*Último episodio de la serie y última parte de la historia*

El collar que está en multimedia es el que le regaló Benny a Alice ^>  

Alice's POV

— ¡Chicos, daos prisa! — susurré/grité en la oficina del Subdirector Stern, donde Ethan y Benny estaban hurgando en busca del Lucifractor. Sí, como me escucharon, o más bien, leyeron. Cuando los muchachos se peleaban por quién se aferraba a la bola mágica, Stern se acercó a ellos y lo confiscó. Y el Consejo Vampírico no estaba muy contento con la situación. Si no le devolvemos el Lucifractor, atacarán el instituto.

— ¡Lo estamos intentando! Tú solo mantente alerta por si viene Stern — respondió Ethan.

— ¿Qué crees que he estado haciendo? — me dije a mí misma. Lo bueno es que la secretaria estaba en la sala de descanso porque ella no habría permitido que tres estudiantes invadieran la oficina del Subdirector.

Me apoyé en la pared, saqué mi collar de debajo de mi sudadera negra de Nike y comencé a juguetear con él. Sonreí al recordar que Benny me lo dio ayer. Entonces me di cuenta de que solo era de cristal transparente y no se iluminaba como Benny dijo que lo haría.

— ¿Hey, Benny? — llamé — Si el Lucifractor está cerca, el cristal no debería de estar bri... — me interrumpí cuando vi a Stern cruzar las puertas de la oficina. Rápidamente me puse el collar bajo la sudadera con capucha y me puse de pie — Subdirector Stern. Llegaste temprano — intenté retrasarlo para que no entrara en su despacho.

— No creo que tenga un tiempo establecido para visitar mi oficina privada, señorita Gilbert — respondió — No puedo decir lo mismo de usted. ¿Qué haces aquí, Alice?

— Ah... yo estaba... eh... buscando a la enfermera. Sí. Es que no me encuentro bien, debe ser por algo que comí — mentí y apreté mi estómago para hacer como si me estuviera doliendo.

— Bueno, ¿no sería mejor si revisaras la oficina de la enfermera?

— ¡Cierto! — chasqueé mis dedos y hubo un incómodo silencio. ¿Qué? No podía simplemente irme. Ethan y Benny todavía estaban allí, no podía dejar que los atrapasen. Pero, de nuevo, Stern está aquí ahora y ellos van a ser atrapados si estoy aquí o no.

— Bien, muévete entonces — dijo bruscamente, haciéndome saltar. Asentí, salí corriendo por la puerta y salí a los pasillos. Una vez que salí, me tomé un momento para respirar y, por curiosidad, saqué mi collar de nuevo. El tono azul-púrpura finalmente estaba ahí, pero estaba empezando a desvanecerse lentamente. Stern no tenía al Lucifractor con él, ¿verdad? ¡No seas estúpida, Alice! ¿Dónde crees que lo tenía? ¿En su bolsillo trasero? Es una gema gigante para ir enseñándolo por ahí. Decidí simplemente sacudirme los pensamientos.

-Ese fue mi primer error-

Oí varios pasos que venían de la oficina de Stern. Rápidamente me acerqué al otro lado de la puerta y me senté en una de las sillas que estaban allí, esperando que él no me notara. Se suponía que debía estar con la enfermera después de todo.

— Vuestros juguetes se quedarán conmigo hasta que acabe el curso — les dijo Stern a Ethan y a Benny, y yo lentamente me giré en la dirección opuesta en mi asiento — Y vosotros estaréis castigados hasta que- el sol muera. Usted también, jovencita — ¡maldita sea! — Ahora volved a clase.

Una vez que regresó a su oficina, me levanté y caminé hacia los chicos.

— Gracias por cubrirnos, Alice — dijo Ethan sarcásticamente.

— En cualquier momento — dije con una sonrisa.

— Me tengo que ir. El terror empieza a notarse — dijo Benny antes de correr al baño de los chicos. Demasiada información.

— Ha sido un error — dijo Ethan y yo asentí.

— ¿Qué? ¿Sigues pensando en la cita de anoche? — Sarah apareció frente a nosotros y mis ojos se abrieron como platos ante sus palabras.

