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O3

Jungkook.

Era mi día libre. Había planeado pasarlo con mis hijos, pero debido a los recientes acontecimientos, tendría que entrevistar niñeras el resto del día. Yo no comprendía muy bien el problema. Mis hijos estaban relativamente bien cuidados, Eunbi era un poco tímida con los extraños, pero generalmente era una dulzura. Jihoon era un poco más difícil. Él era muy protector conmigo y Eunbi, por lo que no le agradaba mucho que cualquier otra persona formara parte de nuestra pequeña familia. Las únicas niñeras que aprobaban eran lo suficientemente mayores para ser su abuela.

Decidí que ambos podían ayudarme a escoger a su siguiente niñera. Tal vez de esa manera Jihoon no haría que se fuera tan pronto. Dejarlos con una novia ya no era opción. No podía creer que estuviera tan ciego sobre Ji Eun. Debí haber confiado en BooYoung cuando dijo que era una perra pero yo lo atribuí a las hormonas del embarazo.

Estaba de pie en la cocina lavando los platos del almuerzo, cuando mi teléfono sonó. Sonreí al ver el identificador de llamadas. JiMin. Esto iba a ser interesante.

– ¿Hola? – respondí con suavidad.

– ¿Jungkook?

No era JiMin – ¿Tae? ¿Qué va mal? – Parecía asustado.

– Estábamos construyendo la casa del árbol. Él me dijo que no jugara con la pistola, pero no hice caso – Hipeo – Se veía tan genial. Yo no tenía intención de dispararle. Papá no es bueno con la sangre y se desmayó. No sé qué hacer. Baje la pistola de clavos, pero yo...

– Cálmate amigo. Estoy en camino – Pobre chico. Para ser honestos, yo también estaba un poco preocupado. La locura del hombre estaba empezando a afectarme – ¡Jihoon! ¡Eunbi! ¡Pónganse los zapatos; tenemos que salir!

Oyendo la urgencia en mi voz llegaron corriendo – ¿Qué pasa papá?

– JiMin tuvo un pequeño accidente, así que vamos a ayudarlo – Agarré mis llaves – Vámonos.

Jihoon le puso el cinturón a Eunbi cuando salimos del garaje – Papá. ¿JiMin va a estar bien?

– Estoy seguro de que así será – Gracias a mis años en la construcción, mi propio padre me enseño los cuidados para este tipo de lesiones. Afirmó que con Yoongi en el equipo, necesitaríamos estar preparados para cualquier cosa.

Cuando estuve frete a la casa de JiMin, Tae corrió hasta el coche a mi encuentro. Tenía lágrimas en los ojos – Él no ha despertado. Tengo miedo. No era mi intención hacerle daño.

Tome el kit de primeros auxilios de la camioneta antes de arrodillarme delante de él y ponerle una mano en el hombro. – Voy a cuidar de JiMin. Te prometo que estará bien – Él asintió, pero aún seguía preocupado – ¿Podrías hacerme el favor de llevar a Jihoon y Eunbi a tu habitación? A Eunbi tampoco le gusta la sangre.

– D-de acuerdo – Asintió. Sonrió tristemente a mis hijos y les indico que lo siguieran. Escuche a Jihoon que le decía que estaría bien, que yo arreglaría todo.

Encontré a JiMin tirado en el suelo de la cocina. Por suerte llevaba un casco blanco, de lo contrario podía haberse lastimado la cabeza cuando se cayó.

Hice una mueca al ver la sangre en su muslo. Sabía que eso debía doler, él ya había sacado el clavo. Por lo menos no había estado utilizando clavos grandes. Rápidamente agarre un trapo frío y comencé a secarle la cara y el cuello. Necesitaba tenerlo despierto, y entonces me fijaría en su herida.

Después de un par de minutos, parpadeo abriendo los ojos. Eran de un llamativo color grisáceo – Buenos días, sol – Sonreí bromeando.

– Agh – Se quejó cuando se dio cuenta que era yo – Dispárame ahora.

– Me temo que alguien ya se me adelanto – respondí sacando a relucir la situación – Ahora solo quédate allí mientras yo limpio esta pierna. No puedo permitir que te sigas desmayando – Tome algunas toallitas del botiquín.

