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Capítulo 34

Han pasado un par de semanas desde que JiMin descubrió que su hermana estaba viva. Las cosas no van tan bien con la investigación, no hay casi nada de información más que la de los periódicos, nadie se interesó mucho en el caso así que no hay mucho que hacer. JiMin estaba frustrado, no sabía que hacer, su hermana estaba viva y no sabía dónde buscar, a quién preguntar, a quién llamar, no podía hacer más que llorar.

─JiMin, necesitas descansar─dijo Hoseok, quien había viajado hasta Londres para investigar todo a fondo.

─No. Lo único que necesito es encontrar a Soomin─dijo JiMin acomodándose el pelo con rudeza.

─JiMin, necesitas dormir, darte una ducha y estar con...

─Basta.

─Esto te está consumiendo y necesito que estes, al menos, estable para poder sacar a la luz todo. Tienes que tratar de dormir e ir con JungKook. JiMin, necesitas a JungKook y a ese cachorro más de lo que crees.

JiMin hace una semana que no veía al omega, no sabía nada de él y JungKook no sabía nada del alfa. Aunque al alfa le cueste aceptarlo, lo necesita más de lo que puede imaginar, necesita tanto su aroma como el oxígeno para respirar. También necesita al pequeño cachorro, necesita tenerlo en sus brazos, necesita sus pequeñas risitas, necesita todo lo que venga de esos dos. JiMin lo sabe, pero quiere hacer caso omiso a ello.

─Tú solo quieres que me vaya, no los necesito.

─JiMin, mírame─. Habló Hoseok serio.

─Los dos sabemos que los necesitas y ellos deben estar muy preocupados por ti. No seas un puto egoísta y ve con ellos.

─Hoseok...

─Calla y ve.

─¿Puedes seguir sin mí?─. Preguntó. En sus ojos se veía la súplica para que diga "No, JiMin, quedate."

─Puedo seguir sin ti. Ahora largo.

JiMin no ha dormido bien en las últimas semanas, sus ojeras eran notables y su cuerpo le pedía a gritos una cama, no quería darle la razón a Hoseok, pero sí, necesitaba dormir. JungKook, por otro lado, estaba muy preocupado por el alfa, no lo veía hace ya siete días y los llantos eran muy frecuentes, su humor no era el mismo y sus inseguridades no lo dejaban en paz. Su cabeza lo controlaba más de lo que quería.

─á─. Llamó el pequeño.

─¿Qué pasa, cielo?

─Uar

─¿Ahora?

JungKook no le podía decir que no, así que se sentó en el suelo de la sala a jugar con el dinosaurio favorito de Beomgyu.

Beomgyu también extrañaba a JiMin, se daba cuenta la tristeza en su rostro cada vez que abría la puerta y veía que era Jin, veía como olfateaba su peluche tratando de tener la más mínima gota de la fragancia del mayor, sentía como su bebé se desanimaba cada vez que terminaba el día y el alfa no aparecía. Los dos se acostumbraron tanto a JiMin que no podían vivir sin él y aunque JungKook odie eso tenía que aceptarlo, no podía vivir sin JiMin. No podía vivir sin sus ojos color verde intenso, no podía vivir sin su hermosa sonrisa, no podía vivir sin su calma presencia, no podía vivir sin sus besos, simplemente no podía vivir sin él.

El timbre sonó a lo lejos y JungKook pensó que sería Jin, el rubio siempre se despedía cada vez que se iba a su hogar.

─Voy a ver quién es, ya vuelvo─. Le avisó a su cachorro.

Caminó un par de pasos hasta la puerta, la abrió y lo vió. Vió sus ojos cansados y casi sin vida, vió sus terribles ojeras y su barba que apenas comenzaba a crecer, vió su cara apenada, vió su mueca que simulaba ser una sonrisa. No le importo mucho lo que hacía en ese momento, entonces solo le hizo caso a su omega y lo abrazó, necesitaba sentirlo cerca.

