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La verdad es que...Yoongi estaba muy, muy nervioso.

Por todo y por todo.

Muy a parte de que esperaba que todo saliera bien, y poder al fin librarse de su infierno llamado Park Jimin, sus manos y piernas temblaban mientras iban en el carro hacia el centro de la ciudad. Esto debido a que era la primera vez en meses que ponía un pie fuera de aquellas paredes. Tenía mucha ansiedad ante cómo lo miraría o lo que murmuraria la gente.

Taehyung y Chaewon le habían repetido que no se dejara llevar por las habladurías y miradas de la gente, pero no era fácil para él ignorar aquello.

Tener a Jimin a su lado todo el tiempo tampoco es como si ayudara mucho.

Su mente divagaba en todo lo que sucedería aquel día, mientras su mirada se deleitaba con el paisaje de las calles, lo cual extrañaba mucho.

Maldición, se sentía como un prisionero al cual acabaron de dejar libre y miraba todo lo que hay a su alrededor como si fuera lo más preciado. Después de todo, en la ciudad tenía muchos recuerdos de cuando era feliz.

No pudo evitar el recuerdo de sus hermanos. Yoongi tragó grueso y apretó las manos en sus muslos ante aquel pensar. Era imposible que no viniera a su cabeza la existencia de sus hermanos, y más aún al ver lugares de la ciudad donde habían creado inolvidables recuerdos en su infancia y adolescencia.

Por culpa de ellos él estaba en esta situación. Debía odiarlos. Pero no. A lo sumo les tenía rencor e ira, pero hasta ahí. Lo que más sentía era pena y decepción por sus actos. Deseaba que algún día Felix saliera de prisión, y que Seulgi donde sea que estuviera, fuera feliz y no sufriera.

Si, ilógico pensar así. Pero no podía desearles el mal. Después de lo que él ha estado viviendo, no podría desearle la miseria a nadie.

Finalmente el carro se detuvo. Habían llegado al centro de la ciudad, lugar donde era la feria de literatura.

Estaba lleno de gente de toda índole. Carpas, stans, lugares de comida y más.

Los ojos de Yoongi brillaron de felicidad. Y más aún al recordar la última vez que había ido a una feria junto a Taehyung y sus hermanos ya hace tiempo.

Tan perdido estaba en sus recuerdos, que no se dio cuenta cuando la puerta de su lado fue abierta, y se encontró con el brazo de Jimin extendido hacia él.

- Vamos.

Yoongi parpadeo y suspiró. Sin aceptar la mano de Jimin, bajó del carro. Jimin le dio unas indicaciones al chófer, y este avanzó con el carro hacia otro lugar.

La mano de Yoongi fue tomada de imprevisto. Bajó su mirada, encontrándose con los dedos de Jimin entrelazados con los suyos.

- Te dije que no soltarias mi mano en todo este tiempo que estaremos afuera, y así será.

Yoongi se quejó por lo bajo, y comenzó a caminar al paso de Jimin.

Yoongi parecía niño pequeño en juguetería.

No dejaba de sonreír y cureosear en cada stan que pasaban durante el principal recorrido.

Él creía que le afectaría mucho el hecho de que la mayoría de personas lo quedaban viendo sin disimulo alguno, o chuchicheaban entre sí cuando el se acercaba a saludar junto a Jimin; pero no, a la mitad del recorrido aquello dejó de importarle, y solo se concentró en lo hermoso del ambiente festivo.

La música y actos teatrales eran todo un arte, que hasta Jimin se detenía gustoso a ver. Si había una cosa en la que Yoongi coincidía con Jimin, eran en eso, en el buen gusto y aprecio por el arte teatral y literario. Algo que había descubierto de Jimin en este momento.

A Taehyung más le encantaba el arte en lienzo o todo lo que tenía que ver con pinturas, algo a lo que Yoongi no le veía gran cosa, pero aún así lo apreciaba por Tae. Pero sin darse cuenta, había logrado tener varios intercambios de opinión y crítica sobre libros y teatro con Jimin, algo que no hacía hace mucho, y que lo relajó en sobremanera. Tener alguien con quien compartir su gusto.

Mientras seguían con el recorrido, se dio cuenta que Jimin no estaba exagerando. No lo había soltado en todo este tiempo. A lo mucho, había dejado su mano pero solo para que se aferrara a su codo. A Yoongi le había parecido menos incómodo de esta manera.

- ¡Oh dios mío Yoongi! - Aquel casi grito de parte de una voz femenina, lo había hecho respingar.

