004
Al día siguiente en las profundidades Del Mar, T/N se encontraba más que feliz y no podía evitar demostrarlo. Tanto ella como Ariel sabían que nadie podía saber sobre esto, su padre se enfurecería si se enterara de esto.
—T/N querida, es hora de salir. Llevas ahí toda la mañana —exclamó una de sus hermanas.
T/N salió del vestidor mientras tarareaba una canción, sus hermanas la miraban con sorpresa ya que jamás la había visto actuar de esa manera. Nado hasta su espejo y se sentó en la roca para acomodar su cabello.
—¿Que le está pasando? —preguntó otra de sus hermanas, mientras tanto Ariel simplemente la miraba de reojo con una gran sonrisa en su rostro.
La peli morada tomó una flor rosada que se encontraba a su lado, y nado hacía la salida sin percatarse de que su padre se encontraba ahí.
—Oh buenos días, papá —colocó la flor en el cabello blanco de su padre quien se sorprendió ante su modo de actuar esta mañana.
—Y ahora? —preguntó mientras veía a su hija más pequeña nadar fuera de ahí mientras tarareaba una canción.
—Si que le dio fuerte —exclamó la hermana mayor.
—¿Que? ¿Que tiene? —preguntó su padre preocupado.
—¿Acaso no es obvio, papa? Esta enamorada. —exclamó con cierta felicidad.
—¿T/N? ¿Está enamorada? —tomó la flor de su cabello mientras la miraba sonriendo.
En otro lado del océano, Sebastián se encontraba angustiado y desesperado por que el rey no lo sepa. Mientras tanto T/N con una rosa morada en cabello, quitaba los pétalos de otra flor.
—Me quiere. —tiro el pétalo que había arrancado —no me quiere. —tiro otro pétalo sin ganas esta ves —Oh! Si me quiere!
Tomó el último pétalo muy feliz, mientras reía y admiraba aquel pétalo entre sus manos.
—Lo sabía! —río mientras suspiraba enamorada.
El cangrejo ya irritado se acercó a ella, mientras más siguiera con esto. Más difícil se le sería guardar aquel enorme secreto.
—T/N, deja de decir locuras.
La peli morada se levantó de inmediato.
—Tengo que volver a verlo de nuevo esta noche. Scuttle sabe donde vive! —exclamó con la intención de nadar a la superficie en busca de su amigo gaviota.
—Por favor, T/N —tomó la aleta de la joven, simplemente para ser llevado con ella —Baja la cabeza de las nubes y regrésala al agua.
—Nadará hasta su castillo y Flounder salpicara para llamar su atención y luego yo...—habló emocionada, mientras tanto Sebastián ya estaba más que irritado.
—Tú casa está aquí abajo. —nado hacía la joven poniéndose enfrente de ella. Deteniéndola al instante —T/N, escúchame. El mundo humano es un desastre, la vida bajo el Mar es mejor que todo lo de allá —exclamó feliz mientras hacía que la joven retrocediera y se sentara en aquella roca de antes.
—Tú crees que en otros lagos Las algas más verdes son y sueñas con ir arriba —nado hacía la peli morada quien se encontraba pensando en salir a la superficie—¡Que gran equivocación! —Tomó el mentón de la joven para que lo regresar a ver a él mientras ella lo miraba mal.
—¿No ves que tu propio mundo No tiene comparación? ¿Que puede haber allá afuera Que cause tal emoción? —unos peces amarillos la rodearon nadando así alrededor causando que se levante feliz —Bajo el mar Bajo el mar vives contenta siendo sirena.
La peli morada volvió a descender sentándose en la roca donde Sebastián se colocó en aleta, mientras cantaba felizmente.
—Eres feliz Se que trabajan sin parar y bajo el sol para variar mientras nosotros siempre flotamos bajo el Mar —salto de la aleta de la chica, mientras se acercaba a una langosta azul que tocaba unas conchas de perleras —Los peces son muy felices —Cantaron en coro.
—Aquí tienen libertad los peces allá están tristes sus casas son de cristal la vida de nuestros peces —Aquel pez en una burbuja y triste se acercó a la sirena quien se puso triste ante esto —Muy larga no suele ser —Sebastián se acercó a la sirena quien retrocedió tristemente—Si al dueño le apetece.
Con su tenaza explotó la burbuja causando que aquel pez cállese.
—A mi me van a comer —canto aquel pez.
—Bajo el Mar, Bajo el Mar —cantó felizmente, mientras T/N acariciaba una linda flor que resultó ser un caballito de mar —Nadie nos fríe no nos cocina en un sartén —los caballitos de mar la rodearon nadando por debajo de su cabello haciendo que la sirena sonriera.
—Si no te quieres arriesgar Bajo el Mar de te quedarás y sin problemas entre burbujas tu vivirás —canto cerca de unos caracoles.