Chillo cuando toque su herida – No es que sea desagradecido ni nada – Comenzó él, apretando los puños – Pero ¿Qué diablos estás haciendo aquí?

Me reí entre dientes y comencé a frotar un poco de ungüento. Tenía buenas piernas. Ladeé mi cabeza, despejándome de esos pensamientos – Tae llamó. Esta arriba con Jihoon y Eunbi. Supuse que ya que te gusta rescatar a mis hijos, podría devolverte el favor – Me di cuenta que había estado frotando más tiempo del necesario, por lo que rápidamente ocupe mis manos poniendo en su lugar vendas – Así que no te gusta la sangre ¿Eh?

Por un momento, JiMin solo me miro. Realmente no podía dejar de encontrar divertida su hostilidad. – El olor de ella me marea obviamente.

– No se puede oler la sangre – Argumenté, vendando la pierna.

– No me digas lo que puedo y no pudo oler – Replico él.

– Te diré lo que huelo - Cerré el kit de primeros auxilios y lo mire.

– Mierda – Frunció el ceño y empezó a sentarse, pero lo detuve.

– QUIETO AHÍ – Envolví mi brazo alrededor de su pequeña cintura y lo ayude a ponerse de pie – ¿Por qué no te sientas un rato? – Jimin comenzó a discutir, pero yo no quería oírlo – O caminas hasta el sofá o te tendré que cargar.

-No lo harías - Entrecerró sus ojos pareciendo según el "Amenazante"

– Pruébame – Le dije con una pequeña sonrisa. Realmente no me molestaría cargarlo. Con esos cortos shorts, no me importaría llevarlo en brazos a su habitación.

Jimin me saco de mis pensamientos golpeándome en el pecho con su casco mientras se dirigía cojeando a la sala de estar. Me quede con el casco en la mano. Sonreí y fui tras él.

– Eres un poco hostil, ¿Sabes?

– Lo siento – Se encogió de hombros – Tengo un lado suave. Solo que no lo uso muy seguido.

Tae entro cabizbajo en la habitación – ¿Papá?

Con el lado suave o no, podía ver lo mucho que amaba su hijo por la forma en que lo miro. Estaba tratando de mantener un rostro severo, pero fallo miserablemente – Esta en muchos problemas señor. ¡Te dije que bajaras esa cosa! Ahora te mimare en público sin argumentos a favor durante un mes.

El corrió y arrojó sus brazos alrededor de su cuello – Lo siento, papi.

– Bebé, fue un accidente – Dijo Jimin, abrazándolo con fuerza – Y no es tu culpa que yo sea un cobarde cuando se trata de sangre – Él se encontró con mi mirada por encima del hombro y sonrió – ¿Pero tenías que llamar a Jungkook? Estas reuniones nunca van a tener final. – Me reí , Jimin tenía razón en eso. Hizo que Tae me mirara – Te sientes demasiado culpable. Ahora me doy cuenta que voy a tener que distraerte ¿Quieres ir al cine?

– ¿Puede venir Jihoon? ¿Y Eunbi y Jungkook? – Preguntó esperanzado.

Jimin me miro esperando respuesta – Claro – Dije sonriendo – Pero yo compro los boletos.

– Está bien – Admitió Jimin – Pero yo compro las golosinas – Maldita sea, me olvide de eso. Sonrió y se levantó – Me voy a cambiar de ropa – Se fue cojeando por el pasillo.

– ¡Realmente no hay nada malo en lo que llevas ahora mismo¡ – Dije en tono burlón. Provocando que me sacara el dedo medio.

Tae abrió la boca y me miro – Tendrá que darme un dólar por eso.

Asentí con la cabeza. Sabía exactamente lo que significaba ese gesto en particular, y yo estaría dispuesto a ponerlo sobre él. Negué con la cabeza para despejar mis pensamientos

"Jimin era jodidamente sexy. Mierda ¿Por qué tenía que ser tan caliente?" Mire a Tae tratando de despejar mi mente.

– Vamos a decirle a Jihoon y Eunbi a dónde vamos.

– ¡Esta bien! – Sonrió – Sígueme. Están en mi habitación – Miraba por encima del hombro mientras caminábamos para asegurarse de que seguía allí – Aquí esta – Abrió la puerta y me indico que entrara.