JiMin acepto el abrazó y lo apretujo mucho más. Las lágrimas de JungKook no tardaron en llegar, se sentía un completo estúpido por llorar, pero era lo que sentía.

Esa semana JungKook pensó que el alfa se había cansado de él y llegó a pensar que los había abandonado, pero verlo ahí y sentirlo nuevamente lo hizo sentir vivo, lo hizo sentir una mezcla de emociones que ni él mismo se explicaba.

─Te extrañé mucho─dijo en el abrazo.

─Te extrañe como no tienes idea─dijo el de ojos verdes.

JiMin rompió el abrazó para besar al menor, necesitaba tanto de sus labios en ese momento, JungKook no se opuso al beso y lo siguió. Luego de eso, JiMin sostuvo sus pómulos y con el pulgar seco alguna lágrimas que seguían en su suave piel, se miraron por un momento, se sonrieron y supusieron que era el momento de entrar.

Beomgyu estaba tan concentrado en su juego que no sintió la presencia del alfa afuera, pero cuando a penas dio un paso dentro del cuarto su aroma se hizo presente. La sonrisa, la felicidad y la desesperación que sintió el bebé en ese momento hizo lagrimear a JungKook. El cachorro dejo a su dinosaurio lo más rápido que pudo y empezó a tratar de pararse solo, fallando en todos los intentos, JiMin fue hacia donde se encontraba el pequeño y se sentó como indio en suelo, Beomgyu gateo los pocos sentimientos que los separaban y el alfa lo sujeto para alzarlo, una vez que lo hizo el bebé lo abrazó fuerte y JiMin correspondió a ese abrazó, luego se escondió en su cuello olfateando aquel aroma que tanto le hacía falta.

─Hola, pequeño─. Le susurró.

─la─. Dijo el bebé.

─Te extrañe─. Dijo el mayor.

JungKook lloraba en un rincón porque le emocionó demasiado esa escena.




★ ★ ★ ★




Luego de unos minutos todos pudieron calmarse, Beomgyu ya no balbuceaba acelerado pensando que JiMin en cualquier momento se iría, JungKook dejo de llorar por tener al alfa con ellos. Una vez que todos estaban bien se sentaron en la cocina, JungKook estaba preparando un té que le había conseguido Jin y el alfa estaba sentado con en bebé en una de sus piernas, el cachorro estaba concentrado jugando con sus dedos.

─¿Cómo ha ido todo?─. Preguntó el omega mientras sumergía el saco de té en la taza con agua hirviendo.

JiMin se dio cuenta a qué se refería y dio un suspiro.

─No hemos averiguado nada, el nombre de mi hermana solo aparece en sitios web que cuentan lo que ya sabemos, nadie pone cosas exactas.

─Tranquilo, alfa, todo se va a resolver y van a encontrar lo que necesitan.

─Gracias, omega, necesitaba que alguien me diga eso.

JungKook se volteó para regalarle una sonrisa al alfa, quién se la devolvió.

─¿Que ha sido de ti y este hermoso cachorro?─preguntó y le dio un beso en la cabecita del bebé.

─Pues, nosotros estuvimos bien. Al principio Beomgyu no parecía notar que faltaba tu presencia, pero a medida que pasaban los días se volvía más inquieto y su humor cambió mucho, estaba triste y su peluche ya no tenía tu aroma. Te extraño mucho y, bueno, yo también─. Dijo poniéndose rojo por lo último.

─¿Me extrañaste, cachorro?─. Preguntó como si entendiera. El bebé asintió, el alfa hizo un diminuto puchero con sus labios, por su terquedad su cachorro la pasó mal.

─¿Cuánto le pongo de azúcar, JiMin?

─Ponle cuatro cucharadas.

─Okey.

Una vez que JungKook endulzo el té lo puso en la mesa, le dio a JiMin el suyo y el omega dejó el de él a un lado.

─¿No lo vas a tomar?─. Preguntó JiMin.

