002
- No bajaré Chaewon, es mi decisión final.
Chaewon, una de las sirvientas de la casa Park, la cual se había hecho muy allegada al señor Yoongi, se encontraba en la habitación de este, tratando de convencerlo de que bajara esta noche a la cena que el señor Park iba a tener con unos amigos.
El mismo señor Park había venido al cuarto de Yoongi para informarle que podría asistir, y que lo esperaba esta noche.
Pero Yoongi se negó rotundamente.
- Sabe cuanto lo aprecio señor Yoongi, por eso le insisto en que asista. Independientemente de que si no va el señor Park se enojará mucho, estar en la cena junto con los allegados del señor es una oportunidad para que demuestre que usted no es ningún don nadie, y que a pesar de todo sigue siendo el esposo del dueño de esta casa.
Yoongi sonrió levemente ante el tono vehemente con el que se expresaba Chaewon. Ella le había dado tanto ánimo todo este tiempo.
- No me interesa lo que los allegados de Park piensen, por mi pueden seguir creyendo de mi lo que quieran.
- Entonces no lo haga por ellos, hágalo por usted mismo, por su dignidad y orgullo, que aunque parezca irónico, sigue teniendo. No deje que otra persona trate de quitarle su lugar en su propia casa.
Yoongi sabía a lo que se refería Chaewon. A Seo Ye Ji, la "prima política" de Jimin que vivía con ellos.
Ella era la que prácticamente se encargaba del manejo de los quehaceres y de la servidumbre doméstica. Ye Ji parecía la señora de la casa. Lo cual Yoongi y todos sabían que en realidad se moría por serlo.
Yoongi también sospechaba que Jimin y ella calentaban sábanas juntos reiteradas noches. Aquello era un secreto a voces en la casa. Pero a él le daba igual. Lo único que no soportaba era la mirada de altanería que le daba esa mujer cada vez que se encontraban en un pasillo.
Pero era obvio que si Jimin no lo respetaba, no podía esperar que los demás lo hicieran.
Por eso, le había más que sorprendido cuando Jimin fue a su habitación a decirle que esta noche habría una cena con unos invitados y que él podría asistir. Aquello fue más que extraño, y no por el como se lo dijo, porque si a eso iba, aquello había sonado más como una orden, era extraño por el hecho de que ocurrió de la nada.
Para nadie era algo del otro mundo, el que Jimin y él ni siquiera se dirigieran un "Hola" ni nada. Por eso, Yoongi no podía evitar pensar que algo tramaba.
- Es que no puedo evitar pensar que algo malo pasará, de seguro solo quiere humillarme más de lo que ya ha hecho - Yoongi alzó los hombros en resignación.
- ¿Y dejará que el señor lo siga haciendo?
- ¿Qué? - Yoongi dejó su libro en la cama.
- Lo que escuchó señor Yoongi. No deje que lo sigan tratando de esa manera, usted tiene derechos en esta casa, más que la señorita Ye Ji. Sea de la manera que sea, usted porta el apellido Park.
Yoongi se levantó y jugó con sus dedos.
- Si lo dices de esa manera Chaewon...
- Es que es así, es hora de que se levante. Si el señor Park se casó con usted para mantenerlo encerrado como un prisionero en esta casa, demuestrele que eso tiene consecuencias.
Los ojos de Yoongi brillaron de ilusión. Chaewon siempre lograba ese efecto en él. Muchas veces, gracias a sus palabras no había cedido al llanto.
- No sé si podré en medio de todos - susurró nervioso.
Chaewon sonrió y le tocó el hombro. - Usted es más fuerte de lo que cree.
Yoongi se sonrojó y volteó hacia ella - Bien, lo haré. Bajaré a esa cena.
- Así se hace señor Yoongi.- Chaewon casi da un brinco de felicidad. - Venga, tiene que arreglarse - ella fue hacia el armario de este más que emocionada - tiene que verse totalmente reluciente.
Yoongi sonrió tímido y asintió. - Esta bien, me pongo en tus manos.
Ambos se sonrieron en complicidad.
Su amigo Jungkook no dejaba de atosigarlo.
"Trata de mejorar aunque sea un poco tu relación con Yoongi"
"Sea como sea, son esposos"
"¿Cuánto crees que alguien puede soportar encerrado?"
Esas y más frases las escuchaba a menudo de parte de Jungkook.
Como su amigo de años, tenía la confianza para decirle aquello, sin miedo a su reacción o respuesta.
Pero llegó un punto que ya lo tenía harto. Así que para que se le calmaran los ánimos, aprovechó la cena de esta noche.