Sonreí a lo que encontré. Mi dulce y pequeña Eunbi estaba de pie sobre una cama en forma de barco pirata. Llevaba un parche en el ojo y una espada de plástico. Jihoon estaba de pie encima de mí en el nido de cuervos construido en una de las esquinas. Tenía un pañuelo en la cabeza y me miraba a través del telescopio.

– ¡Ahoy marinero! – Gritó

– ¿Qué están haciendo? – Le pregunté.

– Los convertí en piratas – Dijo Tae y corrió hacia su cama – Muéstrale lo que te enseñamos, Eunbi.

Ella extendió la espada – Arrrr – Gruño.

Rápidamente la levante haciéndola girar – ¿Qué cosa dejaste que te hicieran estos chicos, princesa?

– Papi, soy una pirata no una princesa – Ella río y frote mi nariz con la suya.

– Pero eso es una gran idea Jungkook – Dijo Tae, arrugando el rostro ante sus pensamientos – Me preguntó si papá nos podría conseguir armaduras. Podríamos ser caballeros. Necesitamos un dragón.

– ¡Mi tio Jackson puede ser el dragón! Él es realmente grande – Dijo entusiasmado Jihooon.

Alguien despejo su garganta, causando que todos volteáramos a la vez hacia la puerta. Jimin estaba allí de pie con una mirada divertida en su rostro – Esta bien, bribones, muévanse.

Jihoon bajo rápidamente la escalera y corrió hacia el – Me alegró que estés bien Jimin.

Él sonrió – Gracias muchacho ¿Su padre les dijo que todos vamos al cine? – Sus ojos se iluminaron y el negó con la cabeza. Jimin me miro con un suspiro – ¿Qué has estado haciendo aquí arriba, Jeon?

– Me distrajeron – Le respondí defendiéndome a mí mismo. – Nuestros muchachos convirtieron a mi niña en una pirata.

Eunbi salió en mi defensa – ¡Yo ho ho!

– Ella estará bien – Dijo Jimin – Vamos chicos, antes de que la boca de Jungkook lo meta en problemas.

Mi traicionero hijo corrió a sostener su mano mientras salían de la habitación. Tae me miró con simpatía – Mi boca me mete en problemas todo el tiempo también.

– Está bien, Tae. Creo que es una cosa de hombres – Le asegure – Seguro tu papá también se mete en problemas por la gran boca que tiene – Dije burlón – ¿Estás listo para ir?

– Sí, señor – Sonrió y salió corriendo de la habitación. Sonreí y los seguí con Eunbi.

Convencí a Jimin para que me dejara conducir argumentando que él no tenía un asiento de niños para llevar a Eunbi. Al ser el caballero que soy, le abrí la puerta a Jimin, pero no entro, ¿Acaso le moleste con lo que hice?

– ¿No te olvidas de algo? – Me preguntó.

Los dos chicos estaban en el coche. Yo estaba con Eunbi. Tenía mi cartera y mis llaves. Finalmente me rendí y sacudí la cabeza – No que yo sepa – Jimin se inclinó hacia Eunbi y le quito el parche en el ojo que no me había dado cuenta de que ella aun lo llevaba. Luego sonrió y subió al coche. Deje escapar un suspiro y cerré la puerta.

– Me estas matando, Eunbi.

– Lo siento, papi – Sonrió.

La coloqué en su asiento para niños antes de entrar en el lado del conductor. Mire a Jimin – Ni una palabra.

– Arrr – Respondió él.

Me hizo una mueca y arranco el coche – Usted debería ser más agradable conmigo, secuestrador. Nunca se sabe cuándo va a necesitar mi ayuda otra vez.

Eso lo enfado – Para su información señor Jeon, yo no necesitaba su ayuda hoy. Eventualmente me hubiera despertado, y fue solo un pequeño clavo. Yo soy muy torpe y he tratado con cosas mucho perores que esta pequeña herida superficial.

– Bueno joven Park – Hice una pausa.– ¿Es joven o señor?

– Señor – soltó un bufido – Tengo a mi esposo encadenado en el sótano.

Sonreí ante el sarcasmo. Supongo que era una pregunta estúpida, pero realmente no habíamos hablado sobre esto antes. Yo supuse que él no estaba casado – Bueno señor Park, si yo no hubiera estado ahí para limpiar la sangre ¿Quién puede decir que no te habrías desmayado de nuevo?

