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seis




JiMin tenía sus ojos cerrados, estaba intentando disfrutar de como las suavitas brochas de maquillaje acariciaban sus párpados, pero si quiera algo como eso, que normalmente le encantaba, le hacía sentir tranquilo. 

-- JiMin hyung, tu piel está más seca ¿Ansiedad? --Inquirió su maquillista con voz suave, y el nombrado frunció sus gorditos labios para negar. 

-- No tengo de eso, soy una roca. Debe de ser el cambio de temperatura, ya estamos entrando en otoño. -- El día que Park admitiera tener un problema, posiblemente el mundo explotaría en mil pedazos. 

Era un gran defecto, porque nadie era indestructible, pero a él le gustaba pensar que él sí. 

WooYoung, que ya estaba más que acostumbrado a tratar con su mayor, simplemente asintió para seguir maquillándole. Llevaba aproximadamente dos años trabajando junto al modelo de mejillas pomposas, y sabía que se trataba de alguien con temperamento fuerte, lindo, pero con temperamento. -- ¿Puede abrir los ojos, hyung? Necesito ver si están iguales... ¡Perfecto! Mírate, espero que te agrade. -- 

El más joven giró la silla donde el rubio estaba sentado, para que este pudiera mirarse en el gran espejo del tocador. -- Está precioso, Young... haces arte, en serio. -- Murmuró mirando su brillante maquillaje con una pequeña sonrisa. 

-- Gracias, hyung. En esta semana tenemos que elegir qué maquillaje usarás para la gala y cuál usarás par- --

-- ¿Gala? ¿Qué gala? -- Inquirió confuso, peinándose con sus dedos frente al iluminado espejo. 

-- Hyung, la gala de Yoongi-ssi, eres su pareja, así que, hasta donde yo sé, irás ¿No deberías de saberlo...? -- 

La cara de confusión del peliblanco hizo a JiMin reaccionar, claro, nadie sabía que lo único que sentía grande por YoonGi era repulsión. -- A-ah, claro, sí, la gala. -- Justo en ese momento, quiso matar a su manager ¿En qué momento no se le ocurre avisarle de que tiene una gala de premios? -- Sinceramente, este me encanta, pero cuando veamos los dos que nos faltan por probar, decidimos ¿no? -- 

El más joven asintió tomando las brochas que había usado para meterlas en su gran maletín. -- Mañana tienes una sesión, así que tenemos que probar esos maquillajes en un día, el jueves ¿te parece, hyung? -- 

JiMin asintió, tomando su bolso y colocándose su suéter gris de forma correcta. -- Nos vemos mañana para la sesión, gracias, WooYoung-ah. Debo de hablar con RyeoWook sunbaenim. Muchas gracias por tu trabajo. -- 

De esa forma, echando humo por las orejas por el enojo, pero sonriente hacia el chico que no tenía culpa de nada, el modelo se fue directo a querer patear las bolas de su manager.





-- ¡Kim RyeoWook! ¿Qué carajos te pasa? -- Gritó después de cerrar la puerta del despacho de un portazo, su ceño fruncido demostrando lo irascible que se encontraba. 

El nombrado le miró con una expresión neutra, ya totalmente acostumbrado a ese mal carácter que ese chico con cara de ángel tenía; aún así, si había alguien con cara de sorpresa, nada más y nada menos que JungKook. -- H-hola, Jimin-ssi. -- Saludó este anonadado de que el manager permitiese que el joven famoso le hablase de aquel modo. 

-- ¿Qué te trae por aquí? Si te quedas demasiado rato vas a presenciar como rompo uno a uno los huesos de ese viejo -- 

RyeoWook suspiró entrelazando sus manos y apoyándolas sobre el escritorio. -- Nos llevamos diez años, tampoco es demasiado, JiMin. ¿Te enteraste de lo de la gala? ¿Es por eso? -- 

-- ¡Pues claro que sí! ¿Por qué no me lo habías dicho antes? -- 

-- ¿Crees que tenía ganas de verte como cachorro con la rabia? Estaba esperando hasta el último momento para comunicártelo. -- 

Dándole bastante igual si su teléfono o cosas importantes se encontraban dentro, el rubio tiró su bolso de mala gana a una de las butacas del despacho, sentándose al borde de esta con sus brazos cruzados. -- Estoy completamente harto de todo esto, todo está mal y no me dais un jodido respiro ni- --

-- Jimin-ssi, justamente estoy aquí por eso. Últimamente te notamos algo... sobrepasado con todo, por eso mismo pensé que sería bueno darte una semana de descanso, no soy tu manager, pero ahora que estás relacionado con YoonGi, también eres mi responsabilidad de alguna forma ¿Te apetece ir a ver a TaeHyung? -- 

