Me senté en mi cama y suspiré, no quería saber nada de JiMin.

TaeHyung entró a mi cuarto y llegó con el botiquín de corazón roto.

—¿Entonces, es el fin?

—Sí, no puedo con sus ataques, son muy tontos y tan repentinos.

—Enserio me caía bien JiMin.

Yo volteo para ver mal a TaeHyung, y él solo suelta una risa pequeña para rodearme con sus brazos. Acaricia mis cabellos y simplemente me recargué en él.

—Perdón, realmente lo odiaba, bebé.

—Siento que fue el peor rompimiento de todos.

—No te engañó, JungKook.

—Pero si fue un estúpido, y no quiero estar con un estúpido.

—Hay que dejar de hablar de eso y engordar.

Él me pasa la nieve de M&M.

—No todo tiene un final feliz.