– Yo... – Jimin dejó escapar un sonido de frustración que sonaba muy parecido a un gruñido – Muy bien. Pero eso no significa que voy a ser más amable contigo. Pareces el tipo de persona que ya tiene a mucha gente besándole el culo.

– Oh – Dijo Tae desde el asiento trasero. Jimin resoplo y le dio un dólar a los tres niños – Me gusta cuando tu papá viene – Le susurró en voz alta a Jihoon – Me hace juntar más dinero.

Me reí a carcajadas de esto y Jimin estaba reprimiendo una sonrisa. El resto del camino al cine fue pacifico. Los niños estaban charlando tranquilamente detrás de nosotros y Jimin iba tarareando al ritmo de la radio.

– ¿Qué es lo que quieren ver los chicos? – Les pregunté cuando llegamos.

– ¿Podemos ver Monstruos vs Aliens? – Preguntó Tae por él y Jihoon.

– Si está bien con su majestad – Respondí. Ambos volvieron hacia Jimin que llevaba de la mano a Eunbi.

Jimin miro a la multitud de gente entrando y saliendo del cine – Por mí es muy bien con una condición – Dijo – Aprovechare a uno de mis besos – Tae arrugo la cara cuando le planto un sonoro beso en la mejilla. Cuando Jihoon se rio, Jimin se volvió hacia él, - Creo que también necesitas uno - Y se le hizo a él después. No parecía importarle tanto.

Eunbi miro a Jimin ofendida – ¿Y yo que?

– Oh, lo siento mucho – Rió Jimin, la levanto y la beso en la mejilla – ¿Está mejor, señorita Eunbi?

– Es tu turno – Respondió ella, sorprendiendo a Jimin con un beso.

Él sonrió suavemente antes de buscar a Jihoon y Tae con la mirada. – Ustedes, chicos, debían prestar atención. Podrían aprender algo de esto.

Tan pronto como entramos pague por los boletos de cada uno, mientras que Jimin llevaba a los niños a la dulcería. Estaba bastante seguro de que los obligaría a escoger más de lo que querían solo para que pudiera gastar más que yo. Sabía que no había manera de que Eunbi fuera capaz de comer tantos nachos.

Yo tenía a los chicos y a Eunbi sentados, Jimin estaba a punto de sentare a lado de Tae pero lo detuve – ¿Qué estás haciendo?

– Tienes razón – Respondió Jimin – Sentarse es tan sobrevalorado.

Le tomé de la muñeca y lo llevé a la fila detrás de los niños – Tenemos que sentarnos aquí para que podamos cumplir con nuestro deber de padres y lanzar palomitas sobre ellos si se ponen a hacer mucho escándalo.

– ¿Y no podemos hacer eso si nos sentamos al lado de ellos? – Él respondió levantando la ceja.

– No es tan eficaz – Le informé. Sonreí triunfante cuando Jimin rodo los ojos y se sentó – Sabia que me entenderías.

Eunbi se volteó – ¿Jiminie? Estoy llena – Su pequeña boca estaba cubierta de queso.

Jimin tomó los nachos y me los entrego antes de tomar una servilleta y limpiar la cara de Eunbi. Yo podría haberlo hecho puesto que era mi hija, pero me gustaba vera Jimin hacerlo. Le entrego a Eunbi un vaso de plástico lleno de ositos de goma antes de volver a sentarse detrás – Voy a agarrar esos – Él robo de mis manos los nachos.

– No es posible que te puedas comer todo sin mancharte – No había manera.

– Mírame – Respondió, empujando una tostada en su boca. No se como lo hizo sin que se batiera el queso.

La película comenzó, y aparte de los codazos que Jimin me dio un par de veces por el robo de sus nachos, él y yo nos llevábamos bien. Jihoon tiro palomitas hacia nosotros una vez. Al parecer, lo estábamos inquietando. Se parece demasiado a mí para su propio bien. Él y Tae divagaban sin cesar sobre la película mientras llegamos en el auto. La boca de Eunbi seguía ocupada con ositos de goma.

– Um, Jeon, este no es el camino a mi casa – Dijo Jimin mientras miraba por la ventana.

