dos
-- ¿Pero se te ha ido la cabeza o qué te pasa? ¿Cómo puedes venderme como si fuera un puto muñeco? ¡Estás despedido! Vas a tener que chupar pollas hasta el día que te mueras para conseguir un contrato. -- Se quejaba el modelo que iba en el asiento del copiloto.
El vehículo era llevado por su representante, a quien por supuesto iban dirigidos todos esos insultos, a los cuales ya estaba más que acostumbrado ¿Cómo decirlo? JiMin era su mayor tesoro a nivel económico, también su peor pesadilla.
Guardando la calma, como siempre, habló después de unos largos minutos de berrinche. -- No sé si eres consciente de que tus ganancias estaban cayendo en picado, la empresa iba a acabar por echarte si no hacíamos algo. Soy tu representante y trabajo para que tu carrera siga a flote, JiMin. Y no puedes despedirme, renovamos mi contrato hace un mes. --
-- ¿Y por qué tengo que salir con alguien más para eso? Sé valerme por mi mismo, no necesito colgarme de la fama de nadie ¡Joder! ¡Tengo pareja! --
-- ¿Ese mismo chico que se dedica a criar pollos y que no te toca ni con un palo? ¿Hablamos de esa pareja? --
El menor le lanzó una mirada que alertaba peligro, estaba a punto de tomar lo primero que encontrase y estamparlo contra la cara del contrario. -- No es de tu incumbencia lo que haga o no con TaeHyung. --
-- Exacto, pero si lo que pase contigo, porque mi carrera también depende de la tuya. Escúchame, te di las vacaciones para tenerte un poco más sereno, pero veo que no han servido de absolutamente nada. Hazme el favor de tranquilizarte y tomarte esto en serio, podría haber aceptado peores cosas, no sabes la de gente que incluso iba a pagarme un pastizal por sacarte del mercado, JiMin. -- Habló con seriedad apretando el volante entre sus dedos. -- Tu competencia te quiere fuera, incluso hacen campaña en las redes sociales con cuentas anónimas para crear rumores sobre ti. --
Nadie se imaginaba cuan frustrante era para el rubio el hecho de que los demás lo insultasen tanto por algo que siquiera había pasado en realidad. Para muchos, por culpa de unos falsos rumores que se divulgaron demasiado, era un chico que se colgaba del colectivo LGTB+ para ganar fama, vistiéndose con ropa afeminada por moda y porque sabía que le funcionaría.
Pero él no mentía, joder, no lo hacía, era un chico homosexual desde los catorce años que supo su sexualidad; y además llevaba vistiendo ropas que "no pertenecían a su género" desde hacía demasiados años porque le encantaban.
Al principio de su carrera le hizo extremadamente feliz que marcas interesadas en crear ropa afeminada para hombres estuvieran a favor de impulsar su carrera.
Él juraba que era él mismo, pero ahora, iba a tener que mentir sobre una relación para que los demás les creyesen, no tenía sentido.
-- No te vas a colgar de la fama del rapero, ambos tenéis prácticamente la misma popularidad, aunque tú recibes el triple de hate. Tienes que encargarte de ganarte a sus seguidores. Ese fandom es muy poderoso, JiMin, no te haces una maldita idea de cuanto. Si te lo ganas, rumor que salga sobre ti en anónimo, acabará siendo descubierto su creador y será funado, hazme caso por una vez en la vida. -- Volvió a hablar RyeoWook al notar que su modelo se había callado por completo.
El hombre que conducía soltó un suspiro, sabía que el joven estaría calentándose la cabeza demasiado. -- Lo intentaré... -- Murmuró de forma casi inaudible, pegando su rostro contra el cristal del vehículo.
Para cuando Park había llegado a la casa de su novio perdida en medio de la nada, el castaño no estaba allí ¿A dónde se habría metido su chico? Tenía que hablar con él seriamente, era la primera vez en todo lo que llevaban de relación que una tercera persona se iba a meter por medio.
