Cole's POV

"Esas últimas imágenes de ella, fueron las últimas imágenes de mi vida.

Jamás pensé que esto pasaría.

Que algo se interpondría entre nosotros.

Que ese amor que me prometía, no era más que una mentira bajo esa enfermiza máscara cubierta de odio.

Y lo peor... Jamás sabré porque no me dijo la razón de  esto, hasta el momento en que ella le puso fin a mi existencia..."

Esto, por alguna razón, me recuerda a Pat. Ha estado comportándose extraña toda la semana. Bastante agresiva, diría yo.

En este momento debería estar arreglando los últimos detalles para el viaje a Italia. Pero me decidí a leer un poco, ya que todos hemos estado algo estresados por el repentino viaje. Lo bueno es que esta semana habíamos salido de vacaciones, por lo que no tuvimos el estrés de las clases.

No importa del todo, ya que aún faltan un par de horas para el vuelo y creo que ya empaqué todo lo que necesito.

Como sea, volviendo al tema de Pat... Su comportamiento enserio me está asustando como:

El Lunes, en la mañana:

Me desperté por el aroma a tocino recién hecho.

Me había quedado dormido en el sofá toda la noche. Me dolía la espalda.

-Por fin te despiertas, Cole- dijo Dylan, entrando a la sala desde la cocina, -Preparé el desayuno, así que ven antes de que se enfríe-

Sonreí, me levanté del sofá y me dirigí a la cocina junto a mi hermano gemelo.

Me senté a la mesa mientras Dylan servía tocino recién preparado en mi plato.

De pronto, Pat entró a la cocina, ya levantada, sonriente y lista para salir. Y eso aparentaba ya que tenía su abrigo en mano y su bolso. Se veía entusiasmada, como si fuera a salir a un lugar divertido. Eso me animó.

-Buenos días, Pat- dije lo más amable que pude. Ella voltió para vernos, y fue entonces cuando su sonrisa y su expresión de felicidad se borró.

-Hola- dijo ella totalmente fría, mientras tomaba una manzana del frutero.

-¿No quieres algo de tocino, Pat?- dijo Dylan, sirviendo el tocino recién preparado en otro plato para Pat.

-¡No! No quiero de tu estupido tocino. Yo puedo hacer el mío, aunque algunos no lo aprecien. Ahora, si me disculpan...- dijo ella prácticamente gritando. Acto seguido, se voltió y salió de la cocina.

-¡Espera, Pat!- me levanté rápidamente y la agarré del brazo antes de que pudiera salir de la casa, -¿Sigues molesta con nosotros?-

-No, para nada- dijo con un tono sarcástico bastante obvio, -Y te haces llamar "inteligente". Ahora sueltame el brazo, o vas a obligarme a tomar otras medidas- dijo ella amenazante. Hice lo que ella me dijo e inmediatamente después de eso, ella salió de la casa dando un fuerte portazo.

Dylan, que estuvo detrás mío todo el tiempo, puso una mano en mi hombro y luego suspiró.

Al principio pensé que seguía molesta por lo del desayuno, pero después parecía molestarse de todo lo que le dijieramos. Cada cosa que decíamos, o hacíamos la hacían explotar de ira. Y eran esas explosiones diarias las que me preocupaban.

Martes, a medio día:

Pensando en lo que había pasado el día anterior, quería intentar hablar con Pat.

Cuando entré a su cuarto la encontré sentada en su escritorio, escribiendo algo en su computadora. Tenía un plato aun lado de su computadora, en el que supongo anteriormente había un sandwich, pero que ahora solo quedaban las migajas.

Apenas ella notó que yo estaba en su cuarto, voltió la mirada en mi y frunció el ceño.

-Hey, Pat...

-¡Vete de mi habitación!- dijo antes de que pudiera terminar mi frase.

No me iba a dar por vencido, no quería que ella me odiase.

-Oye, Pat... ¿Podemos hablar?

-No, estoy ocupada.

-Solo quiero saber, ¿por qué actuas de esa manera?

-¿Cómo?

-Como si nos odiaras

Ella me observó por un buen rato, con una mirada seria. Luego, se levantó de la silla de su escritorio y se paró frente a mi, con actitud amenazante.

-¡Los trato así porque son unos idiotas imbéciles! ¡Tú y tu estúpido gemelo!

-¿¡Pero por qué dices eso!?- pregunté ofendido al escuchar esas palabras salir de su boca.

-¡Porque es verdad!- gritó ella, mientras se sentaba en su cama deprimida.

No entendía que ocurría, ni que tenía ella contra nosotros. Me senté a un lado de ella, y la rodeé con mis brazos tratando de calmarla, pero ella se apartó rápidamente.

-Pat...

-¡Vete ahora ya, Cole!- me gritó mientras se levantaba de su cama y se alejaba de mi, -Vete ahora con el otro estúpido e inmaduro. Con ese imbecil, deserebrado e inutil al que haces llamar tu hermano-

Esas palabras incluso me dolieron a mi. No podía creer que Pat pensara eso de Dylan. Mi gemelo, Dylan. No lo decía enserio, ¿o si?

-Pat, se que Dylan puede ser algo intolerable a veces, pero es su forma de ser y...

-¡Cállate!- me gritó antes de poder terminar mi frase.

-Pat, solo escúchame. Dylan no es como tu dices, él es buena persona solo tienes que entender su forma de ser- dije tratándo de calmarla. Ella estaba bastante alterada, y eso me asustaba.

-¡No lo defiendas, Cole! ¡Dylan es un imbecil, una basura que no sirve de nada y solo sabe estorbar!

-¡No hables así de él!

-¡Agh!- gritó ella totalmente alterada. Comenzó a arrojarme los cojines de su cama, mientras no paraba de gritar como una desquiciada. Sujetó el plato en el que había tenido su sandwich y lo arrojó contra la pared, rompiéndolo en mil pedazos. Yo estaba totalmente paralizado ante esta escena, no sabía como reaccionar. Intenté acercarme como pude a Pat, mientras ella seguía gritando y golpeando todo lo que encontrara. La sujeté en mis brazos haciendo lo posible porque se calmara, y porque no se apartara de mi. Poco se fue calmando, mientras yo la abrazaba, le acariciaba la cabeza y le susurraba "Calma, Pat" a cada segundo suavemente. Cada vez fue perdiendo fuerzas en sus piernas, podía sentir como caía mientras la sujetaba hasta que acabamos ambos en el piso.

Cuando sentí que ella se relajó completamente, la miré a los ojos para verla profundamente dormida.

La levanté suavemente para no despertarla, y la dejé con cuidado en su cama. Con un suspiro, abandoné lo más despacio que pude el cuarto de Pat para toparme con Dylan aun lado de la puerta. Me observó con una mirada aterrada y luego corrió a abrazarme.

Él lo había visto todo...

Esos aterradores recuerdos enviaron escalofrios a mi subconciente. De pronto, esos horribles recuerdos fueron interrumpidos por mi hermano, quien entró en mi habitación con una radiante sonrisa alegre.

-¿Estás listo, hermanito?

-¡Listo! Vamos a Italia...

N/A: Perdón si me demoré en subir... me había quedado sin inspiración.

Falta poco para el cumpleaños 30 de los gemelos.

y sí, estoy conciente que en este momento solo tienen 22.

R5erPerry_Sprouse