— No, Benny, Alice y yo estamos-- espera, ¿qué? ¿Crees que nuestra cita fue un error?

Poco a poco comencé a dar pasos hacia atrás con los labios fruncidos hasta que llegué a la silla en la que estaba sentada antes. Pensé que era mejor darles privacidad a los dos para hablar. Después de un momento de mi desplazamiento a través de mi móvil, Sarah pasó a mi lado. Miré a Ethan para ver que se frotaba la frente por el estrés. Eso no es una buena señal.

Me miró con ojos suplicantes.

— ¿Podrías... — hizo un gesto hacia la dirección en la que Sarah se fue.

— Estoy en ello — dije antes de levantarme y perseguir a Sarah.

                                                                   ....................

— '¿Lo horrible que puede ser?' — escuché a Sarah decirle a Erica en sus casilleros cuando la alcancé. Oh Dios, Ethan. ¿Qué demonios le dijiste?

— Tal vez se refería a una buena clase de horrible — interrumpí con una risa incómoda — Ya conoces a estos chicos de hoy en día, que vienen con jergas extrañas.

— Tú dijiste que había sido un error — dijo Erica, ignorando mis intentos de reparar su relación.

— ¡Era una broma! Y no creí que fuese a estar de acuerdo tan rápido — dijo Sarah enfurecida.

— Él podría haber medio bromeado también — contesté, pero Erica me ignoró una vez más.

— Da igual. Probasteis suerte, a saber por qué y mira lo que ha pasado. La cena un desastre, todo el mundo atacado por un monstruo invisible, y hay una joya que mata vampiros. ¿La lección? No. Salgas. Con frikis — dijo Erica y se dirigió hacia su siguiente clase.

Sarah se despidió de mí. Abrí la boca para decirle que Ethan dijo que ir a la oficina de Sterns fue un error, no su cita, pero me di cuenta de que cuanto menos supieran sobre la desaparición del Lucifractor, mejor.

-Ese fue mi segundo error. No lo sabía en ese entonces, pero íbamos a necesitar toda la ayuda que pudiéramos obtener-

                                                                    ....................

Ethan entró silenciosamente en la clase de Geografía. A la profesora no le importaba que él llegase tarde a su clase porque ella sabía que Ethan era un buen estudiante.

— No quiere hablar conmigo — le susurró a Benny en su sitio detrás de mí.

— Mira, mis experiencias con las chicas me han enseñado una cosa — comenzó Benny y dejé de escribir para escuchar con atención lo que iba a decir — Nunca llegarás a nada hablando con ellas.

— ¿Qué? — me di la vuelta en mi asiento para mirarle — Eso es completamente falso.

— Recuérdame cómo nos reconciliamos y cómo volvimos a estar juntos, Alice — dijo Benny con un guiño y mi mandíbula golpeó el suelo. Tartamudeé algún tipo de palabras pero era incapaz de juntar y decirlas todas juntas.

Miré a Ethan quien estaba pensando cuidadosamente en qué decir.

— Él tiene un punto — dijo él finalmente.

— Exacto — agregó Benny. Puse los ojos en blanco y me volví en mi asiento. No estaba segura de si me sentía completamente cómoda hablando de esa parte de mi relación con Benny tan abiertamente con nuestros amigos.

— Bueno, ¿cómo recuperamos el Lucifractor? — dijo Ethan volviendo a nuestro principal problema.

— ¡Bam! Anillo de reflejo — respondió Benny sacando un anillo — Stern me lo quitó antes de que pudiese probarlo. Pero ya lo había cogido cuando nos pillaron.

— Osea que, ¿te lo pones y te pareces a quien sea?

— Sí. ¿Quién va a impedir a Stern entrar en su propio despacho? — dijo Benny.

'Tal vez el verdadero Stern', pensé para mí misma, pero no me molesté en advertirle sobre eso.

-Y ese fue mi tercer error-

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— Venga. ¡Vamos! ¡Responde! — le grité a mi teléfono. Llamé a Benny unas siete u ocho veces y le envié varios mensajes, pero aún así no recibí una respuesta de él. Sí, lo sé, modo de novia obsesiva: activado . Pero no pude evitarlo, estaba muy preocupada. 

