—Primera pregunta, lindo, ¿Por qué te llamas JungKook?

—Porque a mi papá siempre le gustó mucho ese nombre y qué más que ponérselo a su hijo. Mi turno, ¿Edad?

—Dieciocho.

—¿Qué?

—Me gradúo este año.

—Oh.

—¿Tú?

—Dieciséis.

—Oh dios, me van a arrestar.

Me río y niego con la cabeza.

—En dos meses cumplo los diecisiete.

—Ah, okey.

—Mi turno, ¿Hermanos?

—Síp, tres, uno mayor y dos menores que yo, ¿Hermanos?

—Uno mayor, de diecinueve y NamJoon cuenta como hermano también, ¿Comida favorita?

—Pastas. ¿La tuya?

—La pizza.

JiMin se río.

—¿Cómo no lo supe?

—No sé, llevamos de conocernos dos semanas, tienes que conocerme mejor.

—¿Algún deporte?

—Boxeo.

—De ahí tus buenas piernas.

Ruedo los ojos y él ríe.

—¿Tú?

—Americano y Boxeo.

—¿Boxeo? ¿Quieres pelear?

Me levanto y JiMin niega.

—Soplo y sales volando.

—No es cierto.

JiMin se levanta y tengo que mirar hacia arriba.

—¿Seguro?

Volteo a ver sus partes nobles y levanto mi rodilla.

—Auch.— Dice y se encorva.

—¿Qué decías?

—No cuenta.

—Débil.