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veinticuatro



Para la suerte de un saturado JiMin, el día de hoy era domingo, y eso solo significaba poder descansar el día al completo. Había estado solo en casa debido a que YoonGi se fue junto a HoSeok a... bueno, la realidad es que no se había enterado demasiado bien a donde porque el pálido se lo comentó mientras él estaba dormido aún. 

Llevaba todo el día solo en el penthouse disfrutando del silencio y la tranquilidad, por lo menos toda la que sus propios pensamientos eran capaces de ofrecerle. 

Ahora eran poco más de las 19 pm y se encontraba dentro de la bañera rodeado de burbujas y sales de baño, el agua estando teñida de violeta por haber usado una bomba aromática. -- Tengo tantas cosas que solucionar antes de que lleguen las vacaciones... -- Murmuró para si mismo, resbalándose con lentitud hacia abajo hasta que su rostro quedó debajo del agua. 

No había podido contactar con TaeHyung aún desde la última vez que le vio, y necesitaba hablar con él por si, por algún casual, quisiera celebrar la navidad juntos. JiMin en serio se moría por hacerlo, por poder pasar esas vacaciones tan significativas junto a la persona que podía considerar familia... después de todo no tenía a nadie más en ese aspecto. 

Su madre, o como él prefería llamarla: quien fue su tutora legal hasta su mayoría de edad, no era alguien demasiado presente en su vida, ella apenas dejaba un mensaje para desearle un feliz año nuevo, pero nunca le pedía venir a casa por esas fechas ni mucho menos; y JiMin sabía que ella tampoco lo quería allí. 

Park SunHee, la mujer que lo adoptó, nunca terminó de aceptarle, y claro que el rubio era consciente de aquello, lo fue siempre. Ella pretendía traer de vuelta a uno de sus difuntos hijos, pero eso era imposible, JiMin no podía y tampoco debía hacer aquello. Y por eso fue que nunca terminaron de congeniar. 

Claro que él estaba agradecido con ella por haberle dado la sustentación económica, un techo y comida; pero no podía llamarla madre, porque una nunca te haría sentir tan insuficiente a cada momento de la manera en la que ella lo hacía.

Unos cuantos toques con ritmo en la puerta del baño se escucharon sacando en seguida a JiMin de su mundo interior. -- ¿Te queda mucho, sirenita? Acabo de llegar y JungKook está a punto de venir a casa, quiere hacernos la cenar y tiene que hablar de un par de cosas conmigo. -- Comentó el azabache, entrando en la habitación que estaba llena de vaho.

-- No, creo que saldré ya de aquí, pásame el albornoz, por favor. -- 

-- ¿Pasa algo? Últimamente estas mucho más serio de lo habitual, está todo bien ¿Verdad? -- Inquirió el mayor dándole lo pedido, luego sentándose sobre la tapa del inodoro para poder seguir conversando con el modelo. 

Este mismo le miró con una suave sonrisa mientras se colocaba el albornoz, haciendo un nudo con el cinturón de este para que permaneciera cerrado. -- Claro que sí, YoonGi-ah, es solo cansancio. ¿Qué tal con Hope hyung? -- JiMin se movió hacia donde el pálido se encontraba, en la pared detrás suyo se encontraba un armario alto de donde sacó una loción para su cabello. 

Y YoonGi no pudo evitar colocar sus manos en la cintura del chico al tenerlo allí frente a él. -- Se hizo un tatuaje, estuvimos en un estudio nuevo porque SeokJin hyung está de viaje, la verdad es que no estuvo mal, pero nada comparado con Jin-ah. -- Ante el nombramiento del tatuador, JiMin miró al contrario con una de sus cejas alzadas. -- ¿Qué hay con esa carita? -- 

-- SeokJin es la persona más irritante que conocí jamás. -- 

-- ¿A ti hay alguien que no te parezca irritante, bombón? Esa es la verdadera pregunta. -- Bromeó el rapero abrazándole ahora por su cintura para atraerlo hacia a él y dejar un beso sobre la parte de su torso que quedaba al descubierto. -- Dice SeokJin hyung que cree que sientes celos de él ¿Es por eso que te irrita? -- 