Una pizca de alegría, que hacía días que no hacía acto de presencia en su cuerpo, brilló. JiMin sintió los nervios en su estómago ¿Ir a ver a TaeHyung? Se moría de ganas, quería, deseaba poder ser abrazado por alguien que lo quisiera de verdad. -- ¿En serio? -- 

Jungkook asintió sacando de su maletín una agenda donde apuntaba todo al parecer. -- La gala de premiaciones es el día 16 de septiembre, pasas la noche allí con YoonGi y listo ¿Te parece? A la mañana siguiente yo mismo te llevaré donde tu pareja, sin problemas. -- 

-- Gracias, en serio, te lo agradezco, JungKook-ssi, claro que lo veo bien. -- 

RyeoWook alzó una de sus cejas, joder, ese joven había conseguido calmar a la fiera que tenía por modelo en un instante; lo primero que se le vino a la cabeza es ¿Cuántos berrinches del rapero habría tenido que aprender a arreglar para hacerlo todo tan correcto? -- Parece mentira que no vaya a salir de aquí sin dolor de cabeza por tus gritos. -- 

-- Sí, sí, que te jodan sunbaenim. Levanta el culo, tienes que llevarme a mi próxima citación, es dentro de quince minutos. -- Dijo con esa poca educación que lo caracterizaba, por desgracia. -- De nuevo, gracias JungKook-ssi, te agradezco que pensaras en mi. --

Y tras eso, los tres muchachos dejaron el despacho.




-- No, no... ugh, me va explotar el cráneo... -- Se quejó el pálido pasándose las manos por el rostro. Le dolía la cabeza de todo el tiempo que llevaba frente al ordenador; pero era su trabajo y le encantaba. -- Tal vez... "Todavía no sé cuál es el secreto del éxito, pero sí sé cuál es el del fracaso." -- Escribió en su libreta donde demasiados tachones y palabras sueltas había. 

Justo cuando algo se le estaba viniendo a la cabeza, la puerta de su estudio se abrió, y supo quien era al instante, porque solo él se sabía la contraseña de su más preciado lugar. El único lugar donde YoonGi podía ser él, dejando todos los problemas y máximas alegrías entre esas cuatro paredes. -- Se acabó por hoy, te toca ir a descansar. -- Anunció Jungkook, quien apreciaba que su hyung se esforzase en su trabajo, pero tenía que encargase de que de igual forma estuviera saludable. 

-- Voy, guardo todo lo que he hecho y nos vamos. -- De esa forma, mientras el pálido guardaba los archivos que había creado o editado, algo se le vino a la cabeza. -- ¿Le propusiste a JiMin lo de las vacaciones con el granjero ese? -- 

-- ¡Sí, le encantó YoonGi! Fue una idea genial, eres un genio. -- 

Bueno, aquello servía. Simplemente asintió con cansancio. Desde la semana pasada, que fue cuando pudo conocer un poco el lado vulnerable de JiMin, no paraba  de darle vueltas a como poder verlo sonreír a menudo; y bueno, la solución parecía ser ese niño de pueblo; cosa que el de ojos felinos no entendía. 

Él podía otorgarle todo lo que quisiera, coches lujosos, playa privada o comidas exquisitas a diario; pero bueno, no es como si Min estuviera enamorado de él, solo los unía un contrato. YoonGi solo buscaba una buena amistad con el modelo, eso. 

-- ¿Ya está él en casa? -- Inquirió montándose en el auto de su mánager, este encogiéndose de hombros después de ponerse el cinturón de seguridad.  

-- Cuando lo vi esta mañana tenía cosas que hacer, no sé si las sesiones se le habrán alargado o qué. De cualquier forma son casi las once de la noche, estoy seguro de que si no está ya en casa, debe de estar al llegar. -- Ante las palabras del más joven, el rapero asintió con su cabeza, apoyando su cabeza contra la ventanilla. -- Te preocupas mucho por él, eh. -- Le dijo Kook en un tono divertido cambiando de marcha. 

-- Es un  modelo caprichoso y mimado que tiene la mentalidad de niño de quince años, creyendo que tiene a todo el mundo en la palma de su mano. -- Espetó con una sonrisa, el mal carácter del rubio le parecía de lo más gracioso en realidad, pero... le entristecía que detrás de todo ese mal humor se escondiese demasiada tristeza. 

El resto del tiempo que estuvieron dentro del auto, Kook estuvo explicándole cual era la agenda de esa semana, poniéndolo al día e indicándole cuando iría a buscarle, llevarle, traerle a cualquier lugar. A veces la fama era una pesadilla, pero en general a YoonGi le encantaba. Este último casi no se lo podía creer, ya estaba en el ascensor dirigiéndose a su piso, el amplio ático de su vida. 

