando sus glúteos, dejando fuertes marcas que, en lugar de dañarla, solo hacían aumentar su placer. Mordiendo toda la piel que estuviera al alcance de sus labios, besándose y alcanzando mayores niveles de placer con cada nueva profunda embestida.
¡Aquello era un momento tan mágico!
Estaban solo ellos dos para amarse, sin tomar en cuenta otros factores externos.
Alastor estaba tan eufórico, superado por la actuación de su diosa y lo apasionado de sus gestos, cada uno más arrebatador que el anterior.
—Eres mi perdición, mi droga... mi encantadora y bella demonio—dijo él apenas, golpeando sus caderas, con su rostro en su pecho para morder sus senos a su gusto.
— ¡Al, te amo, te amo tanto!
Sus acelerados movimientos continuaron un rato más hasta que simplemente no pudieron aguantar más, las piernas de Charlie estaban en su punto de quiebre, solo ayudada por el movimiento de caderas del demonio que, ahogando un gruñido, termino dentro de ella en orgasmo sublime que la invadió por completo de sensaciones tan abrumadoras que la hicieron colapsar. Respirando agitadamente, hundidos en el sudor del contrario, la joven princesa sonrió de manera cansada antes de volver a besar al wendigo quien la abrazó gustoso
Finalmente eran el uno del otro.
¡Hola, Hola! Bueno, este es un regalo largo y la continuación muy merecida de algo que escribi hace dos años en este mismo libro. Fue sinceramente sublime terminarlo para ustedes y presentarselo esta semana charlastor, por lo que me siento muy feliz de esto. Este one shot a estado plagado de emoción y mucho drama, pero espero que les haya gustado. Las dos canciones tambien me enloquecieron y se las dejare para que las escuchen luego o acompañen la lectura si desean leerlo de nuevo. Ya estamos casi que finaliza la semana y queria dejar esto como un regalo adelantado al final. Quizas este algo ocupada mañana y espero poder escribir algo (aun no lo termino), pero no prometo nada aun.
Espero que les haya gustado y de lo que si no pueden faltar es a la publicacion de mi fanfic Lady Hazbin, cosas geniales pasaran, asi que no se lo pierdan.
Link del OS antesala de esta historia: La belleza del baile
Link de la primera canción. Dream On en su versión de Postmodern Jukebox ft. Morgan James (Aerosmith Cover) &list=PL4ZOzWLEsiCVhMutkptBn15I71LUgX5aJ&index=2&ab_channel=PostmodernJukebox
Link de la segunda canción. Crazy in love, en versión de 5o sombras de gray. &list=PL4ZOzWLEsiCVhMutkptBn15I71LUgX5aJ&index=10&ab_channel=CristinaSig
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