veintitrés
Un día más como era lo habitual JiMin se encontraba en el salón de belleza de su empresa, hoy tocaba su sesión de manicura y cuidado de cabello. Así que estaba sentado en un cómodo sillón con sus piernas estiradas; su rostro echado hacia detrás para que pudieran lavarlo y colocar los productos, y su mano izquierda estirada para que otra persona estuviera haciendo sus uñas.
-- No te cansas del rubio ¿No, JiMin-ah? -- Habló la chica que estaba detrás suyo masajeando el cuero cabelludo del modelo; aplicando el matizante para que los cabellos dorados se vieran bonitos. -- ¿No has pensado en cambiarlo ya? --
-- No lo sé, JooHyun. Me gusta mucho en realidad como me queda... --
La voz del chico salió más suave de lo normal, no había sido como otras veces que le daba una respuesta escueta que demostraba su poco interés por seguir la conversación, ahora se notaba una gran mejoría en su interacción social, pero parecía exhausto. Tal vez el cansancio acumulado sumado a los masajes en sus manos y cabeza lo estaban dejando un poco adormilado.
Sus ojitos permanecían cerrados, concentrándose en la relajación que el sonido del agua correr le hacía sentir. -- JiMin-ssi ¿de qué tono quiere las uñas? -- Habló esta vez YeRim, girándose un poco para mirar hacia el gran maletín que tenía a su derecha, este estando lleno de diferentes colores.
Park abrió uno de sus ojos con cierta pereza. -- Tengo en dos días una sesión en la que vendría genial una tonalidad fuerte y brillante... pero en serio me gusta mucho cuando me haces la manicura natural... ¿Color durazno? --
-- Esa será, JiMin-ssi. -- Aseguró la más joven sacando el tono pedido y poniéndose manos a la obra.
El resto de tiempo que quedaba, que no era demasiado ni mucho menos, los tres lo pasaron en silencio o conversando en un tono de voz plano. JooHyun estaba hablando con YeRim sobre qué es lo que haría en navidad; y a pesar de que JiMin seguía aparentemente tranquilo casi rozando el dormirse, esa conversación lo mantuvo en tensión.
Las navidades nunca eran una bonita época del año ni mucho menos.
Su cabello estaba siendo secado por las habilidosas manos de JooHyun mientras él se miraba sus nuevas uñas, las cuales por cierto le encantaban. -- JiMin-ah. -- Llamó una nueva voz en el salón, una que por supuesto el chico no confundiría.
-- Dime, RyeoWook-ssi. -- Dijo mirándole a través del espejo del tocador que tenía frente a él.
-- Va a comenzar a nevar en breve ¿Necesitas que te lleve a casa? Lo digo porque ya he terminado mi trabajo de hoy y tengo que ir a dejar unos papeles en el despacho del abogado. --
>> Los papeles del juzgado por la apelación de YeonGin.<< Cayó en seguida el modelo, algo dentro suyo apretándose. -- No te preocupes, Ryeo. Daré un paseo; además ¿No es costumbre ver la primera nevada del año con alguien? ¿No la verás con tu prometida? Puedes dejar los papeles mañana... el despacho de JoonGhan queda lejos de aquí y te tomará tiempo. --
-- ¿Seguro? Puedo llevarlos mañana a primera hora antes de venir aquí, si a ti no te importa esperarme un poco mañana pues- --
-- Ve y disfruta, RyeoWook-ah. -- Aseguró volviendo a cerrar los ojos para que el hombre no pudiera detectar siquiera un poco de abismo de preocupación en su mirada, porque sabía que él lo detectaría en seguida, conocía a Park como si fuera un hijo suyo.
El mayor asintió con su cabeza, acercándose a él para apretar con cariño el hombro de su modelo. -- Tú también deberías de buscar a alguien para ver la primera nevada del año. -- Le insinuó, viendo a través del espejo como las mejillas del rubio tomaban cierto color; sin perder la expresión seria que normalmente portaba.
-- Y-ya veré qué hago. -- Fue lo que contestó, dejando que el hombre castaño se fuera del salón dejando salir una risita.
JooHyun tenía miedo de preguntar algo fuera de lugar, si bien JiMin desde hacía unas semanas parecía más abierto hacia los demás y les había dejado de tratar con la punta del pie; para ahora comenzar a tratarles como iguales y de manera gentil, aún existía cierto temor a que el chico respondiera de mala manera.
Su compañera YeRim pareció ser igual de curiosa que ella; pero sin temor alguno por la pizca de inocencia que la caracterizaba. -- JiMin-ssi, a lo mejor a su pareja le hace ilusión que lo vaya a buscar. Suga sunbaenim parece alguien muy amoroso con usted. --
El nombrado asintió con su cabecita con lentitud, llevaba ya un buen rato pensando en aquello ¿debería de ir a la empresa del pálido y decirle que quería salir con él a pasear? ¿No sonaba eso como una cita? No podía ser una.