Él personalmente decidió decirle a Yoongi que asistiera a la cena. Iba a mandar a una sirvienta para que le informe, pero cambió de opinión.
Llevaba una semana entera sin ver de cerca a Yoongi. Vivían en la misma casa, pero rara vez topaban caminos. Mejor dicho, entre los dos se evitaban. Y aquello "le daba igual" a Jimin.
Aunque tenía que reconocer que si Yoongi volviera a salir y estar a la vista de todos, les cerraría la boca y dejaría a todos impactados, ya que él no se encontraba demacrado y descuidado en apariencia, como la mayoría pensaba al saber su situación. Todo lo contrario, Yoongi seguía fresco y lindo, como la primera vez que lo vio.
Cuando terminó de alistarse, vio el reloj en su muñeca. Odiaba la impuntualidad.
Al verse otra vez al espejo, salió de la habitación, encontrándose con Ye Ji esperándolo.
- Vaya, guapo y pulcro como siempre - sonrió Ye Ji.
- Lo mismo digo - respondió cortante. La rodeó para poder seguir su camino, pero ella lo detuvo.
- ¿No me vas a escoltar a la cena? - Jimin la quedó viendo unos segundos.
- Como sabrás, hoy asistirá Yoongi, debo escoltarlo a él. Es mi esposo.
Ye Ji forzó una sonrisa. - ¿Crees que a él le importa eso? Ni siquiera creo que lo quiera así. - se alzó de hombros - además no habrá nadie ajeno a tu círculo, todos saben su situación, nadie te juzgará por no seguir la etiqueta al pie de la letra.
Jimin lo pensó un momento. Ye Ji tenía razón, pero...
Ye Ji sonrió y dobló su brazo hacia él para que lo tomara. - Vamos.
Jimin resopló y asintió. Tomó el brazo de Ye Ji y se dirigieron al salón de la cena.
Al llegar, Jungkook junto con su esposa Jisoo ya estaban allí; también Hoseok, SeokJin y su hermana Min Jeong. Estos se pusieron de pie haciendo una venia como saludo.
Lo primero que notó Jimin, es que aún no había bajado Yoongi. Después de todo ¿si vendría?. Se enojó internamente por aquel pensamiento.
Tiene que venir, era una orden.
Jimin apartó la silla para Ye Ji y esta se sentó agradeciéndole. Jimin también fue a su silla, pero se encontró con la interrogativa expresión de Jungkook hacia él.
Este tenía la ceja alzada, como preguntándole silenciosamente "¿Y Yoongi?", ya que le había dicho a Jungkook que él vendría. Ya se iba imaginando lo que le diría su amigo después de la cena por haber entrado del brazo con Ye Ji y no con Yoongi.
Murmullos y risas se escuchaban ir y venir en la mesa, a un volumen considerado, pero Jimin se mantenía en silencio.
Los sirvientes estaban esperando a que llegara Yoongi, para comenzar a servir la cena. Así se los había ordenado Jimin.
Aunque estaba tardando. Jimin se sentía impaciente, movía los dedos en su muslo, para que nadie notara su ansiedad.
¿Y si no venía?
Si no asistía, Yoongi iba a estar en grandes problemas. Él se lo había ordenado, nunca le preguntó si quería o no.
Suspirando y apretando su mandíbula, iba a mandar todo al carajo y ordenar que sirvieran la cena, pero entonces él llegó.
Las puerta del salón fueron abiertas por la sirvienta que lo acompañaba.
Yoongi entró al salón, con pasos serenos y elegantes.
Jimin entreabrio sus labios ante lo que estaba viendo. Y no solo él, también los demás. Aunque él sabía que la realidad de la apariencia de Yoongi era esta, no pudo evitar impresionarse como todos.
El traje de Yoongi le quedaba impecable. Ese negro satinado resaltaba su blanquecina piel aún más. Todo, todo en él estaba perfecto.
Cuando Yoongi llegó a la mesa, todos se levantaron y guardaron silencio.
Yoongi les sonrió levemente e hizo una venia. - Lo siento por la demora.
- No te preocupes querido - le respondió Jisoo amablemente. - la espera valió la pena, te ves hermoso.
Yoongi le agradeció, sin evitar sonrojarse.
Jimin apretó su puño, porque no podía dejar de verlo. Jungkook carraspeo llamando la atención de Jimin, quien vio como Jungkook tocaba la silla.
Si cierto. La silla.
Jimin sacudió levemente la cabeza, y movió una de las sillas que estaba a su otro lado indicandole a Yoongi que tomara asiento.
