Destinos conjugados
Feliz inicio de fin de semana mis corazones, seguimos con esta recopilación de OS, continuando con la serie de historias creadas a partir del hermoso trabajo de @Sheila96716588, siendo este el cuarto One shot que escribo para ella y el tercero del pequeño universo que ha nacido del Au de Charlie como nana de Alastor, de verdad, me he enamorado demasiado de este AU y ya casi tengo todos los OS que tenía pensado para este. Espero sinceramente pueda gustarles. Atención, el siguiente capitulo tiene escenas de contenido sexual y algunas tantas que pueden afectar la sensibilidad del lector, lees bajo tu propio riesgo.
Era ya de tarde cuando en una gran casa del límite de New Orleans, una mujer de rubios cabellos tarareaba una canción de Jazz mientras cocinaba la cena de esa noche. Estaba más que contenta porque hacía poco que "él" había terminado su programa de radio y seguramente debía estar ya camino a casa. En esa oportunidad estaba preparando su platillo favorito, así que la joven dama estaba más que ansiosa por terminar la comida para darle una sorpresa, después de todo, era el aniversario de aquel día.
Camino por la mediana cocina intercalando los pasos con una ligera danza para finalmente cerrar la cazuela y apagar la cocina, sonriendo satisfecha. Estaba a punto de servir la mesa cuando fue sorprendida por los fuertes brazos de un caballero más alto que ella que la sostuvieron en un repentino abrazo, haciendo su rostro enrojecer violentamente.
Una suave, pero encantadora risa se escuchó desde el borde del oído de la dama de cabellos rubios, quien apenas podía sopesar el repentino escalofrió que surgió por su espina dorsal. Dejando un cariñoso beso, el joven caballero apretó el agarre sobre el cuerpo de la mujer, pegándola más a su propio cuerpo.
—Que encantadora sorpresa, querida ¿es el delicioso aroma del Jambalaya casero lo que huelo? —Pregunta con una divertida voz mientras repasa sus manos por la curva del cuerpo que abrazaba, gozando el estremecimiento y el enrojecimiento del rostro de su portadora—. Diría que no tenías que molestarte Charlie, pero es una gran ocasión —comenta, mordiendo el blanquecino cuello de esta, quien apenas puede contener el terrible gemido que le provoco el gesto.
—A-Al, espera... No debemos hacer esto en la cocina —expresa Charlie jadeando. No lo había escuchado llegar, y aunque no era la primera vez que llegaba sin anunciarse, esta vez si la tomó por sorpresa—. Por favor, debemos detenernos... La cena...
Pero el hombre no se detuvo, sus manos siguieron repasando el cuerpo de la dama que, aun teniendo treinta y dos años, seguía manteniendo un cuerpo envidiable y extremadamente bello. A Alastor no le importaba en lo más mínimo que ella le superara seis años, no, era más excitante para él incluso. No debiendo contenerse en lo más mínimo por reservas, hacía ya demasiado tiempo que habían superado esa etapa donde la diferencia etaria había sido un marcado problema, ambos ya se habían aceptado y no había forma de cambiar eso, la adoración mutua solamente aumentaba. Como en ese instante, donde Alastor beso el níveo cuello de Charlie y poso sus manos sobre la cubertura de sus senos, masajeándolos por encima de la ropa, aun pudiendo sentir la grandeza de estos.
Lentamente comenzó a bajar una de sus manos por el estómago de Charlie, dando pequeños círculos que calentaban más el cuerpo mientras sus propias caderas rozaban la dureza de su erección sobre su trasero. Apenas pudiendo sostenerse del mesón, la joven mujer soltó un fuerte jadeo cuando Alastor sostuvo con firmeza su intimidad aun por encima del vestido, repasando con un debo mientras más se frotaba y mordía su oreja con lentitud, casi en una especie de juego tortuoso por ver quien caía primero, estando a punto de lograrlo de no ser que una de sus manos se posiciono sobre el margen de su bragueta, acariciando el erecto miembro y causando que este jadeara su nombre en oído. Charlie sonrió vencedora, aunque no estaba en las condiciones más favorables, aun así, habría logrado descontrolar lo poco de compostura que mantenía el joven.
— ¿Buscabas algo querida? —pregunta el caballero con sorna ganando una divertida sonrisa de ella.
—Esperaba por lo que has intentado encender desde el momento que llegaste a casa —comenta, acercándose a sus labios para besarlo.
Compartieron un beso largo, profundo, explorando sus bocas con soltura mientras los toques seguían aumentando, sus respiraciones se volvían cada vez más descontroladas y la temperatura ya de por si húmeda de la ciudad, a pesar de ser de tarde, estaba provocando que comenzaran a sudar. Se separaron dejando un suspiro ahogado antes de que Alastor levantara la falda del vestido de Charlie, bajando la ropa interior ya empapada.
Acomodándose en una posición adecuada, Alastor se internó de un solo golpe en el cálido interior de quien consideraba su única y máxima princesa. Moviéndose con una cadencia inicial que rozaba la ternura, siguieron besándose mientras el más joven repasaba todo el cuerpo blanquecino de la mujer que amaba. Porque no tenía motivo alguno para negarlo, la amaba desde el primer momento que se dio cuenta de la pureza de su alma, del brillo de sus ojos y de la gentileza de sus acciones que a pesar de los años que habían pasado, y que ya no era más el pequeño niño que conoció, seguía cuidándolo con el esmero y cariño de una madre, pero amándolo con la pasión de una desenfrenada amante.