De repente Park se vio en la necesidad de soltar un grito de desespero que hizo que ambas mujeres rieran ante el rostro ajeno sonrojado y su puchero adorable. -- ¡Ánimo, JiMin-ah! -- Habló la más mayor.
>> ¿Qué carajo hago aquí? << Se preguntó como por sexta vez frente a la puerta de "AKW. Music". >> Solo tienes que entrar, llamar a la puerta e invitarlo a salir ¿Por qué te cuesta tanto? << Se reprochó a si mismo. >> Deja de ser tan mimado por una vez en tu vida. <<
Ante sus propios regaños JiMin frunció el ceño, y sin pensarlo más anduvo hacia delante sin algo que lo parase. Llevaba sus manos metidas dentro de los bolsillos de su abrigo, aprovechando esto fue apretando las uñas contra las palmas de sus manos para sentirse más tranquilo, una de sus más horribles costumbres.
Al llegar a recepción no le hizo falta algo más que sonreír con cortesía al joven que trabajaba allí tras el mostrador, por supuesto que sabía quien era JiMin ¿Quién no en aquella empresa?
Ya sabiendo por donde debía de moverse hasta encontrar el "Genius lab" no habló con alguien; iba como si fuera un robot dirigido hacia allí sin siquiera pensar; porque si comenzaba a razonar algo estaba seguro de que se daría media vuelta y se iría. No podía ser así de cobarde.
Una vez frente a la puerta llamó a esta de manera un tanto brusca por los nervios, sentía que estaba comenzando hasta a sudar. >> No seas patético, Park JiMin. Eres el chico más bonito de toda Corea pidiéndole un paseo a un mundano, tendría que estar besándote los pies. << Se intentó animar, con su mirada perdida en sus bonitas botas altas blancas.
La entrada se abrió y JiMin comenzó a hablar incluso antes de terminar de alzar el rostro. -- YoonG- ¿Qué haces tú aquí? -- Su tono cambió de un instante para otro al comprobar que la persona frente a él no era su esperado Min Suga, sino su irritante amigo tatuador.
-- Haciéndole una pequeña visita a Yoon ¿Por qué? -- Preguntó divertido SeokJin apoyándose en el marco de la puerta. De verdad, él no tenía maldad ninguna, pero es que nadie podía imaginar cuanto le gustaba molestar al modelo, era adictivo.
-- Porque estorbas, quítate. -- El rubio pasó por su lado, esquivándole para siquiera rozar su hombro como si le fuera a contagiar de la peor infección, cosa que le hizo aún más gracia al mayor. >> El ego de este chico es digno de investigación. <<
YoonGi se encontraba sentado en un silla giratoria con los auriculares puestos y ojos totalmente puestos en la gran pantalla, el modelo supuso que estaría escuchando alguna pista; así que con cuidado se acercó hasta él para desde atrás rodearlo con sus brazos, dejando estos descansar sobre su torso.
Al pálido solo le hizo falta ver esa perfecta manicura y lindos dedos para saber quien era; desde luego no se trataba de SeokJin. -- Bebé ¿Qué haces por aquí? -- Inquirió notablemente alegre dándose la vuelta para poder encararle. >> Mírale que lindo, así de feliz solo por verte. <<
-- Venía a- --
-- YoonGi-ah ¡Está nevando, mira! -- Exclamó SeokJin interrumpiendo al modelo, dentro del estudio no había ventanas así que siquiera lo habían notado, había sido el tatuador quien lo había visto ahora que había abierto la puerta; pudiendo poner su vista en una de las ventanas del pasillo de fuera.
La cara de sorpresa del rapero pareció la de un chiquillo inocente; por aquellarazón JiMin detectó que a su mayor le gustaba la nieve. -- ¿En serio? A ver. -- Dijo levantándose de la silla giratoria.
-- Podemos salir a verla junt- --
-- ¡No! -- Esta vez fue Park quien interrumpió al más mayor de los tres, teniendo en seguida los orbes de los contrarios puestos sobre él. -- No, porque yo venía a pedírselo a hyung. Una cita, él y yo para ver la primera nevada del año. -- Murmuró arañando las palmas de sus manos dentro de los bolsillos de su abrigo de nuevo mientras miraba con el ceño fruncido al castaño.
Kim estaba confundido, no podía entender el cambio tan grande que JiMin había dado desde que lo conoció el mismo día que firmó los papeles para iniciar la relación falsa con su amigo hasta hoy ¿Había desarrollado sentimientos reales por YoonGi, o solo estaba jugando con él? Se preguntaba.
