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treinta y cinco



Al ser final de invierno los días en los Estados Unidos estaban siendo fríos, sin embargo, hoy en concreto hacía una mañana muy bonita. El sol brillaba con fuerza y hacía sentir a cualquiera demasiado cómodo bajo sus rayitos. Fue por eso que la pareja decidió aprovechar el clima para desayunar en la terraza de su habitación, esta vez en compañía de HoSeok y Sana. 

Estaban sentados alrededor de una mesa redonda de cristal la cual estaba llena de bowls de vidrios de diferentes colores. Frutas, algunos dulces, tostadas y cafés decoraban esta misma. 

JiMin portaba una de sus faldas tableadas, esta color azul bebé. Era una de las favoritas de YoonGi, uno de sus tantos regalos del viaje a París. Aprovechando la poca largura de la prenda el mayor se estaba entreteniendo en juguetear con los muslos de su pareja; el cual estaba sentado sobre sus piernas, mientras escuchaban hablar a Sana. 

-- ¡Pronto sacaremos nuevo disco! Estamos muy emocionadas las chicas y yo. Pude venir a este viajecito porque NaYeon acaba de sacar su solitario, mi princesa es tan talentosa. -- Contaba la rubia, extrañando poder actuar de nuevo con sus chicas, pero amando estas pequeñas vacaciones que no muchas veces podría llevar a cabo. 

Sin esperarlo estaba de repente en un principio de relación con el que solía ser su mejor amigo, tanto ella como Hope eran dos idols; por lo que el tiempo libre era bastante escaso, más el de ella que era parte de un grupo y tenían que ponerse de acuerdo nueve chicas. 

-- Tienes que avisarnos cuando estés en la grabación del mv, iremos a visitarte. -- Pidió el de mejillas regordetas, acurrucándose en los brazos del pálido. Todo se sentía tan bonito, salir con YoonGi estaba siendo maravilloso. 

Ellos ahora eran una pareja más que formal, y aunque JiMin hacía un tiempo que se sentía enamorado del músico, no entendía como este sentimiento cada día que pasaba podía hacerse más grande. -- ¿Tenéis pensando confirmar la relación públicamente? -- Fue esta vez el de ojos felinos quien preguntó, llevándole a los labios a su chico cerezas para que comiera. 

HoSeok sonrió con labios cerrados hacia la chica, entrelazando sus dedos con los ajenos por encima de la mesa. -- Eso suena muy bien, pero no creemos que la empresa de Sana esté a favor de aquello, y su trabajo va por encima. Podemos llevar esto a lo privado mientras ¿Verdad? -- 

La rubia asintió mientras tomaba un poco de su café, dejando un pequeño apretón en la mano de su novio. Era algo que hablaron en cuanto lo de ellos comenzó a surgir, ninguno quería herir al otro así que la comunicación se la tomaban muy en serio. -- Aún así, aunque no confirmemos nada, no pienso separarme de HoSeokie en los eventos. Nosotros siempre fuimos muy cercanos públicamente de todas maneras, así que no creo que se alarme nadie. -- 

-- Bombón, deberíamos de haber apostado... ya te dije yo que ellos iban a terminar juntos. -- Bromeó Min, escuchando después la risita del chico sobre él. 

-- Oh vamos, te dije que- -- El teléfono del pequeño comenzó a sonar, brillando con la pantalla hacia arriba sobre la mesa, junto a la comida. Pensando que podría ser su mánager decidió tomar el aparato para descolgar la llamada rápido, después de todo estaba a la espera de que le contase qué tal la última revisión de su ahijado. 

Pero no, no se trataba de RyeoWook, era algo inesperado que le hizo quedarse unos segundos anonadado con el teléfono en sus manitas. "Llamada entrante de Tete. " YoonGi pudo ver el nombre con claridad, después de todo el chico se encontraba sobre sus piernas. Sería deshonesto diciendo que no le importó, porque si que algo dentro suyo se puso alerta.