– Ya lo sé – Respondí con calma – Puesto que tu conseguiste superarme y comprar todos los bocadillos, creo que es justo que los lleve a cenar.

– No nos compararas la cena – respondió ceñudo Jimin.

– ¿Quién dijo algo sobre comprar la cena? La familia siempre se reúne una vez por semana. Ya he llamado a mamá y me dijo que esperaran a dos más – Espere a la explosión

Él no me defraudo – ¡¿Qué?! No, Jungkook, tú me llevaras a casa ahora mismo.

– Lo siento. Mamá ya ha hecho los arreglos. No querrás decepcionarla al no presentarte ¿verdad? – Estaba amando esto.

Jimin gimió y se dejó caer en su asiento – Tu dijiste que era una reunión familiar. Tae y yo no somos familia.

No estaba de acuerdo. – Eres el hombre que secuestra a mis hijos. Por supuesto que eres de la familia, y Eunbi y Jihoon ya han adoptado a Tae como su nuevo hermano. Me temo que no tienes excusas, Jimin. Vamos a estar en casa de Yoongi esta noche, así que BooYoung estaría ahí. ¿Te acuerdas de Yoongi, no? – Él gruño de nuevo. Me estaba empezando a gustar ese sonido.

Cuando estacione en el auto en la entrada de la casa de Yoongi, salté afuera y corrí rodeando el auto para abrir la puerta de Jimin. Él no se movió. No sabía exactamente si su enojo era por mi gesto o por la cena. Suspire, sonaba mejor la segunda opción.

– Vamos –  le rogué – Te juro que va a amarlos. Si quieres, yo incluso te puedo sostener la mano – Bromeé.

– ¿De que serviría eso? – Sonrió y bajo del coche.

– ¡¿Entraran tus niños o qué?! – El idiota de mi hermano grito desde la puerta.

– ¡Tío Jackson! – Jihoon corrió justo hacia sus brazos.

Cogí a Eunbi y le indique a Jimin que me siguieran – Jackson, permíteme presentarte como se debe a Park Jimin y Park Taehyung .

– Escucha Jimin, a mi esposa y a mí, nos vendría bien un tiempo para nosotros solos, ¿Crees que podrías secuestrar a mi hijo por una noche?

Jimin me miro – Pensé que habían dicho que era encantador.

Jackson se río – Me gustas – Agarró a Jihoon bajo un brazo y a Tae bajo el otro – Vamos, muchachos. Quiero derrotarlos en algunos videojuegos.

– Él simplemente se llevó a mi niño – Dijo Jimin.

– Aquí – Le pase a Eunbi – Ten uno de los míos – Cuando sonrió, puse mi mano en su espalda baja para guiarlo al interior.

– ¡Ahí están! – Ji Won lego enseguida – Tú debes ser Jimin. Por favor llámame Ji Won. Acabo de conocer a Tae y ya lo amo – Ella lo beso y luego a Eunbi – Tengo que volver a la cocina. Siéntanse como en casa – Me aclaré la garganta antes de que pudiera escapar – ¡Oh, Jungkook querido! – Me beso la mejilla y siguió su camino.

– Soy claramente el favorito – Le dije cuando atrape a Jimin mirándome.

Yoongi escogió ese momento para venir – Ahora los dos sabemos que no es verdad. Hola de nuevo, Jimin ¿Cómo va la casa del árbol?

Yo reí y el por supuesto, me miro – Tae y yo empezamos a trabajar en ella hoy, pero hemos tenido un par de distracciones.

– Sí, un clavo en el muslo es bastante distracción – Respondió con calma.

– Lo es – Contestó Jimin con dulzura – Y si tú y tu hablador hermano vienen de nuevo, yo estaría más que feliz de mostrarles que tan distractor puede ser – Tomó a Eunbi y caminaron hacia el interior.

– Él amenazo con pegarme un tiro en mi propia casa – Río Yoongi, pero luego su rostro se puso serio – No creo que lo haga realmente, ¿Verdad?

Era mi turno de reír. Le di una palmadita en la espalda sin contestar antes de ir a reunirme con los demás. Jackson y los chicos se divertían con un poco de Wii Mario Kart, él trataba de cubrir los ojos de Tae para que no ganara. Tae lo encontró gracioso. Hyun Bin estaba sentado con Daniel y Eunbi en su regazo interpretando perfectamente su papel de abuelo orgulloso. Las mujeres, junto con Jimin, estaban sospechosamente desaparecidas.