No sabía qué decir, porque después de todo él no tenía nada que ver ahí. Por eso mismo giró su rostro para poder ponerle atención a Suga, y solo le hizo falta fijarse en sus ojos brillosos y su sonrisa sincera que mostraba sus encías para saber que aquello lo había ilusionado en demasía. Aunque quería, no podía alegrarse por él por la falta de confianza que tenía en el más joven. -- ¡Iremos, claro que iremos, bombón! Espérame un momento, iré al baño y nos vamos. --
Casi corriendo el azabache se encerró en aquel lugar, dejando a los otros dos allí.
-- Tú. -- Llamó esta vez SeokJin de una forma en la que nunca antes había hecho con él, cosa que tensó a JiMin, no había algún ápice de burla o juego como las anteriores veces, era pura seriedad. -- Sé lo que dicen de ti por ahí, sé que tienes pareja y que estás engañando a la gente junto a YoonGi, pero no te voy a permitir que lo lastimes ¿Escuchas? Deja esa actitud de mierda con él, niño mimado y egocéntrico, no quiero repetírtelo más veces. Una sola llamada de Yoon llorando y te aseguro que te arrepentirás, mantente a ralla, él encontrará a alguien mejor que no juegue con él, tú no vales lo que él. --
Sin esperar a que el jovencito se pudiera siquiera defender, SeokJin tomó su abrigo y salió del estudio, dejando a JiMin con demasiadas cosas que decir. >> No estoy jugando con él... << Quiso decir, pero no había tenido oportunidad alguna.
Algunos escasos minutos el rubio tuvo que pasar allí esperando a YoonGi, de pie en el centro de la pequeña habitación con todas las horribles palabras que el tatuador le había disparado. "Encontrará a alguien mejor" "Tú no vales lo que él" ¿JiMin valía algo siquiera? Nadie a su alrededor parecía creerlo, y él mucho menos. -- ¿Bombón? --
Park alzó la cabeza en seguida que sintió la mano del rapero tomar la suya. -- Perdón, estaba pensando. -- Se disculpó afianzando el agarre en la mano de su mayor, entrelazando así los dedos de ambos.
Claro que otra persona sería la que terminaría quedándose con YoonGi hasta el final de sus días, una persona que valiera la pena, no él, pero mientras tanto iba a intentar disfrutar de su hyung todo lo que le fuera posible.
-- Estás muy callado, precioso ¿Fue mal en la empresa? -- Preguntó con cierto ápice de preocupación el de ojos felinos mientras paseaban por el parque de Cheonggyecheon, el cual estaba decorado con incontables luces y adornos navideños.
El modelo negó con su cabeza, abrazándose al brazo derecho de su acompañante con la excusa del frío, aunque él mismo supiera que aquello no era la real razón por la que tenía la necesidad de estar a su lado. -- Es solo cansancio... pero ver la primera nevada del año junto a alguien que te importa es una bonita costumbre; no sabía que te gustaba tanto la nieve, así que me alegra de haberte invitado. --
-- No suele nevar mucho allí en Daegu, así que siempre me sorprendo cuando veo la nieve, aún no me acostumbré. -- Rió el mayor mirando como los copos de nieve caían hasta descansar encima del cabello rubio contrario, sin borrar su expresión alegre se encargaba de quitar los restos de estos con cuidado. -- ¿No tienes frío? Estás precioso, pero puede que las temperaturas no acompañen a tu increíble outfit. --
-- La verdad es que estoy bien, de cualquier modo tú siempre sabes como mantenerme caliente. -- Bromeó el joven, sintiendo próximamente como el mayor metía la mano por debajo de su falda para pellizcar su culo. -- ¡YoonGi-ah! -- Se quejó, a pesar de que no le había molestado en absoluto.
La risa del azabache resonó por el lugar; y por momentos el de mejillas regordetas solo podía alegrarse de haberle invitado a salir, porque ver a Min feliz le alegraba. -- Oye, RyeoWook está ahora mismo con su prometida así que no nos podrá llevar a casa ¿Podemos llamar a JungKook-ssi más tarde para que nos lleve? --
-- Me temo que no, bombón. No está aquí. La verdad es que no me ha contado donde ha ido hoy, pero me pidió el día libre y él trabaja demasiado, así que se lo di sin problemas. Seguramente haya ido a ver a sus padres. --
-- Oh, espero que lo esté disfrutando entonces. -- Murmuró, llevando sus propias manos hacia su boca para calentarlas un poco con su aliento.
El paseo estaba siendo agradable, más para YoonGi que para el rubio, puesto que a pesar de estar en buena compañía y rodeado de un lugar precioso, no podía frenar los pensamientos tóxicos hacia si mismo. Eran demasiadas cosas a la vez, las palabras de SeokJin, el saber que pasaría otro año las navidades solo, TaeHyung y todo lo que conllevaba su relación, YoonGi, la apelación de YeonGin... llevarlo todo solo era demasiado complicado; pero estaba acostumbrado, así había sido siempre.