Sin embargo, tenía que entender que ellos en algún momento tendrían que hablar. No sabía por qué el granjero osaba llamar, pero suponía que era importante; después de todo el de piel canela y su chico no hablaban desde el trágico día. Si Tae llamaba, era por algo urgente. -- Precioso, descuelga la llamada, antes de que el contestador salte. -- Animó a media voz el mayor. 

Y fue gracias a su suave tono que el modelo pudo salir de su estado ensimismado, deslizando su dedito índice para descolgar. -- ¿Taeh- -- 

-- ¡JiMinie... M-Mimi! ... ella, ella... abuela murió... -- 

Los pequeños orbes de Park se abrieron en sorpresa, no esperaba recibir aquella noticia y menos de esa manera; a través del teléfono y después de una gran discusión con el de piel canela. Aún así, aunque todavía no había nada resuelto, el corazón se le apretó al escucharlo sollozar con fuerza a través de la línea. 

Era muy consciente de qué tan importante era la anciana para Tae, después de todo era la única familia con la que mantenía contacto; y ya no estaba. No estaría nunca más. 

Kim estaba desgarrándose la voz entre sollozos que le estaban partiendo el alma en dos a JiMin, nunca, jamás desde que se conocían recordaba haberle escuchado de aquella manera. -- Tae, tranquilo... y-yo... ¿Cuándo fue? -- 

-- A-ahora m-mismo, me llamaron sus vecinos... Mimi, te necesito aquí... perdón, lo siento mucho... l-lo siento... N-no quiero estar solo en el funeral, y-y t-tú eras su otro nieto... -- 

El de mejillas adorables se vio abrumado por un instante, buscando el la mano del rapero de forma instintiva. "Tú eras su otro nieto" Y tanto que lo era, la abuela de TaeHyung le adoraba y le había cuidado más que ningún otro adulto en la vida. 

Escucharle llorar y encima pensar que no podría agradecerle todo nunca más lo estaban dejando por los suelos ahora mismo. -- Estaré allí, t-tomaré el primer vuelo que pueda. No estarás solo, TaeHyung. -- 

Sana y HoSeok miraban preocupados a JiMin, quien estaba esforzándose por no soltar todas las lágrimas que ahora empañaban su visión. 

Tuvieron que pasar un par de minutos más en la llamada para poder tranquilizar un mínimo al chico de pueblo; porque en serio el modelo temía que en algún momento la respiración de TaeHyung fallase demasiado de lo agitado que se le escuchaba. Aún así, no tardaron demasiado en despedirse para verse luego. 

-- D-debo de irme, ha ocurrido una urgencia... -- Susurró el menor, no saliéndole las palabras del nudo que dominaba su garganta.

La pareja contraria no le pidió algún tipo de explicación, simplemente asintieron a media voz dejando que el chico entrase en la habitación para hacer su maleta lo más rápido posible. YoonGi no había podido enterarse de mucho, apenas había escuchado a TaeHyung llorar desconsolado, pero nada más. -- Voy a ver qué pasó, tardo un segundo. -- Dijo a sus amigos, levantándose para adentrarse donde su chico se había ido. 

Al entrar en la habitación no pudo verle, pero si escucharle. JiMin había entrado en el baño para ir a buscar alguna de sus cosas, pero había terminado agarrado al lavabo llorando, dejando salir todo lo que había retenido allá fuera. Claro que el pálido se acercó, dando dos suaves golpecitos en la puerta que incluso estaba abierta. -- Cariño ¿Quieres hablar? ¿Qué pasó? -- 

A través del espejo el de mejillas regordetas miró a su pareja. -- YoonGi-ah... -- Llamó con voz quebrada, dándose la vuelta con los bracitos abiertos. Necesitaba deshacerse entre las manos de su persona favorita, de su lugar seguro. 

El más mayor no tardó en moverse hasta él con tranquilidad, estrechándole contra su cuerpo. Odiaba cuando JiMin lloraba, pero más odiaba no saber qué situación era la que estaba sucediendo; le recordaba a sus inicios cuando no sabía alguna cosa del modelo y no tenía como ayudarle. Pero no quería meter más presión al pequeño. 