JiMin había permanecido tranquilo, dejándose hacer por el mayor con sus ojitos cerrados... hasta que la idea de ese Kim idiota SeokJin salió de sus labios >> ¿Eso va diciendo de mí el gilipollas de la tinta? << -- ¡P-pero cómo puede pensar eso! ¿Quién se cree él como para que alguien como yo; Park JiMin, celebridad del momento, tenga celos de él? Jáh, que gracioso, deberías de... -- El modelo guardó silencio cuando se dio cuenta de que su hyung le estaba mirando con una sonrisa adorable, cosa que lo puso más nervioso. 

-- Así que sí, el príncipe tiene miedo y está celoso por un simple plebeyo, eres realmente tierno. -- Rió pellizcando una de las mejillas pomposas del más pequeño. Tan pronto como esto pasó, ambas se encontraron sonrojadas.

-- ¡Aparta, Min YoonGi! Eres un idiota sin cerebro. -- Park consiguió escaparse de sus brazos gracias al ataque de risa que le estaba dando >> ¿¡Por qué se está riendo de mi?! << Se preguntaba con el ceño fruncido y mejillas coloreadas -según él por el calor de la habitación- frente al espejo, donde comenzó a ponerse la loción en las puntas de su cabello dorado.

Aunque había tratado huir de él, ahí estaba el de ojos felinos detrás suyo una vez más. -- ¿Por qué te pones así? Sabes que eres mi preferido por encima de cualquiera, precioso. -- Susurró una vez que tuvo su barbilla apoyada en el hombro del más joven. -- Siquiera te deberías de comparar con SeokJin. -- 

Sus gorditos labios se fruncieron al recibir por último un beso detrás de su oreja por parte del músico. Adoraba estar escuchando eso, su ego siendo realmente alimentado, pero ahora que sus ánimos estaban por los suelos, solo podía pensar que le asustaba ¿Realmente YoonGi pensaba así de él, o solo estaba jugando? -- No te creo, Min Suga, eres un coqueto de primera, ya te conozco, llevo meses viviendo contigo, maldito -- Murmuró, conectando su vista a través del espejo, viendo como una sonrisa divertida aparecía en el rostro del mayor. 

-- Sabes que lo soy, pero también sabes que daría lo que fuera por ti, bombón, creo que también te lo demostré. -- Contestó, girando con una de sus manos el rostro de JiMin, así pudiendo tener a disposición aquellos belfos que adoraba con todo su ser. -- ¿No es así? -- Susurró sobre estos. 

Por inercia el modelo los relamió, cediendo totalmente ante el encanto que YoonGi tenía y que parecía funcionar cada vez más ante él; ellos dos eran la viva imagen de la ley de la atracción. Sin esperar repuesta de parte del modelo, YoonGi capturó sus labios con parsimonia, disfrutando de lo suaves que eran y lo perfecto que se escuchaban sus besos.

A pesar de que estos no tenían un ritmo desesperado, JiMin juraría que eran de los más calientes que alguna vez podrían haber intercambiado, y al parecer el pálido pensaba igual. Una de las manos del más mayor se escapó hasta el nudo que dejaba sujeto el cinturón del albornoz, el cual deshizo para poder tener acceso al precioso cuerpo ajeno. 

No obtuvo alguna señal que pudiera hacerle pensar que debería de parar, mucho más allá, pronto tuvo al rubio pegado a él de espaldas, con sus manitas apoyadas sobre el lavabo. -- Me encantas, y te lo diré tantas veces como sean necesarias para que esa cabecita lo asimile. -- Murmuró en voz baja pero rasposa, deslizando su boca hacia el cuello ajeno, allí dejando húmedos besos y succiones que hacían que a JiMin se le entrecortase la respiración.