El rubio asomó su cabeza por los diferentes rincones de la granja, no estaba en el gallinero, ni tampoco en el establo donde las vacas ni los cerditos. Dios, no podía entender como a TaeHyung le gustaba tanto pasar tiempo ahí metido, olía horrible.
Sin tener alguna señal de que se encontraba allí, el modelo salió con prisa, le daba miedo estar allí solo. Fue al salir y cerrar la puerta del gran establo que pudo ver al chico de cabellos chocolates venir a lo lejos del camino.
-- ¡JiMinie, llegaste! -- Gritó trayendo una caja en sus manos, por supuesto correteando hacia su novio en cuanto lo había visto.
El menor de ambos estuvo ahí frente a él en un instante luciendo su sonrisa cuadrada. -- ¿Qué traes ahí? -- Inquirió el rubio refiriéndose a la caja, no pudiendo evitar arrugar su nariz al oler a su pareja, olía a... a campo.
-- La señora Kang nos ha regalado quesito, lo hizo ella hoy mismo. -- Dijo animado.
-- B-bien, tengo que hablar contigo, Tae. --
Que la voz de su chico temblase no le dio demasiada buena espina, el de piel canela sabía a la perfección que JiMin era alguien muy seguro de si mismo, si por algún casual se sentía inseguro, es que algo no demasiado bueno estaba ocurriendo. -- Claro, Minie, ven, entremos en casa. -- Dijo intentando mantener la sonrisa mientras le prestaba su brazo.
Por supuesto el de cabellos rubios abrazo este, yendo hacia la pequeña casita.
No habían intercambiado muchas palabras, apenas las justas mientras cocinaban lo que irían a cenar, en este caso una sopa de verduras junto algunas cosas para picar. Era el modelo quien se encargaba de colocar la mesa dejando que TaeHyung terminase de preparar la sopa, que estuvo en un solo segundo.
En un instante se encontraron uno frente al otro, ambos alzando su cabeza de vez en cuando para mirar al contrario sin ser descarados.
-- JiMinie... ¿Qué pasa? ¿De nuevo se inventaron algo malo sobre ti? Sabes que esa gente no tiene vida propia, por eso odio las redes sociales... -- Se quejó el de cabellos castaños comenzando la conversación.
-- N-no, no es eso, Tae. Es que, uhm, RyeoWook-ssi ha encontrado una pequeña solución a todo eso de hecho... --
Los ojos del de piel canela brillaron ¿Iban a dejar de crear cosas absurdas contra su novio? --¿De verdad? ¡Eso es genial! No te mereces nada de eso, Minie ¿Y qué es? ¿Han contratado a un hacker para saber la ubicación y denunciar a los creadores de esas calumnias? -- Aquella idea hizo que el de mejillas regordetas riera.
-- No, mi amor, pero lo hubiera preferido en realidad... -- Murmuró despeinando su suave cabello. -- Me han metido en una relación falsa, TaeHyung. --
El nombrado, el cual estaba por llevar la cuchara hacia sus labios, paró a mitad de camino, dejando esta apoyada en el plato con cuidado. -- ¿C-cómo? Pero... no entiendo, Minie. --
-- RyeoWook-ssi ha firmado un contrato con el representante de Min Suga, un rapero famoso. -- Le explicó, Tae no sabía quien era puesto que se mantenía totalmente apartado de las redes sociales, siquiera tenía internet en su hogar, lo odiaba. -- "Salir con él" va a ayudarme con las olas de odio hacia mi persona... o eso dice mi jodido representante. --
Kim no era capaz de decir nada, él quería mucho al contrario. Imaginárselo con alguien más era extraño, algo se le revolvía por dentro. No sabía qué decir sin sonar lo suficientemente herido, así que solo asintió en un murmuro.