-- D-disculpad. --
JiMin alzó su rostro al escuchar una voz femenina, encontrándose entonces con dos chicas frente a ellos. Parecían más jóvenes que ellos; el modelo pudo afirmar aquello cuando vio parte del uniforme de secundaria de ambas asomándose por debajo de sus chaquetones. -- ¿Si? -- Fue YoonGi quien habló.
-- De antemano, sentimos mucho interrumpirles en su paseo, sunbaenims. -- Las dos hicieron una reverencia. -- Somos fans vuestras d-desde hace mucho, incluso antes de que salierais ya os seguíamos y-y... ash, YeJi, sigue tú...-- Murmuró nerviosa la del cabello corto.
-- Estamos muy agradecida con ustedes, sois unos referentes para nosotras de alguna manera y gracias a ambos hemos conseguido aclarar nuestros sentimientos. Intentaremos decirle a nuestras familias estas navidades que ahora somos... pareja. --
Con esto el rubio pudo desconectar un poco de su mundo interior, sonriendo automáticamente. -- ¡Eso es genial, chicas! -- Animó enternecido de alguna manera cuando ellas tomaron sus manos con timidez. -- Muchísima suerte, esperamos de todo corazón que vuestras familias lo entiendan, y si no lo hacen que al menos os respeten. -- Con todo el cariño que el modelo le tenía a sus fans, acarició los hombros de ambas.
YoonGi asintió con su cabeza dándole la razón a su chico, "salir del closet" en Corea no era algo que aún estuviera normalizado, se alegraba de que lo que tenía con JiMin fuera verdadero o no ayudase a más personas a vivir siendo ellos mismos... En ese momento es cuando el pálido fue realmente consciente del gran granito de arena que ellos dejaban en la sociedad joven.
Se sentía orgulloso de él; y de JiMin por supuesto, de lo que ambos estaban haciendo por mejorar la vida de los demás.
-- Tenéis toda nuestra admiración. Después de todo JiMinie y yo ya somos adultos dependientes, pero vosotras aún vivís con vuestras familias, eso es echarle valor. Mucho ánimo y suerte. --
RyunJin, una de las dos, asintió de forma energética hacia las palabras de su artista favorito. -- ¡Gracias, Suga sunbaenim! -- Con su mano libre temblando aún por los nervios sacó su teléfono de su bolsillo. -- ¿P-podemos tomarnos una foto? --
-- Una y las que queráis. -- Concedió el de mejillas regordetas, sintiendo calidez en su interior cuando las vio a ambas sonreír de aquella forma que derrochaba ilusión; al parecer había personas a las que si podía conseguir hacer feliz de la manera correcta.
YoonGi rodeó la cintura del modelo colocándose detrás suyo para apoyar su mentón en el hombro del chico, teniendo al lado a YeJi con su mano libre haciendo la pose de victoria con sus dedos y a RyunJin tomando el teléfono para hacer el selfie.
No podían creerlos, pero sí, tenían fotos con dos artistas que adoraban. -- Gracias por ser valientes y darnos fuerzas a todos, los jóvenes de este siglo estamos muy agradecidos. -- Volvió a agradecer una de ellas, para hacer una reverencia después.
JiMin y YoonGi se miraron sonrientes; sí, hacían un buen equipo y eso era innegable.
Park disfrutaría del dulce sabor de boca que ellas le habían dejado y seguiría dando su paseo con el hombre de hebras oscuras, escuchando sus bromas pervertidas y pidiéndole que le cuente sus nuevos y futuros planes de su tour mundial.
Tenía que aprender a disfrutar del presente; y eso iba a intentar, dejar de vivir en el futuro como si aquello fuera a solucionar algo.
El rubio entrelazó sus deditos regordetes con los ajenos, acariciando con su pulgar la mano fina de su hyung, por primera vez era consciente de que realmente se alegraba de estar paseando de la mano de Min; y no deseaba que fuera de la de nadie más, porque ese chico era capaz de sacar lo mejor de él mismo, cosas que siquiera él conocía o sabía que había en su interior.
¡Hola, angelitos! Espero que hayáis disfrutado del capítulo. <3 Al igual que también espero que estéis todos bien.
Hace unas semanas pregunté en mi tablón si preferiríais negro o rosa porque no era capaz de decidirme si JiMin o YoonGi era el que debía de invitar al otro a salir el día de la primera nevada; ganó negro que es el que relacioné con Mimi, así que así ha sido. Gracias por aportar. <3
Pronto es halloween, si alguno lo celebro espero que lo pase genial; y también si alguien celebra el 1 de noviembre pues también. <3
Os quiero mucho, cuidadse, por favor. Kissuu~~
291021
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