Capítulo 17
Los días pasaban y cada semana que pasaba JiMin volvía a pagar más noches para JungKook. Su relación no avanzaba mucho o al menos no como el alfa quería. JungKook seguía luciendo desconfiado, temeroso y tímido con él. El alfa le regalaba algunas cosas para él y su cachorro, no lo hacía por algo, solo le nacía. Le regaló bastantes prendas al castaño, prendas que nunca tenía puestas. Él no estaba obligado a usarlas, obviamente, pero si le entristecía un poco al mayor que nunca se las pusiese.
Este era un nuevo día, un día más que piensa en el castaño de ojos ónix. Cada visita que hacía al hotel hacía que piense cada vez más en él y, Jesús, eso lo asustaba. Sí, tuvo novias y novios en algún momento, pero nada se parecía a esto. Se lo replanteo muchas veces y odiaba ser repetitivo con ese pensamiento en particular, pero no sabía porque se sentía así cuando lo veía, no sabía porque una sonrisa se le escapaba al pensar en su nombre, no entiende porque siente que el mundo se detiene cuando lo mira. Simplemente no lo entiende.
─Señor Park, su madre está en la primera línea─. Dijo una de las tantas empleadas que había en el lugar.
─Claro, muchas gracias─. Dijo saliendo de su trance.
La chica se fue y JiMin agarró el tuvo del teléfono.
─¿Hola?
─Hola, cariño.
─Hola, mamá. Hace bastante que no llamas.
─Hey, no soy la única que se tiene que acordar que tiene un hijo, tú también te tendrías que acordar que tienes una madre.
Pues, tenía razón y JiMin lo sabía. Pero entre el trabajo y el omega, no tenía lugar en su mente para su madre.
─Sí, lo sé. Lo siento. Estos días no tenía lugar para pensar en otra cosa que no sea él trabajo─. Y JungKook─. Lo siento por no llamar, soy un mal hijo.
─No te preocupes, cariño, no es nada. A decir verdad yo tampoco tuve mucho tiempo de pensar en otras cosas, tu padre está cada día mas insoportable y alguien tiene que sacar a flote el negocio.
─¿Sabes qué le pasa? Digo, siempre fue muy... Dong-Sun, pero últimamente está demasiado pesado.
─No, no sé lo que le pasa, ni tampoco me lo quiere decir.
Hubo un silencio extraño. JiMin no podía decifrar muy bien el porqué era extraño y le daba miedo preguntar.
─Hay... hay noticias sobre tu hermana.
★ ★ ★ ★
Respiró profundo, inhalando el aroma a vainilla que reinaba en la habitación. El rubio de servicio al cuarto le había conseguido un aromatizante de ambiente, decía que tenía que ponerle su toque al lugar porque por lo visto se iba a quedar un tiempo. Un tiempo. JungKook no podía estar más feliz, aquel alfa pagaba cada semana más noches y el omega no sabe cómo pagarle. JiMin era tan bueno.
JiMin.
Dios si JungKook dijera que su omega no estaba cada vez más loco por aquel hombre mentiría, su omega estaba realmente loco por el alfa y él no sabía qué hacer. Al principio podía controlarse, podía respirar profundo e ignorar a su omega, pero ahora ya no. El sentimiento crece cada vez más y JungKook tiene miedo, tiene miedo de enamorarse y volverse a equivocar.
Últimamente no pensaba tanto en Yugyeom, pero había momentos en la noche donde derramaba lágrimas por el. Ese alfa seguía siendo el causante de sus inseguridades, ese alfa seguía siendo la piedra que no lo dejaba seguir. Ese alfa de algún modo le seguía importando. Había días donde pensaba que lo había superado, había días donde se decía que no le importaba, pero luego veía a algunas parejas y se acordaba de él, luego comentaban sobre su cuerpo y los comentarios del alfa venían a su mente. Yugyeom no se iría fácilmente.
─Áàà─. Dijo el cachorro tirándose a su pecho.
─¿Que pasa, amor?
─No─. Contestó el cachorro arrastrando la palabra, pero haciéndose entender.
─¿No? ¿Qué me quieres decir, Angelito?
─Ni─. Dijo arrastrando la palabra de nuevo.