Con eso solo hizo que el modelo supiera que definitivamente, su angelito no estaba del todo bien, TaeHyung era alguien que brillaba en una sonrisa en todo momento, verlo ahora tan serio era desgarrador. -- TaeHyung-ah, no lo he elegido yo, y-y te aseguro que intenté negarme, pero ya habían firmado y- --
-- Está bien, cariño. -- Respondió cortándole, deslizando su mano por encima de la mesa para tomar la del mayor. -- Quiero lo mejor para ti y tu carrera, si eso te va a ayudar y va a hacer que la gente se de cuenta de lo precioso que eres por dentro y por fuera, adelante ¡a por todas, Minie! -- Animó apretándole con suavidad su mano.
A veces sentía que Tae y él vivían en mundos totalmente diferentes, demasiado, como si por más que quisiera, una galaxia entera siempre les separase.
Los días habían pasado, y aunque el joven modelo se encontrase con más ansiedad que en todos los años de su carrera; Min YoonGi vivía como si nada nuevo estuviera pasando.
-- ¿De verdad no tenías otro día para tatuarte? -- Inquirió JungKook mirándole de forma divertida.
Se encontraban en el ático del rapero, el cual estaba tumbado en una camilla con su tatuador personal haciendo una de sus obras maestras en su nuca. -- Negativo, señor Jeon. -- Respondió con su mirada en el suelo.
El tatuador no pudo evitar reír, dándole una suave cachetada en el culo al pálido. -- Levántate, Yoon, necesito acercar un poco más la camilla para que la máquina llegue mejor. --
Por supuesto el azabache asintió levantándose, aprovechando para estirar su cuerpo. Estaba a punto de volver a sentarse cuando el sonido del timbre hizo acto de presencia.- ¡Vooooy! -- Anunció yéndose de la sala, haciendo que SeokJin suspirase apagando la máquina de tatuar.
-- ¿Este niño a quién ha invitado hoy a su casa? -- Inquirió mirando a JunKook, quien suspiró.
-- Te vas a sorprender. -- Fue lo único que le dijo.
El pálido abrió la puerta sabiendo a la perfección quien se encontraba detrás de esta. -- Hola, Park. -- Saludó con una sonrisa que al nombrado le provocó escalofríos ¿Quién se creía para estar sonriéndole de esa manera? ¿Y por qué iba sin camiseta?--
-- ¿Eres rico pero no tienes con qué vestirte? -- Le dijo totalmente serio, no le agradaba ese chico. Era guapo, pero daba igual ¿por qué siquiera tenía que fijarse en eso?
-- Estaba tatuándome, cariño mío. -- Le dijo con tono irónico y divertido mientras se hacía a un lado de la puerta. -- Pasa, vamos a la sala y hablemos.
Así fue como con bastante incomodidad el menor aceptó a pasar al enorme ático del azabache. No quería estar allí, pero por lo menos no tendría que estar con él a solas, estaba el representante ajeno y ese otro joven que no sabía quien era, pero lo de daba igual, le estaba salvando de estar a solas con Min.
SeokJin abrió sus ojos con sorpresa al ver a nada más y nada menos que Park JiMin entrar por la puerta de la sala ¿Desde cuando estos dos tenían algo que ver? -- Buenos días. -- Saludó el tatuador al precioso chico.
El rubio vestía unos pantalones holgados color marfil y un suéter de cuello alto gris, el cual también le quedaba ancho, por supuesto metido por la cintura de su pantalón para acentuar sus curvas. No demasiado elegante, pero siempre coqueto.
-- Buenos días, soy Park JiMin. -- Se presentó haciendo una reverencia.
-- ¿Has visto que novio más guapo tengo? Todo un bombón. -- Volvió a hablar el rapero enviándole un besito volador al chico antes de acercarse a la camilla que ya había sido movida.
Por supuesto el ceño del modelo se frunció con desagrado ¿por qué lo trataba con tanta confianza? No le gustaba, nada. Estaba a punto de reprochar cuando escuchó la voz de JungKook. -- YoonGi hyung, compórtate. -- Le regañó con calma.