Su cabeza estaba yendo demasiado rápido y las ideas se disparaban ¿Estaba así por tener que ir a ver a TaeHyung? ¿Por qué de repente iba a ir a verle después de todo? Para su suerte la vocecita desgastada del chico que llevaba un par de minutos en llanto se hizo presente. -- Hyung, la abuelita de Tae murió. E-ella me cuidó mucho. -- Explicó sorbiendo su nariz, separándose apenas un poco para apartar las lágrimas con el dorso de sus manitas. 

-- Eso... eso es horrible, lo siento muchísimo por la pérdida, cariño. -- Dijo de forma sincera, apretando sus labios por haber pensado que TaeHyung podría haber molestado a JiMin por una tontería. -- ¿Quieres que te acompañe a Seoul? Puedo hacerlo. -- Sugirió alzando sus manos para poder acariciar las mejillas contrarias. 

-- No, no. Esta noche tienes una entrevista en la televisión estadounidense y además un meet and greet , no puedes irte ahora. P-pero... ¿Mañana? Sé que pensabas quedarte una semana más aquí, p-per- -- El más joven calló ante el suave pellizco que su pareja le estaba dando en su nariz. 

-- Mañana te paso a buscar. Cualquier cosa que pase en tu vida es más importante que una semana en este país donde ya llevo casi un mes, no pasa nada, JiMin. Siento mucho no poder estar en el funeral o la misa. Lo siento de todo corazón. -- Murmuró, mirándole preocupado, odiaba estar ausente en un momento tan específico. 

El más bajo negó con su cabeza, volviendo a pegarse al cuerpo contrario en busca de la calidez y paz que siempre le daba. -- Mi amor, todo está bien. Estaré impaciente por verte. -- Aseguró y sintió como el mayor le dejaba un beso sobre sus cabellos, ambos quedándose por unos instantes en aquella posición para poder cobrar la energía suficiente para poder seguir. 

Eran dos adultos que se querían de la manera más honesta, deseándose lo mejor el uno al otro de cualquier manera y bajo cualquier circunstancia. 

Si se separaron fue porque la puerta principal de la habitación fue abierta, pronto escuchándose la voz JungKook allí. No hicieron falta muchas palabras entre ellos, los orbes del joven mánager chocaron con los del modelo. -- ¿Te falta mucho? El avión sale en veinte minutos -- Dijo a media voz, él también se sentía agobiado por no poder ir a acompañar a su chico en estos momentos.

-- No, apenas guardo mis cosas de higiene y nos vamos. -- Dijo, depositando un beso suave sobre los finos belfos de su pareja, luego poniéndose en marcha. 

Para su suerte JiMin era alguien muy ordenado, así que tenía todo perfectamente guardado y doblado en su maleta ya de por si. Apenas tenía fuera sus cremas y productos de skincare, que estaban en el baño. -- ¿Tú también te vas ya? -- Inquirió el pálido a su amigo, quien tuvo que negarle con mandíbula apretada. 

-- No puedo, tengo que quedarme aquí contigo para la entrevista de esta noche y el evento con el fandom, es cuestión de trabajo. -- Explicó, sentándose en la orilla de la amplia cama de la habitación. -- Voy a llevar a JiMin-ssi al aereopuerto y vuelvo aquí. --

-- JungKook... puedo ir solo a ambas cosas. -- Aunque TaeHyung no fuera una de sus personas más gratas de su vida, entendía que el chico querría en un momento como este a su pareja junto a él, y seguro que Jeon también sentía la necesidad de apoyarle ahora, era injusto que no se pudiera. 

Eso había sonado bien, al más joven le hubiera encantado asentir e irse en ese avión junto al modelo; pero no, no podía. -- Tranquilo, YoonGi-ah, te lo agradezco enormemente, pero no puedo. Este es mi trabajo y esto  es muy importante, tengo que hacerlo contigo. -- A pesar de no sentirse nada feliz, le regaló una muy pequeñita sonrisa de ojos tristes.

Su corazón se calentó apenas un poco al sentir como su hyung se sentaba a su lado y acariciaba su cabello oscuro. Necesitaba un poco de eso. 