Aunque... bueno, posiblemente tener la diestra de su hyung acariciando desde su torso hacia su abdomen también tenía algo que ver. Park tenía su cabeza llena de ideas, pero de su boca solamente podían salir suspiros placenteros provocados por el más mayor, quien estaba disfrutando el momento como el que más. 

Sus ojos felinos estaban puestos en el espejo para poder tener una visión perfecta de lo que estaba sucediendo. Un JiMin con el cabello mojado de rostro sonrojado jadeando por su culpa, por estar retorciendo ahora sus pezones canelas con tranquilidad. Y YoonGi tampoco es que estuviera tranquilo, podía sentir como las caderas del modelo cada vez se echaban más hacia detrás, pegándose a él. Ahora mismo odiaba la tela del albornoz que les separaba sumado a sus propios pantalones. 

-- Dime ¿Te estás mirando ahora mismo, JiMinie? -- Habló de nuevo el azabache. -- Estás precioso, Dios mío, no puedes ser más perfecto para mi. Soy tan afortunado... siquiera tu ego de príncipe puede hacerse una idea de lo feliz que estoy de tenerte entre mis brazos. -- 

Claro que el más bajo le hizo caso, mirando el espejo con total detenimiento, estaba siendo un total desastre entre las manos del músico. El albornoz estaba abierto dejando a la vista su cuerpo, por lo tanto, podía ver como la mano de su hyung se movía por donde quería, haciendo lo que más le apetecía. 

En ese instante el dedo índice de esta se encontraba bajando por su abdomen hasta llegar a su miembro semierecto, el cual rodeó con delicadeza. -- YoonGi... -- Jadeó el de mejillas pomposas pegándose un poco más a él, sacándole una risa socarrona al nombrado. 

-- Eres como un gatita, cariño. ¿Qué es lo que quieres, uhm? -- El pulgar de Min se movió por encima de su glande mientras ambos se miraban fijamente a través de su reflejo. 

¿Tenía sentido el hecho de que al modelo se le olvidase como se hablaba? Ni una palabra se le venía a la cabeza en ese momento en el que solo podía comunicarse a través de jadeos que endulzaban los oídos de Min. Los finos labios de este se desplazaron hasta su cuello, volviendo a mimar aquella zona a la par que su mano bombeaba el miembro de JiMin con calma. 

Tocarle, escuchar lo bien que se estaba sintiendo y ser el causante de sus piernas temblorosas era algo que YoonGi esperaba poder presenciar toda la vida. 

Las manos del joven se encontraban empuñadas sobre el lavabo con la intención de no terminar cayendo. -- ¿Quieres correrte? Bombón, quiero ver tu cara de orgasmo ¿Lo harías? -- 

La cabecita del nombrado se movió energéticamente de arriba hacia abajo para asentir, claro que quería, pero en ese momento necesitaba mucho más de su mayor. Park acabó dándose la vuelta para poder tomar el rostro ajeno con sus manos, así pudiendo atraer la boca de YoonGi a la suya. 

Fue el músico quien sujeto las caderas del chico con posesión, pegándolo con cierta rudeza hacia su cuerpo. -- YoonGi hyung. -- Gimió sobre la boca del susodicho cuando las manos del mismo tomaron sus nalgas, estando seguro de que sus dedos se quedarían marcados en ellas. -- Quiero... quiero... -- Jadeaba exasperado JiMin tocando por encima del pantalón ajeno la erección del azabache. 

-- Desabrocha mi pantalón entonces, bebé... -- 

Las manos habilidosas del modelo fueron a acatar la orden que tanto estaba deseando, quedándose a la mitad del proceso al escuchar  como el timbre del penthouse era tocado; entonces recordó las palabras antes dichas por el pálido "JungKook está a punto de venir a casa.