-- Vamos, señor Park, siéntese en el sofá. -- Invitó el representante del contrario, el nombrando aceptando. -- Disculpa por la situación, pero el tatuador de YoonGi se va unas semanas al extranjero, y no quería esperar tanto tiempo para volver a tatuarse. --
-- Kim SeokJin. -- Saludó el chico mientras encendía la máquina y le regalaba una pequeña sonrisa al modelo.
-- No pasa nada, con que podamos aclarar las cosas, me es suficiente. --
Jeon asintió sacando los papeles de su maletín, al rubio le sorprendía bastante como es que ese chico que era más joven que él y el rapero, parecía tener toda la madurez del mundo; parecía totalmente serio en su trabajo. A pesar de que YoonGi no le daba seguridad, su representante sí, algo era algo.
Este mismo carraspeó colocándose sus gafas. -- Bien, antes de hablar del papeleo, que no es tan importante ¿Deseas contarnos algo, Park? RyeoWook-ssi ya nos contó por encima que estás en una relación, pero como en ningún momento has dicho nada públicamente sobre esta, no es ningún problema. Aún así ¿Deseas decirnos algo? --
-- Sí, gracias. Me gustaría que esto fuera lo más profesional posible, el señor Min y yo apenas vamos a ser una pareja de cara al público, pero me gustaría que no se mezclase en absoluto con la vida persona, por favor. --
-- Bueno, eso a lo mejor es un poco complicado ¿puedo llamarte JiMin-ssi? -- Por supuesto el de mejillas abultadas asintió. -- Ustedes, según el contrato firmado, vais a tener que compartir bastante tiempo juntos. Tiene que ser lo más real posible, así que posiblemente incluso tendrás que estar aquí durante una temporada, obviamente prepararemos una habitación para su total comodidad. Pero YoonGi hyung tendrá que acompañarlo a muchos sitios y viceversa, ustedes vais a conoceros muy bien de aquí a poco. -- Bromeó el joven representante. -- Aún así ¿quisieras pedir algo en concreto? --
Aquello le había llenado de aún más ansiedad, no quería mudarse aquí, menos con ese chico que no conocía de nada. -- Exijo una semana mínimo al mes libre para ir a ver a mi pareja. --
-- Claro que sí, JiMin-ssi, la tendrás. Incluso nos encargaremos de llevarle a donde haga falta. -- Aseguró cruzando sus piernas, sentado en el sofá al lado del modelo. -- ¿Algo que desees tú, hyung? --
-- A mi me- ¡ouch! da igual, cualquier cosa está bien. -- Habló por primera vez, quejándose un poco por la aguja.
JiMin no quería admitirlo, pero deseaba poder levantarse y ver qué es lo que ese chico estaba ahora tatuando en su nuca, era demasiado curioso, incluso se había desconectado un poco de la conversación intentando mirar desde allí.
Por suerte no le estaban hablando a él, ya que SeokJin había comenzado a hablarle a YoonGi sobre los cuidados de este, a pesar de que ya se los sabía de memoria al tener unos pocos, y bueno, también anunciándole que se lo tendría que terminar en otra sesión ya que su sensible piel se estaba irritando demasiado.
Fue entonces que el rapero se sentó en la camilla, tenía los hombros anchos y tenía una musculatura que desde el punto de vista de JiMin le hacían ver bien. Sus brazos eran bonitos y su torso bien construido, pero para nada parecía alguien adicto al deporte y a las pesas.
-- ¿Una servilleta para limpiarte la baba? -- Escuchó el modelo haciendo que los nervios se apoderasen de él.
El azabache le había pillado mirándole de manera intensa, escaneándole de arriba abajo. No quería, pero sus mejillas terminaron por sonrojarse al sentirse avergonzado. -- Cómeme el culo, Min Suga. -- Espetó molesto por la burla del mayor.