No podía siquiera imaginar lo que TaeHyung tendría que estar pasando solo sin que las ganas de llorar vinieran a él. Aunque el de piel canela ya le había repetido que entendía la situación, él no podía parar de sentir que le estaba fallando de alguna manera. 

Bueno, solo le quedaba esperar, al día siguiente ya podía ir en su busca. 



JiMin estaba nervioso, una vez llegó a Corea fue su propio mánager quien lo vino a buscar para ir directamente al pueblo donde la abuela de TaeHyung solía vivir. Sabía que en el tanatorio habría muy pocas personas, después de todo la mujer tampoco es que tuviera grandes amistades ni mucho menos; siempre había sido alguien muy entregada a su trabajo y su nieto. 

Después de la gran controversia familiar que fue la salida del armario de Kim TaeHyung, esa mujer dejó de hablarse con cualquiera de sus familiares. La felicidad de su pequeño nieto iba por encima de cualquiera de ellos, aunque fueran sus propios hijos. 

No podía ni quería permitir que creyeran tener el poder de mandar en la vida de su osito. 

Así que por supuesto que ninguno de ellos estaban allí, para cuando Park entró en la habitación juró sentir que el aire allí dentro pesaba más, y siquiera es que estuviera el lugar repleto. Apenas dos señoras mayores más estaban allí sentadas en unas sillas mientras se consolaban entre ellas, posiblemente eran las amigas del pueblecito que habían llamado a  Tae. 

Este mismo se encontraba apartado de ellas, sentado con sus codos apoyados en sus piernas y manos tapando su rostro. No podía creer el momento que le estaba tocando vivir, el mundo se le había venido abajo. -- TaeHyung... -- Murmuró el más bajo, colocándose frente a él. 

Entonces Kim alzó la mirada; fueron solamente dos segundos los que se quedó congelado; no sabiendo si el ángel que tenía frente a él era realmente JiMin o solo producto de su imaginación. Aún así, pronto reaccionó colocándose de pie con prisa, abalanzándose a los brazos del mayor. 

¿Cuánto hacía que no abrazaba a JiMin? Siquiera lo recordaba. La última vez que lo vio fue uno de los peores momentos de su vida, los orbes de su mejor amigo le habían gritado de mil formas diferentes lo muy decepcionado que se había sentido con él. 

-- JiMin, estás aquí, gracias, gracias. -- Susurró con sus brazos temblorosos alrededor del cuello del nombrado. 

-- No agradezcas, es lo mínimo que podía hacer. -- Contestó dándole dos suaves palmaditas en su espalda. No se sentía del todo cómodo de repente el pensar que tenía que estrecharle en un abrazo. -- Tienes una cara horrible... ¿Cuántas horas llevas aquí? -- 

El modelo hablaba en voz baja, podría ser por respeto pero en realidad el mayor por qué era porque tenía un nudo difícil de manejar en la garganta. No iba a tener el valor de acercarse a ver el cuerpo de la mujer que le había dado  un mínimo de cariño en su niñez. 

-- N-no lo sé... Sólo sé que necesitaba tenerte ya aquí conmigo. --  Se sinceró deslizando su mano hasta encontrar la del otro. 

Kim sabía que a lo mejor, muy posiblemente estaba actuando egoísta una vez más. Siquiera había tenido oportunidad de disculparse con su mejor amigo; porque eso era JiMin, esa persona que sin compartir sangre era una de las más queridas para ti con diferencia. Y se disculparía, lo haría en cuanto no estuvieran en el tanatorio. 