Sin querer esconder su frustración, suspiró cerca de la boca ajena; querría haber seguido junto a YoonGi, el cual por cierto medio rió con diversión. -- Lo siento, cariño, me calenté muy rápido. -- Se disculpó por haber sido él quien había comenzado todo. -- Te juro que si no fuera importante ahora mismo mandaría a JungKook a su casa, pero es necesario que me aclare todo. -- 

-- No importa, tonto... -- Murmuró  a media voz mirando hacia abajo, encontrándose con su propia erección y el predominante bulto en los pantalones del rapero. -- Tú me dirás que hacemos con eso. --

-- Yo ponerme una camiseta oversize que lo tape; y tú... puedes arreglarlo pensando en mi. --YoonGi guiñó su ojo derecho, ganándose por supuesto un golpe en el hombro por incluso no dejar de ser coqueto en esta ocasión. -- Tengo que abrirle ya antes de que entre por su cuenta, ven con nosotros cuando quieras, no te vi en todo el día y te extraño. -- Pidió tomando el mentón del precioso chico para dejar varios piquitos en sus labios abultados antes de irse. 

JiMin se quedó quieto durante unos segundos en mitad del baño, analizando las dulces palabras que habían salido de la manera más natural de Yoon. "No te vi en todo el día y te extraño." ¿Realmente había alguien que lo echaba en cuenta? No estaba acostumbrado a que aquello fuera real.

Con sus mejillas sonrojadas de nuevo y su ceño fruncido se volvió a colocar el  cinturón del albornoz; no sabía si quería matar a golpes o a besos a ese hombre que lo sacaba de quicio de la manera más cálida. 





Posiblemente YoonGi ya llevara más de treinta minutos junto a su mánager en la cocina, quien les estaba preparando la cena tal y como había prometido. El pálido se sentía emocionado, sabía a lo que Jeon había venido a hablar, sobre su tour del próximo año, que estaba a la vuelta de la esquina, obviamente la ilusión se desbordaba de su ser. 

El joven chico le dio un sorbo a su cerveza mientras removía las verduras en la sartén. -- ¿Está  JiMin-ssi bien? Aún no ha venido y esto está casi listo. -- Comentó mirando hacia detrás para encontrarse con su hyung, que estaba ojeando twitter. 

-- Tiene que estar al llegar... cuando llegué a casa apenas había comenzado a darse su tratamiento de cabello y además seguro que hoy le tocaba día de skincare extenso. -- En parte no era mentira... y de hecho había acertado, es lo que el rubio había hecho para dejar de pensar en el momento caliente que había sido interrumpido. 

-- Oh, entiendo, él en serio tiene el rostro perfectamente cuidado. -- 

YoonGi asintió dejando su teléfono sobre la isla de la cocina para colocar la mesa, además de ayudar a servir la comida que había sido preparada por el joven de sonrisa tierna. Fue cuando JungKook ya estaba sentado y Yoon estaba sacando una botella de vino que el modelo apareció allí. -- Buenas noches. -- Saludó. 

Kook quiso permanecer lo más aparentemente tranquilo que pudiera, llevaba mentalizándose de esto varios días, pero no pareció llevarlo de la mejor forma de todas maneras. Tener ahora a Park frente a él era demasiado incómodo, no sabía con qué cara mirarle o como actuar frente a él... estaba siendo participe de la rotura de corazón de ese chico. -- B-buenas noches. -- Saludó de vuelta, agradeciendo que YoonGi llegara allí para sentarse y dar conversación que lo distrajera un poco. 

-- Vamos, dime, dime, dime ¿A dónde iremos primero? -- Inquirió emocionado, tomando sus palillos para comenzar a comer. 

Detectar el gran buen humor de su rapero le hacía inevitablemente feliz, no había algo más satisfactorio para Min que poder actuar, encontrarse con sus fans y poder agradecerles cara a cara a todos ellos. -- Comenzaremos por América, hyung, hemos conseguido varias fechas para el norte, y un par para Latinoamérica, no son muchas... pero algo es algo. -- Informó. -- Luego iremos hasta Europa, más tarde a Oceanía, y por último Asia. --

-- ¿Cuánto tiempo estarás de Tour? -- Preguntó JiMin, bebiendo un poco de su copa de vino. 