Jimin y Yoongi voltearon al instante, encontrándose con una sonriente y entusiasta Jisoo. Esta corrió hacia ellos y atrapó a Yoongi con un fuerte abrazo, apartandolo de Jimin. Yoongi tardó unos segundos en reaccionar, para después sonreír y devolverle el abrazo.

- ¡Me alegra mucho que hayas venido! Te ves hermoso con ese atuendo - Jisoo acarició su mejilla.

Jimin y Jungkook solo observaban aquella tierna escena.

- Por un instante pensé que no traerías a Yoongi - le susurró Jungkook mientras seguía viendo a su esposa conversar con Yoongi.

Jimin suspiró metiendo las manos en sus bolsillos. - Pues ya ves que no fue así. Aquel día en la cena les dije que Yoongi si vendría. Nunca incumplo lo que digo, lo sabes.

- Si, si, lo sé, solo que, pensé que por lo ocurrido hace unos días en tu casa cambiarías de opinión.

Jimin frunció el ceño y lo quedó viendo. - ¿Cómo sabes eso?

- Ay por favor, antedeayer que fui a tu casa para entregarte unos papeles escuché a tus sirvientes cuchichear sobre lo sucedido en la madrugada. - Jungkook rió - no disimulan bien.

Jimin negó con la cabeza.

- ¿Te asustó mucho pensar que Yoongi había huido verdad? - Jimin apartó la vista un poco. - No tienes que responder, tu silencio lo hace. Te conozco Jim, eres muy expresivo corporalmente.

Jungkook miró otra vez a su esposa y a Yoongi.

- Él se ve muy feliz hoy, aprovecha y deja de echar a pedar todo - Jungkook le sonrió y palmeo su hombro. Jimin solo seguía mirando como Yoongi sonreía.

Tenía una sonrisa que él jamás podría conseguir. Como Jungkook decía: él siempre dañaba las cosas.

- Tienen que venir al stan que yo he preparado, vamos... - Jisoo tomó del brazo a Yoongi y avanzó junto a él, dejando atrás a su esposo y Jimin.

Ambos solo los siguieron riendo.

Jisoo eran tan entusiasta y tierna, además de talentosa.

Tenía una creatividad genial y un muy buen gusto. El stan que había preparado junto a los niños de una fundación era uno de los más lindos. El acto que presentaron en representación de cuentos típicos fue uno de los mejores.

Yoongi no paraba de sonreír y aplaudir, mientras Jimin lo observaba todo el tiempo sin casi poner atención al acto. Era de las escasas veces que podría disfrutar de aquellas expresiones de parte de su esposo.

La gente se estaba acumulando, lo cual hacía un poco difícil mantenerse a la vista, por lo que por unos segundos, Jimin no veía a Yoongi.

Antes de desesperarse, se calmó al verlo cerca del escenario junto a Jungkook. Suspiró y fue hacia ellos, pero al acercarse vio que no solo estaban los dos. Joy, la amiga de Yoongi, también estaba allí.

Jimin no tenía ningún problema personal con Joy, después de todo era amigo de sus padres, pero si desconfiaba en sobremanera de ella.

Cuando llegó junto a ellos, no dijo nada. Solo se mantuvo a la expectativa. Después de todo no había nada fuera de lo común, solo conservaban entusiasmados y se abrazaban.

Trató de comprenderlo en cierto modo, ya que no se habían visto en mucho tiempo, solo habían hablado por las cartas que se intercambiaban.

- Amor... - Jisoo se acercó hacia Jungkook - Necesito que le envíes un mensaje a Jenny, ella se encuentra por la parte delantera de la feria.

- Claro, que necesitas que le diga. - Jisoo le dijo algo al oído, y Jungkook asintió para después comenzar a alejarse. - Ya vuelvo Jim.

Jimin asintió haciéndole una seña.

- ¿Cómo? - le susurró Yoongi a Joy en el odio. Joy le respondió de la misma manera, comenzando a hablar así.

- Le sugerí a uno de los organizadores que sería buena idea despegar las lámparas con los deseos ahora, eso es algo que todos han estado esperando. El organizador lo consultó con Jisoo, para confirmar si sería apropiado hacerlo ahora, y Jisoo aceptó, por eso mandó a Jungkook hacia Jenny, la encargada del lanzamiento de las lámparas cerca del puente.

Yoongi solo escuchaba con los labios entre abiertos.