Mientras tanto, necesitaba apoyarse en él; porque sentía que en cualquier momento iba a derrumbarse. -- ¿Quieres quedarte aquí toda la noche y- --

-- No, no por favor. Lo siento mucho por la abuela, pero no me siento capaz de quedarme aquí mucho más tiempo. Además de que ella mismo ha dejado un escrito... pedía ser incinerada sin misa previa ni nada, ella que parecía conocernos mejor que nosotros mismos, ha pedido esto porque decía que no quería hacernos sufrir por demasiado tiempo... Tenía la carta preparada y dada a la funeraria desde hacía meses, ella en serio era... previsora. -- 

Ambos jóvenes se sentaron en una de las tantas acolchadas sillas que había en el lugar. JiMin de por si tenía el corazón encogido, pero aún más acongojado se sentía al tener la mano temblorosa de TaeHyung agarrando la suya. En ese preciso instante se dio cuenta de cuanto habían cambiado las cosas para él mismo. 

Solo podía pensar que necesitaba la mano de YoonGi para calmar su corazón entristecido, la mano de Kim ya no bastaba. -- Está bien, estaremos aquí el tiempo que veas necesario y nos iremos a la granja. Tienes que descansar. -- 

-- ¿Por qué pareces haber madurado tanto de repente? ¿Dónde está mi Mimi infantil y mimado? Ahora pareces todo un adulto. -- Murmuró el más alto, acurrucándose un poco contra el cuerpo del modelo, apoyando la cabeza en su hombro. 

Bueno, JiMin sentía que al final había evolucionado mucho como persona. Le habían roto el corazón y además en el mismo tiempo se había topado con la mejor persona que había conocido en toda su vida. Habían sido muchas emociones en muy poco tiempo. Se había dado cuenta de la depresión severa que había estado viviendo, lo mal que trataba a la gente, lo solo que se sentía a cada momento y nunca quería admitir. 

Y dio todo lo que tenía en sus manos para salir de ahí, fue a terapia, se distanció del mayor de sus problemas para quererse a si mismo, comprendió que tenía una disculpa que dar a mucha gente e intentó mejorar como persona. De repente se conoció a si mismo, dándose cuenta de que ese malhumor que se cargaba cada día no era su personalidad, solo tristeza. 

Hizo muchos amigos, encontró a una familia que lo había aceptado con los brazos abiertos y además se volvió a enamorar, y como no hacerlo.

-- Tal vez tengas que conocerme de nuevo, Tae. Queda muy poco de ese chico que recuerdas. -- 

Ante aquella frase TaeHyung tuvo que alzar su rostro, su corazón se había apretado de mala manera en su interior ¿Por qué JiMin diría algo cómo eso? -- Da igual, al final siempre serás tú... y te querré igual. -- Fue lo último que susurró para suspirar y volver a quedarse sentado en esa silla el poco tiempo que le quedaba allí dentro. Solo podía pensar en irse ya. 



JiMin estaba tranquilo, pensó que el primer encuentro con TaeHyung iba a ser mucho más ansioso para su persona, pero no. Más bien estaba siendo al contrario. El más bajo lo estaba tomando con toda la calma y naturalidad que estos meses en el psicólogo había adquirido, sin embargo para el granjero estaba siendo sumamente incómodo y extraño.

Era totalmente real, parecía estar con una persona la cual no conocía de nada. 

-- Mimi ¿V-vienes arriba a dormir? -- Inquirió el de piel canela una vez entraron en la cocina para cenar algo antes de terminar por fin con el día de hoy. 

Y lo que pensaba que iba a ser una respuesta afirmativa y efusiva como siempre lo había sido, fue un "No, dormiré en el sofá"; el modelo siquiera le había dirigido la mirada. ¿Así iba a ser la relación de ambos a partir de ahora? TaeHyung en serio sentía algo dentro suyo roto por sobrellevar demasiadas cosas en el día de hoy. 

-- Iré al salón, estoy cansado del viaje y... todo eso. Descansa bien, Tae. Si necesitas algo estaré en el sofá ¿Bien? -- Park tomó el último trozo de fruta que había estado comiendo para poder calmar su apetito, dándole un suave apretón al hombro contrario como despedida. 

-- B-buenas noches... -- Murmuró confundido el más joven, no podía con esto. No quería seguir así. 

JiMin dejó salir un suspiró de sus abultados labios una vez su espalda hizo contacto con el respaldo del mullido sofá, claro que el de su apartamento con YoonGi era mucho más cómodo; pero este tampoco es que estuviera demasiado mal. 