-- Unos meses, bombón. Puedes venirte conmigo cuando quieras, para mi sería increíble tenerte allí. -- 

YoonGi se sinceró, mirando con ojitos brillantes al joven de mejillas regordetas, quien no parecía demasiado convencido, pero que acabó por relajarse y cerrar sus ojitos cuando una de las manos del mayor acarició su cabello con cariño. -- Lo pensaré, YoonGi hyung. -- Fue lo que dictaminó. -- ¿Cuándo iniciará el tour? -- Esta vez JiMin miró hacia el mánager. 

-- P-pues después de navidad... e-en febrero. -- 

-- ¿Estás bien, JungKook-ssi? -- Inquirió el modelo al escucharle tartamudear, ellos dos no eran desconocidos ¿Por qué parecía tan tenso de repente? -- Perdón si te incomodé con mi actitud hoy... solo estoy un poco cansado de estos días de trabajo. -- 

-- ¡No es nada de eso! No te preocupes, JiMin-ssi, de verd- --

Piip, piip, piip, piip 

Los tres presentes en la mesa miraron hacia el teléfono de Jeon que descansaba boca arriba, siendo así la forma en la que pudieron ver el nombre de "TaeHyungie -y un emoji de vaca-" brillar en la pantalla. A JungKook le costó hasta respirar. 

-- ¡Es Tete! -- Exclamó ilusionado JiMin, aunque la llamada siquiera era para él. -- Descuélgale, porfi, tengo que preguntarle algo importante. -- El modelo estaba mirando al mánager con una sonrisa de oreja a oreja, no podía negarse de ninguna manera a su pedido, porque eso sería demasiado extraño. 

El rubio llevaba varios días mandándole mensajes al granjero para preguntarle qué es lo que haría en navidad, a lo mejor, con suerte, podían pasarla juntos. Aún no había recibido respuesta de su parte, y necesitaba saberlo, porque pasar aquella fiesta con TaeHyung era la única opción que tenía de celebrar la fiesta acompañado de alguien... además de que quería verle, como siempre, le extrañaba; y era la perfecta ocasión para hablar con él. 

Los ojos del de mejillas pomposas miraban la pantalla totalmente brillantes, esperando a que Jeon descolgase, cosa que obviamente hizo porque no tenía otra opción; colocando la llamada en altavoz.

-- Buenas noches, Koo~ -- 

-- ¡Tete! ¡Hola, cielo! -- Saludó un entusiasmado JiMin, la llamada quedándose automáticamente en silencio durante unos segundos, cosa que hizo que el rubio abultara su belfo inferior. -- ¿TaeHyungie? -- 

-- Ho-hola, JiMin... -- 

YoonGi tensó su mandíbula al escuchar aquel plano saludo, de verdad le hervía la sangre ver como el rubio se desvivía por mantener viva una relación que parecía estar abandonada de parte de las manos del otro. -- ¿Viste mis mensajes? Estaba pensando en que podíamos pasar navidad juntos, tal vez decorar la granja y jugar mucho con la nieve, tomar chocolate caliente y hacer muuuchos bizcoc- --

-- No va a poder ser, JiMin. -- Cortó al chico. TaeHyung sentía que algo dentro se oprimía por estar siendo tan egoísta, porque sabía que tendría que hablar seriamente con él y aclarar las cosas, pero le daba miedo, temía perder a su mejor amigo, así que seguía jugando con él de la peor manera. Quería que él fuera quien acabase con su relación, así pudiendo librarse de cualquier culpabilidad... era horrible por donde lo mirases. 

-- O-oh... -- Contestó notablemente desilusionado, encogiéndose en su asiento. -- ¿Ya tienes planes? -- 

TaeHyung murmuró un asentimiento. JungKook tuvo que apretar los dedos de sus pies para controlar su ansiedad, fue consciente en primera persona como la mirada del modelo se perdía totalmente, igual de rápido que se había iluminado, se había oscurecido. Claro que nunca lo diría en alto, pero sus planes se basaban en irse junto a JungKook a un pueblecito lejano de la ciudad durante esas fechas. -- Lo siento, Mimi... -- Se disculpó, no sabiendo muy bien por qué, si solo por esto o por todo lo que estaba haciendo mal. 

