―¿Sabes que te amo?―preguntó, dándole repetitivas veces besos en la nariz de Jisung ―Te amo.―beso nuevamente. ―Te amo muchísimo.―besó nuevamente.

Jisung no podía parar de sonreír por lo cariñoso que estaba Minho con él, se sentía feliz estar nuevamente a su lado y de sus hijos, sin Minho y sin sus hijos, Jisung no era nadie. Sus mejillas estaban sonrojadas por el hecho de los besos que le estaba dando el mayorr, lo ponían nervioso y avergonzado.

―Por qué te sonroja? Nunca antes te había visto
sonrojado, es algo bonito.susurró en el oído del
mayor y beso aquella zona―¿Ya te había dicho que te amo? ―Jisung frunció el ceño cuando sintió la mano de Minho acariciando su pierna.

―Minho.―susurró, sintiendo como aquellas
caricias iba tomando más intensidad, sintiendo la boca de Minho en su pierna, dándole pequeños besos.

―A-aquí no.―intentó apartar a Minho pero fue
imposible.

―Eso dijiste cuando lo hacíamos en muchos lugares amor.―mordió con delicadeza los muslos de Jisung, escuchando un gemido de su parte. ―Y sabes perfectamente que no podré parar, sabes que yo te trato con cariño y jamás te lastimaria de esta forma.

―¿De-de cuál? ―reguntó con dificultad.

―De esta.―comenzó a darle besos suaves en la parte de su oreja y la jalo suavemente, sacándole un gemido placentero a Jisung.

Minho se posicionó mejor entre las piernas de
Jisung y las agarró y las levantó un poco, comenzó a hacer fricciones entre sus miembros, el mayor de los dos comenzó a dar pequeños besos en el cuello del menor, escuchando la risa nerviosa de parte de este.

―Me haces cosquillas. ―comenzó a reír más fuerte al sentir los besos de Minho en su cuello intensificarse. ―¡Vamos Minho, por favor! ―Minho no hizo
casa a nada y lamió toda la extensión del cuello,
aumentando las risas de Jisung.

―Estas arruinando el momento Jisung, deja de
reírte. ―habló, sin despegarse de aquella zona tan sensible para Jisung .

―Me estás haciendo cosquillas Honnie, déjame ir.―advirtio nuevamente, pero no hubo respuesta.

¿Podrían creer que cuando te ríes mucho, llegas a orinar? Pues si, eso le paso al gran Han Jisung.

Y esa noche, no hubo una reconciliación entre la
pareja de casados. Solo hubo a un Minho en el sofá y Jisung en el cuarto de invitados.

―¿Papá Minho? ―Kazuha toco repetidas veces los.cachetes de su padre, con sus dedos. Comenzó a dar sus toques repetitivas veces hasta que vio a su padre abrir sus ojos. ―Papá, ¿Por qué duermes aquí?

Minho frunció el ceño y miró en todas partes, miró
nuevamente a su hija y le sonrió.

―¿Cómo se dice cuándo alguien se despierta Zuha? ―sonrió.

Kazuha frunció el ceño.―Buenos días, papá. Ahora si, porque estas durmiendo aquí y porque papi Jisung está durmiendo en la otra habitación.―puso sus dedos en su mentón y pensó.―¿Pasó algo a noche?

Minho recordó lo que pasó la anterior noche y
sonrió a como pudo. Él tendría que lavar su colcha, como dijo Jisung, él tuvo la culpa y ahora tendrá que lavar su orín.

Minho agarró a su hija entre sus brazos, olvidando
responderle la pregunta anterior y la llevó hacia la
cocina, dejándola sentada en una de las sillas, se fue de la cocina y fue a despertar a Jisung. Lo vio
desde la puerta y sonrió, se acercó a él y agarró una de las almohadas que estaba libre en la cama y la alzó, comenzando a golpear a Jisung para que se levantara.

―¡Levántate Jisung! ―habló, dando repetitivas
veces, golpes en el cuerpo dormido de Jisung.

Jisung frunció el ceño al sentir golpes en su cuerpo, se quiso girar pero un golpe de una almohada cayo en su rostro.

―Hasta que te levantas amor, por poco creí que te habías muerto.

―¡Sin Vergüenza! ―Jisung se levantó molestó y
agarró su almohada y comenzó a golpearlo repetidas veces. ―¿Por qué me levantas de esa manera?

―¿Y cómo quieres que te despierte? Siempre tienes ese problema de que tienes el sueño pesado.

Jisung se sentó nuevamente en la gran cama y
cruzó sus brazos enojado. ―Con un beso me basta, sabes muy bien que con eso me despierto.―reprochó, se acercó gateando donde su esposoy lo abrazó, poniendo sus brazos alrededor de su cuello, se acercó a su oído y le susurró. ―O tal vez con algo más.―besó la
oreja derecha de Minho haciéndolo estremecer.

―Primero comamos y después hacemos lo que
tenemos que hacer, porque Kazuha está despierta.- rodeó sus brazos alrededor de su cintura y lo atrajo hacia él.―Hoy amaneciste rebelde, ¿Se puede saber el por qué?

―Ya casi se acerca el cumpleaños de Kazuha y estoy feliz porque mi niña está cumpliendo otro año más.

―Otro año más y más cerca de la muerte. ―sonrió. Jisung al escuchar eso, frunció el ceño y pellizco su brazo con todas sus fuerzas, escuchando las quejas del mayor.―Amor, ten piedad, eso duele. se quejó.

―¿Por qué dices eso idiota? Solo veamos lo positivo, amor.―hizo un puchero en sus labios.

―Perdóname.―se acercó hasta Jisung y besó
cortamente sus labios, viendo como el mayor sacaba una sonrisa de oreja a oreja.

―Vayamos por Innie y veamos que podemos hacer en familia hoy hay que aprovechar este día amor.―fue lo último que dijo para irse de la habitación, dejando a Minho con una sonrisa en sus labios.

―Soy afortunado. ―habló, mirando su anillo de
compromiso que estaba puesto en su dedo anular.

―Papá Honnie, ¿Qué haremos hoy? preguntó Kazuha, dejando su cuchara en el plato.

―Hoy pasaremos un día en familia, tú y tu hermano, iremos en un festival de música. ―terminó por decir, cuando los ojos de Kazuha se iluminaron de alegría.

―¿Te gusta la idea? Porque parece que no te gusto porque no has dicho nada.

Kazuha al percatarse de lo que dijo su papá ella negó rápidamente. ―No papá, estoy feliz y Jeongin también. ―señaló a su hermano, quién tenía comida en sus mejillas, sonriéndoles a ellos.

―Bueno, a prepararse.