Charlie y Alastor eran dos demonios muy diferentes. Ella era la princesa del infierno, luminosa y llena de esperanza, mientras que él era conocido como "El Radio Demonio", oscuro y siniestro. Pero a pesar de sus diferencias, se atraían el uno al otro de una manera inexplicable.

Un día, mientras caminaban juntos por los pasillos del hotel, Charlie comenzó a cantar una canción alegre. Alastor se detuvo en seco, sorprendido por la belleza de su voz. Charlie se dio cuenta de su reacción y sonrió, invitándolo a bailar con ella.

De forma juguetona, lo invito a bailar con ella en medio del pasillo. Este sonrió del mismo modo, tomando su mano y acompañando su improvisada rutina por un espacio de un rato.

Algunos de los integrantes del hotel los vieron mientras pasaban por allí, viendo con negación eso mientras los otros dos se reían sin prestar atención a lo demás.

Todos sabían de las repentinas ocurrencias de ambos demonios, quien podían ponerse a cantar o bailar en cualquier lugar, aunque Vaggie los mirara con ojos de fastidio porque no podían permanecer quietos o serios en determinadas circunstancias.

Pero así era el modo en como ellos funcionaban.

Uno era un hombre que vivía del espectáculo.

La otra era una ingenua princesa de Disney en el infierno.

Pero ambos se complementaban a su manera, sin restringirse, solo actuando como ellos mismos.

Tenían sus virtudes y también sus propios demonios, pero estaban juntos, y nadie podía negar que eran muy fuertes mientras los estaban.

Se secundaban en los momentos cruciales y se apoyaban cuando las cosas no estaban bien, incluso, en ocasiones, discutían cuando no parecían llegar a un acuerdo debido a sus propias perspectivas de ver el mundo.

Charlie creía que todos podían tener una segunda oportunidad, ya que siempre había en cada demonio un arcoíris.

Para Alastor, en cada demonio solo había una causa perdida, donde todos abandonaron la posibilidad de mejorar y por eso estaban recluidos allí, en el infierno.

Pero a pesar de la diferencia de sus posturas, ambos se comprendían el uno al otro de una manera profunda y significativa. Y a pesar de estar en el infierno, se permitieron ser felices juntos.

Juntos, bailaron, rieron y cantaron todas las veces que pudieron, incluso cuando se esperaba que todo estuviera perdido. ­ No sabían lo que les deparaba el futuro, pero sabían que estaban dispuestos a enfrentarlo juntos.

Aunque eran opuestos en muchos sentidos, habían encontrado una conexión profunda que iba más allá de las diferencias superficiales. Y así, en el infierno, Charlie y Alastor continuaron su camino juntos, como una pareja normal llena de música, bailes y risas.

Vigesimo tercer día del Charlastor month 2023