─Si, lo haré, pero primero tengo que prepararle el biberón a Beoms. Se está por quedar dormido.

El alfa todavía sentía que jugaba con su mano, lo miró bien y si, definitivamente estaba por dormirse. Sus ojos se entrecerraban y luchaba por no quedarse dormido, pero por lo visto el sueño es más fuerte que él.

─¿Quieres dármelo así le doy de comer?

─¿Puedo darle el biberón yo?

JungKook se sorprendió por la petición.

─Oh, sí, claro. Ten─. Dijo tendiendole el biberón.

Una vez que JiMin agarró el pequeño recipiente con leche fue consciente de lo que pidió. Él no sabía darle el biberón, nunca hizo eso.

─Em, se supone que si te lo pedí es porque sé hacerlo, pero bueno, no sé cómo se hace.

De alguna manera al omega le causaba ternura. Se levantó de su asiento y fue hasta JiMin.

─No pasa nada alfa, yo lo acomodo y tú le das la leche.

JungKook agarró a su somnoliento hijo, lo acomodó el brazo de JiMin, flexionandolo un poco, puso la cabeza del bebé en su antebrazo y guió la mano del alfa hacia sus muslos para que lo sostenga bien. Una vez que Beomgyu estaba bien acomodado era el momento de darle de comer.

─Listo. Puedes darle el biberón, JiMin.

─¿Seguro? ¿Y si lo hago mal? ¿Y si se atraganta? ¿Y se mueve y se cae?

JungKook sonrió, no sabe porque su omega confía tanto en aquel alfa, pero sabía que no pasaría nada. Confiaba en él.

─Lo vas a hacer bien, alfa─. Lo tranquilizó.

JiMin empezó a darle de comer al somnoliento Beomgyu y fue cuestión de segundos para que cayera en un profundo sueño. Una vez que se durmió completamente se lo pasó a JungKook para que lo llevara a la cama, tardó un par de minutos y volvió a la cocina.

El té del omega estaba frío y el de JiMin estaba por la mitad, el alfa los puso unos segundos en el microondas para que se calienten de nuevo.

─Gracias, JiMin.

─No es nada, Kookie.

Tomaron el té en un silencio cómodo y luego lavaron las tazas. Después fueron a la sala y se sentaron en el sofá frente al televisor, la cabeza del omega estaba en el pecho del alfa y las manos de JiMin en la cintura de JungKook. JiMin prendió el televisor y puso un la primera temporada de Grey's Anatomy en Amazon Prime Video, se sorprendió de que tenga esa aplicación, pero aprovecho.

Al castaño le había dado un poco de sueño al estar en el pecho del alfa, pero cuando empezó la serie se despabiló. Nunca la había visto a decir verdad y el hecho de que se tratase de médicos le llamaba la atención. Estuvieron así un rato, ni una palabra cruzaban, pero estaban cómodos con la presencia del otro, a los dos les daba paz estar así y muy en el fondo deseaban estar así el resto de su vida.




★ ★ ★ ★




El capítulo 3 había llegado y sentía la respiración de JungKook pesada, cuando miró hacia abajo vió sus párpados cerrados y admiro por un par de segundos sus hermosas pestañas.

─Kookie...

─Mhm─. Contestó sin ganas.

─Creo que tendrías que ir a la cama con Beoms.

─Quiero quedarme contigo─. Dijo mientras se acurrucaba en el pecho del mayor.

─Puedo quedarme si lo deseas, pero déjame darme una ducha, no me ducho hace cuatro días.

─No me importa, quédate aquí.

─Nadie quiere un alfa sucio.

─Yo sí. Tú eres mi alfa sucio─. Dijo medio dormido, medio despierto, le nació decirlo.

La sonrisa de JiMin no tardó en aparecer y no dijo nada más. La respiración de JungKook volvió a ser pesada.

Soy solo tuyo, omega─. Susurró.

JungKook estaba consciente como para escucharlo y se limitó a sonreír.








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