Y como si fuera una especie de recordatorio del fuego interno que poseía Charlie, esta se volteó levemente para volver a besarle, colocando una mano en su cadera y haciendo que el contacto fuera más profundo para ambos. Con una sonrisa juguetona, mordió su propio labio inferior hasta hacerlo sangrar lo suficiente, haciéndole beber de su propia sangre que compartió con el movimiento de su lengua. Se separó por un segundo, sonriéndole de manera traviesa y con un gesto arrebatador, llego al borde de oreja.
—No tengo suficiente de ti, querido —susurro a su oído.
De manera voraz, volvieron a besarse con mayor intensidad y fuerza. El sabor de la sangre de Charlie no hizo más que impulsarlo a internarse más dentro, haciendo que los gemidos fueran más altos y cargados, provocando que el estremecimiento en ambos fuera mucho mayor.
—No tienes remedio —comenta el hombre sonriente, besando con adoración sus labios rotos. Aumentando la velocidad casi frenética de sus caderas hasta alcanzar el ansiado clímax que los dejo cansados sobre la cerámica fría del mesón. Con Charlie permitiéndole permanecer un poco más dentro de ella.
Compartiendo una intensa sesión de sexo, luego cenando un buen plato de Jambalaya con un poco de salsa picante y bailando parte de la noche al ritmo del Jazz, era una especie de ritual conmemorativo de una fecha que tanto Charlie como Alastor no podían olvidar. Aquella fecha tenía tanta importancia como los cumpleaños de ambos, el aniversario de la llegada de Charlie a esa casa o el mismo cumpleaños de la madre de Alastor. Era un momento especial para recordar, porque era la fecha en la que habían comenzado a ser verdaderamente libres, era el aniversario de haber asesinado a alguien.
Alastor no podía evitar rememorar con una sonrisa aquel excitante momento, lleno de júbilo.
Casi pudiendo saborear la sangre salpicada en ese preciso instante, cuando su joven mano impulsada por la ira que ya no podía ser contenida, azoto sin piedad contra la cabeza del infeliz de su padre, acabando con una parte de su vida mediante la gran hacha con la que le hacían cortar la madera para la leña. Sin misericordia, la sangre salpico por todas partes de la habitación, salpicando el suelo, las sábanas blancas y el níveo rostro de Charlie que contuvo el cuerpo moribundo del infeliz encima de ella.
Y aunque el joven Alastor había esperado el grito desproporcionado de pánico de su joven princesa, este jamás llego a escucharse. La muchacha veintiún años simplemente sonrió, emitiendo entre las lágrimas una inconfundible risa de alivio que solo hizo emocionar al joven con su cometido.
Lanzando el cuerpo al suelo, Charlie se levantó para acomodar sus ropas y correr a abrazar a Alastor que la refugio entre sus brazos, solo en ese instante, pudo finalmente sentirse segura, escuchando el latir acelerado de ambos corazones.
Sin embargo, no habían terminado con su trabajo. Aquel hombre aún no estaba muerto. Seguía removiéndose en el suelo cual cucaracha pisoteada. Alastor tomo nuevamente el hacha dispuesto a terminar con su miserable existencia, cuando la mano de Charlie le detuvo, sosteniendo su brazo con suavidad. Iba a pedir una buena explicación, cuando la sonrisa de ella le detuvo.
—Tu no serás el único que deba mancharse las manos.
Si por sus acciones, Alastor debía bajar al infierno, ella lo seguiría con gusto.
Por ello, tomando el hacha entre sus temblorosas manos, la joven que alguna vez había sido pura e ingenua rompió las piernas y luego los brazos, Alastor le siguió luego destrozando el torso y rompiendo el cuello, aunque aquel pequeño estudio estaba en demás cubierta de sangre, no pararon hasta que ya no había quedado nada de la figura de aquel infame hombre.
Habiéndose desecho del cadáver, ambos regresaron felizmente a la comodidad de su casa. Finalmente, no había nada que pudiera destrozarlos.
Eran libres.
Considerando que esa era una celebración especial, y sin importar lo alto de la hora, cocinaron una gran comida que tenía como plato principal el afamado Jambalaya que tanto les gustaba a ambos. Disfrutaron la velada acompañada del vino de reserva, emitiendo ambos una desquiciada risa al momento de bailar encima de la sangre al ritmo del jazz que sonaba a través la radio.
Ya ni siquiera la muerte sería capaz de separarlos.
Por fin estarían bien en sus destinos conjugados por el asesinato, condenados al inclemente infierno, al que bajarían juntos al menos.
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Notas finales: De verdad, les invito a pasarse por el trabajo de @Sheila96716588, es hermoso y me encanta.
Con respecto a la historia ¿Que tal les ha parecido? Tenia, necesitaba escribir algo de este estilo. Ya nuestros personajes han logrado avanzar en su vida, siendo finalmente felices, pero manteniendo un oscuro secreto que no les importa compartir. Tengo otros escritos ya listos de este universo, y uno más en producción. No se bien si ya luego de esos le daré el cierre a este pequeño pero maravilloso AU, sin embargo, tengo otros OS de diferentes tematicas, el martes se nos viene tambien lo bueno con mi AU con Alastor masoquista y una dominante Charlie, espero pueda ser de su agrado.
Si les han gustado mis OS les invito a leer mi fanfic Princesa imperial, es un canon divergente que estoy segura que les encantara. Muchos saludos desde Venezuela y nos leemos pronto ¡Cuidense mucho!
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