-- Ah, no te preocupes, ya sabes, tampoco es como si la navidad para mi fuera tan importante. -- Dijo riendo un poco para quitarle peso al asunto. Tae sabía que su amigo nunca había celebrado la navidad, de hecho todo el recuerdo que tenía de esta era ver a su "madre" llorar cada día de estas fiestas por recordar a su antigua familia; y cuando estaba en el orfanato tampoco era mucho mejor. 

Algo dentro de JiMin pensó que estas navidad irían a ser diferentes, tal vez Tae le echaba tanto de menos como él y habría hecho por estar juntos. Pero no. -- Bueno... te llamo después, JungKook-ah. A-adiós. -- Y la llamada se cortó. 

El más joven de la mesa alzó su mirada del aparato, encontrándose con la de YoonGi, que parecía estar queriendo escanearle de arriba abajo, cosa que lo aterrorizó ¿Y si su hyung era capaz de adivinarlo? Dios, él le conocía demasiado bien y eso lo estaba asustando. 

El escuchar el taburete de JiMin arrastrarse fue lo que le hizo quitar la mirada de sobre su mánager. -- Como ya he dicho, estoy cansado, así que me voy a dormir, disculpad. -- 

Antes de que el chico pudiera escapar, el pálido tomó su mano gentilmente atrayéndole hacia él. -- Ve a mi cama, bebé, en cuanto termine de arreglar las cosas del tour estoy allí. -- Le dijo depositando un beso en la mejilla del apagado joven. 

-- Gracias, hyung; pero iré a mi habitación, dormiré allí hoy. -- 

Park le regaló una pequeña sonrisa al azabache, y este hubiera preferido que incluso no hubiera intentado aparentar estar bien, porque aquello le había hecho aparentar estar aún más roto. A YoonGi le encantaría poder entender qué es lo que pasaba en la cabeza del jodido granjero para no apreciar al chico que tenía detrás suyo, y que se estaba dejando el corazón por él. -- Vale... haz lo que necesites, precioso. Descansa. -- Y tras recibir una caricia en su mentón de su parte, vio como JiMin salió de la cocina.

JungKook no supo qué decir, simplemente se limitó  a tomar otro bocado de su plato, esquivando así completamente la mirada de su mejor amigo y rapero. 

-- Terminemos de hablar de esto... tengo que ir a cuidarle. -- Ordenó el de ojos felinos. 




Min había tratado de demorarse lo menos posible, primero porque no podía concentrarse; en su cabeza solo estaba el correr hacia donde el modelo se había ido para arrullarlo y asegurarse de que se encontraba bien, y segundo; porque había algo que lo estaba poniendo tenso con JungKook. 

Era extraño, ellos dos eran mejores amigos desde hacía demasiados años, pero algo le decía al pálido que un nuevo secreto se estaba interponiendo entre ellos dos, y esa sensación no le estaba gustando en absoluto. 

Los dos terminaron de organizar el tour, ya solo faltando que JungKook se lo comunicase a la empresa para que pudieran confirmar fechas. Solo faltaban dos meses y ya se encontrarían viajando a cada momento. -- Gracias por ayudarme a limpiar esto, pero te puedes ir ya JungKook-ah. -- Dijo el rapero secándose sus manos en el trapo de cocina. 

--Sí... espero que JiMin descanse como es debido. Si mañana sigue así tan cansado a lo mejor deberías de hablar con RyeoWook-ssi, posiblemente necesite un descanso más extenso. -- Sugirió el joven tomando su teléfono para dirigirse a la entrada del penthouse siendo seguido por su amigo. 

-- La verdad es que sí, procuraré no descuidar su salud, porque sé que él lo hará, es demasiado terco y no le gusta faltar al trabajo. -- Un suspiró se escapó de sus finos labios mientras miraba como Jeon se colocaba su chaqueta, teniendo una imagen que lo impactó demasiado. 

