Una caprichosa peli azul se encontraba hablando con su padre acerca de sus planes futuros:

Papito, habla con el señor Bardock y dile que ya formalice mi relación con Gokú, decía melosamente la joven abrazando a su padre.

Está bien princesa, hoy hablare con mi amigo Bardock, decía el padre de la peli azul.

Casa Ox:

El timbre de la puerta sonó y un gigantesco hombre fue a abrir la puerta.

La señorita Ox, vive aquí, dijo un joven que tenía en la mano una caja larga.

Si, dijo el padre de la pelinegra intrigado.

Son para ella, dijo el joven dándole la caja y alcanzándole una libreta y lapicero para que firme como recibido.

¡Gracias¡ dijo el padre de la pelinegra una vez que termino de firmar y entro a su casa con la caja la cual dejo en la mesa y se sentó a esperar a que su bella hija bajase.

Minutos después:

Una bella jovencita pelinegra salía de su habitación y se dirigía a su comedor para desayunar con su padre.

¿Quién fue papá?, dijo la bella jovencita.

Un joven, trajo esto para ti, dijo su padre señalando la larga caja.

¿Para mí?, dijo intrigada la pelinegra.

Si hija, para ti, dijo su padre sonriendo mientras tomaba su taza de café.

Milk tomo la caja y luego se sentó a la mesa con su padre a desayunar.

¿Qué es?, ¿quién te lo envía?, dijo su padre con curiosidad.

No lo sé, dijo la pelinegra.

Porque no lo abres hija y así salimos de dudas dijo su padre.

Milk abrió la caja y encontró unas hermosas rosas rojas y una tarjeta que decía:

Eres la persona más bella, inteligente, sensible y bondadosa que conozco. ¡Gracias por permitirme ser parte de tu vida, gracias por este maravilloso primer mes junto a ti¡ ¡Gracias por brindarme tu amistad¡

Con mucho cariño.

Gokú Son.

La pelinegra sonrió la leer la nota, la doblo y la guardo como si fuera un gran tesoro en una cajita que tenia sobre su mesa, tomo sus rosas y las coloco en un florero y las llevo a su cuarto junto con la cajita en donde había guardado la nota. Luego volvió y se sentó junto a su padre para continuar con su desayuno y le dijo: Me las envío un gran amigo.

Su padre al escuchar la palabra amigo sonrió y miro a su hija la cual se encontraba radiante de felicidad, el padre de la pelinegra prefirió no indagar más pues él conocía bastante bien a su hija y sabía que ella era muy reservada para hablar abiertamente de sus sentimientos.

Horas después: "Universidad"

Qué te pasa Gokú, ya quieres romper tu palabra, decía enfurecido Majin Boo.

Si, no se me hace justo jugar con sus sentimientos, ella es una buena chica, dijo Gokú.

Claro que no, ya te enredo también con el cuento de la niña buena, dijo Freezer riendo.

No es así ella es una buena chica y yo no pienso jugar con ella, por mí hagan lo que quieran yo no pienso seguir con su estúpido juego, dijo Gokú continuando su andar.

Qué pensaran tus papitos cuando se enteren que te enamoraste de la hija de un humilde empleado público, dijo irónico Cell.

Gokú al escuchar eso detuvo sus pasos y volvió a dónde se encontraban el grupo de chicos.

Yo no estoy enamorado de ella, es solo que ......trataba de mentir Gokú, mientras Freezer reía habiendo nuevamente sacado de sus casillas a Gokú y así poder grabar la respuesta que ellos querían.

Qué le tienes lastima, dijo Cell.

Mejor cállense y no se metan con ella ni con mi familia dijo Gokú.

Mira Gokú esa chica no es lo que crees pero haya tú si no quieres creernos y por lastima prefieres perjudicar a tus amigos, dijo Majin boo.

Gokú prefirió no escucharlos y siguió su andar.

Vegueta que había estado escuchando todo se acerco a su grupo de amigos y les dijo: Es hora del plan B.

¿Plan B?, dijo Majin boo.

Si hablaré con Bulma para que sea mi aliada, dijo Vegueta sorprendiendo a sus amigos.

A la salida de la universidad:

El joven de cabello alborotado esperaba en su moto la salida de su pelinegra amiga, cuando se percato de su presencia le levanto la mano para que ella se acercara a dónde se encontraba.

¡Hola¡ dijo la pelinegra sonriendo.

¡Hola Milk¡ ¿cómo te fue en el consejo estudiantil?, pregunto Gokú con amabilidad.

Bien, dijo la pelinegra.

Sube, te llevo, dijo Gokú.

Milk subió a la moto de Gokú y emprendieron camino, mientras la pelinegra iba sujeta al cuerpo del joven de cabello alborotado le dijo: ¡Gracias por las rosas¡ de manera muy dulce.