- Como nadie se espera que eso suceda en este momento, la gente que se encuentra aquí va a querer llegar lo más rápido posible hacia el puente para poder apreciar el show, lo que ocasionará un poco de tumulto y bloqueo del paso, lo cual será el momento ideal para salir de la vista de Jimin e irnos.

- Eso se escucha tan...

- Yoongi, solo haz lo que te digo y camina donde yo lo hago. Taehyung te estará esperando al final del centro, iremos allí.

Yoongi no preguntó más nada y solo asintió nervioso.

Pasaron unos segundos, los cuales parecían eternos para Yoongi, a quien le sudaban las manos y la frente.

- ¿Te encuentras bien? - la voz de Jimin cerca de su oído lo asustó. Yoongi volteó quedaron cara a cara.

- Uhh...si, ¿por qué no lo estaría?

- Estas sudando mucho... - Jimin tomó su pañuelo, y limpió delicadamente la frente y cuello de Yoongi. Este solo se sonrojó y bajó la mirada.

- No es nada, solo, es que... hay mucha gente, y el calor corporal...

- Retira tu suéter y salgamos a tomar un poco aire... - Jimin estuvo a punto de tomar su mano, pero Yoongi se negó.

- No hace falta, yo, quiero seguir viendo los siguientes actos junto a Joy.

Jimin observó a Joy y suspiró, pero asintió sin más.

- Bien, pero después de esto, saldremos e iremos a comer algo.

Yoongi asintió tomando la mano de Joy para calmar sus indisimulables nervios.

En eso, un mensajero de parte de la mansión Park, llegó hacia Jimin. El mensajero estaba jadeante como si hubiera corrido una maratón.

Jimin lo vio acercarse con el ceño fruncido.

- Mi señor - jadeo el hombre. - lo estuve buscando casi por toda la feria, a buena suerte el señor Jeon me dijo que estaba por aquí.

- ¿Qué sucede?

- Llegó un mensaje para usted mi señor.

- ¿Y no podías esperar hasta que volviera? - Jimin se estaba enojado.

- Es de parte del señor Lee Jong Ki, dice que es urgente.

Al mencionar aquel nombre, Jimin abrió los ojos sorprendido, y tomó rápidamente el sobre que le extendió el mensajero.

Sin esperar más, abrió el sobre, leyendo lo que aquel papel decía. Mientras lo leía, no podía evitar mirar de reojo a Yoongi.

Jadeo sorprendido. Y sorprendido, por el hecho de que no se esperaba esta noticia en estos momentos.

Yoongi, quien había estado observando toda la escena desde la llegada del mensajero, fue invadido por la intriga, y más aún al ver la expresión seria de Jimin al leer el papel.

Sin poder evitarlo, soltó a Joy y se acercó a él.

- ¿Qué estás haciendo? - le susurró Joy

- Ya vuelvo, espera un segundo... - Joy asintió.

- Solo apurate.

Yoongi quedó frente a Jimin. El mensajero le hizo una venía como saludo, y dio un paso atrás.

- ¿Sucede algo? - le preguntó Yoongi.

Jimin apartó la mirada del papel, y miró a Yoongi unos segundos en silencio. Yoongi no pudo evitar intrigarse más.

- Jimin... - insistió Yoongi.

Jimin dejó su expresión seria, para surcar sus labios en una media sonrisa, lo cual confundió más a Yoongi a parte de asustarlo.

- Encontraron a tu hermana Seulgi.

Aquello cayó como balde de agua fría para Yoongi. Abrió sus ojos sorprendido, casi yéndose para atrás.

- ¿Recuerdas la orden que estaba dada para cuando tu hermana fuera encontrada?

Yoongi jadeo llevando sus manos hacia sus labios, negando, mientras recordaba las palabras de Jimin: "el día que encuentren a tu hermana esta dada la orden de matarla"

Sus ojos se pusieron llorosos de inmediato, de tan solo imaginar aquello.

Joy miró confusa aquella escena, y se asustó en grande al ver lágrimas correr por las mejillas de Yoongi.

- No...no Jimin...por favor no lo hagas... - susurró Yoongi entre lágrimas.

Jimin solo sonreía mientras lo veía.

El anuncio de que el show de lámparas iba a comenzar se escuchó a su alrededor. Pero Yoongi no podía pensar en nada más que en lo dicho por Jimin.

Maratón (2/?)

Y así gente, es como todo valió queso. Siempre es algo inesperado.

Gracias por leer, nos encontramos en el próximo.

LOS Y LAS QUIERE HOLYHARI.