– ¿Papá? ¿Dónde está Jimin? – Sabía que era una tontería estar preocupado, pero las mujeres de esta familia estaban locas, y conociéndolas podrían contarle algo indebido a Jimin.

– Rose lo llevo a conocer a BooYoung – Respondió sin siquiera levantar la vista de los pequeños – Ella dijo que había algunas cosas que discutir.

Yoongi estaba un paso por delante de mí a medida que prácticamente corrió por el pasillo hasta el dormitorio principal. Abrió la puerta y fuimos recibidos por su risas – Ninguno de los dos podía sentarse por durante una semana. – Rose estaba diciendo. Me aclaré la garganta, pero cuando nos vio allí de pie solo se río más fuerte.

– Jungkook – BooYoung sonrió graciosamente. Ella fue confinada a su cama y aun así insistió en vestirse a la moda – Estábamos aquí contándole a Jimin algunas historias acerca de sus propias lesiones en la construcción. Parecía justo.

– Maldita sea – Murmuro Yoongi. Luego puso su sonrisa más encantadora. – BooYoung, bebé ¿Por qué no me dejas ayudarte a bajar al comedor? – De algún modo la levanto con facilidad y se apresuró a salir de la habitación.

– Así que tuviste un clavo en el culo – Dijo Jimin mientras caminábamos hacia el comedor.

No había forma de que le permitiera regresarme esto – Si, tengo una cicatriz para demostrarlo ¿Quieres ver?

– Generalmente conozco al tipo por lo menos una semana antes de que se baje los pantalones – Respondió él.

– Si es como los hombres Jeon son - Intervino Rose – Jackson los dejo caer en la primera noche, y de acuerdo con BooYoung, Yoongi los dejó caer en la primera hora. Tendrás que preguntarle a Ji Won acerca de Hyun Bin. Le gusta contar la historia ella misma.

– Gracias, Rosita – Dije con firmeza. Tuve la suerte de echar un vistazo a Jimin y verlo mordiéndose el labio inferior en un intento de evitar reír – En realidad nosotros no somos unos prostitutos como ella dice – Eso lo hizo, la risa llego libremente después de eso.

La cena fue un asunto interesante. Gracias a mi entrometida familia aprendí más sobre Jimin y Taehyung. Me pareció especialmente divertido que su padre fuera un jefe de policía teniendo en cuenta que lo conocimos después de que secuestrara a mis hijos. Ellos rehuyeron a las preguntas que eran demasiado personales, así que no sabía dónde estaba la madre de Tae, pero yo estaba seguro de que lo diría con el tiempo.

También se negó cortésmente a decirnos lo que hacía para ganarse la vida. La mente de Jackson fue directo a los pensamientos maliciosos, lo que le valió una bofetada de Rose. Estaba decepcionado cuando él le aseguro que no era nada ilegal.

Al final de la noche, Jackson había convencido a Jimin para que Tae hiciera las pruebas de audición para entrar al equipo de futbol infantil, y mama lo había invitado a los días de spa con las mujeres una vez que BooYoung tuviera al bebé, ya que al parecer a Jimin no le gustaba acampar y no le gustaría ir con nosotros.

Los niños estaban durmiendo en el asiento trasero mientas conducía a la casa de Jimin – ¿Necesitas ayuda para meterlo? – Le pregunté cuando nos detuvimos frente a la casa.

– No – Sonrió – Soy un profesional en esto – él cargo a Tae fuera del coche – Me gusta hacerlo mientras todavía puedo. Crecen muy rápido – Sabía exactamente lo que quería decir.

Yo por lo menos abrí la puerta principal para él, viendo que sus brazos estaban llenos – Buenas noches, Jimin.

Él asintió con la cabeza – Tu también, Jungkook.

Después de cerrar la puerta, corrí hacia el coche. Había sido un día interesante. Yo no sabía exactamente lo que esperaba, pero estaba contento de cómo iban las cosas. Nada bajaría mis ánimos.

– ¿Papá? – Preguntó Jihoon atontado – ¿Quién va a ser nuestra niñera?

– Mierda.

Me morí basta.

Me sentí atacada por el cuerpazo de Eunha.

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