─Sigo sin entender, corazón.
─N-ni... n-no─. Dijo tomándose su tiempo para poder decirlo bien o al menos entendible.
JungKook sonrió, ahora sí, entendiendole.
─Mmmm, puede que tu dino este en el suelo. Capaz al dormir lo tiraste sin querer.
JungKook se levantó descalzo de la cama. Tuvo un escalofrío al tocar la fría cerámica. Se fue hasta el otro lado de esta y como había dicho, el peluche estaba tirado en el suelo. Lo levantó y se lo mostró a su bebé, quien estaba sentado en la cama, con el pelo revuelto y con cara de sueño. Una sonrisa se formó en su pequeño rostro y el omega sonrió por aquello.
─Aquí esta tu dino, cielo.
─¡No!─. Dijo emocionado el pequeño.
─Voy a ir al baño, ¿puedes quedarte aquí un momento?─. Le pregunto a su cachorro, quien asintió. No sabe si habrá entendido realmente lo que dijo, pero confía que en esos segundos pueda hacer sus necesidades.
Su cuerpo quedó duro. Su mente no procesaba y sus manos temblaban ligeramente. No creía lo que oía. ¿Noticias de su hermana? No...no podía creerlo.
La última vez que hubo noticias fue hace tres años, no sirvieron de nada y fueron unas de las únicas que hubo. Por alguna razón nunca hubo noticias de ella, era uno de los tantos casos de desaparecidas que no tenían respuesta. Las cámaras de seguridad nunca captaban nada, las personas nunca están atentas a nada, los policías se rinden a las horas y la justicia nunca funciona. Lleva tanto tiempo sin saber de ella que las lágrimas empiezan a salir sin permiso de sus ojos.
─¿En-en serio?─. Pregunta en un susurro.
─Sí... encontraron el beanie que tenía puesto cuando salió de casa.
★ ★ ★ ★
─¡Muy bien! Te terminaste todo mi vida─. Dijo dándole un beso por su logro.
─Ahora ve a jugar que yo voy a ordenar un poco, ¿sí?
Su cachorro asintió y el le preparo unas mantas, cerca de su vista, para que jugara y pudiera ver si la pasa algo o si quiere alguna cosa. Le dio su dinosaurio y Beomgyu le empezó a decir cosas inentendibles.
★ ★ ★ ★
─¿S-solo eso? ¿Pueden saber dónde está? ¿Saben algo más? ¿Pueden saber su paradero? ¿Sigue viva ver...?
─JiMin.
─¿Que más te dijieron? ¿Dónde encontraron el beanie? ¿Puede estar cerca, verdad?
─JiMin─. Dijo su madre un poco más fuerte.
─Ella está bien, ¿verdad? Mamá, ella, ella, mamá...
─¡JiMin!─. Grito del otro lado de la línea.
JiMin calló. Trato de salir de su estado pero no era fácil, sus lágrimas caían sin parar, su cuerpo temblaba y no podía respirar fácilmente.
─¿Pu-pueden saber su paradero?
─No es fácil responder eso, amor─. Dijo lo más dulce que pudo. No quería llorar ahora.
─¿Donde lo encontraron?
─Saliendo de Busan.
─Mierda.
─No va a ser fácil encontrarla si esta fuera de la ciudad.
─Es mucho más de lo que conseguimos en años─dijo tratando de recomponerse.
─Lo sé, pero genera más preguntas y menos respuestas.
─Lo sé. Vamos a encontrarla.
No sabía como, no sabía cuando, no sabía nada, pero lo harían. Necesitaban hacerlo.
─Eso espero, cariño─. Dijo con la voz rota, al borde de las lágrimas.
─No quiero cortar, pero tengo que hacerlo.
─Tranquilo, hijo. Hablamos más tarde.
─Adiós, mamá.
─Adiós, amor.
JiMin cortó la línea y quedo mirando algún punto fijo, todavía no procesaba la información. Si encontraron un beanie en las afueras de Busan podía estar en cualquier lado y eso lo frustraba más. Lo único que tiene de su hermana es un puto beanie, no tiene más que eso.