Recordaba muy pocos días tan agotadores como el de hoy, pareciera que le hubieran absorbido la energía sin pudor alguno, incluso podía sentir en su cabeza suaves punzadas. Pero bueno, nada que unas horas de sueño no vayan a solucionar. En busca de poder quedar dormido lo más pronto posible cambió su ropa, sacando de la maleta el pijama y así poniéndose cómodo. 

Era raro de repente estar allí, durmiendo en ese sofá en el cual nunca había dormido por muchas veces que se había quedado allí en el hogar del contrario; pero estaba feliz con ello, él lo quería así realmente. El cansancio era tanto que siquiera se iba a preocupar por su rutina de skincare, hoy lo iba a dejar pasar.

Simplemente sacó una de las tantas mantas que Kim guardaba en un mueble del salón y se acurrucó con el teléfono entre sus manos y con un cojín debajo de su cabeza. 

No tenía energías para nada, pero es que meterse en twitter y ver muchas fotos de YoonGi le hacía feliz, mucho en realidad. Sus labios se curvaron  con lentitud hacia arriba, y no tardó en depositar un besito en la pantalla, donde una de las tantas fotografías de su pareja estaban abiertas. -- Buenas noches, rapero tonto. -- Susurró, haciendo el intento de seguir viendo videos y más cosas que las personas posteaban sobre "Min Suga.

No supo cuando, pero sus ojitos comenzaron a cerrarse, intentando a duras penas abrirlos cuando se daba cuenta de que estaba cayendo dormido; quería saber cómo le estaba yendo con el meet and greet que tenía. Pero no, su cuerpo realmente no podía más. 

Hubiera caído rendido si no fuera porque un peso nuevo se había añadido a su lado. -- ¿Qué haces aquí? -- Susurró adormilado JiMin, en ningún momento pudo creer que Tae haría algo como aquello, pero sí, Kim había sido capaz de acurrucarse con él sin permiso. 

-- Quiero dormir contigo, JiMinie... -- Murmuró un tanto acongojado ¿En serio JiMin le había replicado algo como esto? Su mejor amigo nunca se había quejado por tenerle a su lado.

-- TaeHyung; ahora tengo pareja. A mi no me gustaría que YoonGi se acostase junto a su expareja a dormir, menos aún acurrucados. Así que por favor respeta eso. -- Siquiera le había temblado la voz al decirlo, y aquello solo hizo que el corazón del tierno granjero se rompiera más. 

En un ágil movimiento el de piel canela se sentó, rompiendo en llanto una vez más en el día. -- ¡Park JiMin deja de ser tan indiferente y frío conmigo! -- Exclamó. -- D-dudo que su ex sea también su mejor amigo, y te necesito, J-JiMinie... te necesito... --- Hipó acostándose ahora encima suyo (sin alguna intención extraña), simplemente anhelando sentir los brazos ajenos abrazándole. 

>> Yo también te necesité durante mucho tiempo, y nunca estuviste. << Pensó el de mejillas abultadas, acabando por llevar una de sus pequeñas manitas a los cabellos chocolates del contrario. 

El mayor esperó, mimando con tranquilidad a ese jovencito que de nuevo se estaba deshaciendo encima suyo. No dijo alguna palabra, no por lo menos hasta que el llanto se había calmado considerablemente. -- TaeHyung-ah, como te he dicho, no podemos dormir juntos, pero puedo ir a dormir arriba contigo. Tú en la cama y yo un futón en el suelo ¿Vale? -- 

-- P-pero ¿Por qué? -- Inquirió a media voz. -- No entiendo. -- 

-- No hace falta que lo entiendas, Tae. YoonGi y yo mantenemos una relación seria, y estoy seguro que él siquiera me diría algo por dormir junto a ti, pero sé que se sentiría incómodo de alguna manera. No quiero eso. Puedes aceptar o rechazar la oferta. -- 

Tae se separó con lentitud, acabando por estar sentado a horcajadas sobre el abdomen del modelo. -- S-sí que has cambiado, incluso tus prioridades lo hicieron...-- Susurró el menor quitándose los restos de lágrimas de sus mejillas. 