—Bajo el Mar —canto junto a los caracoles —Bajo el mar —canto solo —bajo el Mar —cantaron los caracoles —Hay siempre ritmo en nuestro mundo al natural —se colocó en el centro mientras más animales marinos se acercaban —Al natural la mantarraya tocará el esturión se unirá siempre hay ritmo ritmo marino bajo el mar.
—Oye la flauta oye el arpa al contrabajo ponle atención verás las trompetas y el tambor disfruta de tu canción, con la marimba y el violín las truchas volteando el otro cantando y sin olvidar los del espadín ¡Que empiece la función!
Mientras tanto Flounder nado hacia T/N quien lo miró sorprendida. El pececillo le susurró algo al oído que causó que esta sonriera y nadaron juntos hacia donde flounder dirigía. Mientras Sebastián al darse de cuenta de que T/N no de encontraba ahí suspiró cansado.
—Alguien va a tener que atarle a esa niña las aletas al piso —exclamó cansado.
—Sebastián! —gritó un caballito de mar —Sebastián, te he estado buscando por todos lados. Tengo un mensaje urgente del rey Del Mar.
—¿De rey Del Mar? —preguntó angustiado.
—Quiere verte de inmediato. —comenzó a jalarlo com el —Es algo sobre T/N.
—Ya lo sabe —exclamó preocupado y desesperado.
Mientras tanto con el rey Del Mar. Se encontraba riendo mientras veía aquella flor que su pequeña le había dado esta mañana. Estaba tan feliz y emocionado por su hija, el estar enamorada de alguien lo hace tan feliz.
—Veamos. ¿Quien podría ser el sireno con suerte? —cuando noto a Sebastián en la entrada se aclaró la garganta y aguardó la flor —Pasa, Sebastián.
—No debo exagerar. Debo mantener la calma. —suspiró profundo para después caminar hacia el rey. —¿Si? ¿Si, su majestad?
—Sebastian. Estoy preocupado por T/N. ¿La has notado rara últimamente? —preguntó tratando de sacarle lo que quiere a aquel pobre cangrejo.
—¿Rara? —trató de no sonar nervioso.
—Es decir, distraída. Fantaseando, cantando sola. ¿No te has dado cuenta? —lo miro con una sonrisa.
—Bueno...
—¿Sebastián?
El cangrejo lo miro nervioso, no podría aguantar demasiado tiempo. El rey le hizo señas con el dedo para que se acercase a él.
—Se que me estás ocultando algo —el cangrejo nado hacia el rey, colocándose a un lado de el.
—¿Ocultándole algo? —sonrío a lo grande tratando de disimular.
—¿De T/N? —el rey lo miro.
Causando que los pies de Sebastián temblaran, tapó sus piernas con sus tenazas y le sonrió al rey con nerviosismo.
—¿T/N?
—¿Enamorada? —se acercó al cangrejo con una sonrisa mientras acercaba su tridente al cangrejo.
Y dándose por vencido, el cangrejo lo tomó de la barba comenzando con su discurso.
—Trate de detenerla, señor. Pero no me escucho. Le dije que se alejara de los humanos. Son malos. Traen problemas! —exclamó disculpándose.
—¿Humanos? ¿¡Cuales humanos!? —se levantó con furia.
—¿Humanos? ¿Quien dijo algo de humanos? —río nerviosamente mientras era agarrado por el rey.
Por la parte de T/N, entraba a su guarida donde Flounder la había llevado.
—Flounder, ¿por que no me dices de que se trata todo esto? —preguntó felizmente, mientras nadaba dentro de la cueva.
—Ya lo verás. Es una sorpresa.
Al entrar por completo no pudo ni responder. Puesto a que su mirada de fue a la estatura enfrente de ella, y soltó un sonido de sorpresa.
—Ah, Flounder. —exclamó agradecida—Flounder, eres lo máximo! —abrazo aquel pececillo mientras daba vueltas con el.
—¿Que hay de mi? ¿Y mi abrazo? Yo también ayude —exclamó una voz enfrente suyo.
—Ariel. —se acercó a ella para después abrazarla, la peli roja acepto el abrazo gustosamente mientras le regresaba el abrazo —Eres la mejor hermana!
—Lo se, ya me lo haz dicho millones de veces —exclamó mientras sonreía de lado.
La peli morada soltó una risa, para después nadar hacía aquella estatua.
—Es igual a él. Hasta los ojos —río felizmente—pero, Eric, ¿Que huya contigo? —se recostó en el hombro de la estatua mientras la miraba enamorada—Esto es tan repentino —volvió a reír esta vez mientras daba vueltas.
Ariel y el pececillo chocaron los cinco mientras veían a la sirena felizmente. Pero la felicidad de la peli morada se esfumó cuando vio a su padre. Causando que el pez y Ariel voltearan simplemente al igual de sorprendidos.
—¿Papa? —Flounder rápidamente se fue a esconder mientras T/N se colocaba a un lado de su hermana quien mordía su labio inferior.
—Me considero un sireno razonable. Pongo ciertas reglas. —salió de la oscuridad con cierta furia —Y espero que seña obedecidas.