Mientras lo estaba llamando por novena vez, y estaba segura de que no volvería a contestar, Rory se acercó.

— ¡Hola, Rory! ¿Has visto a Benny? — pregunté con el teléfono aún sonando en mi oído.

— Sí. Él pasó a mi lado en el pasillo. Con algo de prisa por lo que parecía, creo que se dirigía a casa — respondió.

— ¿Parecía estar bien?

— No lo sé. Cómo un poco desorientado. Tengo que irme. El consejo quiere verme. Algo sobre una evacuación — dijo él.

— Oh, está bien — ¿una evacuación? Esto no pinta bien — Adiós, entonces.

— Adiós.

-Hasta pronto, buen amigo-

Por fin escuché el sonido de que me cogían la llamada en el otro extremo.

— ¿Hola? — dijo la voz de Benny a través del móvil.

— ¡Oh, gracias a Dios! ¿Por qué no habías respondido a mis llamadas? ¿Estás bien? ¿Funcionó el anillo de proyección?

— ¡Tranquilízate, Alice! ¡Estoy bien! Y no creo que el anillo funcionara muy bien. Creo que me desmayé después de ponérmelo, me desperté hace un rato en mi casa y no sé cómo pero hice un sandwich, aunque no sé qué demonios llevaba, es ra--

— Benny, ¡un sándwich no es lo que más importa ahora!

— No era solo un sandwich, era--

— ¡Benny!

— ¡Bien! Solo reúnete conmigo en la casa de Ethan.

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— ¡Hola! Pasen, pasen — dijo la madre de Ethan, se hizo a un lado de la puerta y nos dejó entrar — Ethan está arriba pero ha estado actuando de una forma un poco extraña. Tal vez solo uno de ustedes debería hablar con él en este momento.

Miré a Benny. Él asintió y me dio un apretón en la mano antes de subir las escaleras. Sonreí y lo observé hasta que se perdió de vista. Cuando volví a mirar a la señora Morgan, ella me estaba sonriendo.

— Entra en la cocina y come unas galletas — me ofreció educadamente y comenzamos a caminar hacia la cocina — Y cuéntame cómo te va con Benny.

Oh, no.

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— ¿Algo? — le preguntó Benny a su abuela, mordiéndose la uña del pulgar mientras estaba apoyado en el marco de la puerta de la oficina de bruja. La abuela tenía las manos a ambos lados de la cabeza de Ethan, leyendo algo sobre él.

— Sí — respondió ella.

— ¿En su cabeza? — preguntó él otra vez.

— Sí.

— ¿Y es malo? — preguntó él pero esta vez recibiendo una queja de su abuela — Perdón — dijo él, con su acento canadiense resonando, y continuó mordiéndose la uña.

— Ethan, el Hechizo de Miedo bajo el que estás es muy fuerte — le dijo la abuela a Ethan, que se aferraba a sus manos para mayor comodidad.

— Moriremos todos — lloriqueó él con los ojos cerrados.

Pasé mi brazo alrededor del bíceps de Benny y abracé mi cuerpo junto al suyo.

— ¿Qué le pasó exactamente? — le pregunté en voz baja.

— No lo sé. Simplemente dijo que estaba viendo gente muerta — susurró Benny y apreté mi agarre en su brazo.

— ¿Y Stern le hizo esto?

Benny respiró lentamente.

— Sí. Si lo hizo él.

— Siempre supe que era malvado.

Intenté aligerar el estado de ánimo y se rió un poco antes de besar mi sien.

— Mírame. ¡Ahora! — dijo la abuela y Ethan se armó de valor para abrir los ojos — Lo que estás viendo no es real. Yo no tengo una estaca en la cabeza.

— No tiene cabeza, en realidad — dijo con miedo. El teléfono comenzó a sonar y se lanzó hacia él — Es-es Sarah. Tengo que sacarla de Whitechapel. Como a todos.

— No. Debemos quedarnos — dijo la abuela en desacuerdo — Hay que hablar con ella.