Con apenas la luz que entraba por la ventana JiMin le dedicó una sonrisa, nada dulce, más bien amarga. -- Bueno, tus prioridades cambiaron incluso primero, desde el primer momento en el iniciaste algo con JungKook sin siquiera comunicarme como te sentías. Ahora dime ¿Querrás qu- -- 

-- Lo siento, p-perdóname, JiMin. -- Dijo, interrumpiéndole. -- Siento mucho haber actuado de manera egoísta, dejarte de lado cuando más me necesitaba, no haber sido sincero y además nunca haber tenido el valor de aclararte todo hasta que tú mismo lo descubriste. N-no sé en que momento pasó, pero me enamoré, nos enamoramos... -- 

Bueno, el de pomposas mejillas estaría mintiendo si dijera que no estaba esperando este momento, justo ese donde el granjero se disculpase de una vez después de todo. Pero ahora que estaba teniendo todo lo que había deseado, su corazón parecía querer salir disparado de su pecho por incomodidad y ansiedad. 

Los gorditos labios del  mayor se fruncieron con malestar, permitiendo que Kim dejase salir todo lo que tenía dentro, pero no sabiendo como responderle. JiMin en serio le quería mucho, pero le tenía rencor de alguna manera, no lo podía evitar. Fueron largos meses en los que creyó que estaba violando a su pareja, se sintió asqueado de si mismo, tanto como para iniciar relaciones sexuales con YoonGi cuando siquiera le gustaba (aunque eso cambiase con el tiempo), solo porque así a lo mejor se quitaba de encima todos los deseos obscenos y lascivos que sentía. 

-- Por f-favor... perdóname, por favor. Te necesito, eres todo lo que tengo junto con JungKookie. E-eres la única familia que me queda, s-siento no haber estado a la altura que nuestra abuela quería, p-pero... pero... -- 

-- Da igual, TaeHyung. Gracias por disculparte... ahora mismo no puedo decir que no pasa nada, no puedo prometerte que la herida ha sanado, pero en cuanto lo supere; te lo haré saber. Necesito tiempo, espero que puedas entenderlo. -- Dijo abriéndose completamente, siendo todo lo sincero que podía ser mientras ambos tenían sus orbes conectados. -- De cualquier forma, gracias por tu disculpa, lo agradezco, me hacía falta escucharlo... supongo. Siento si alguna vez te hice sentir incómodo o fui molesto para ti.-- 

El castaño asintió despacio, hace años jamás podría haber imaginado que este escenario podría ser posible, pero sí, todo había acabado de una manera amarga. Solo quedaba aceptarlo y seguir hacia delante, porque la vida sigue y al final nada es eterno, siquiera los problemas. 

Siendo cuidadoso en no aplastar alguna parte del cuerpo ajeno Kim salió del sofá, estirando su mano hacia el modelo -- ¿Vienes a mi habitación entonces? No dormiremos juntos y tampoco me meteré entre tus sábanas, lo prometo.-- 

-- Bueno, tendré que creerte. -- Bromeó, tomando las mantas las cuales ya le rodeaban y por supuesto su teléfono. 

Esto solo era un pasito más en su proceso para sanar. No podía esperar para ver a YoonGi y contarle lo sucedido mientras tomaban una copa de vino en el sofá de su penthouse



Hola, angelitos míos. Siento no haber estado activa, pero demasiadas cosas estuvieron pasando en mi vida; no precisamente bonitas jajaja, pero bueno, como bien digo en este capítulo: Nada es eterno así que los problemas tampoco, la vida sigue y tú sigues con ella. 

Aquí tenéis este capítulo, o hay demasiado contenido yoonmin, pero creo que era muy necesario. Muy a mi pesar a esta obra no le queda demasiado para que se termine. Le tengo mucho aprecio pero está llegando a su fin. 

Espero que todos estéis bien y os estéis cuidando, os quiero muchísimo. Kisssuuu~~~230822.

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