Casi que lloriqueó cuando colocó el código de la puerta. -- Por fin en casa... -- Susurró quitándose la gorra y quitándose las grandes botas de sus pies. 

-- ¡YoonGi-ssi, estoy preparando la cena! -- 

Aquel gritó sorprendió al nombrado ¿En serio Park acababa de llamarle a gritos con una voz dulce para anunciarle sobre la cena? Eso no parecía nada real, nada en absoluto. Con una de sus cejas alzadas el pálido se acercó hasta el lugar, encontrándose con el joven con su cabello recogido con una pequeña coleta; y su rostro embadurnado en una crema color menta. -- Bombón ¿Qué llevas puesto? -- 

-- Es para la piel, ya me tocaba hidratarla. -- ¿No se había quejado por el sobrenombre? O Dios, qué habían hecho con su testarudo modelo? -- Estoy haciendo un poco de estofado con verduras salteadas ¿Te apetece? -- Preguntó el rubio con una pequeña sonrisa en su lindo rostro. 

-- ¿Qué celebramos hoy? ¿Nos vamos a acostar o...? Deberías de haberme dicho para ir a comprar algún lubricante especial o- ¡Vale, vale! Lo siento. -- Entre escandalosas risas se disculpó el mayor en cuanto el de mejillas abultadas le apuntó con la sartén que estaba a punto de utilizar. -- En serio, qué te trae hoy así de contento. -- 

-- Dentro de muy poco tendré mi semana de descanso con TaeHyung, eso me pone de buen humor. Una semana sin soportarte ¿No suena eso maravilloso? -- 

Ante la última frase YoonGi rodó los ojos, moviéndose hacia la nevera para ver si había algo para beber. Aunque normalmente se hubiera abierto una cerveza, un costoso vino le captó la atención. -- ¿Una copa? -- Le preguntó, sorprendiéndose gratamente cuando el menor asintió de manera tan agradable. -- No sabía que te gustaba el vino. -- 

-- Hay muchas cosas que no sabes de mi, YoonGi-ssi. -- Comentó mientras movía las verduras sobre la sartén. 

-- Sí, es lo que tiene que la gran mayoría de veces que me tienes al lado simplemente huyas, mi amor. No te dejas conocer, y no es porque yo no tenga ganas. -- 

YoonGi estaba sirviendo las dos copas, fue cuando alzó su rostro que se encontró con los labios estirados del modelo. Sus ojos se habían hecho todavía más pequeñitos por culpa de sus mejillas adorables, era la primera vez, la primera que conseguía verle de esa forma, de forma inevitable se quedó un par de segundos mirándole con intensidad, queriendo fotografiar esa imagen en su cabeza. -- Deja de llorar, Min llorón Suga. -- 

-- Estás gracioso hoy, con lo que me gusta sacarte de quicio, bebé. -- Murmuró negando con su cabeza, acercándose a su cuerpo y sintiendo al instante como este se tensaba. -- Tranquilo solo venía a por los cubiertos para poner la mesa. -- 

Desde luego el pálido no pudo evitar reír ante las mejillas ruborizadas del modelo, tomando los tenedores y cuchillos del cajón que estaba a la izquierda de JiMin, por lo visto tenía su faceta bien adorable. -- Oye, antes de que me saques de quicio y acabe matándote. Mañana no hagas plan. -- 

-- ¿Y eso? ¿Me llevas a una cita? Que lindo. -- Con diversión paseó su izquierda por la cintura del modelo, y por supuesto, se ganó un buen golpe en su hombro de parte del mismo, que lo miró con una de sus miradas asesinas que ya conocía tan bien. -- Ouch... bombón, a veces te pasas de rudo. -- 

-- Y tú de imbécil, escúchame YoonGi. La gala de premios a la que estás nominado es la semana que viene; y no pienso ir con cualquier traje, y tú tampoco. Mi novio no puede ir con cualquier trapo. -- Tal como terminó de hablar se arrepintió, se refería a novio de cara al público, obviamente.

-- Tu novio... que bien suena, cuéntame más, bonito. -- 

JiMin tuvo que tomar aire, viendo de reojo como ese rapero estaba apoyado en la encimera mirándole con una sonrisa que detonaba burla. -- Voy a arrancarte los huevos y a cocinarlos para dárselo a los cerdos de la granja de TaehyunGie. -- Espetó haciendo que el artista explotara en risas.

Definitivamente sí, el rapero adoraba su faceta de niño rudo y maleducado. 



















¡Hola! Hoy estoy muy contenta porque un grupo de personitas me animaron mucho a escribir nuevo capítulo, así que muchas gracias a Fujoshi_Army fatimaAlarcn0 y MiRaNdA_2009ym este capítulo está dedicado a ustedes. 

Como siempre espero que lo hayáis disfrutado. Os quiero mucho. 

Kissuuuu.~~

210121

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