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— Estamos listos. Ethan, mira a Sarah — le dijo la abuela a Ethan. Él hizo lo que ella dijo y miró a Sarah con el miedo reflejado en sus ojos. Ni siquiera podía imaginar lo que estaba viendo — Stern quiere que tengas miedo. ¿Por qué? Porque sabe que tú puedes pararlo. Tienes que encontrar algo más fuerte que tu miedo. Sarah es la persona a quien más deseas proteger.

— ¡Pero, yo soy su mejor amigo! — intervino Benny, pero fue ignorado por su abuela.

— Y aunque estéis pasando por una crisis adolescente, os preocupáis el uno por el otro. Tenéis que creerme. Es más fuerte que cualquier magia que Stern pueda poner en este mensaje. Y lo mismo va para ustedes dos — agregó mirándonos a Benny y a mí, que estábamos sentados en el suelo junto a ella.

Se levantó y tomó la carta que Stern maldijo para hechizar a Ethan.

— A ver a qué nos enfrentamos — el segundo en que tomó el papel, una luz violeta envolvió su cuerpo, jadeó y comenzó a caerse pero Ethan la atrapó rápidamente y se congeló al tener una visión.

Todos nos levantamos de un salto cuando Ethan ayudó a la abuela a sentarse en el sofá. Su expresión estaba vacía y sus ojos miraban directamente a la nada.

— ¿Qué ha pasado? ¿Abuela? — preguntó Benny agitando su mano frente a su cara para conseguir alguna respuesta por parte de ella — ¿Qué ha pasado?

— La magia de Stern — respondió Ethan, sentándose en el sofá junto a la abuela — Se pondrá bien, pero puede que esté así un rato — la cara de Benny estaba pálida de preocupación. Dios, esto me parte el alma — Estamos solos. ¿Y ahora qué?

— Iremos a por ese memo y le daremos una lección. No será difícil. Sus chaquetas son horribles. ¿Verdad? — Benny trató de ser positivo, pero Ethan se acurrucó en el sofá, haciéndose bolita.

— Voy a llamar a Erica — dijo Sarah y salió al pasillo.

Benny tragó saliva mientras miraba entre su mejor amigo y su abuela, ambos en un estado petrificado.

— Eh, Benny — puse mi mano en su brazo — ¿Estás bien? — no respondió por un momento, pero finalmente se volvió hacia mí y puso los brazos alrededor de mi cintura, enterrando su cabeza en mi hombro. Le devolví el abrazo envolviendo mis brazos alrededor de su cuello y pasando mi mano por su pelo.

Hemos estado tan concentrados en tratar de mejorar a Ethan que nos olvidamos de cómo podría estar afectando todo esto a su mejor amigo.

— Todo va a estar bien, Benny — susurré y sentí su cabeza asintiendo contra mi cuello.

-Ojalá tuviera razón-

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— Anímate, Ethan, por favor — sacudí su hombro por millonésima vez.

— Vale. ¿Sabes qué? — Benny se levantó del sillón — Ya estoy harto. Tío, ya nos enfrentamos a un montón de locuras antes, y siempre ganamos. Bueno, la mayoría de las veces casi perdemos, pero ese no es el tema. El tema es, que tú eres el tío que lo consigue. Casi siempre. ¡Así que consíguelo! — le sonreí después de su pequeño y oportuno discurso.

— Acabo de hablar con Erica — dijo Sarah cuando entró — No parecía ella. Se va de la ciudad con Rory, y el Consejo Vampírico está huyendo.

— Sí, Rory dijo algo acerca de una evacuación — mencioné.

Sarah se acercó a Ethan y di un paso atrás.

— Ethan... Necesitamos tu ayuda. Si no detenemos a Stern, quién sabe que será de nosotros.

Ethan finalmente levantó su cabeza del sofá y nos miró. Se estremeció cuando vio nuestras caras supuestamente de 'no-muertos'. Se concentró en su respiración y se levantó lentamente.

— Vale, no dejaré que os pase nada, chicos. Tu abuela me dijo que tenía que encontrar algo más fuerte que el miedo. Creo que lo he encontrado. Las manos... — extendió sus manos para que las tomáramos y lo hicimos.