—Pero, papa, yo...—retrocedió mientras se acercaba a la estatua en forma de protección mientras mordía su labio inferior.
—¿Es verdad que salvaste a un humano de ahogarse? —preguntó enojado.
—Tuve que hacerlo...
—El contacto entre su mundo y el Del Mar está prohibido. T/N, ya lo sabes. Todos lo saben!
—Habría muerto! —defendió.
—Un humano menos que temer. —le dio la espalda.
—Ni siquiera lo conoces! —defendió enojada, su paciencia en estos momentos era poca.
—¿Que? No tengo que conocerlo. Todos soltaron iguales. —mientras tanto T/N con miedo se escondió detrás de la estatua —Sin valor, salvajes, come peces arponeros incapaces de sentir.
—Es que yo lo amo! —al darse cuenta de lo que dijo, se escondió detrás de la estatua con miedo.
—No. ¿Haz perdido la cordura? El es humano. Y tu, una sirena! —apuntó enojado.
—No me importa. —abrazo a la estatua por detrás.
—Así que ayúdame, T/N, trato de hacerte entender y si esta es la única manera, pues que así sea. —el tridente brilló y comenzó a destruir cada parte de la cueva.
—Papi! No! —exclamó Ariel mientras tapaba su boca.
—No, por favor! —suplicó T/N con lágrimas en sus ojos —Detente, papi! —al terminar de destruir todo lo demás, el rey se dirigió a la estatua, T/N al percatarse de que su padre la destruiría trato de detenerlo —No! Papa!
Pero había sido demasiado tarde, la estatua ya había sido destruída. T/N sin más, se echo a llorar recostando su cabeza en la roca dejando que todo saliese, Ariel con lágrimas en sus ojos se acercó a su hermana mientras la abrazaba tratando de consolarla. Y el rey se fue sintiéndose culpable, mientras el cangrejo y el pez se acercaban a las hermanas.
—T/N...—habló el cangrejo triste.
—Solo váyanse...—hablo sin alzar la cabeza. —Todos, déjenme sola.
Tanto Ariel como sus dos amigos salieron de la cueva sintiéndose tristes. Los sollozos de la sirena resonaban por toda la cueva.
—Pobre niña. —habló una voz.
—Pobre Mila tan linda.
La peli morada alzó la cabeza, encontrándose con dos anguilas.
—Tiene un problema muy serio. Ojalá pudiéramos hacer algo. —se acercaron a la sirena quien los miraba curiosa.
—Pero podemos hacer algo.
—¿Q-Quienes...? —preguntó temible.—¿Quienes som ustedes?
—No te asustes. —se acercó a la sirena.
—Nos manda alguien que puede ayudarte. —mientras tanto una de las anguilas nado por debajo de su cabello causando que esta se sobresaltara.
—Alguien que puede hacer tus sueños realidad. —otra anguila pasó cerca de ella causando que se molestara.
—Imagínate. El príncipe y tu. Juntos para siempre.
—No entiendo. —negó con la cabeza.
—Ursula tiene poderes extraordinarios.
—¿la bruja Del Mar? —preguntó sintiendo un escalofrío recorrer su espalda.—pero eso...no podría. Imposible, no salgan de aquí. Déjenme en paz! —volvió a recostar su rostro en la piedra.
—Como prefieras.
—Solo era una sugerencia.
Lanzaron el rostro de piedra de la estatua. A lo que T/N tomó y batalló con sus pensamientos, sabía que estaba mal pero el amor que sentía hacia aquel príncipe era extremadamente grande y tendría que hacerlo si quiere estar a su lado.
—Oigan!
—¿Si? —preguntaron mientras se detenían.
Afuera de la cueva sus amigos y hermana estaban tristes.
—Pobre T/N —exclamó el pececillo.
—No quise decírselo. Fue un accidente.
—Pobrecita. Ella solamente quería cumplir su sueño —habló Ariel con tristeza.
Una sombra pasó por arriba de ellos, siendo nada más y nada menos que T/N.
—¿T/N? ¿A donde vas? —preguntó el cangrejo.
Mientras tanto T/N mantenía su cabeza en alto, estaba molesta con el y no era el momento apropiado para comenzar a regañarla por sus decisiones.
—¿Que haces aquí con esta canalla?
—Iré a ver a Ursula. —respondió sin importancia.
—T/N, no. Es un demonio, un monstruo! —trató de detenerla tomándola de la aleta.
—¿Por que no vas a decírselo a mi padre? Eres bueno para eso. —exclamó con veneno en sus palabras.
—Pero... —tartamudeó —vámonos.
Y así Ariel tanto como el pez y el cangrejo fueron tras T/N quien no le importaba nada más que estar del lado de su amado.
Holis! Aquí otro cap! Disfruten!
¿Que les pareció? ¿Quieren que haha a Ariel una humana también? Ayuda necesito su opinión en eso!!
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