Los recuerdos que tenía invadieron su mente, sus consuelos cuando su padre le decía de todo por "ser omega", las palabras lindas que le decía cuando cocinaba, las tardes de té con sus muñecas. Todo eso volvió a la mente de JiMin y quiere volver el tiempo atrás para impedir que salga, para protegerla de lo malo.
Termino lo que tenía que hacer sin sacar a su hermana de la cabeza, necesitaba despejarse o iba a terminar mal. Se despidió de las personas que seguía ahí y subió al auto. Respiró hondo y lo puso en marcha, divizo una pizzeria a lo lejos y estacionó, no tenía fuerzas para cocinar. Pidió la pizza y espero a que estuviera lista para llevarla, una vez lista se subió al auto y condujo hasta su departamento.
Estaba jugando con su bebé cuando el timbre sonó, le pareció raro así que levantó a su bebé de la cama y fue hasta la puerta. La abrió lentamente, desconfiado, y se encontró con el alfa de ojos avellana.
─Yo... sé que te molesto demasiado, pero soy nuevo aquí, no tengo a nadie con quien cenar y pensé que quizás tú, em, no se, capaz, quisieras cenar conmigo. No te conozco y tú a mí tampoco, no te voy a hacer daño y no voy a dañar a tu bebé, sólo quiero... solo quiero compañía─. Dijo mirando el suelo, sin poder mirar a JungKook a la cara.
JungKook pestañeo dos veces, sin poder creer lo que le había dicho el alfa. ¿Necesitar compañía? ¿JiMin? ¿Ese alfa no tenía con quien cenar?
Le parecía ilógico, ¿cómo que alfa no tenía con quién compartir la cena? Seguramente tenía a cualquier omega a sus pies, no entiende porque le está pidiendo justamente a él, un omega con un cachorro sin padre, compartir la mesa. No entiende como un alfa de su clase puede estar hablandole, cualquier omega seria mejor que JungKook o, al menos, eso piensa.
─¿Sabes? Soy un idiota por venir a decirte esto, yo, em, lo siento. Yo, olvida lo que dije.
Por una parte le daba ternura, era tierno verlo nervioso.
─Hola... yo, eh, no, no hay problema.
Sí, JungKook, Jeon JungKook, le estaba diciendo a un alfa que podían cenar juntos. Jeon JungKook, el omega más desconfiado del mundo, le estaba permitiendo pasar a un alfa a su lugar seguro.
Algo le decía que nada iba a pasarle. Nada, ni nadie, le haría daño porque es JiMin.
─¿En serio?─. Preguntó el alfa levantando la mirada del suelo para mirarlo.
─Eh, sí.
─¿Estas seguro? Yo, eh, no tienes que aceptar. No es una prenda o algo similar, es compartir un espacio conmigo, un alfa. Yo entiendo que te incomodan los alfas, realmente lo entiendo y lo que menos quiero es hacer sentir incómodos o con miedo a tu cachorro o a ti. Fue impulsivo de mi parte de nuevo. Mejor me voy y...
─Es enserio, no hay problema.
Algo en los ojos de JiMin brillaron y JungKook le regalo una sonrisa de lado. Una sonrisa que JiMin no se iba a sacar de la cabeza.
─¿Puedo pasar?
─Em, claro.
JiMin realmente no sabe que hace ahí. Mientras manejaba no podía pensar en otra cosa que no sea su hermana y estaba a punto de perder la cabeza, necesitaba paz, necesitaba tranquilidad, necesitaba a JungKook. Su lado racional sabía que no era correcto, pero su alfa necesitaba de alguna manera ver al omega para calmarse y JiMin... JiMin también. Necesitaba esos ojos tímidos para respirar en paz, necesitaba esas pequeñas sonrisas para que sus pulmones reciban el oxígeno.
No fue hasta que JungKook le dio el paso para notar al pequeño cachorro que se escondía en su cuello. Le regalo una sonrisa a Beomie, quien se escondió más en el cuello del omega.
JiMin entró completamente al cuarto y siguió a JungKook hasta la cocina, ahí era donde comía JungKook.
─Es bastante lindo el cuarto─. Dijo JiMin tratando de sacar conversación.
─Si... muchas gracias por todo esto.