Las mariposas volaron a través de mi brazo y en todo mi cuerpo. Casi me sentí más ligera con el sentimiento mágico, y no era la única.

— ¿Notas eso? — preguntó Sarah.

— Tío, ¿crées este momento? — dijo Benny.

Ethan suspiró y soltó nuestras manos.

— Estoy bien.

— ¿Estás seguro? ¿Ya no nos vemos muertos? — le pregunté y él negó con la cabeza.

— Siempre que no deje que el miedo me venza. Podemos hacerlo — dijo él.

— Estamos solos contra Stern — señaló Benny.

— Supongo que alguien que esté desterrado podría volver — dijo Ethan, sacando su teléfono y empezando a teclear.

No sabía de quién estaba hablando, pero si es alguien que fue desterrado debe haber sido por una buena razón.

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— Chicos, no os asustéis — advirtió Ethan — Lo he pensado y es nuestra mejor opción, ¿vale? — dijo y entró nuestro mayor enemigo con una chaqueta de cuero y una sonrisa arrogante en su cara. Sí, era Jesse.

Los colmillos de Sarah salieron cuando ella siseó y Benny me puso detrás de él.

— No os alegráis de verme, por lo que veo.

— Buena observación — felicité con sarcasmo.

— ¡Tú mordiste a mi mejor amigo! — gritó Benny señalándolo.

— ¡Sí, me hiciste chupar el veneno sabiendo lo que pasaría! — añadió Sarah.

— Y me encantaría lamentarlo, pero todos sabéis que he hecho cosas mucho peores — argumentó Jesse.

— ¡Parad ya! El hombre que tiene el Lucifractor está emparentado con el mago que eliminaste hace doscientos años — le explicó Ethan mientras lo miraba.

— La venganza de la familia Sinestro; que sorpresa — dijo Jesse sarcásticamente. ¿Estaba tratando de superarme en el juego del sarcasmo?

— ¿Cómo detuviste entonces a su súper bisabuelo? — preguntó Benny enfadado, claramente cada vez más impaciente.

— Le encantaba el poder. Le encantaba presumir de él. Le dejé que eliminara a la mayoría de mi rebaño con el Lucifractor mientras me acercaba por detrás a él y... lo dejaba seco — dijo él — Os dije que hice cosas peores.

                                                  ...................

Caminábamos por los pasillos del tranquilo edificio del Consejo Vampírico hasta que encontramos un montón de cenizas en el medio del piso.

— Llegamos tarde a la fiesta — comentó Jesse.

— No veo como esto es una fiesta — murmuré.

— ¿A dónde habrá ido Stern? — preguntó Ethan.

— El Llamador — respondió Jesse — Lo usamos para comunicarnos con otros aquelarres, pero él puede usarlo para transmitir el campo del Lucifractor por toda la ciudad a la vez — los ojos de Jesse vagaron entre nosotros pero aterrizaron en mi pecho — ¡Wow!

— ¡Tío! — regañó Benny, poniéndose delante de mí.

— No — Jesse puso los ojos en blanco — ¡Mirad! — señaló mi pecho y lo miré. Será mejor que no haga el truco cuando mueve mi barbilla con el dedo y dice '¡Ja! ¡Miraste!' Pero no lo hizo. Era mi collar y se iluminaba como una estrella.

Suspiré y miré a todos mis amigos, y a Jesse.

— Sip. Él definitivamente está aquí.

                                                               ....................

Atravesamos un conjunto de puertas abiertas para ver a Stern, vestido con una capa 'lucifractando' a un guardia.

— ¡Ethan! Me alegra que hayas podido venir.

— Es que, me aburría de ver muertos — dijo Ethan.

— Pues yo hay uno que querría ver — gruñó Sarah.

— ¿Benny? — Stern chasqueó los dedos y sentí que la mano de Benny se soltaba de la mía. Luego, caminó hasta Stern en trance — Benny y yo tuvimos una conversación cuando lo pillé en el despacho. Bueno, fue un monólogo, la verdad.