Yoongi caminó hasta allí, agradeciéndole se sentó. Él esperaba que las miradas estuvieran puestas en él, pero no creyó que lo pondrían aún más tímido. Estaba comenzado a arrepentirse de haber venido, pero ya no había vuelta atrás.
La cena comenzó a servirse.
Yoongi solo se concentró en su comida. No tenía ninguna intención de participar de más en la conversación, pero no lo pudo evitar por mucho.
- Y cuéntanos Yoongi, ¿cuál es tu pasatiempo favorito? - preguntó Min Jeong "inocentemente" - tienes que tener varios me imagino, ya que tiempo te sobra mucho.
Min Jeong era una de las mejores amigas de Ye Ji. Sabía sus intenciones. SeokJin la golpeó con su codo disimuladamente.
- ¿Qué? - le susurró - No he dicho nada malo.
- Si, tienes razón Min Jeong, tengo muchos pasatiempos, después de todo cuando se esta confinado en una casa, hay que ingeniárselas para mantenerse estable de mente - respondió Yoongi sonriente.
Todos parpaderaron sin decir nada. Jimin solo suspiró y volvió a su comida.
- Me encanta leer, ese es mi pasatiempo favorito.
- ¿En serio? - respondió Jisoo emocionada - ¿Qué género lees?
- De todo un poco, pero más fantasía y aventura.
- Buenos gustos.
- Que considerado de parte de Jimin el comprarte libros, al menos. - dijo Hoseok en tono casual.
Hoseok era una de las pocas personas allegadas a Jimin, que no le parecía para nada bien lo que le hizo a Yoongi.
Jimin lo quedó viendo serio. Hoseok solo sonrió y tomó de su copa.
- Nos alegra verte Yoongi, saber que estas bien de salud y reluciente. - Jungkook le sonrió amistosamente.
Jungkook siempre le mandaba sus saludos con Chaewon, cada vez que visitaba a Jimin. Yoongi se lo agradecía y aunque no lo conocía del todo, sabía que Jungkook no era como los demás hipócritas.
- Gracias, Jungkook.
Cuando Yoongi regresó su vista hacia el plato de lomo de res, se llevó una gran sorpresa. Esta ya había sido cortada en trozos pequeños. Alzó su vista hacia Jimin. Este no lo veía a los ojos y solo tomaba de su copa.
Era una costumbre que entre esposos, se cortara la carne o se mezclara la ensalada con la salsa. Eso era algo que Yoongi siempre hacía con Taehyung, aunque no estuvieran casados.
- No hacía falta, pero gracias - le susurró Yoongi.
- De nada - respondió Jimin aún sin verlo.
Trataba de no mirarlo. Si lo veía mucho, dudaba que pudiera dejar de hacerlo.
La cena continuó. Entre conversaciones de varios temas, risas por chistes sin sentido de parte de Hoseok, comentarios mal intencionados disfrazados de empatía de parte de Min Jeong y Ye Ji.
Yoongi solo se limitaba a dar breves respuestas a las preguntas que le hacían, o cuando pedían su opinión de cierto tema él solo sonreía, asentía o negaba. Más nada.
- El próximo fin de semana será el festival de primavera, estoy emocionada - mencionó Jisoo - Todos tienen que ir, junto con la fundación de niños he preparado un número increíble, espero que todo salga bien.
Jungkook la miró sonriente. - Así será amor.
- Muero por escuchar la opinión de Yoongi sobre el stand de arte literario.
Todos se quedaron callados unos segundos. Era obvio con que intención lo había dicho Jisoo. Quería que Yoongi saliera.
Yoongi mordió su labio inferior y dirigió su vista hacia el plato del postre. Jimin ni loco lo dejaría salir.
- Claro, Jisoo, mi esposo y yo estaremos allí.
Yoongi y Ye Ji lo quedaron viendo sorprendidos. Ye Ji segundos después disimuló y volvió la vista a su plato, pero a Yoongi le costó unos segundos más. Cuando Jimin volteó a verlo, el apartó la mirada.
En eso alguien entró por la puerta de la servidumbre. Todos dirigieron la vista hacia esa persona, menos Yoongi y Jimin.
El hombre hizo una venia hacia todos.
- Aprovechando este momento, quería presentarles al nuevo mayordomo, el cual será el reemplazo de Nam Joon hasta que termine de resolver unos asuntos personales.
Yoongi alzó la mirada hacia el hombre parado al lado de Jimin a unos centímetros de distancia.
Su corazón latió errático. Sus labios temblaron.
- Mucho gusto señores, mi nombre es Kim Taehyung.
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