-Bueno, ahora haremos algo que te gustará.

-¿Iremos a comer pizza? Sé que este lugar estaba muy caro y todo, pero las porciones eran microscópicas.

JiMin se ríe.

-Yo hasta la pago si quieres.

-No, está bien, cerdito.

-Bien, ¿Y a dónde iremos?

-Sorpresa.

Después de veinte minutos de camino y pasar por la pizza, llegamos a una especie de bosque pero con un lago, Ah, es el lago Hatni.

¿Qué hacemos aquí?

Él estaciona el carro y la cajuela queda hacia el lago, bajamos y los zapatos se me entierran.

-Mierda.

-Oh, espera, te tengo algo.

Subo al carro de nuevo y me entrega una bolsa.

-¿Qué es esto?

-Me cambiaré atrás.

-¿Cambiar?- Él baja del auto y yo abro la bolsa para ver un pijama y unas pantuflas. Me río.

Me pongo la pijama que es de una pieza de un cerdito y las pantuflas son unas garras.

Me río de nuevo y después de cambiarme bajo del auto para ver a JiMin en una pijama azúl.

-Me gusta esto.- JiMin sonríe, y yo me cruzo de brazos -Pero te odio porque es un cerdito.

-Te ves bien, cariño.

Yo ruedo los ojos y veo que en la cajuela él había quitado los asientos y había una cama.

-¿Qué planeas hacerme, animal?

-Te amo.- Yo entrecierro los ojos. -Vamos a ver películas y disfrutar de madre naturaleza, descargue películas.

-Antes que nada, también te amo y me gusta la idea.- Yo me acerco a JiMin para abrazarlo, y él me corresponde el abrazo.

-Ven, vamos a acostarnos y cerraré la puerta.

Ambos nos metemos y él cierra la puerta. Me acuesto en su pecho y él pone la computadora en sus piernas.

-Me gusta esto, JiMinie. Estar contigo.

-A mi también, cerdito.- Ruedo los ojos y escucho la risa de JiMin.

-Tenías que cagarla, estorbo.