Cerré los puños con fuerza y apreté la mandíbula, pensando en mil formas de matar a Stern allí mismo. Di un paso adelante, pero Jesse me detuvo agarrando mi hombro.

— Apégate al plan — susurró en mi oído.

— Encárgate de tus amigos por mí. Se buen chico — le ordenó Stern a Benny antes de alejarse.

— ¿Benny? — preguntó Ethan con cautela.

Benny miró por encima del hombro con una sonrisa malvada antes de lanzarnos una peligrosa bola de magia. Los cuatro nos escondimos rápidamente detrás de las paredes de la sala de la corte.

— Hay que eliminar a Benny. Es una perdida aceptable — dijo Jesse como si fuera la única opción.

— ¡No, de eso nada! — defendí.

— Oh, cierto. Olvidé que estabas saliendo con él, por alguna loca razón — dijo él y mi sangre hirvió.

Benny disparó de nuevo y nos acurrucamos.

— Dios, no he visto así a Benny desde los dobles negativos — dijo Ethan y una idea se me vino a la cabeza.

— Ustedes váyanse. Yo puedo distraerlo e incluso detenerlo — dije.

— De ninguna manera. No sabes lo poderoso que le hizo Stern — discutió Ethan.

— Estaré bien. ¡Sólo váyanse! — se miraron entre sí, inseguros — ¡Vamos!

Mantuvieron sus cabezas agachadas mientras corrían en la dirección hacia la que iba Stern. Benny se fijó en ellos y estaba a punto de disparar, pero me puse de pie y le disparé con una fuerza mágica que solo le haría perder el equilibrio. Salté por encima de la barricada mientras Benny sacudía la cabeza mareado.

— ¡Veritas mazor-nak-— comencé a decir el hechizo que Benny me enseñó en caso de que el Benny malo volviera. Benny regresó, pero él me lanzó otra bola de fuego.

Caí al suelo tan rápido como pude y lo esquivé. Benny se acercó a mí, con la magia formándose en sus manos. Coloqué mi pierna contra sus tobillos y lo hice tropezar, haciendo que el hechizo que iba a usar en mí golpeara el techo. Algunos de los soportes del techo nos cayeron encima. Puse mis brazos sobre mi cabeza mientras trozos de yeso y madera caían en nosotros. Sabía que Benny estaba tratando de matarme, pero aún así deseaba que no se hiciera daño.

Me puse de pie y extendí mis manos. Benny empujó algunos restos de sí mismo y comenzó a levantarse lentamente.

— ¡Veritas mazor-nak Benny pal-natak! — dije por fin y él cayó al suelo otra vez.

Dejé escapar un gran suspiro de alivio antes de correr hacia mi novio, que estaba ligeramente inconsciente. Caí de rodillas junto a él y me puse un mechón de pelo detrás de la oreja.

— ¿Benny? ¿Benny? ¿Estás bien? — golpeé el dorso de mi mano en su mejilla un par de veces.

Gimió y se dio la vuelta.

— ¡Ah! No me hagas daño otra vez — murmuró y me reí. Agradecí que él volviera a su estado original. Agarré sus manos y lo ayudé a levantarse — Lo siento por eso. No sabía lo que estaba haciendo — se disculpó y se frotó la cabeza.

— Está bien — dije, arreglando su pelo — Menos mal que me enseñaste ese hechizo, ¿eh?

— Sí. Ahora, vamos. Es posible que necesiten nuestra ayuda — tomó mi mano y corrimos hacia 'El Llamador'.

Llegamos a un grupo de puertas gemelas y oímos hablar a gente. Puse mi oreja contra la puerta y reconocí las voces.

— Son ellos — confirmé — Vamos.

— ¡Espera! — Benny me impidió abrir la puerta y lo miré dudosa. Hizo una pausa antes de hablar — No sé si vamos a hacerlo esta vez o no. Y solo quiero que sepas esto--

— Benny, esto no tiene sentido. ¿Qué hace que esto sea más diferente que nuestras otras "aventuras"? — pregunté usando citas con los dedos.

