Freddy: 18 años

Fred: 22 años

(Y finalmente ambos son legales *Saca los instrumentos musicales para festejar que todo vuelve a ser legal* )
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En cuanto se escuchó el timbre sonar Freddy soltó un suspiro mientras acomodaba las cosas en su mochila, el día de clases finalmente había acabado, pero su tortura personal apenas iba a iniciar. 

-Freddy, es hora de ensayar - Una voz masculina llamó pronto la atención del menor, haciéndole voltear para ver al dueño de esta.

-Si Golden, ya lo sé - El castaño tomó su mochila para ir directamente al aula que usaban con los demás para practicar y suspiró al ver brillar los ojos del contrario.

Golden era un chico de intercambio que había llegado a inicios de año sin conocer nada de lo que lo rodeaba, por lo que el moreno había sentido la necesidad de integrarlo a su grupo de amigos y de ayudarle con lo que necesitara.

Pero lo que había iniciado como un acto de buena voluntad se había tergiversado en la mente del rubio, pues este no paraba de coquetear con el de ojos cielo, diciendo que de seguro era algo del destino y que debían estar juntos.

Fue justo por ello que Freddy odió que Fred fuese mucho mayor, pues él siempre había sido esa muralla que lo protegía de las personas como el extranjero, porque "Freddy era demasiado bueno como para no atraer idiotas y lo peor es que lo hacía sin notarlo." 

Y si, el mismo azabache se incluía en la lista de idiotas que el moreno había conquistado solo por su lindo corazón, así que con ello en mente cualquiera se podía dar la idea de que tan problemático podía ser para el de ojos cielo no tener a su escudo contra idiotas enamorados.

-Es hora de ensayar chicos - La única fémina del grupo tomó su instrumento con total emoción y observo al resto de miembros de la banda para que fuesen por los suyos.

-¿Qué canción practicaremos hoy? - El chico de cabellos morados observó al líder del grupo ansioso por su respuesta mientras ataba su cabello.

-Yo digo que practiquemos la canción de Freddy - Un chico de cabellos rojizos habló sin esperar a que el supuesto líder abriera la boca - Porque yo personalmente no quiero cantar hoy.

-¿La canción de Freddy? - El rubio parpadeó confundido y volteó para ver al segundo guitarrista del grupo antes de volver a ver al resto de la banda.

-Es una canción que él y Fred han estado practicando para la exposición de arte y cultura de este fin de semana - El guitarrista principal explicó la situación mientras afinaba su instrumento - Fred nos pidió la semana pasada que los ayudáramos con la instrumental de la canción, por eso nos enteramos.

-Ya veo - El vocalista de la banda asintió suponiendo que aquello había pasado justamente el día de clases que faltó por la empresa familiar - Por cierto ¿Quién es Fred?

-Es el vecino y hermano de otra madre de Freddy - La rubia sonrió dulcemente hacia su amigo, el cual parecía un poco incómodo por la situación.

-Oh, ya veo - El extranjero sonrió sintiéndose un poco más tranquilo ante la información que acababa de obtener - Bueno, siendo así hay que empezar ¿No crees Freddy?

-Sí, claro - El de ojos cielo solo asintió para seguir la corriente, entre más pronto empezaran más pronto podría volver a casa.

Los chicos estuvieron practicando la música que querían para la canción mientras que Freddy le explicaba el ritmo de la misma a Golden. El castaño no se sentía completamente a gusto con la situación de escuchar a alguien cantando lo que debía ser solo dicho por su novio, pero tampoco podía ser tan malo cuando el otro chico había dejado su actitud de casanova para ayudarlo con la melodía.

Sin embargo, la espina de incomodidad quizá no se iría pronto, principalmente por el hecho de que su mente seguía pensando en lo que había dicho la fémina momentos antes. El haberse cambiado de escuela había hecho que nadie supiese de su relación con Fred, lo cual lo calmaba, pues nadie lo acosaba y molestaba por ser gay como habían terminado haciendo en su anterior escuela. El problema es que también lo dejaba en una posición incómoda, sobre todo con aquellos que le veían como algo más que un amigo.

Suspiró nuevamente antes de sentir un golpe en la cabeza por parte de su amiga, realmente debía decirles la verdad tarde o temprano sobre su relación con el mayor, ya había lidiado con sus padres y algunos amigos antes, podría volverlo a hacer.

Y lo haría.

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El bendito viernes llegó finalmente, lo cual significaba que todos los alumnos eran finalmente libres de hacer lo que quisieran. Freddy había planeado una muy bonita cita con su novio en el parque, por lo que debía apresurarse a salir.

Sin embargo, la suerte parecía no estaba a su favor.

-Vamos Freddy, di que si - Una voz con acento extranjero se dejó escuchar en la entrada de la institución.

-Lo siento Golden, pero no estoy interesado en ti de esa forma - El castaño observó a toda la gente que se les quedaba viendo y se sintió mucho más incómodo, quería llegar pronto con su novio e ignorar aquellas miradas que le estaban dando en ese instante.

-Freddy mírame - El mayor puso su mano en la mejilla del menor para poder hacer contacto visual con él - Dame una oportunidad, te prometo que puedo hacerte feliz si me dejas

-Golden, por última vez, no - El de ojos cielo frunció su ceño, estaba hasta la coronilla del acoso del otro y esta vez se lo iba a dejar en claro - No me gustas, no me atraes, no me interesas, no pienso salir contigo.

-Freddy - El de ojos oro no se contuvo y jaló con más fuerza de la necesaria el brazo del contrario, sin embargo, alguien le hizo soltarle rápidamente.