-- Bueno, hora de que os vayáis, mi precioso novio quiere atención. -- Dijo dispuesto, y aquello hizo que el rostro y orejas de JiMin se pusieran más calientes. No dudó un solo instante en tomar un cojín de decoración del sofá y tirárselo al contario ¿Para qué? Pues no lo sabía, como si el mullido objeto fuera a hacerle daño. -- Solo bromeo, cariño. No estés tan tenso. --
-- No me llames cariño. --
-- Vale, bombón. -- Le dijo aguantándose la risa.
-- ¡Tampoco bombón! --
-- Joder, nene, me lo pones dif- --
Jeon abrió sus ojos en sorpresa al ver que el modelo estaba a punto de tomar el jarrón de cristal de la mesa baja frente al sofá para tirárselo al rapero. -- ¡JiMin-ssi, eso no! --
SeokJin no quería abrir la boca porque no pintaba nada en ese tema, pero en serio envidiaba a JungKook por poder vivir de cerca lo que iba a ser la relación de esos dos, por muy falsa que fuera a ser, parecía divertida.
JiMin llevaba dos horas y poco más allí, lo sabía porque a cada rato miraba su teléfono por si acaso recibía algún mensaje de su novio, a lo mejor le interesaba saber si le estaba yendo bien, si se encontraba cómodo o... algo.
No había recibido anda hasta ahora, pero bueno, era costumbre. Cada vez que él volvía a la ciudad, TaeHyung parecía olvidarse, demasiadas pocas veces le contestaba algún mensaje o tenía su teléfono con batería. En esas largas semanas, JiMin le echaba de menos.
-- Jimin-ssi ¿Desea más café? -- Inquirió JungKook y él negó.
Acababan de terminar de leer el contrato, bueno, podría ser peor para él. Todo lo que había acordado ambos representantes parecía bastante lógico y de cualquier forma estaba de acuerdo con las clausulas, solo esperaba que esto saliera bien de alguna u otra forma.
Suga ya se había puesto su camiseta y además con ayuda del tatuador había cubierto el reciente dibujo. -- ¿Cuándo deberíamos de comenzar a lanzar cosas por las redes sociales? --
-- Ya, hyung. Yo debo de dejar a SeokJin hyung en su casa, volveré en un rato. Por favor, cuando vuelva espero que hayáis hecho alguna foto decente entre ustedes, debo de llevar luego a JiMin a su agencia, RyeoWook-ssi me dijo que tenías trabajo. --
-- S-sí. -- Afirmó el rubio nervioso ¿se tenía que quedar a solas con el mono neuronal ese?
-- Un placer JiMin-ssi. Me encanta su trabajo, hace una gran labor normalizando la ropa para ambos géneros. -- Halagó el tatuador moviendo su mano como despedida. -- Hasta la próxima sesión, Yoon. ¡Te traeré algo de Alaska! --
El nombrado asintió riendo, chocando su mano con la de su hyung antes de dejar que se fueran. Yoongi era consciente de lo nervioso que ese joven chico se encontraba por estar a solas con él, así que decidió que bromear ahora mismo no era la mejor de las opciones, pero vamos, él era gracioso por naturaleza.
Además, solo jugaba con él, le parecía lindo y divertido el como las mejillas del modelo se calentaban por sus tontos comentarios, o como se enojaba y su nariz se arrugaba. Aún así no lo haría ahora, en serio no quería incomodarle ni que se sintiera en peligro a su lado.
-- Bueno, Park ¿alguna idea para nuestra salida del armario? -- Mierda, acababa de hacer una broma ¡pero le salía solo! Por suerte el más joven no pareció molestarse, este simplemente frunció sus gorditos labios pensando.
Uh, el modelo era precioso.
-- Uhm, creo que más o menos tengo una idea... --
-- Bien, dime y hacemos, lo que quieras. -- ,Bombón quiso decir, pero pensó para sus adentros con una sonrisa.
Espero que hayáis disfrutado del segundo capítulo.
Kissuu~~
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