─Te lo dije bastantes veces, pero no es nada─. Dijo con una sonrisa.
Las mejillas de JungKook se sentían tibias y no sabe el motivo.
─Pu-puedes sentarte en las banquetas, y-yo hablaré con servicio al cuarto─. Dijo nervioso.
─No es necesario, traje algo de pizza.
Si el alfa no ponía la caja sobre la mesa, JungKook no la habría notado.
JiMin quería ayudar al omega a ordenar la mesa, pero tenía miedo que cierta cercanía lo asustara.
─Ustedes... ¿no comes en la sala?
─Em, no. Solemos comer aquí.
JiMin veía que el bebé no quería separarse del cuello del omega y el alfa vio que se le estaba complicando el sacar los vasos. Además el omega era un poco más bajo que él, el hacer puntitas y tener un cachorro en brazos no era buena combinación.
─¿Quieres que te ayude?
─No... los alfas no hacen este tipo cosas─. Dijo refiriéndose al poner la mesa. Lo último lo susurro, no quería decir aquello pero el comentario de su padre le vino a la mente.
─Que un alfa te ayude a ordenar la mesa no lo hace menos alfa─. Dijo JiMin acercándose cauteloso.
Ojalá Yugyeom y mi padre hubiesen dicho lo mismo.
Un JungKook de once años estaba tratando de poner la mesa, ese día venían toda su familia a festejar el cumpleaños de su mami. Estaba doblando las servilletas con muchas delicadeza para que quedarán en un triángulo perfecto, le faltaban poner unos cubiertos y ya estaría todo listo. Su padre paso y le pidió amablemente si podía ponerlos por él.
─Papi, ¿puedes poner los cubiertos por mi? por favor. Así termino de doblar todas las servilletas.
─No. Los alfas no hacemos esas cosas, JungKook.
─¿Qué cosas no hacen los alfas, papi?─. Preguntó el pequeño confundido.
─Los alfas no ponen la mesa.
─Pero...
─Pero nada, es tu trabajo como omega ponerla.
─Son solo poner algunos cubiertos, papi, no es nada más.
─¡Son cosas de omegas! Entiende de una vez hombre. Por desgracia me tocó tenerte, no quiero tenerte en mi casa, pero hasta que no tengas edad no te puedo dejar en la calle.
JungKook trato de no llorar. Las lágrimas amenazaban por salir de sus ojos pero las contuvo. Nadie sabía si seria omega, pero la mayoría lo presentía y más su padre. Él no lo quería, odiaba la idea de tener un hijo y más si era omega, no quería inservibles en la casa.
─Poner unos cubiertos no te hacen menos alfa, papá─. Susurró JungKook.
Su padre oyó el comentario y le dio una bofetada muy fuerte. El resto del día estuvo con la mejilla toda roja y todos le preguntaban porque era, el omega solo decía que se cayó de la bicicleta. Todos parecían creerle.
♡ ♡ ♡
Estaba en la casa de su suegros, sus padres lo habían echado de su hogar hace casi tres meses. La mamá de Yugyeom cocinaba sin ganas en la cocina y le dijo que haga algo por la casa, supuestamente ella nunca hace nada, así que se puso a ordenar la mesa.
─Amor...
─JungKook cuantas veces te dije que no me digas así, eres odioso. Solo te besé un par de veces, joder.
─Lo siento, Yugyeom.
─¿Qué quieres?─. Dijo sin ganas, concentrándose en el partido del fifa.
─¿Me ayudas a poner la mesa? No alcanzo algunas cosas.
─¿Me viste cara de sirviente o que? Tú eres el omega aquí, ve y arréglate solo.
─Pero me queda alto─. Dijo haciendo puchero para convencerlo, aunque ni siquiera lo estaba mirando.
─No me interesa, JungKook. Ahora vete, me estas haciendo perder. Yo no tuve la culpa de que seas omega, pero lo eres. Los omegas limpian, ponen la mesa, cocinan y los alfas jugamos mientras lo hacen. Además yo te mantengo y vengo casando como para ayudarte, así que mueve tu puto culo porque gratis no hago nada.
Las lágrimas de JungKook trataron de salir, así que se alejo de Yugyeom.
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