-Ya te dijo que no, así que suéltalo de una vez - Una voz mucho más profunda fue la que se percibió esta vez, y Freddy supo de inmediato quién había llegado a su auxilio.

Una mano de piel pálida tomo el cuello de la camisa del rubio y lo alejo de inmediato del cuerpo del castaño haciendo que todos los que se encontraban cerca los observaran entre asombrados y asustados, pues ese joven imponía bastante miedo solo con verle.

-¡Freddy! - Un trío de jóvenes liderados por una chica de mirada morada llegaron al lado del recién mencionado - ¿Estas bien?

-Sí, lo estoy - El moreno fijó su mirada en los dos chicos que estaban viéndose retadoramente entre ellos y suspiró.

-¿Qué hace Fred aquí? - La rubia centró su mirada en el hermano de su amigo para luego voltear a verle a él.

-Íbamos a salir hoy con Freddy, así que pensé que sería lindo venir por él para pasar más tiempo juntos - La voz que se escuchó como respuesta fue nuevamente la del mayor, aunque esta se escuchaba más seria y molesta de lo usual - Pero vengo y me encuentro con este molestándolo.

-¡No lo hacía! - El extranjero trató de soltarse del agarre con toda la fuerza que tenía, sin embargo, parecía algo imposible - ¡Solo le pedí una cita! ¿Qué no puedo hacer eso?

-Esta va a ser la única vez que te lo diga, aléjate de MI castaño - El azabache soltó el cuello de la camisa del chico para dar por terminada aquella situación, pero era obvio que solo la había iniciado.

-¡Él no te pertenece! - El chico que estaba tirado en el piso observó de mala al que había reclamado propiedad sobre su interés amoroso.

-Eso es cierto, Freddy no es un objeto para pertenecerle a alguien - El de mirada gris desvió sus ojos a su pareja antes de regresarla al que estaba aún en el suelo - Pero ¿Sabes qué? Freddy Fazbear es la persona que más amo en este mundo, es la luz de mi vida y yo no sería nada si él no estuviera a mi lado, yo soy totalmente suyo y sé que él es totalmente mío.

-Fred - El castaño no sabía dónde ocultar su rostro de tomate, estaba acostumbrado a esas palabras por parte del mayor, pero él nunca se las había dicho con tantas personas a su alrededor

-¿Por qué no mejor te vas de aquí? Foco de pocos Watts - El de piel pálida no tardó en posicionarse al lado de su novio y sonreír victorioso.

-Esto no se quedará así - El vocalista de la banda se puso de pie totalmente ofendido por la actitud del mayor.

Ambos chicos vieron como el rubio se iba murmurando cosas por lo bajo mientras prometía que el mayor se arrepentiría de la humillación que le acababa de hacer pasar, poco después voltearon a verse y se sonrieron con ternura antes de tomarse la mano con total muestra de amor.

-¡Beso! ¡Beso! - Todos voltearon a ver al grupo de amigos del castaño que no paraban de gritar como si fuera algo importante aquello - ¡Anda Freddy! ¡Besa a tu chico!

-¡Beso! ¡Beso! ¡Beso! - Antes de que se dieran cuenta algunos de los compañeros de Freddy, e incluso chicos de otros grados comenzaron a gritar apoyando la petición que habían iniciado los amigos del más joven.

-¿Qué dices Freddy? ¿Les damos lo que quieren? - La sonrisa que estaba en los labios del azabache trataba de demostrar confianza, aunque estaba algo nervioso por la situación, ellos jamás habían sido demasiado cariñosos en público.

-No lo sé, creí que habías dicho que iríamos poco a poco - El moreno observó fijamente a su novio, estaba algo asustado, no iba a negarlo - Para ver como reaccionaban los demás ante lo nuestro.

-¡Al diablo el mundo! - El azabache tomó de los hombros a su pareja para que le viese fijamente a él - Además, parece que a ellos no les molesta realmente el que te bese aquí y ahora ¿No lo crees?

-Fred - Una sonrisa apareció en los labios del castaño, sentía un poco más de confianza dado a las palabras de su novio y debía aprovecharla antes de que la perdiera.

-¿S... - Antes de que el mayor pudiera terminar su pregunta unos labios se posaron sobre los suyos con cariño pero a la vez con necesidad haciendo que ambos olvidaran donde estaban y la situación en la que se encontraban.

-¡Consíganse un cuarto! - La voz de chico que tenía la altura de un poste telefónico se hizo resaltar en las mentes de los jóvenes enamorados, los cuales se separaron de inmediato con un sonrojo bastante llamativo en sus mejillas.

-¡FOX! - El de cabellos rojizos fue golpeado prontamente por una fémina de cabellos blancos con un mechón rosa en su flequillo y por su compañera de banda, haciendo que se callara de inmediato por el dolor de ambos golpes. 

Los novios solo pudieron reír entre divertidos y avergonzados por la situación, aquello era de lo más raro para ambos, pero no por eso era malo. Por fin tenían el apoyo de los amigos del menor, así que podrían pasar ese fin de semana siendo los novios más felices del mundo sin tener que ocultarlo.

Nada podría ser más perfecto que eso.

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Un saludo para aquella persona que aún lea esta historia, traté de actualizar lo más pronto que pude con un capítulo que me gustara, pero desgraciadamente hay algo en él que no me convence del todo, aun así, preferí dejarlo de esta forma a no actualizar pronto.

Esa es la buena noticia, la mala es que el siguiente capítulo es el último, luego de ello el epílogo de la historia y finalmente un par de extras. Capítulos que obviamente tardarán en llegar, así que abracen con fuerza estos últimos capítulos, porque el final no será como se lo esperan, o tal vez si.

Bueno, eso era todo, nos leemos pronto.