Gokú sonrió mientras seguía conduciendo y le dijo: ¡qué bueno que te gustaran¡.

Gokú llevo a Milk hasta su casa, la pelinegra bajo de la moto y se despidió de Gokú con una cálida sonrisa y un movimiento de manos. Gokú partió, devolviéndole la sonrisa, mientras Milk sentía el latir de su corazón con las palmas de su mano, mientras pensaba: Estoy enamorada de él.

Minutos después: "Mansión Son"

Gokú llego a su casa y se encontró con unas no muy agradables visitas.

¡Buenas tardes¡ dijo Gokú con amabilidad al ver a la familia Brief junto a la suya platicando en su sala.

Gokú precioso, dijo la melosa peli azul, que se acerco a abrazarlo.

¡Hola Bulma¡ dijo Gokú tratando de alejarla de él.

Hijo los señores Brief están aquí porque como una vez te comente seremos socios dijo Bardock.

Si padre ya me lo habías comentado, si me disculpan tengo cosas que hacer, dijo Gokú subiendo las escaleras.

Hijo espera, aún no he terminado, dijo Bardock.

¿Hay algo más papá?, dijo Gokú.

Si hijo, a partir de este momento Bulma es tu prometida, dijo Bardock.

Quéeeeeeeee, dijo Gokú alterado por la noticia, sorprendiendo a su familia y los invitados. ¿A quién le has consultado eso papá?, que yo sepa a mi no me has dicho nada, Bulma y yo somos amigos y solo eso seremos siempre, dijo Gokú, dejando sorprendidos a todos y subiendo furioso las escaleras hacia el segundo piso de su mansión.

Al día siguiente: "Universidad"

Te lo dije, decía Piccolo.

Si tenías razón Piccolo, decía lamentándose el joven de cabello alborotado.

Y ¿qué hiciste? dijo Yamcha.

No acepte, aunque mi padre me dijo que le valía lo que dijera, dijo molesto Gokú.

¿Y qué pasara con el reto?, dijo Krilin.

Milk ya no es mi reto, no quiero lastimarla, dijo Gokú.

¿Te enamoraste de ella?, dijo Ten.

Si, dijo Gokú.

Entonces ahora esos no descansaran de molestarnos todo el día, dijo Krilin lamentándose.

No amigo, no lo voy a permitir, pero tampoco puedo seguir con Milk solo para lastimarla yo la quiero de verdad, dijo Gokú.

Pero tú sabes que tus padres no aprobaran una relación con ella, dijo Yamcha preocupado.

Si lo sé y hasta podrían hacer cualquier cosa para alejarla de mí, dijo Gokú.

¿Entonces qué piensas hacer?, dijo Ten preocupado.

No lo sé, dijo Gokú con tristeza.

Yo en tu lugar andaría con Bulma para darles gusto a mis padres pero no dejaría a Milk, dijo Yamcha.

Eso sería como si ella fuera la otra, dijo Krilin.

No, es justo, ya veré que hago, pero no pienso alejarme de ella, dijo Gokú.

Minutos después:

Una bella jovencita pelinegra se encontraba sentada en una banca en el patio central de la universidad, mientras platicaba con su rubia amiga.

Te envió rosas, decía sorprendida la rubia.

Si, decía sonrojada la pelinegra.

Te lo dije, le gustas y a ti Milk ¿él te gusta?, dijo la rubia.

Si, dijo una sonrojada jovencita pelinegra mientras su amiga sonreía al oír su respuesta.

Horas más tarde:

¿Por la tarde?, dijo la pelinegra.

Si Milk, me gustaría salir contigo, ha llegado una feria al parque central y pensé que tal vez te gustaría ir, dijo Gokú nerviosamente.

Está bien pero solo un rato, mañana tengo que presentar un trabajo y un proyecto al consejo estudiantil, dijo Milk.

Lo sé Milk, solo será un rato, entonces paso por ti a las 5 pm dijo el joven de cabello alborotado.

Está bien, dijo la pelinegra.

Por la tarde:

¿Y tu moto?, dijo Milk, mirando el auto deportivo de Gokú.

Preferí pasear contigo en mi auto, ¡sube¡ dijo Gokú, mirando a la bella jovencita pelinegra.

La pelinegra subió y ambos partieron a la feria, Gokú estaciono su auto y ambos jovencitos bajaron a caminar por las tiendas que se habían instalado en el parque.

Gokú de un momento a otro detuvo su andar. La pelinegra al percatarse de ello también se detuvo.

¿Sucede algo?, dijo la jovencita.

Milk, quiero pedirte algo, dijo Gokú tomándole sus manos.

¿Qué?, dijo la pelinegra preocupada pero a la vez nerviosa por el contacto de sus manos.

¿Quieres ser mi novia?, dijo Gokú, dejando absorta la pelinegra que no imagino que él jovencita le propusiera algo así en media calle.