— Yo solo... tengo una sensación, ¿de acuerdo? Y en caso de que nos pase algo — se detuvo para inhalar un suspiro y me tragé un nudo en la garganta — Sólo quiero decir que lo siento. Lo siento por arrastrarte a todo esto. Sé que no estás cien por ciento feliz con esta vida y no mereces ningún peligro.

— No lo sientas. Las cosas son mucho más emocionantes desde que descubrí que era una maga, simplemente no estaba lista para una vida que no era normal. Sí, no pedí exactamente tener estos poderes pero... es parte de mí, y lo estoy aceptando — Benny me sonrió y yo se la devolví mientras le miraba.

Puse mi mano en la manija de la puerta lista para abrirla.

— Una cosa más — Benny me detuvo una vez más y casi pongo los ojos en blanco.

— ¿Qué- — agarró mis caderas y estrelló sus húmedos labios contra los míos con fuerza. Debería haberlo visto venir. Sostuve sus mejillas en mis manos mientras él me acercaba tanto a su cuerpo que no había espacio entre nosotros dos. Nuestros labios no se movieron el uno contra el otro, pero probablemente fue uno de los besos más profundos e intensos que jamás hayamos compartido.

Se alejó lentamente pero mantuvo muy poca distancia entre nuestras caras. Mis ojos verde claro se acercaron a sus ojos verde oscuro y una sonrisa de dientes blancos se dibujó en su cara, haciéndome reír ante su ternura.

— ¡Sarah! — escuchamos a Ethan gritar.

— ¡Oh, mierda! — dijimos Benny y yo al unísono, olvidamos que estábamos tratando de salvar a Whitechapel. Siempre podríamos decirles más tarde que tardé mucho en deshacerme del Benny malvado.

-Eso es si hubiera un 'más tarde' para nosotros-

Corrimos por las puertas para ver a Ethan ayudando a Sarah con Jesse a su lado. En un pequeño podio estaba el 'subdirector' Stern sosteniendo el Lucifractor que disparaba un rayo de poder en su frente.

— ¿Nos lo hemos perdido? — les preguntó Benny.

— Llegan justo a tiempo para el final, aunque ya nos vamos — Ethan salió corriendo. Stern sonrió maliciosamente mientras absorbía el poder del Lucifractor — ¡Venga! ¡Corred! ¡Ya!

Benny me miró con ojos preocupados. Era como si el tiempo se ralentizara. Movió sus ojos a mi mano y lentamente deslizó sus dedos entre los míos. También miré nuestras manos perfectamente ajustadas, admirando cómo las suyas eran mucho más grandes que las mías.

-La última vez que sentí nuestras manos juntas-

Y entonces, fue casi como si el tiempo se acelerara. Lo siguiente que recuerdo fue que corríamos por nuestras vidas por los pasillos del edificio. Llegamos a las puertas principales pero estaban cerradas. Estábamos acorralados. Sarah y Jesse intentaron abrirlas pero terminaron apoyándose contra ellas, tratando de recuperar su energía. Sus poderes ya estaban empezando a debilitarse.

Escuchamos un fuerte estruendo viniendo de la forma en que vinimos y antes de que nos diéramos cuenta, una nube de polvo púrpura reventó los pasillos y fue hacia nosotros como un fuego. Benny puso sus brazos alrededor de mí y sostuvo mi cabeza contra su pecho. Una repentina ola de fuerza nos golpeó a todos. Fue como recibir un puñetazo en el estómago y que te quiten todo el aire de los pulmones. Gritamos mientras caíamos al suelo. 

No sabía qué esperar, ni qué pensar porque nunca pensé demasiado en la muerte. Tal vez los momentos más importantes de mi vida pasarán ante mis ojos. Tal vez dejaría mi cuerpo como un espíritu y me vería morir. Tal vez visite una estación de tren blanco puro y conozca a Dumbledore tal como lo hizo Harry Potter. Tal vez la Parca vendría a por mí y me llevaría al infierno o al cielo, dependiendo de lo buena que fuera yo cuando estaba viva. Pero no. Nada de eso sucedió. Lo que no esperaba, y probablemente lo más obvio, era que fui recibida por la oscuridad total. Pensé que era eso. Que estaba muerta.

-Pero estaba equivocada...-