En uno de los movimientos rápidos que Kook hizo para colocarse el abrigo, YoonGi pudo ver un par de marcas en el final de su cuello y casi principio de su hombro. Él estaba viéndose con alguien, confirmado.

El menor cerró su chaquetón, siendo entonces; cuando alzó su rostro, que se dio cuenta al instante de que la mirada de su hyung había estado perdida en su cuello. <<La jodí.>> -- Me tengo que ir ya, aún tengo que conducir hasta casa. Descansad los dos, te veo mañana. -- Dijo con rapidez de forma atropellada para no recibir alguna pregunta de su parte. 

Min se quedó un par de segundos mirando la puerta con una de sus cejas enarcadas, realmente JungKook le estaba ocultando algo, y no quería ponerse en lo peor. 

Aún así, todo esto no tenía hueco en su cabeza ahora mismo, lo único en lo que podía pensar era en ir a la habitación de JiMin. A lo mejor estaba actuando mal, pero siquiera llamó a la puerta para pedir permiso, porque sabía que si el rubio le contestaba; iba a ser para decirle que no pasara, y YoonGi no quería que estuviera solo en estos momentos. 

Odiaba esa manía del precioso joven, aislarse de todo cuando más necesitaba que alguien le tendiese la mano. 

Con lentitud abrió la puerta, encontrándose con las luces apagadas y el chico metido bajo las sábanas. Con cuidado de no hacer ruido, no sabiendo si él se encontraba dormido o no, decidió gatear por el colchón hasta meterse debajo de todas las mantas junto a él, abrazándole por detrás como cada noche. -- Ya que tú no vienes a mi cama, vengo a la tuya. -- Susurró acariciando su abdomen con tranquilidad, nada de segundas intenciones. 

Supo en seguida que Park estaba despierto, no porque le hablase, sino por como su cuerpo había reaccionado ante la intromisión en su cama. 

-- En navidad siempre  me voy a mi ciudad natal, la paso en familia... y bueno, todos los años me preguntan si estoy en una relación. Da la casualidad que esta navidad tengo un novio precioso al cual adoraría presentar allí, porque estoy orgulloso de él, de quien es y de tenerlo a mi lado. -- 

JiMin tuvo que fruncir sus labios y esforzarse en no dejar escapar un sollozo, aunque todo su cuerpo se había tensado en el proceso. Fue entonces cuando sintió como el pálido se movió, colocándose sobre su cuerpo, apoyando la mejilla en su hombro, así pudiendo dejar besitos en la curvatura de su cuello. -- Ven conmigo. No soy TaeHyung, pero quiero cuidarte y atesorarte; procuraré darte la mejor navidad del mundo, para que a la siguiente también quieras pasarla juntos. -- 

Las palabras no querían salir, porque sabía que si abría la boca iba a comenzar a llorar como un niño pequeño, y odiaba realmente llorar frente a alguien más. Por eso envolvió la cintura de su hyung con sus piernas y además se abrazó a él; sanándose en su calidez. 

Sus pequeños ojos se cerraron  con fuerza para que ninguna lágrima se pudiera escapar mientras YoonGi lo mimaba con parsimonia, toda la que su corazón roto necesitaba. -- Tranquilo, bombón... todo va a estar bien, no estás solo. -- Susurró. 

La última frase le hizo abrir los orbes, soltando las primeras gotitas saladas. Ese pensamiento le aterrorizaba >> ¿De verdad no estoy solo? ¿De verdad puedo confiar en ti y dejarme en tus manos? ¿O acabarás marchándote? << Pensó el más joven no queriendo soltar a Min, quien tampoco tenía la intención de irse de allí. 




¡Hola, angelitos míos! Espero que hayáis disfrutado del capítulo. <3 

Estoy pensando en cambiar la portada porque no me termina de convencer... pero el verdadero problema es: no sé hacer portadas. jsjsjs A ver qué sale cuando lo intente. 

Espero que os estéis cuidando mucho. Os quiero. Kissuuu~~.

091121.

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